miércoles, 26 de agosto de 2009

UN VALIENTE.

Así ha sido ANDRÉS REDONDO ALLENDE, el de Baltasara.
Ésta, su madre, quedó viuda muy joven, con cuatro niños pequeños. Andrés padre murió de repente, creo recordar que trabajando en el arreglo de calles. Baltasara, a base de trabajo y trabajo, los sacó adelante.
Andrés y su hermana emigraron jóvenes a Cataluña. Acá quedaron Juan Carlos y Moisés.
En uno de sus regresos, hará como tres, o cuatro años, me hablaba, con ilusión, de su trabajo. No sé si incluso había montado su propia empresa de algo relacionado con electrónica y nuevas tecnologías. Quizá ni él mismo sabía no volvería a ese trabajo. Que su vuelta al pueblo, buscando el amparo materno, sería definitiva.
Coincidía muchos días con él, en algún bar. Siempre intercambiábamos, cuando menos, un saludo afectuoso.
Ayer, como a estas horas, tocaron a muerto las campanas de Las Monjas. Fue la forma de enterarme. Bajó Sara a decírmelo: -"se ha muerto el chico de Baltasara". Lo antes que pude fui al funeral, pensando: "¡pero si le he visto hace dos días!". Recordé: sí, salía cuando yo entraba en el bar de Pedro. Me ha cedido el paso, tras cortés forcejeo, con broma y frases amables. Lo vi alegre. Estuvo conmigo encantador.
Resulta que eso fue hace hoy una semana. Valiente, entero, sereno hasta el final. Comprensible con una madre y unos hermanos así detrás
¡Buena lección la tuya, amigo Andrés!.

domingo, 23 de agosto de 2009

CHENCHO, "EL HERRERO".

Al tirar desde Santo Domingo para la calle de El Condado, me pareció oír al fuelle intentar un soplido lastimero, a la "bigornia", al "macho", y al martillo, sobre los que tanto sudó, tan cantarines cuando "auzaban" formones, querer doblar a muerto.

Vengo ahora del tanatorio. No me apetecían las parletas. Allí, aunque me daba verguenza, no pude contener el llanto. Sufro, de distinta manera, con cada uno del pueblo que se va. Con esta ida mucho: Chencho era tan entrañable, tan amigo, tan buena persona,...... Escojo dos sustantivos que lo definieron: trabajo, honradez.

En aquellos años, cuando todavía quedaban muchos pequeños labradores, con vacas, y cachos de alfalfa, en la época de la siega, podíamos juntarnos allí hasta ocho o nueve "peines". No teníamos herramientas. A dos cuchillas que se rompieran, ¡a la fragua de Chencho!. ¡Y en la riebla y sementera....!: dentales, rejas, formones,.... Majé con él muchas veces.

No tenía horario de trabajo. En más de una ocasión, antes de que abriera, a las ocho de la mañana, ya había alguno "cogiendo la vez". A las tres salía "Helio" enfadada llamando para comer. Después de las diez, en primavera-verano todavía podía estar abierta la fragua. Yo sentía pena: le veía, tan enjuto, tan doblado, tan cansado: -¡"Venga: vamos a dejarlo que mañana será otro día".

Hace tres días me paré en la tertulia de "Berrabueyes", a la sombra de los pinos del silo. Cogí una de aquellas sillas. Carlos, "el de los ajos" y "Maravilla", me dijeron: -¡a ver si la vas a romper, que es la de Chencho!.
Aquí ya no la va a necesitar. Se ha ido a otra tertulia con sus hermanos Luisa, Vicente, con su hijo Fernando. Estaba deseando contarle a éste la cantidad de caballos que ha habido este año en los encierros. Lo moza que ha venido Nieves, ya a las puertas de la Universidad, que Belenita sigue igual de rabistrajo, que "Mánuel", por fin, ha ido a su boda, y tiene un niño que se llama Fernando, que Carmen está muy guapa,.... . ¡Las partidas al "subastao" que va a echar con Alfonso.....", ¡los "Jolpas" que va a vender para segar las praderas del cielo...!, ¡los marranos que va a comprar "pa el de Benavente"!.

No lloréis girasoles: Chencho está descansando de tanta brega sin que nadie le moleste para poner una biela. ¡Además os queda, nos queda "Mánuel"!.

sábado, 22 de agosto de 2009



Esta foto es muy original: el toro subido arriba de la escalera y enganchando a Ángel Pérez Allende por los pantalones. Merece la pena verla en toda la pantalla. El autor es Antonio Prieto. De la anterior su hijo José-Antonio.

