sábado, 2 de enero de 2016

LA OTRA HISTORIA DE VILLALPANDO. (VIII)


  LO QUE PEDÍAN LOS OBREROS.

    1º.- "La soldada del segador será por cincuenta días de temporada, bueno con malo, guardando domingos y fiestas. Los trabajos serán de sol a sol. Ganarán 30 duros y dos carros de paja de trigo buena". Treinta duros era el valor de 536 kilos de trigo. Valía éste 0'28 pts./kilo.

   2º.- "A jornal ganarán catorce reales diarios" (el valor de 12'50 kilos de trigo) y los apañiles (mujeres o niños, adolescentes que iban cogiendo las manadas dejadas, cada uno a dos  segadores, a brazadas, gavillas, y formando montones, morenas) de a dos, diez duros de soldada por los cincuenta días.

  3º.- Los agosteros, del 24 de junio al 21 de septiembre, 40 duros y un carro de paja. Los de 50 años, por el mismo tiempo, 25 duros y dos carros de paja. No trabajarán los domingos y los días de fiesta serán libres para ellos.

  4º.- Los segadores que pasen de 50 años, por el mismo tiempo de trabajo, 25 duros; los segadores de legumbres, a jornal, 7 reales. (las legumbres solo se cogían desde la alborada al mediodía, 8 horas, con pequeña parada  para el cacho de pan que cada uno llevaba de su casa. No eran las 16 horas de sol a sol).

  5º.- La manutención del segador y apañiles consistirá en el almuerzo: patatas o arroz con un cuarterón de carne o bacalao; comida: sopa, media libra (230 gr.) de legumbres con un cuarterón (11'25 gr.) de cecina o media libra (115 gr.) de carne y un cuarterón (11'25 gr.) de tocino; cena: media libra de alubias con un cuarterón de carne; pan por individuo: tres libras (1' 480 kilos.).; vino, 3 cuartillos ( 3/4 de litro), lo mismo el segador que los apañiles.
      El vino no estará adulterado con especies nocivas a la salud. La condimentación será con aceite o grasa de cerdo. La asistencia al rastrojo por cuenta de los patronos.

  6º.- Los segadores que después de la siega trabajen en la era ganarán  6 reales y mantenidos, de sol a sol, y un real a mayores cada hora que  trabajen por la noche".

      A lo anterior añadieron los obreros una nota que revela en ellos cierta flexibilidad, tan necesaria para llegar al deseado acuerdo de los intereses de las dos partes contendientes: -"Expuesto todo por los de Villalpando, todos los demás manifiestan su conformidad, obligándose a pedir la manutención todas las Sociedades por igual; pero en la soldada o jornal cada Sociedad puede pedir lo que tenga por conveniente, por no prestartse todos los pueblos a iguales condiciones.

    Comentario: 

a).- Por supuesto que, como veremos, los obreros no consiguieron esos salarios. Hasta puede que tampoco pudieran pagárselos los patronos. Si echáramos cuenta de lo cosechado y los costes, por ahí andaría. La mayoría de los patronos eran también trabajadores.

b).- Aterradoras las jornadas de trabajo.

c).- La  carne era de oveja o chivo, con su correspondiente hueso; las legumbres, además de las alubias que cita, eran garbanzos, lentejas o, incluso, muelas; la cecina procedía de la carne de las mulas que por viejas mataban en Villarramiel para aprovechar el pellejo y la carne. No especifican qué clase de aceite. No había otra que la de oliva. Señalan sea ésta o la manteca de cerdo la grasa utilizada. Se trataba de excluir el sebo, grasa de las ovejas, también utilizado en la alimentación de los pobres.

d).- Observemos que los alimentos básicos eran el pan, casi kilo y medio por persona, y el vino casi un litro. "Con pan y vino se anda el camino". Éste, cuyo consumo per cápita era enorme, suponía alimento y estimulante. Al ser tan demandado existía mucha propensión a adulterarlo. Imagínense cómo se pondría el vino en los rastrojos, matar la sed con ese caldo virote.  No hablan del agua. Tenemos noticia de cómo pasaban sed.

    Hablaremos en el próximo capítulo de la reacción de los patronos. .


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