domingo, 29 de octubre de 2023

METIDOS EN HARINA LITERARIA Y SOCIAL (IV)

                      MI VISIÓN, PASADA Y PRESENTE SOBRE LA TIERRA DE CAMPOS. 

          Ni era, ni es tan desolada, triste y pobre nuestra comarca como la pinta don Ricardo. Ahora, al regresar de Benavente, cuando aparece el horizonte sureste del pando, vuelve a ser verde.
     
        Desaparecieron, ¡qué desgracia!, unas seiscientas Has de encinas en la dehesa, pero los nuevos pinares, más lo que quedó de carrascal, las colinas de “los Campos”, del “Valle”, festonean de verdor la llanura, al que se une el de las tempranas siembras, el rebrote de rastrojos, las alfalfas… Verde y ocre del suelo, gris del cielo ese es nuestro melancólico paisaje otoñal. 

    El paisaje del siglo pasado era el mismo conocido por mí de niño: campos de pan llevar, verdes los sembrados de noviembre a junio, distintas tonalidades del marrón los barbechos, dorados los rastrojos. Esa monotonía la rompían los majuelos, tan abundantes, salpicando de verdor la sequedad del verano.

      Quedaban, aunque no en toda la comarca, carrascales de encina, prados; cercados de huertas y frutales en las proximidades de los pueblos, y en éstos no todo era miseria; puede que dos quintas partes fueran pequeñas y pobres casuchas jornaleras; en el resto había una gradación desde las predominantes medianas casas de labranza, hasta, un par de docenas en Villalpando, de casonas solariegas. Había, en algunos pueblos casi tantas bodegas como casas, paneras, lagares, palomares… Por supuesto que ni agua corriente, ni desagüe, ni wáteres, ni cuartos de aseo; ni electrodomésticos, ni siquiera, hasta bien entrado el siglo XX, una raquítica bombilla en cada casa, luz eléctrica. 

     Para la alimentación, mucho autoconsumo: pan, garbanzos, marrano, huevos (cuando ponían las gallinas), y lo que se apañaba por el campo: uvas, espárragos, cardillos, ababanjas (un día corte unas muy tiernas, y mis hijos, aunque bien aliñadas, se negaron a comer esos yerbajos), incluso bellotas.

        Lechugas, tomates, escarola, zanahorias, asequibles de precio, vendían por las casas las hortelanas. Importados, a Tierra de campos, llegaban patatas, arroz, bacalao, algo de aceite de oliva, un poco de azúcar de precio inasequible. En el “diecinueve” no creo llegara pescado fresco, creo sí escabeche en toenelEs de madera. Ello se suplía con barbos, tencas, cangrejos, ancas de rana, incluso anguilas en el Sequillo, Valderaduey, Cea, los tres ríos terracampinos. 
   
     La caza, más abundante que en la actualidad, salvo los conejos, también algo mataba hambres; si bien los cazadores furtivos habrían de vender palomas para comprar pan. Los conejos estaban en los montes. Junto con la leña era importante fuente de ingresos para los propietarios. Una hambruna como la del "cuarenta y cinco" seguro que acababa con la plaga actual. A unos hombres de Villárdiga los pillaron, en el monte Coto, cavando vivales para cazar los conejos. Le costó cárcel.

      Ve pobreza Manolo Bermejo en Villalcastro a consecuencia del atraso en la agricultura. Fue rico (las ovejas, lana y carne, el trigo, el vino) el reino de Castilla, todavía cuando la revuelta comunera. A pesar de la devaluación de la lana, las ovejas, hasta anteayer, fueron el sustento de numerosas familias, unas treinta en Villalpando. De esto no habla Bermejo, pues predominaban los labradores que roturaron montes, cañadas, prados; lo que más valía era el trigo. 

       La pobreza de “Tierra de Campos” era mucho menor que la de las miserables comarcas de las Hurdes, Carballeda, Cabrera leonesa, Aliste, Sanabria, montañas de Soria, Teruel… 

       El ve necesaria la incorporación de “modernas” técnicas de cultivo: arado de vertedera, que sustituyera al romano, incipientes máquinas sembradoras, segadoras y limpiadoras; utilización de los primeros fertilizantes químicos (supongo el Nitrato de Chile), y, sobre todo, EL REGADÍO.       “Viviamos sobre enorme lago y nuestros campos se morían de sed”.  Aquel año no hubo cosecha. La hambruna que él, empeñando las joyas familiares, socorría.

       Publicada su novela en 1899 tardaron pocos años, en 1904, a consecuencia de la revuelta y las huelgas en la época de la siega, en llegar las primeras segadoras; creo por entonces empezaron a separar la paja del grano, con las primitivas, toscas máquinas de limpiar, en lugar de cuadrillas de aventadores, con bieldos, lanzando al aire lo trillado. Estas mejoras podrían, y pudieron aumentar los ingresos de quienes tenían tierras, de los labradores. Y de los jornaleros, ¿qué?: más paro. Tengamos también en cuenta, de ello no habla Bermejo que el mal vivir de bastantes labradores se debía a no ser propietarios de la tierra, sino renteros de absentistas que vivían en las ciudades cómodamente de las rentas.

