lunes, 27 de noviembre de 2017

MI PASO POR ACCIÓN CATÓLICA.




                        MI PASO POR LA ACCIÓN CATÓLICA.


             La foto está hecha el 15 de junio de 1958, en la plazuela de Santo Domingo, con motivo de una festividad mariana. El de la camisa de falange no soy yo, sino el que porta la bandera de A.C. Tenía 17 años.


               La Opinión el Correo de Zamora de fecha 8 de febrero de 2.015, ocupando casi una página, da la noticia de la REPROBACIÓN  a mi persona, por parte de TODA,  la Corporación de Villalpando, de aquel entonces. (¡Cuánto les pesa ahora a la mayoría haberlo hecho, haberse dejado dominar!). Como todavía se empeñan en que esto siga coleando, y siguen implicando a todos en la redacción de esa injuriosa y calumniosa NOTA, creo es llegada la hora de que cuenten la verdad de lo ocurrido. He tenido la grandeza de perdonar, incluso no he perdido la amistad con algunos de los reprobadores, incluso con una miembro de la Junta de Gobierno que tomó el acuerdo de causarnos perjuicio tan grave en la Instalación de riego, pero, insisto, es el momento, por su bien y el todos, de que digan la verdad.  

               -Aprueban un acuerdo de pleno en el que desmienten las ¿falsedades? Vertidas por Agapito Modroño.- Ya se ha visto qué falsedades, ni una.

               Aparte de los improperios que me dedica el regidor, publican una NOTA con nueve puntos, que les invito relean.

               En el 9º aluden, de forma despectiva, a mi paso por Acción Católica, para terminar con la falsedad de “haber sido uno de los últimos a los que se vio con camisa azul en Villalpando”, algo contrapuesto, como voy a demostrar con una foto de entonces.

 Como resulta que, de ese paso guardo muy buenos recuerdos, que fue un paso muy honroso, hasta el extremo que le dediqué el último capítulo, “LOS DE ACCIÓN CATÓLICA”, a mi primer  librito, “Crónicas…”, voy a resumir lo en él escrito, intentando aclarar equívocos, “corregir al que yerra”, aunque sé los hay tan cegados, que prefieren seguir en su ignorancia y su maldad.

Dicho capítulo, escrito en Febrero de 1993, comienza así:

Éramos un grupo reducido de muchachos con inquietudes humanas, sociales, religiosas. Éramos  Cristianos comprometidos…, en la línea del padre Llanos y de los curas obreros de la época. Hace poco he tirado al contenedor el montón de ejemplares del semanario “SIGNO”, en el que citado jesuita escribía.

Una muestra de nuestra inquietud social fue la protesta que organizamos un verano, con reuniones en el sindicato, para conseguir que los obreros  descansaran los domingos durante los tres meses de las faenas de recolección. Aquello nos costó algún disgusto. Y me callo quién era uno de los que entonces mandaba en la “Hermandad”, en el Ayuntamiento, en el pueblo.

Sólo desde la ignorante incultura se puede asociar a la Acción Católica con el franquismo, con el totalitarismo, cuando en su seno fue donde surgieron las primeras discrepancias con aquel, en una de las ramas de la A.C., la JOC, Juventud Obrera Católica.

Con cierta frecuencia, los de A.C. teníamos reuniones provinciales en Zamora, en la “Casa de Ejercicios”; ahora es la residencia para sacerdotes ancianos, cerca de la catedral. Recuerdo con mucho agrado la presencia de muchachos, algo mayores que yo, pertenecientes a la JOC: Demetrio Madrid, Domingo Mañanes, Ángel Bariego…, líderes sociales y políticos ya en la democracia.

Además de la anterior sensibilidad “jocista”, la ideología predominante dentro de la A.C. era la “Democracia Cristiana”. El líder aquí en Zamora era el por entonces joven y brillante Abogado, Juan Antonio Barba Palao;  Adolfo Suárez, un chico guapo de Ávila, empezó a destacar, a ser conocido, como Presidente de los Jóvenes de A.C. de esa provincia, donde era Gobernador Civil su mentor, Fernando Herrero Tejedor. De forma, creo un poco maledicente, me contaba Carlos Pinilla, que Suárez se hizo del Opus Dei porque lo era Herrero Tejedor, pero que cuando éste falleció en un accidente de tráfico, Suárez se borró rápido del “Opus”. De lo que estoy convencido es de que Adolfo Suárez poseía principios éticos concordantes con la moral Cristiana.

