La gente mayor de Villalpando, y los familiares, recordamos muy bien a Casimirio Martín Chimeno, conocido como Chimeno. Hombre justo e inteligente tenía un cargo de relevancia en Sindicatos. ¡Sí, hombre, sí!, aquellos sindicatos de la Plaza de Alemania en cuyo bar matábamos el hambre por cinco duros en los años sesenta. Aquellos funcionarios que venían por los pueblos trayéndonos la Seguridad Social: subsidios, pensiones, sanidad... Eso hacía Chimeno, y por eso era respetado y querido. Cuando venía a Villalpando siempre se escapaba a ver a su tía María, mi abuela, a mis tíos Petra y David Modroño Chimeno.
Pues vive, desde hace unos cuantos años en esta residencia, Visitación Martín Chimeno, la hermana menor. Ayer, ¡qué sorpresa!, pasadas ya las tres, veo cruzar la plaza a dos de las cuatro hijas de Casimiro, llevando en medio a su tía Visita. Venían de comer del "Arte", a tomar café al Burgos.
Me prometieron mandarme unas fotos que habían encontrado en casa de sus padres. Está mañana, al abrir el correo, me las encuentro, y las cuelgo.
El matrimonio de la foto son, Pedro Chimeno Margallo, natural de Villárdiga y residente en Villalpando, en calle Silera, entonces nº 1. Ella, Narcisa Luna Alonso, natural y residente en la misma villa. Había nacido en pequeña casa de labradores en la plaza de Santo Domingo, donde luego construyó la actual, don Luis, el Notario. Me contaba mi abuela que sus bisabuelos estaban enterrados en la Iglesia del Templo, parroquia a la que pertenecían.
Esta foto, como toda la vida, cuelga en el portal de nuestra casa. Eran los padres de mi abuela María.
Tuvieron seis hijos, por este orden: Primitivo Chimeno Luna, cuya foto veremos más abajo, Canuta, María, Eugenía y Josefa Chimeno Luna, casadas, y madres de numerosas familias, Canuta con Camilo Boyano, (padres de Cándido, Jesús, Josefa, Canuta, Indalecio, María. Macario y Ciriaco Boyano Chimeno) María con Gregorio Modroño, (padres de Petra, Mateo, Gil-Agapito, Antonio y David Modroño Chimeno), Eugenia con Casimiro Martín (padre de Alfonso, Pepe, Casimiro y Visita, la que está con 96 años en la residencia, Martín Chimeno, y Josefa con Ciriaco Espinaco (padres de Anuncia, Domingo "alias" Muralla, Narcisa, Ulpiano, Pepita, Ciriaco, Enoe, Pedro y Angelito Espinaco Chimeno).
Bien se le ve por el rostro, era un labrador de tierras en renta, de "la Palmera", y en el Raso: un majuelo en Valdeconejo, donde ahora nosotros tenemos pinos, y otra tierra en la "Senda Marbana", allá en el "quinto pino", lindero a parcela ahora de nuestra propiedad, dentro del pinar.
La familia de esta foto son: Sentado, con pajarita, Primitivo Chimeno Luna (hijo, como hemos dicho, de Pedro Chimeno, el de Villárdiga, y su esposa María Modroño Maestre. Él hermano de María Chimeno Luna, ya descrita, y ella hermana de Gregorio Modroño Maestre, su marido. Dos matrimonios, tan frecuentes en aquella época de hermanos, cruzados en este caso. Por lo tanto primos dobles de mi padre.
Esta foto está hecha en la Argentina, sobre el año 1918, a donde habían emigrado llamados por mis abuelos, que regresaron, pero los de la foto no. Allá tienen numerosa descendencia. Por detrás de la foto, en preciosa caligrafía, está la dedicatoria de los niños y la mocita, a los abuelos en Villalpando, desde San Rafael, provincia de Mendoza, República Argentina.
Se la dedican la adolescente, Melania, de 14 años, Juan de 9 y Zósima de 11 años, desean a sus abuelos que Dios les dé muchos años de vida. Hay otros dos más pequeños, y faltaban de llegar otros dos o tres, uno de ellos, Waldino Chimeno Modroño, "Tito", que fue mi padrino de boda, más otra mayor, Estéfana.
Este Primitivo se había casado con una mocetona de Villárdiga, quien falleció de parto, al nacer Patrocinio Chimeno González, la madre de don Primitivo Gutiérrez Chimeno, Carmen, Pacucho, Nana, Remigio.
A Patro no la llevaron a la Argentina. Quedó aquí con los abuelos Pedro y Narcisa.
Tito fue el primero que volvió de visita a España, cuando todavía vivían sus padres y todas las hermanas. Yo era niño. Tengo fotos. Regresó en otras muchas ocasiones. Pasaba temporadas de meses en casa de Carmen y Nana.
En la primera visita con su mujer, Rosita, y su hija, niña, Maria Manuela, se alojó en esta casa. El viaje lo hicieron en barco y se trajeron de la Argentina un cochazo que la gente hacía corro en la plaza para verlo. Era el año 1952, septiembre. Desde ese coche, que veníamos de lavarlo del caño de Santa María, vimos el choque de la moto que conducía Damián, padre de Ismael, el de la Granja, y Máximo, el del bar del cine, contra un camión pescadero. Salieron volando. Máximo cayó contra una segadora de las que había a arreglar en el taller de los Carbajos, Damián quedó con vida. Lo llevaron a Benavente en el coche de Tito. Murió en el camino. Pacucho, que había venido de la mili el día antes (por eso tenía polvo el coche de ir a buscarlo al tren Villanueva por carretera de tierra), y yo, niño, corrimos a buscar a don Cayo para que los pusiera la Extreme Unción.
Aquí engendraron a Eduardo, a quien de joven lo mató un bestia cuando salía del coche. Actualmente Pepe, nieto de "Tito" dirige la estancia de 40.000 Has y 4.000 vacas de carne, 300 Has. de cereales en la Pampa, inmensos viñedos... Pepe estuvo en la boda de mi hijo Jesús.
Después nos visitaron Zósima, Juan, Isabel y su marido, hijos de Melania; últimamente los nietos, de mi generación, Julio Chimeno y su esposa, fallecida, y sus dos preciosas hijas, de la edad de nuestra Sara Belén. Estos poseen inmensos viñedos de uva de mesa que exportan a Europa.
Aunque a los blogueros habituales todo esto les suene un poco rollo, espero guste a todos los descendientes, en la Argentina y en España de Chimenos, Boyanos, Modroños, Martines, Espinacos.
Es curioso lo de los genes. Ahora mismo, todavía, los pocos que quedan con el apellido Chimeno, aunque sea en segundo, tercer o cuarto lugar, en Villárdiga, los Muchiz Chimeno, por ej., Damían, Ramón y su hermana maestra, hijos de Inés, nos seguimos tratando de parientes.
El que más presumía de su ascendencia Chimeno, era "Chabosque". ¡Menuda categoría llamar primos a los dueños del monte Coto, e ir todos los días con ellos! A mi también me llamaba primo. Cuando venía de niño con su abuelo, (al padre lo asesinaron en la guerra) dejaban la burra en el corral de su tía María, la aguardientera.
Vean el enorme parecido que tuvo Chabosque con el antepasado, Primitivo Chimeno.