      Pero aquella primera mecanización, y las subsiguientes, eran inevitables. Los precios del trigo no daban para pagar tantos jornales. Pero así se fue tirando: señoritos, labradores autónomos (que en el verano también cogían agosteros) y jornaleros. Revueltas sociales constantes, reforma agraria non nata, que desembocaron en la guerra civil.

       Si es que aunque se hubieran repartido los latifundios tampoco se hubiera solucionado el problema. En el campo sobraban brazos, y carecíamos de industrias, salvo las incipientes de Cataluña y el País Vasco, no teníamos apenas carreteras, ni ferrocarriles, ni viviendas, ni seguros sociales, ni apenas escuelas, ni hospitales… 

     De todos los modos R. Macías Picavea dedicó a la Tierra de Campos  la primera y gran novela que abordó la cuestión socio económica y moral de nuestra comarca.


                                  Típica casica de jornaleros en aldea próxima. La regalan.


JOSÉ EMILIANO DE LA PUENTE, Alcalde de Villalpando. Entrevista publicada el pasado domingo en La Opinión.

JOSÉ EMILIANO DE LA PUENTE Alcalde de Villalpando

"Nuestra previsión es ahorrar 50.000 euros anuales con los mismos servicios"

"No es fácil aumentar el turismo, pero tenemos ideas cómo lograr la declaración de Interés Turístico Regional para tres fiestas del pueblo"

 

Reducir costes con la revisión de contratos y con inversiones que contribuyan a conseguir un ahorro a las arcas municipales. Estas son dos de las medidas que ha puesto en marcha el nuevo alcalde de Villalpando, José Emiliano de la Puente, en sus primeros meses de mandato, en los que también ha tenido que cerrar la organización de la fiesta de San Roque. Además, ya ha realizado las primeras gestiones para que Villalpando pueda beneficiarse del plan de industrialización y de crecimiento económico de Tierra de Campos que pretende impulsar la Junta.

–¿Qué balance hace de estos primeros meses de mandato?

–Indudablemente es un balance de aprendizaje. A pesar de haber elegido a personas bien preparadas y con motivación, que pueden ayudar y que viven en el pueblo, te encuentras con la realidad del día a día. Había un poco de abandono en muchas cosas, aunque también es verdad que el anterior alcalde estaba gobernando prácticamente solo en los últimos años y con el volumen de trabajo que tiene este pueblo, es imposible que una o dos personas puedan gestionarlo. Ahora estamos trabajando varios concejales muchas horas y tenemos las cosas muy claras sobre qué queremos hacer en el pueblo. Estamos mejorando la imagen del pueblo en cuestiones como desbroces o pequeños arreglos de baches en calles. También organizamos una gran fiesta de San Roque, el primer asunto en el que tuvimos que poner todo nuestro esfuerzo. Nos propusimos hacer dos encierros tradicionales que salieron muy bien.

–A nivel económico, ¿cómo se ha encontrado el Ayuntamiento?

–Cuando presenté mi candidatura hice dos promesas al pueblo. Una era revisar todo tipo de contratos y gastos que tenía el Ayuntamiento, para ver los que podía reducir o los que podía suprimir. La idea es conseguir el mayor ahorro posible y la máxima eficiencia en todo ese tipo de gastos que ahora está soportando el Ayuntamiento. La segunda promesa era hacer las inversiones que nos ayuden a ahorrar dinero.

–¿El Ayuntamiento ha adoptado ya alguna medida para conseguir ese ahorro?

–Hemos puesto en marcha varias medidas como la relacionada con el sistema de cobro de los recibos del agua. Aproximadamente el coste anual era de unos 20.000 euros y el cobro de los recibos lo realizaba una empresa externa. Ahora, mediante un programa informático, a partir del próximo trimestre, la gestión la hará el Ayuntamiento. A nivel informático es sencillo, porque la lectura de los contadores la realizaremos con una PDA y, de forma automática, se generan los recibos, lecturas y facturas, por lo que solamente hay que revisar esa información y poner la remesa al cobro en el banco. Calculamos que ese cambio nos aportará un ahorro de unos 15.000 euros anuales.

–¿Qué otros contratos han revisado?

–Hemos revisado todo el sistema de telefonía porque hemos visto que había muchos contratos, hasta triplicados, para cosas que con uno solo podíamos hacer en muchos edificios. Así, hemos logrado rebajar el gasto de unos 900 a 300 euros mensuales, por lo que el ahorro anual será de 5.000 o 6.000 euros. En cuanto al recibo de la luz hasta marzo no podemos hacer actuaciones. Nuestra previsión es alcanzar un ahorro anual, con los mismos servicios, de aproximadamente 50.000 euros.