De la A.C. salieron, además de Suárez, los impulsores de la transición política desde dentro del régimen: Torcuato Fernández Miranda, Landelino Lavilla, Marcelino Oreja…, todos los del grupo “Tácito” que escribían en el “YA”, el periódico más afín a la A.C., y con los que me identificaba plenamente.

¡Pues ya ven qué delito haber pertenecido a la A.C..!

La Misa Parroquial, en San Nicolás, del primer domingo de cada mes, estaba dedicada a los “Jóvenes de A.C.”. Participábamos con mucho fervor. Al final cantábamos el himno, dos de cuyos versos decían: “Caballero español y cristiano / por la causa del bien lucharé”.

Esa máxima ha sido, es norte de mi vida. No sé cómo se sentirán los inmorales, los soberbios, cuando consiguen “éxitos”: el poder, el dinero, el sexo…, los cobardes que, temerosos del poder local, no se atreven a testificar verdades, (ellos saben a quién me refiero)  pero les aseguro que no los envidio. Superados los malos ratos que defenderme contra la persecución y la mentira conllevan, no vean ustedes qué serenidad, qué paz embarga mi espíritu. Me llevan a disfrutar de los placeres espirituales: la música, la literatura, las amistades sinceras, el amor de mi esposa, de mis hijos, de mi ayuda a los mismos, de mis nietos; de todos los afectos sinceros, con el gesto, la sonrisa, el saludo  de las gentes de estos pueblos.

A ver si puedo escanear y colgar las fotos.
       



Foto del mismo día. Fila de arriba de izquierda a derecha: Agapito Modroño, Alfredo Paniagua, Pablo Modroño, Carlos el de "Santines. La chica de mantilla, Carmina la de Loreto, que al poco se metió monja. Quien porta el cirial, Pacucho

     Los de enmedio: Eloy Boyano, "Barril"; Angelito "Marcos"; Olegarín; Luci "El Tobo"; Jesús "Soberano"; ,un poco más alto, Severiano Infestas; Requeté.

     Los de abasjo: Benito "el de las Gallegas"; Julio Zamora; el morenico pequeño, Marcelino, hermano de Josefina la "Gata"; sonriendo Amosín; Abundio Gallego. La  chica que sube, muy amiga de mi hermana, es Luli, hija del Sargento de la Guardia Civil.
               

domingo, 19 de noviembre de 2017

ESCRITO PARA "LA MAR DE CAMPOS"

  


                 LAS CLARISAS DE VILLALPANDO.

               Son  vecinas de toda la vida. Mis primeros recuerdos son de cuando mi abuela paterna me llevaba a las misas en su iglesia. Sus campanas marcaban los ritmos de nuestras vidas. Algunas veladas de trasnocheo, cuando el brasero duraba, mi abuela decía: -“Venga, a la cama que todavía toca la monja a “maitines” y nos pilla levantados”.

               Tocaban a las nueve para el último rezo antes de acostarse. A la una de la madrugada, para levantarse a rezar “maitines”, Ahora lo han suprimido, aquello era inhumano. Pobrecicas, con el cariño que todos les tenemos, el frío que hacía en ese enorme caserón, deambular somnolientas de las celdas al coro por aquellos inmensos, gélidos y lóbregos claustros…, en aquel alto coro enrejado de pinchos puntiagudos,  a media noche, a mitad del sueño. Volvían a la cama hasta las seis, en que tocaba la campana de nuevo, para levantarse¸ media hora después para la “prima”; tocaban, a las siete y media para misa,  a las tres de la tarde: ¡venga, a la escuela, que ya toca la monja..!