Saliendo del prado con los tres primeros toros. Si la ampliáis veréis es una foto preciosa.

martes, 18 de agosto de 2009

¡VAYA SAN ROQUE!.

¡Qué fiestón!. Lleno absoluto todos los días, fenomenal ambiente, salvo un banco volcado, no tengo noticias de vandalismo, servicio de limpieza a diario, incluida la recogida de los contenedores. ¿Se acuerdan antes, cómo estaba el pueblo de cochambre, los días de la fiesta?.

Los toros y las vacas en la plaza y Solana, ya se sabe: ¡cómo siempre!. Subir, bajar, dar una vuelta, emplazarse. Todo con distintas emociones. Los chicos que corren delante o detrás por la Solana, se lo pasan mejor que los mayores, a veces aburridos, detrás de las garitas. Para muchos, entre los que me incluyo, aparte de los toros, tiene la fiesta el atractivo del reencuentro, con los paisanos de toda la vida, poniéndoles al día de las cosas del pueblo, recordando parentescos y anécdotas, pasando ratos de verdadera juerga.

Ahora, 18 por la mañana, vengo del recuperado encierro en su sabor tradicional. ¡Qué cosa más bonita!. El camino de Villalobos, el de las tristezas, ha sido hoy camino de fiesta y alegría. La mañana agradable, nada de polvo. Me aposenté en el puente de "Las Zambranas". Los caballistas condujeron a cinco cabestros del pueblo al prado de "Huelga Pedro". Allí el camión llevó a cuatro toros bravos. La idea era conducirlos, arropados por los cabestros, del prado a la Plaza Mayor. Tres de ellos no cogieron la querencia de los mansos, y salieron a su aire. No obstante, los caballistas, sin interferencias de vehículos los condujeron, hasta La Solana. Y volvieron al prado a por el rojo con los cabestros.
En esas estaban cuando cunde la noticia de que el de "Astauvi" se había escapado. Todos a las inmediaciones del pueblo. No sé de qué forma evitaron saliera al campo. Debió andar por Berrabueyes. Espero haya mensajes que completen los detalles de esta crónica de urgencia.

Ya sé que fue un riesgo. Pero precisamente el riesgo, la emoción son la salsa de esta fiesta.

Vuelto al redil el torazo díscolo, otra todos vez al prado a por el rojo, quien, después de, al menos media hora, salío pacificamente "al tran tran", arropado por los bueyes, conducidos todos por un ejercito de caballos, entraron hasta la plaza por La Solana.

Es de destacar la labor de los jinetes villalpandinos de la Asociación Ecuestre "La Espuela".

Esa entrada, cortada con vallas la Ctª de Rioseco y Las Cercas de Santa María, repetida, gracias al remolón, ha sido el espectáculo más bonito que se recuerda de los San Roques de toda la vida.

Saquemos brevemente algunas conclusiones: ese mal llamado encierro del día 15 por la mañana, penoso espectáculo de mil vehículos, ("hierro, sudor y polvo", pero sin Cid), incluidas las asquerosas motos de cuatro ruedas, y las de dos, levantapolvos, persiguiendo a unos indefensos animales, debería suprimirse. Sí, en cambio, mejorar este autentico encierro desde el prado, según la experiencia de hoy, aunque tiene poco que mejorar: ¡NO DEJAR PASAR AL PRADO NI UN SOLO VEHÍCULO!. Y MENOS INTERCEPTAR EL PASO DE TOROS Y JINETES. Otra cosa puede ser estacionarlos a lo largo del recorrido, parados, incluso formando pared, y marchar detrás de la comitiva, lo cual poca gracia tiene, con lo que nos iremos acostumbrando a verlos llegar y entrar en el pueblo.

Para que no digan que todo lo veo bien, algo de crítica también voy a hacer, de la que exculpo al Ayuntamiento: el llamado "toro de la juventud", prefiero decir de la "Astauvi", porque si ese es el toro de la juventud, ¿qué pasa?, ¿qué los otros, y las vacas, son para que los corran los de la tercera edad?.

¿Para qué lo traen?. ¿Para soltarlo en la plaza, una vez pegadas dos carreras, en las que cazó a un amigo confiado, emplazarse, sin que se le haga un recorte, ni na de na?. ¡Pues resulta que un novillero de adopción, el mejicano Angelino de Arriaga, que tiene no sé cuantas novilladas en su programa, intenta torearlo, y empiezan los silbidos. Desistió, aunque la mayoría de la plaza estábamos deseando ver le pagara unos lances a ese toraco.