–¿Qué inversiones tiene previsto realizar el Ayuntamiento para reducir costes?

–Tengo experiencia en autoconsumos, controlo bien el tema de eficiencia energética y con las subvenciones que hemos obtenido a lo largo de estos primeros meses ya hemos diseñado, solicitado y proyectado tres instalaciones de autoconsumo, que nos van a proporcionar un ahorro de unos 20.000 euros anuales en el consumo de energía eléctrica. La siguiente preferencia es sustituir las tuberías de fibrocemento del agua pública. Tenemos previstas dos obras para sustituir tuberías en nueve calles.

Hemos puesto en marcha un plan urgente para reparar los edificios del Ayuntamiento.

–¿Qué otras mejoras tiene previsto llevar a cabo el Ayuntamiento en infraestructuras o servicios públicos?

–Estamos poniendo en marcha un plan urgente de reparaciones y mantenimiento de todos los edificios del Ayuntamiento, porque nos hemos encontrado muchas goteras, cuartos de baño averiados o puertas que no cierran. Otra medida urgente es intentar retejar varios tejados.

–La Junta anunció hace poco más de un año la puesta en marcha de un plan para el crecimiento económico y la industrialización de Tierra de Campos, ¿se han producido avances en este proyecto?

–He mantenido reuniones con la Junta y con la Diputación para abordar este asunto. Uno de los objetivos de la Junta y del PP es la industrialización de Tierra de Campos y ya hemos planteado nuestras inquietudes y necesidades, pero es un proyecto a realizar en tres o cuatro años.

Otra prioridad es sustituir las tuberías de fibrocemento del agua pública

–¿Ese plan de industrialización es clave para el futuro desarrollo de Villalpando, para fijar población y generar riqueza?

–Efectivamente. Una de las ideas que formulamos era la creación de un polígono industrial, aunque también hay que concretar quién va a construir sus industrias en ese polígono. Ya hay algunos proyectos que se están estudiando.

–¿Qué medidas tiene previsto adoptar para impulsar el turismo en Villalpando?

–No es fácil aumentar el turismo, aunque tenemos varias ideas para fomentarlo. Una es conseguir la declaración de Interés Turístico Regional para tres fiestas de Villalpando que cumplen los requisitos y que son la fiesta de La Purísima, la de San Roque y la Semana Santa. Sabemos ya qué trámites tenemos que cumplimentar, pero todavía no los hemos puesto en marcha. No obstante, esa medida tiene que ir acompaña de otras como la creación de más plazas hoteleras y de restauración.

Inversiones previstas para reducir costes.

Esa es una gran noticia: con subvenciones concedidas, tres instalaciones de autoconsumo energético, para ahorrarnos otros 20.000 euros. (Puede que con esos contara en el ahorro de 50.000. Paneles fotovaltaicos en los tejados o patios, se entiende. Nos gustaría saber dónde se van a realizar esas tres instalaciones).

 

–¿Cómo pretende implicar a los hosteleros y hoteleros?

–Tenemos que trabajar con los hosteleros de la zona y ver cómo podemos incrementar esas plazas. Hay algunos proyectos, pero no se llevan a cabo de forma automática. En la actualidad, la mayoría de los fines de semana, las plazas de restauración y hotelería que hay en Villalpando están al completo. En definitiva, hay que fomentar el turismo, pero primero hay que sentar unas bases para que la oferta turística sea de calidad.

–Al margen de su patrimonio artístico, ¿qué otros recursos puede explotar Villalpando para atraer a más visitantes?

Descripción: Consulta aquí todas las noticias de La Opinión de Zamora

–Tenemos previsto crear dos rutas turísticas. Una pensada para los turistas que quieran recorrer nuestros parajes naturales en bicicleta o andando. Tenemos un pinar de unas 3.000 hectáreas, que es conjunto con varios pueblos de la comarca, pero lo tenemos muy cerca. En ese pinar hay ciervos, corzos y jabalíes. La segunda ruta sería monumental y permitirá conocer a los visitantes los edificios de Villalpando, ruta que incluirá varias iglesias, la Puerta Villa o el convento. Esa ruta la podrá seguir el turista con una aplicación móvil.


COMENTARIO DEL ADMINISTRADOR.

    Muy interesante la entrevista a nuestro  buen alcalde. He conseguido copiarla de La Opinión y colgarla en el blog. Como una democracia es más real cuanto mayor sea la participación ciudadana, me animo, en plan constructivo, a comentar las respuestas.

El balance de los primeros meses de mandato.

Positivo que estén trabajando en equipo; muy positiva la organización de las fiestas de San Roque, los encierros, incluido el hecho de los cabestros por el tejado que no venía en el programa, pero que le dio mucho realce a la fiesta. Salimos en todos los medios.