               Fue fundado en 1635 por un tal Gaspar de Urueña. Su recinto, cerrado por alto muro de tapial, cal y arena, con muchos remiendos, ocupa toda una manzana al occidente del pueblo, dentro del cual están las altas y enormes edificaciones, para celdas, precioso claustro, donde las entierran, la iglesia, almacenes, bodega… yo qué sé, estancias y más estancias. También adosados a la entrada principal, la casa y su patio para la demandadera. Entre los edificios y las tapias, espacioso terreno para huerta, pocilga, gallinero..., ya sin huéspedes.

               Lo conocí todo destartalado. Los trescientos y pico años no habían pasado en balde. Las pobres monjicas apenas si podían tapar las goteras más urgentes. Eran muy pobres. Sus únicos ingresos procedían de la dote que pagaban las familias de las que ingresaban. Las que no tenían para pagar la dote eran  monjas legas, quienes cultivaban la huerta, ordeñaban la vaca, (en primavera iba y volvía del prado)  cuidaban cerdos y gallinas. Prácticamente de eso subsistían.

               En los años cuarenta y cincuenta, en aquel “florecimiento” de vocaciones, cada poco alguna chica “se metía monja”, una vez profesados los votos, para toda la vida, sin salir de entre aquellos muros; una de las fallecidas recientemente allí había pasado setenta y dos años: familias rurales muy numerosas, ambiente social de gran religiosidad, enorme influencia del cura de cada pueblo, escasas expectativas vitales, fuera del matrimonio, para las mujeres; de los setecientos mil muertos en la guerra civil, la mayoría fueron hombres jóvenes…

               Por los años sesenta, dentro de este convento, debió haber unas treinta monjas,  jóvenes la mayoría. Fue cuando a don Valentín Gangoso, el cura de la “Ventosa”, fábrica de harinas en Benavente, se le ocurrió que empezaran a fabricar “formas”, actividad con la que continúan, si bien con mucha menor demanda. Más de una saca de harina de cien kilos costaleé por esos enormes pasillos, precedido de la hermana tornera con la cara tapada, que iba tocando esquila para que se escondiera alguna que por allí hubiere. Me lo pagaban con recortes de las “formas”, el llamado “pan de angelito”.

Aquel trabajo no era suficiente para tantas mujeres jóvenes,  que,  además del “ora”, necesitaban más “labora”. Lo encontraron en la confección de prendas de ropa infantil, canastillas, etc., para la empresa “Teleno”, de León, quien les montó un estupendo taller.

 ¡Claro!, tantas mujeres trabajando y no gastando (por entonces ya dejaron de existir las dotes, las legas,  y fueron abandonando la huerta, plantaron frutales), pues empezaron a ahorrar mucho dinero.

Toda su obsesión era arreglar el convento. Y vaya si lo han conseguido, de rabo a cabo. Empezaron por la iglesia, a finales del franquismo y con dinero oficial, pero es que en los últimos años, con sus ingresos y una donación testamentaria de una señora de Villafáfila, unas ochenta hectáreas, lo han vuelto de cuajo. Difícil calcular los millones invertidos. Años de obras, grúas, albañiles, carpinteros, etc.. Está totalmente restaurado, creo mejor que cuando lo hicieron. Los enormes tejados, aprovechando la teja vieja, o si no la compraban, son nuevos en cuanto al maderamen.

Y quedan ocho monjicas. Cinco, de más de ochenta, si bien en plena forma, una de setenta y siete, y dos licenciadas, guapas, un encanto, que llegaron, de Salamanca y Ávila jóvenes, una tiene a su madre aquí con ella, lo han revitalizado. Las queremos mucho. Rezan por nosotros, y dan de comer a los transeúntes que por aquí deambulan.

Tengo la esperanza  de que estás Sor Carmen y Sor María se unan a las “Iesu Communio”, participen del milagro vocacional creado por Verónica Berzosa, quien desde su monasterio de clarisas de Lerma,  ha creado esa moderna comunidad  y cambiado el cilicio por la guitarra, a la que llegan cientos de chicas universitarias y guapas, de Madrid principalmente, que están llenando vacíos conventos burgaleses. Recientemente cincuenta de esa comunidad en expansión, se han trasladado y ocupado un monasterio en la provincia de Valencia.