Han cambiado, para bien, tantas cosas en este pueblo, basta para ello mirar para el balcón del Ayuntamiento, donde antes estaban las jerarquías, incluido algún mandamás pepero zamorano, la familia de la ex, y los amigos, y ahora están "los impedidos", que también debe cambiar esa manía de no dejar torear, cuando de siempre, San Roque, fue eso: la fiesta de "los capas". Díganlo sino: "Los Moriques", "Majaeros", "Manolos Riaños", "Pacos Allendes, Guardiola", "Pepines", "Curreros-Perules", "Velas", "El Chato el Meco", "Grillero", etc.

lunes, 10 de agosto de 2009

VIVA SAN ROQUE Y EL PERRO.

-Viva el arte taurino,/ viva “El Romo el Urache”,/ y D. Melecio Garrido.
Ese es el estribillo de unos cantares que sacaron los mozos allá por el año 1922.
Por entonces, sin prestaciones sociales: seguro de enfermedad, subsidio de desempleo, el Ayuntamiento atendía las necesidades más urgentes: un Médico para los pobres, pagarle cuartillo y medio de leche a un pobre moribundo de hambre, el viaje a Zamora para llevar un niño al hospicio, o a alguien muy enfermo al hospital provincial de la beneficencia, o al manicomio.
Las arcas municipales estaban exhaustas. De ahí que la Corporación se planteara no traer vacas, suprimir la fiesta de San Roque de ese año. En la tradicional “petición de vacas”, que se realiza el día de Santiago, se lo propusieron al pueblo: -“Pan, o vacas”. Y el pueblo gritó. ¡VACAS!.
Parece ser que votada en pleno la propuesta de supresión, obtuvo la mayoría. De ahí los versos anónimos, que han llegado a nuestros días:
“San Roque está incomodado” / con todo el Ayuntamiento / porque le quieren quitar / las fiestas de correcuernos.
“Viva San Roque y el perro……
En las estrofas siguientes se meten con los votantes a favor:
-“Majueluco y los Mocosos / están en combinación / les acompaña “Polilla”, y “El Zazo del Narigón”.
Y hacen elogio de los taurinos:
-“Ya va El Romo a la novena / solo con los alguaciles / le acompaña D. Melecio / que es el único que sirve.”.
La crítica mayor es para el alcalde, Cándido Ortega Laborde, un hombre joven propietario de una de las mayores labranzas del pueblo, en cuya era trabajaban, a mantenido, cuatro mozos de año, cuatro agosteros, algún cachicán, en casa dos criadas, etc…
-“Candidín no quiere vacas / porque se pierden dos días / y los mozos no trabajan / y hay que darles la comida.
Según noticias, a base de dar la matraca con la cancioncita consiguieron que aquel año también hubiera vacas. Así, salvo los años de la guerra, desde tiempo inmemorial, hasta nuestros días.
Lo de ahora ya, ¡es la leche!. Mientras duró el carro, la trilla y la tornadera la fiesta eran dos días “pelaos”, el 15 y el 16. El 17, de madrugada había que ir a acarrear las últimas morenas, o a barrer el solar y empezar las limpias.
Ahora llevamos de fiestas desde el día de Santiago. Esta Corporación democrática, abierta a todos, integra, eficaz, en la organización de festejos, como en lo demás, es una maravilla. Han fomentado la creación de asociaciones: “La Espuela”, de caballistas; “Astauvi” de taurinos; ayudado a las existentes: “Muvi” con sus coros musicales, de danza, sevillanas, etc.; “Las Peñas”. Todas estas colaboran en la organización, participan. El fin de semana de Santiago esto parecía “una franquicia” de la feria de abril: jinetes, amazonas, trajes de corto, faralaes, calesas, sevillanas,…
Cuando salga este artículo, que escribo hoy, lunes anterior, habrán aparecido crónicas de la novillada de ayer: ¡un exitazo!, la plaza llena, los novillos muy buenos, el segundo y el quinto extraordinarios, se fueron sin orejas, y dos sin rabo. Pascual Mezquita, ex torero de Carbajales, Licenciado en la actualidad, de mayor, por la Universidad de Salamanca, un hombre afable, encantador; dos novilleros , también charros, Álvaro de la Calle, pinturero, alegre, colorista; Santiago Hernández, hondo, profundo, y los dos novilleros de Villalpando Antonio Boyano y Diego Luna(¡vaya cantera!, tenemos también a Jesús Granado y a un mejicano de adopción), lo bordaron, nos emocionaron. ¡Tela la clase que tienen!.
¡Viva San Roque y el perro / viva el arte taurino.