A nivel económico, ¿cómo se ha encontrado el ayuntamiento?

Habla de la necesidad de ahorro, pero no responde a la pregunta que todo el mundo nos hacemos: ¿Tenemos deuda o superavit?

Es muy prudente su respuesta. Si bien cuando insiste en las medidas para ahorrar da a entender que existe deuda.

¿El ayuntamiento ha adoptado ya alguna medida para conseguir ese ahorro?

Muy acertado lo del cambio del cobro en la tasa del agua. A mí casa ni sé desde cuando que no vienen a leer el contador, ni me han dejado papelito alguno. Es importante el ahorro de 15.000 euros.

 ¿Qué otros contratos han revisado?

Muy bien que en telefonía, evitando duplicidades, nos vayamos a ahorrar hasta 6.000 euros al año. Lo que pasa es que no sale la cuenta. Dice, y le creo, van a conseguir un ahorro de 50.000 euros al año. Con lo del agua y teléfonos nos ahorramos 21.000 euros. ¿De dónde los 29.000 restantes? ¿De qué contrato? ¿Acaso el de Asprosub?

Mejoras infraestructuras edificios públicos.

Estupendo quiten goteras, etc.

Lo de la industrialización, según el programa de la Junta.

Proyecto a tres o cuatro años. Nada. Propaganda política. ¿Cuántos millones hacen falta para industrializar todas las cabeceras de comarca de la comunidad?

Lo de los polígonos industriales. ¿Cuántos hay sin utilizar por toda la región? . Muy de acuerdo que primero las industrias. A ver si se materializa alguno de esos proyectos. Seamos modestos y conformémonos con un dos o tres industrias para las que el Ayuntamiento podría ceder terrenos. Tiene a montones: las masas comunes.

Sugerencias: la planta de bioetanol con los purines de la macrogranja.  El estiércol está mejor en las tierras; además con el recorte que están llevando las ovejas...

Las posibles 3.000 Has. entre pinar de la Mancomunidad, de los particulares, el "Coto" y los restos de lo que fue dehesa, podrían generar leña para una pequeña central eléctrica térmica.

Un pequeño matadero es una industria posible. Hay dos empresas familiares que venden y exportan mucha carne, y han de ir a matar a cincuenta kilómetros.

Insisto, aunque hace meses que lo dije: ¡por favor!, inicien el proceso para declarar agua mineral la del sondeo de "los pinos". Tiene muchísimas posibilidades de serlo. Repito: la nuestra de "los Pinos de Quesada", cumple todos los parámetros (les remito a la tabla periódica de elementos) con creces. Se pasa OCHO miligramos en NITRATOS, 58 mgr/litro, consecuencia, a buen seguro, del nitrato que tiramos a las tierras. Ese pozo del Raso está muy lejos de los sembrados. De todos los modos quitarle ese exceso de nitrógeno es lo más fácil del mundo.  

Lo del turismo.

Por intentarlo. Pero no creo que nadie se lance a construir nuevos establecimientos hosteleros. No es poco que no se sigan cerrando bares. A los de la plaza les perjudica el cierre de la misma, fuera del verano.

 Cierto que todos los restaurante y hoteles, sobre todo por las carreteras, están funcionando bien. Así mismo los restaurantes, casa rural y posada en el pueblo funcionan perfectamente. Eso está consolidado.

   No hemos de olvidar a los villalpandinos de la diáspora, que regresan, temporal o definitivamente al pueblo. Duplicada o más, la población en el mes de agosto, puentes, fines de semana, etc.  Eso le da una enorme vida a la villa. Debería el ayuntamiento tener algún detalle. Por ej.: condonarles la tasa de agua, basura, alcantarillado en los meses que no tienen consumos.

      El problema de la despoblación tiene difícil solución. No es sólo la falta de puestos de trabajo en el mundo rural (aunque con muy poco se puede vivir en estas aldeas), sino que a la gente no le gusta vivir en los pueblos.

       ¿Ustedes se imaginan una fábrica que creara sesenta puestos de trabajo en Villalpando? Pues ese es el número de personas que entre la sanidad, la educación, la justicia, la banca, la administración, las cooperativas, que trabajan aquí y no viven.     

        En la provincia de León 360.000 Has de regadío, la que más de España. La mayoría de los maiceros y, de nuevo, remolacheros, viven en la ciudad, las aldeas vacías.

    Rebrotes verdes: en Villárdiga, San Martín, Quintanilla del Monte, sé, por el incentivo del bajo precio, compradas unas cuantas casas, habitadas, incluso, todo el año.