Veinte o treinta de esas espiritualmente marchosas de ropa vaquera, nos vendrían de perlas en Villalpando. No perdamos la esperanza.

A.     Modroño Alonso.
              
                         


miércoles, 15 de noviembre de 2017

¿VEN CÓMO ACIERTO?


   Cuando daba clase comenzaba todas las mañanas con cualquier pequeña historieta para crear un ambiente agradable, para predisponer al trabajo. También esas pequeñas narraciones tenían un carácter didáctico, algo que se aprende sin querer: a hablar. La primera cualidad de un buen maestro ha de ser la fluidez verbal, el dominio del lenguaje.

    Ahora también en el blog cuento anécdotas locales que tanto le gustan a la gente, y   a  mí. Son, además, el contexto adecuado para resucitar viejos localismos, giros, expresiones del habla de nuestras gentes mayores. Pero, claro, no es mi única finalidad  en esta bitácora la de entretener al respetable, sino la de intentar la mejora en lo personal, en lo cultural, en lo moral,. Ya sé tarea difícil, casi imposible, pero, por intentarlo que no quede.

    Mi  inquietud social, regeneracionista está en mi trayectoria vital,  avalada por mi conducta. Sé, al ser persona que se significa, algo "peligroso" en el pueblo, y dar la cara, que soy objeto de maledicencias en alguna tertulia. Lo que les pido a esos es que cuando dicen que "soy mala persona", lo avalen con alguna actuación, con alguna mala acción, por mi parte. Todo lo anterior es a propósito de la prédica que sigue. Puesto que si he dado trigo, creo puedo predicar.

    ¡Bueno, al consonante!: Recuerden el artículo "colgado" el pasado 29 de octubre, en que predecía no habría otra "Semana Trágica" en Barcelona. Lo escribí al segundo día de aplicado el "155", de suspendida la autonomía catalana, cuando Puigdemont exhortaba a las masas independentistas a salir a la calle, cuando se iba a producir un estallido social... ¡Pues ya lo ven!: reculando to quisque. Y eso que tienen "presos políticos" (espero que cuando pase el asunto al Tribunal Supremo, los suelten como a la Forcadell) También me entristece la pérdida de la visión en un ojo de un votante). La huelga, salvo la actuación de los piquetes cortando el tráfico, un fracaso; en la manifestación por la libertad de los presos, aun teniendo cierta motivación, menos gente que en las anteriores; los partidos independentistas presentándose todos a las elecciones, separados y dispersos. Se acabó lo de "Juntos por el Sí". En las calles, la normalidad más absoluta. Insisto relean ese artículo en que predije todo esto.

     Y es muy probable que las elecciones las ganen los constitucionalistas, que la futura presidenta de la autonomía catalana, sea Inés Arrimadas. Y, aunque así no fuera, el "proceso independentista" está desinflado. Esto puede ser el final de un secular problema.

     ¡Más consonante!: ¿Por qué se ha producido todo esto?

a).- Existía en la sociedad catalana un sentimiento nacionalista, que, en gran mayoría no era independentista.

     ¿Por qué la antigua CiU, el partido de Pujol, de Más, de Puigdemont, el partido de la burguesía catalana de centro derecha, se hace independentista, aliándose a la izquierda más extrema de los anticapitalistas de la CUP ( que, por cierto, ni una de sus medidas contra el capital han tomado)?

b).- Para tapar toda la inmensa corrupción del "tres por ciento".

     ¿Qué otro abono ha alimentado el terreno del auge del independentismo?

c).- La  crisis económica originada por el boom urbanístico y su consiguiente corrupción.

      La corrupción, siempre la corrupción ha sido la causante de todos los males. La causante de la emergencía del populismo, (en el caso de España de extrema izquierda), PODEMOS y sus confluencias. La causante, aunque esto no haya sido tan malo, sino incluso bueno, de la pérdida  de votos del PP y del PSOE. ¡Menos mal que también surgió Ciudadanos!