     Con la nueva ley de vivienda tienen en su mano los ayuntamientos, incentivar la venta de casas totalmente desocupadas. Por lo que veo, en cuanto a inmigración, (extranjeros y parejas de agricultores de la comarca que se vienen para acá) creo Villalpando puede mantener su población, 

       Vuelvo a insistir en medidas de las administraciones para animar, a inmigrantes o no, a reabrir explotaciones de ovino cerradas. Como no hagan algo el ovino, con todo lo que lleva detrás, se va al carajo.

      Como ya me he enrrollado demasiado, lo de los proyectos fotovaltaicos, s.D.q., lo dejaremos quieto.

                                                            ---

COPIA ANALÍTICA AGUA "PINOS DE QUESADA". INSTITUTO GEOLÓGICO Y MINERO DE ESPAÑA

.
   Ya he razonado por qué creo el agua del pozo del pinar del Raso es muy parecida a la nuestra, sólo que sin exceder en el nitrato.
    Pînchen y con el zoom lo sorprendentemente bajos que son los niveles de Sodio, Potasio Calcio, Magnesio Amonio, Cobre, Cinz, Hierro, etc. etc.
    En el margen, a mano, escribo el límite permitido. Es buenísima este agua.
     Ya les contaría si me pillara más joven.

sábado, 28 de octubre de 2023

METIDOS EN HARINA LITERARIA. (III)

 

 

                                       TIERRA DE CAMPOS”.

 

            Es la primera novela que aborda la problemática socio-económica de nuestra comarca. Los lugares, los personajes, las circunstancias son plenamente terracampinos.

            Macías Picavea, influenciado por el krausismo, fue un republicano progresista regeneracionista, discípulo aventajado, diríamos, de Joaquín Costa. Aunque en su estilo literario fuera naturalista, no coincidía en el pesimismo de su creador, Èmilie Zola, sino que se afanaba buscando, por encima del determinismo, remedios que sacaran a España (él refiriéndose a nuestra región) de aquella postración, de aquella pobreza.

            Los escritores naturalistas (derivación del realismo literario, hasta mostrar lo más crudo de la realidad social), al señalar las lacras, lo más sórdido de la sociedad española, ejercían una crítica, un señalamiento del mal, del pus, visualización que, aunque se tardaran años, motivó buscar los remedios.

            Galdós en “La deseheredada”, “Misericordia”, “Fortunata y Jacinta”, “La de Bringas”, etc., nos muestra la injusticia de la desigualdad de las clases sociales, el abuso de los de arriba, sobre los de abajo. En la misma línea, salvando las diferencias regionales, se muestra Blasco Ibañez en “La barraca”, “Cañas y barro”, "La catedral"…

            Doña Emilia Pardo Bazán, en los “Pazos de Ulloa” con un naturalismo de tinte católico, diríamos, describe la brutalidad del caciquismo gallego.

            Don Leopoldo Alas, en  “La Regenta”, nos muestra la hipocresía, la murmuración, la presión social, en una pequeña capital de provincia. Si bien, lo más significativo, es el dominio psicológico que de siempre, sobre todo en casos puntuales, han ejercido los clérigos sobre almas  crédulas, inocentes, puras, tal como ocurría con don Fermín de Pas, sobre Anita Ozores.

Yo conocí, viví aquí, en la “villa de la Inmaculada”, una situación, si no tan extrema, sí de cierta gravedad. Aquel cura, siendo inteligente, culto, trabajador, de conducta ejemplar en lo económico y en cuanto al celibato, se parecía al   Magistral de la catedral de Oviedo en esa práctica del dominio psicológico  sobre la voluntad de aquel hombre tan bueno, hasta el punto de intentar manejarlo torticeramente en favor del caciquismo local. 

Macías Picavea, actúa en su vida comprometiéndose socialmente: con la pluma y participando en la vida política. Fue concejal del ayuntamiento de Valladolid, si bien, desengañado de los partidos políticos (“nidos de reparto de prebendas”, llegó a decir), se refugió en la pluma, intentando fuera bisturí sanador. Así nace su novela “Tierra de Campos”.

La acción transcurre en Valdecastro, pueblo imaginario del que, no obstante, da muchas referencias geográficas: carretera de Toro a Rioseco;, Urueña, Tiedra,.. aunque pueblos ya del páramo de los Torozos, lo están en el borde que los delimita de Campos. Podríamos situar a Valdecastro por Villavelid, o por ahí.

La descripción del pueblo y de la comarca es desoladora: llanura arcillosa sin un árbol; clima irregular que o encharca los campos con los vientos de abajo, o los desecan las heladas y el aire de arriba; el pueblo un lodazal cuando el tiempo se mete en agua, carámbanos si de heladas, polvo y suciedad en verano. Salvo las dos casonas “grandes”, con fachadas de ladrillo, el resto adobe y tapial.

Nos pinta una sociedad rural dominada por el caciquismo, unos lugareños analfabetos, desconfiados, individualistas, insolidarios, con la típica zorrería gárrula. (Queda todavía algún ejemplar)  Miseria material y moral por doquier.

El pueblo está dividido en dos bandos capitaneados, el de los conservadores, Canovistas, por la familia Garzón, si bien no es el marido, quien manda, sino la mujer, doña Perfecta, ascética, de un ultracatolicismo fanático, soberbia, dominadora, y su cuñado, Secretario del Ayuntamiento, quien prepara todos los enjuagues en su provecho, y se encarga de la compra de votos.

En el otro lado tenemos a don Ildefonso Bermejo (un krausista: “piedad, abnegación, altruismo…) quien está sacrificando su vida y su hacienda por las ideas regeneracionistas: libertad, democracia, justicia social…, afín a Sagasta, aunque don Práxedes Mateo no tuviera esa altura moral.

Don Ildefonso, viudo, envía a su único hijo, Manuel, a estudiar, primero en Valladolid, luego a Madrid. Ahí se impregna de republicanismo progresista; con la social democracia, el socio liberalismo, incluso la democracia cristiana de los padres de Europa, podríamos compararlo.

Manolo Bermejo, conseguido, por su sólida formación académica, un alto puesto militar en el ejército, pide excedencia y decide regresar a su pueblo, para regenerarlo, para superar esa miseria material y moral. Su razón y su generosidad, hasta el extremo de sacrificar su hacienda, de caer en manos del usurero comarcal  (Mauda es el nombre del pueblo cabeza de Partido Judicial)  chocan  contra la incomprensión, la maldad, la torpeza, la mezquindad que consiguen hacer fracasar tan generosos como racionales proyectos.

Esta novela, “La Tierra de Campos”, hemos de encuadrarla en el naturalismo literario, por su desarrollo y por su negro desenlace final, que prefiero lean.

Lo males materiales de los pueblos terracampinos a finales del “diecinueve”, tan bien retratados en la novela, y los remedios que Manolo Bermejo intenta, los expondremos, estudiaremos y compararemos con lo por nosotros conocido, en el próximo capítulo.

 

 

 

 

 

           

 

 

 

 

viernes, 27 de octubre de 2023

METIDOS EN HARINA LITERARIA (II)

 

 

                          DON RICARDO MACÍAS PICAVEA.

 

No comparable literariamente con don Miguel Delibes, fue, sin embargo, persona de gran valía intelectual y moral. Hoy diríamos comprometida socialmente.

Fundó y dirigió el periódico “Libertad” de Valladolid, en el que exponía constantemente sus ideas regeneracionistas. Se ganaba la vida como profesor en el Instituto José Zorrilla. Aparte de otras publicaciones, su novela más importante se titula “Tierra de Campos”.

Militó en un partido republicano progresista. Criticó acerbamente  la situación política y social en el periodo de la restauración de una democracia irreal, en la que los votantes eran sólo figurantes, obedientes a los caciques. Quienes mandaban en España, turnándose, eran, en la cúspide de la pirámide, los dos caciques supremos: Cánovas y Sagasta. A partir de sus entramados caciquiles (gobernadores civiles, caciques comarcales y locales), metástasis que llegaba hasta el último rincón de la nación, manejaban las elecciones para turnarse en el poder; si bien, en algunos pueblos el enfrentamiento entre los dos caciques o poderosos de cada bando, era odioso y visceral.

A finales del siglo XIX y principios del XX, superado el romanticismo y, como reacción al mismo, surgen nuevas corrientes literarias: realismo, costumbrismo, naturalismo. Son infinidad los autores que las practican, si bien, unos pocos son los estudiados en los manuales literarios.

               En ese gusto por lo autóctono descuellan los grandes escritores regionalistas, diríamos: Palacios Valdés en Asturias, Pereda en Santander; Emilia Pardo Bazán (pionera del feminismo) en Galicia; Vicente Blasco Ibañez en Levante; Benito Pérez Galdós (aparte de los episodios nacionales) en Madrid; “Fernán Caballero”, doña Cecilia, en Andalucía; el primer Pío Baroja en Vascongadas; Felipe Trigo ( a ver si encuentro su novela “El médico rural”) en Extremadura; Concha Espina en maragatería…

            Aunque los del “noventa y ocho” la  aludían en poemas, Castilla, algunas de sus ciudades, los inspiraba, no existía una novela cuya trama abordara los problemas de nuestra región, hasta que don Ricardo publica “Tierra de Campos”, novela de poco éxito desde su publicación hasta nuestros días.

            A mí de lo único que me sonaba Macías Picavea era del nombre del canal que riega la vega del Sequillo, desde Rioseco hasta Villanueva de los Caballeros. Hace ya años tuve noticia suya. Busqué su novela. Como la biblioteca de Villalpando lleva cerrada desde el 28 de julio, me llegué a la de Benavente. Allí, sin lector alguno, sin estrenar, me la prestaron. Es una magnífica novela que les comentaré en próxima entrada.

jueves, 26 de octubre de 2023

METIDOS EN HARINA LITERARIA.