    Y, aunque al PP le haya venido muy bien que  el cisco catalán haya abierto y ocupado todos los informativos para ocultar la actualidad del juicio de la Gürtell, eso sigue ahí y empieza a seguir siendo noticia de nuevo, debe regenerarse, desde Génova al último rincón, incluido Villalpando, del que hablaremos otro día.

    Como anticipo: se están secando los chopos del polideportivo, creo por falta de riego; Pedro "el mudo", se despasareló, igual que Choni Castañón (¡qué peligro la antiestética pasarela, como dijimos en su momento) la otra noche bajando la puerta villa. Allí quedó postrado hasta que lo levantaron unos vecinos. Item más:  ¿Cuándo podremos beber agua del grifo?

    ¡Ah! : que ahora está cortando Jesús los últimos pimientos.
   

domingo, 12 de noviembre de 2017

PERSONAJE CÉLEBRE. (II)


     Ya desde crío fue inquieto y listo. Era muy pequeño cuando toda la familia se trasladó a vivir desde la Ronda de San Pedro, (en casa de mi suegros le recordaban de verlo pasar de las "hermanas", siempre atrochando por todos los charcos ) esquina a "Once Casas", a la carretera de Madrid, en la esquina, frente al silo.. Su padre hizo chamba con el Sr. Bernardo San Pedro. La casa de éste tenía ya buen corral para la labranza.

     La posada de abuela Ana, donde todavía paraban afiladores, manteros, marraneros, cisqueros... era un paraíso para los juegos. Además tenía la burra más sufrida y paciente que se ha conocido, a la que Eustaquio trató de domesticar. para que nos tirara a los otros tres primos que, junto a él, andábamos casi siempre juntos por  allí: Pablo mi hermano, Manolo el de "Bercario", y servidor.

    Por allí, por la era donde están los silos, la casa de abuela, la del Sr. Filomeno, las bodegas de la Fuente, y su laguna, la del "Excomulgao", nos juntábamos los muchachos de la carretera y Santa María. Allí, al lado, de las Cercas a la carretera, estaba la tentadora huerta de "La Viuda", donde hoy están los pisos de "La Milagrosa", la cochera de Avelino, los otros pisos que dan a la carretera, el gallinero de Mariano. Tenían un obrero solo para atender esa huerta, el Sr. "Moreno", padre de Santos "Mancha". Era un vergel con árboles frutales.

    Una tarde noche, recién oscurecido,  la pandilla no resistió la tentación de unas hermosas peras de "Donguindo". El Jefe y engaluchador de la cuadrilla fue One, que era un poco mayor, y Eustaquio quien saltó la tapia y abrió la puerta por dentro para que entraran los demás.

    Al día siguiente ya estaba la denuncia en el cuartel y la relación de los autores: One, Alfredo el de la "Tachuelera", Pablo el del aguardientero, Amalín, "Mingui", "Morito", y el pequeño de "China". Como eran críos muy menores de edad, el castigo fue para los padres, menos para el de Alfredo, que se había muerto y Filomeno "el Olegario", por ser mayor, y amigo de los de la "Viuda": tres domingos seguidos en la cárcel, mio tío José "China", mi padre Mateo Modroño, Amalio Argüello, Vicente "Moro" y Domingo "el herrador".

     Demos un salto en el tiempo dejando mucho en el tintero: marzo de 1962. A raíz de las inundaciones de enero de aquel año, llegaron al pueblo cuatro o cinco maquinotas del Ministerio de Obras Públicas y sus correspondiente maquinistas, a dragar el río. Éstos, una vez al mes, se escapaban un sábado a Madrid en un taxí de los Petronilos, conducido por "Zampa", de siete plazas. Yo tenía que incorporarme, voluntario a la mili, en aviación. Quedaba una plaza en el taxí. Taquín se pensó: esta es la mía. Juntó, de forma poco ortodoxa, dinero para el viaje, y se largó, escapao de casa, con nosotros.