 


 

 

           LA VISIÓN RURAL DE MIGUEL DELIBES Y DE MACÍAS PICAVEA.

 

Enterado cerrado el plazo de inscripción, no he podido apuntarme al curso on-line de la “Universidad de la Experiencia”, me hubiera gustado participar en el de literatura, para contrastar alguno de mis puntos de vista. Los escribo aquí, y si alguien quiere lo puede trasladar al profesor que imparta esta asignatura, con quien me gustaría mantener un intercambio de puntos de vista.

Aparte de lo anterior, si lo que voy a exponer es una herejía, y el gran investigador local, entusiasta, estudioso de la obra delibiana, a la que ha dedicado libros, se asoma por aquí, su aportación sería de gran interés.

“El Norte de Castilla” le llegaba a diario, por correo al señor Benigno, el panadero. Cuando empezaba el mes de junio iba todos los días a que me dejaran mirar a ver el día y hora de los exámenes de bachillerato en el “José Zorrilla”, adonde yo iba a examinarme por libre; ya de peso leía todo el periódico. Así empecé a tener noticia de don Miguel.

Bien pronto leí “El Camino” y “Las Ratas”. Ingresado, por una intoxicación del “chofe” que nos ponían en el Colegio de Villanueva, en la clínica de Quemada, junto a la Plaza de Toros, derribada al poco, Sara compró y leímos “Los Santos Inocentes”. Compré asi publicado “El disputado voto del señor Cayo”. He leído todo lo de Delibes. Mi admiración por el escritor vallisoletano es total, sobre todo cuando releí “El hereje”. Fue el florón, la cúpula áurea de toda su gran obra.

Sin querer hacer un alarde de erudición, sino para demostrarles la admiración ya dicha, así, a voleo, de memoria les cito, además de las citadas, el título de otras de sus novelas: “La sombra del ciprés es alargada”, “Mi idolatrado hijo Sisí”, “Diario de un emigrante, o de un cazador” es de uno que caza en Chile; “La hoja” (del librillo de fumar) roja”; “El príncipe destronado”, “Cinco horas con Mario” (Lola Herrera, de muy jovencita actuó en el teatro de “Los Mantecas”, por la feria); “Cartas de amor de un sexagenario voluptuosa” (Ésta me la recomendó, nada más publicarse, Luciano López Gutiérrez); “Señora de gris sobre fondo rojo”, dedicada a la madre de sus siete hijos; “Viejas historias de Castilla la Vieja” (para las que recogía vivencias en un pueblo de la Guareña, del padre del periodista Luis Miguel de Dios).

¡Bueno! ¡Allá va mi atrevimiento!: En sus libros más rurales no refleja la realidad sociológica, económica de los pueblos castellano-leoneses, de la comarca corazón de la meseta, “Tierra de Campos”. Cierto que la acción de “ El camino”, “Las ratas”, “El disputado voto…”, la sitúa en la comarca donde pasaba los veranos de su infancia, en Sedano y la zona del norte de la provincia de Burgos. La peripecia de Daniel “El mochuelo”, es tierna, evocadora, añorante…, “Nini”, el hijo del ratero es anecdótico, también llena de ternura, pero poco verosímil: un niño tan sabio que predice la lluvia y la helada, que todo el pueblo recurra a él, como a un oráculo; que viva en una cueva, con su padre…

Más realista es el señor Cayo. Tempranamente aborda la despoblación rural. Esos pueblos de la montaña fueron los primeros abandonados. Hay una denuncia de la perdida de esa cultura rural ancestral, de esos campesinos autosuficientes… También premonitoria es su reflexión sobre la incipiente casta política. La acción transcurre en la campaña de las primeras generales, las del año “setenta y siete”. Ahí ya vemos al político idealista y al trepa, al vividor de la política, la mayoría, en este momento.

En cuanto a Azarías, su hermana Régula, su cuñado Paco, su vida en cortijo de la familia del señorito Iván, pues claro que penosas situaciones parecidas podrían haberse dado en cortijos extremeños y andaluces: el egoísmo, la chulería, los abusos al pobre del señorito; la servidumbre, la humildad de los “mandados”; pero casos tan extremos no se daban en nuestros latifundios. Conocí las enormes diferencias sociales. Conocí en la dehesa a leñadores, carboneros, cisqueros salmántinos viviendo, familias completas, en chozos construidos con ramas de encina; durmiendo en camastros de paja de centeno sobre el suelo; la lumbre en el medio, y un agujero para el humo en la cúpula. Félix, el de “ALFE” de Benavente, nació en uno de estos chozos. Ángelito el panadero (Rayanos) los recuerda, pues iba de niño a llevarles el pan a la dehesa. Pero ya en el tiempo de estos López, quien se la había comprado a los Covaleda, los amos de la dehesa, gente sencilla y trabajadora, no existía ese trato humillante. Ya más recientemente, mucho menos.