    A primeros de enero, ya se habían escapado su primo, por la otra rama, "Josele", Antón, y otro que no recuerdo, y Eustaquió sabía que  Concha, la tía de Antón, les había colocado, y las señas de la pensión.

    Omito las incidencias del viaje y llegada que no hacen al caso: al día siguiente, domingo, nos juntamos. A mi me habían dado alojo en casa de Marcial Modroño, C/ General Oraá, 78, Teniente del Ejercito de Tierra. Él en la pensión con los otros, compartiendo cama. ABC, anuncios: -"Se necesita chico para pollería con experiencia". ¡Tú verás! Con  la tarjeta de castrador y sexólogo.. Así que entró en la sala donde estaban las jaulas, hizo unas observaciones muy atinadas. ¡Pues venga!: ponte el mono y a currar.

   Además de darles comida y  limpieza, su trabajo consistía en llevar, en una "Isocarro",  pollos vivos a un pequeño matadero desde donde los repartían a las tiendas. En el primer viaje, le acompañó el Jefe. El Eustaquio aprendió rápido. El jefe estaba encantado con él, más listo y trabajador no lo había. Incluso le regalaba algún pollo que llevar a la pensión.

   Un buen día del verano, paró a echar una cerveza, sin darse cuenta que dejaba la "Isocarro" sobre unos raíles. Vino el tranvía, le pegó el meneo, jaulas al suelo, escandalera de pollos por la "Gran Vía"... Eustaquio desapareció. El pollero no supo más de él.

     No pasa nada. Consiguió, no sé cómo, ni pude explicármelo, un mucho mejor empleo: MAYORDOMO, no de cofradía de Semana Santa, que eso es cualquiera, Mayordomo en una mansión señorial, en la calle Serrano, propiedad de un Notario, en el que había doncellas, ama de llaves, "chaufer", y Eustaquio de mayordomo, vestido con el uniforme, de librea.

     Llevaría un mes cuando fui a visitarle: pulcro, buen corte de pelo, bien afeitado, limpias las uñas, con unas gafas de intelectual de izquierdas, totalmente perdido el pelo de la dehesa... ¡Qué risa verlo así!

     Estaba tan a gusto que se le olvidó que unos meses después entraba en quinta. Sus padres supieron por mí de lo bien colocado que estaba, pero no quiso que les diera sus señas. No sé si además no volvió a cambiar de oficio. Lo cierto es que cuando llevaron del Ayuntamiento la papela a su padre, éste dijo que no sabía dónde andaba. Le dieron un plazo. Como no apareció, le declararon "prófugo". Prófugo en pleno franquismo. Eso tenía cadena perpetua.

    Cuando vio la cosa "chunga" (y se pudo haber librado por lo del estrabismo) se alistó a la legión: -Cada uno será lo que quiera, nada importa su vida anterior..."

     Tres años  de "novio de la muerte",, en el Sahara, cuando todavía vivía Millán Astray, sin ojo, sin brazo, pero casado con Celia Gámez; cuando los legionarios eran hombres de pelo en pecho, cinco años de una tirada sin volver al pueblo, sin pisar en casa.  Para, por su estatura, no desentonar en los desfiles, en la fila, se hizo corneta y domesticó a la cabra.

    Llegó a ser Cabo Primero y gerente de la cantina, "El Mesón del Legionario". Trajo dinerillo ahorrado,y, además le quitaron el extravismo. Mandaba horrores.

    Licenciado, hacia el "sesenta y siete", puede que sus padres ya estuvieran en Valladolid, Paseo de Zorrilla, Nº 14, allí asentó sus reales Eustaquio. Entonces ya, con ese curriculo de caballero legionario y hoja de servicios inmaculada, incluso con méritos en acciones de guerra en algún rifirrafe con los indígenas,  y superado el examen, consiguió una plaza de Guardia Municipal en el Ayuntamiento de Valladolid. Para dar la talla ideo unos zapatos especiales. En sus primeros años fue Guardía de la Circulación, bien uniformado, casco, porra, silbato, etc. Verlo en la Plaza de Zorrilla, dando preferencia si veía a alguno de Villalpando, (pasa borrego) era un espectáculo.