Por ejemplos, un nuevo propietario de una porción de esa dehesa, se empeñaba en que el tractorista empacara un forraje que estaba húmedo. Éste objetaba tal empaque. El amo le replica: -“Esto lo empacas porque aquí el que manda soy yo”.

El tractorista cogió el hato: -“Ahí te quedas, que lo que me sobra es trabajo, chulerías no aguanto”. Y se vino andando a su casa.

En “Viejas historias de Castilla la Vieja” existe también traslado de vivencias campesinas, si bien todo más anecdótico.

Por supuesto que el léxico, la fluidez narrativa, cierta poesía son muy de valorar.

Pero si en los libros que he comentado no quedan bien reflejadas las las sociedades rurales de la posguerra, ya mayor con “El hereje” dio el “do de pecho”. Ahí si que tenemos un buen retrato de la sociedad vallisoletana, española en los tiempos del oscurantismo tridentino. ¡Qué horror teocrático!: opresión, intolerancia, absoluta falta de libertad para (Dr. Cazalla, el lanero Cipriano Salcedo) pensar de distinta manera. Además más humana, Cristiana y razonable. Acallada con la feroz represión de la hoguera. Y lo llamaban: “Autos de fe”.

 

Comentaremos en próximo capítulo la novela “Tierra de Campos” de don Ricardo Macías Picavez, un regeneracionista decimo nónico.

 

 

 

 

 

 

 

 


martes, 24 de octubre de 2023

QUE EN TIEMPO DE SEMENTERA, (II)

 


                                  EN TIEMPO DE SEMENTERA, ANDA LA GENTE OCUPADA (ii)

 

A aquellos labradores, amos, mozos, criados, que llenaban nuestros pueblos del adobe y del tapìal, sembrar las sesenta, setenta u ochenta yeras ; cincuenta o sesenta iguadas de cada par, les llevaba desde los “Cristos” (Villanueva, Fuentes), hasta cerca de “La Milagrosa”.

                       Si alguna tormenta en el verano, había que echar unos días cortando, amontonando y prendiendo, garamatas, merineros, burrales, gamaza, agenijos…

               Por el Cristo de Villarrín solían los ábregos traer las aguas de abajo. Eso era lo bueno para que el terreno se purgara, cogiera tempero, se pudieran arar las pocas tierras de legumbres (garbanzos, titos, muelas, algarrobas), sembrar éstas a molera, en las tierras malas, sobre el rastrojo, y los herreñales de centeno para forraje mular en primavera. Con todos esos preparativos y las vendimias, nos metíamos p’llá del Pilar.

               De noche salían los pares con todos los aperos y achiperres: el carretillo con el arado y la rastra atada detrás; o la grada canadiense y el cubresemillas; las sembradores y carros . A lomos de las mulas mantas, cebaderas, alforjas, en un seno el botijo grande del agua, en el otro el barril con el vino, el fardel con la fiambrera repleta de tortilla, torreznos, (chorizos ya no quedaban) huevos duros y aceitunas en ajo arriero..; medio pan de a kilo por gañán… Por cualquier camino, en tierras pequeñas, antes de la concentración, te podías encontrar con algún par cada poco. Unos trescientos había en mi pueblo. Ahora,  poco más de una docena de tractorazos.

               Salvo las pocas tierras ya dichas de legumbres, todo lo demás se sembraba sobre barbecho; de San Blas a San Juan, reblar, binar, terciar…;

Los medianos y grandes labradores sembraban a máquina; sembradoras tiradas por mulas de siete o nueve botas, el gañán iba detrás conduciendo y levantando la palanca de los engranes en los cabeceros; previamente, con otro par, habían preparado con la grada o la rastra. Hasta cinco yeras, tres y pico iguadas, presumía de sembrar “Tragayeras” cada día.

Quienes no tenían máquina o tenían los barbechos en malas condiciones, sembraban a mano, a dos los mejores, y a favor del aire. Altiva, gallarda, poética la imagen del labriego con la sembradera al hombro; acompasado, rítmico el movimiento de brazos y piernas ( “Cuando siembro voy cantando, porque siento que al cantar…”). Tapaban con la rastra o, en lo ligero con broza, con el arado, luego pasaban la rastra; el mozo sobre una banda sujetado con los ramales

La simiente la habían encalado, con Piedra Lipe la noche antes. La fanega y media en dos costales, para seis cuartas la llevaba el burro. Los de a máquina, en el carro.

Dura brega de casi dos meses para sembrar lo que en un día uno de estos tractorones.

Acabada la sementera venían los deliciosos días de las matanzas y las bodas de los jóvenes labradores, acabados en la emigración muchos de ellos.