    Dada su pericia en cualquier actividad, pronto pasó a trabajar en talleres. Estuvo siempre muy bien considerado dentro del cuerpo.

    Con ahorrillos compró un buen terreno en Villanueva de Duero. Después del trabajo en el Ayuntamiento, fue construyendo con sus manos, la hormigonera y su mujer, una mansión con piscina, huerto, barbacoa (la cocina bilbaina que rescató de la abandonada casa de abuela) como segunda residencia. (allí se reúnen con frecuencia algunos primos, entre ellos mi hermano), y otras dos más pequeñas para sus hijos.

    Esta es la biografía, sucinta de este primo especial, ahora lleno de amigos y de buenos recuerdos, (los malos los aparca). 

     Él ha escrito su vida en una autobiografía manuscrita mucho más amplia (y eso que solo fue a la escuela de don Valentín), de la que ha prometido mandarme copia. ¡Un figura!
 

 

 

 

   

sábado, 11 de noviembre de 2017

PERSONAJES CÉLEBRES.


    En el artículo anterior cito de pasada a mi primo Eustaquío "China", "Taquín". Como un sobrino suyo, en el comentario que acabo de colgar, se hace eco de esa alusión, no "me lleva el genio"escribir sobre él, con todo el cariño del mundo. Así han de entender el relato de sus peripecias

    Nació un día de Reyes por los años "cuarenta". Buen regalito le trajeron los monarcas a sus padres. Era ya el tercero de los hermanos. Sus padres se habían casado muy jóvenes, el día de la "Octava de Santa María del año "treinta y cuatro". Cuando mi tío José marchó a la guerra, había dejado a Jesús, y Felisa, nacida o a punto de hacerlo. A la vuelta, tres años después, bastante espaciados, llegaron otros cuatro, el protagonista y tres hermanas

    Taquín, menudo con un estrabismo que le daba más gracia a su pícara fisonomía  era de la piel del diablo, si bien no era un crío comprometedor,  ni ladronzuelo, ni  rencoroso. ¿Había cada joya por aquellos años..! Era trasto. Hoy, reunido el equipo sicopedagógico del CEIP, le hubieran diagnosticado "hiperactividad", y le habrían hecho no sé cuántas pruebas y  adaptaciones curriculares, y andarían tres maestras alrededor suyo. Entonces todo esto lo suplía don Valentín con la paleta, y no era de los que más pegaba,  que  era un pobrecico, pero es que entre "Tarzán", "los Moritos", "los Roques" y "el China", le hacían la vida imposible.

     Cuando acabó la escuela tuvo su primer oficio: pollero: habían comprado nuestros primos mayores, los "Demócritos", Julián y "Mocri" dueños de una tienda de ultramarinos y ferretería, en la calle Amargura, esquina a "Cantarranas", casa hoy propiedad de Elicio Sánchez, y que marchaban muy bien, habían comprado digo, la casa, muy vieja entonces, donde hoy está "el Aboleo", y allí, en jualas repartidas por todas las habitaciones de la casa, criaban pollos. Fue la primera granja de pollos que hubo en el pueblo.

     Entonces no había ni naves, ni pollos de engorde. Los que  estos cebaban, que se los daban medio regalados, eran los pollitos machos de las gallinas blancas ponedoras, las "Legord".

    Estos pollitos "Legord", cuando se hacían gallos, los dueños de cada corral, eran de una chulería, una potencia sexual y una agresividad excesivas. Más de un forastero llevó en sus nalgas la marca de sus espolones, cuando salía al corral, detrás del muladar, a "tirar de pantalón".

   Entonces, metidos en jaulas, con pienso compuesto, en cuanto echaban cresta y corales, y se les ponían colorados, aquello eran unas peleas y unos guirigáis impresionantes. Había muchos problemas de convivencia polleril, se mataban y no hacían.

   A Eustaquio se le ocurrió la idea: ¡Caparlos!

   Él, como era un crío muy observador y andaba siempre por el pueblo como perro sin amo, se lo había visto hacer a la capadora "señá Natividad", que vivía en la plazuela de San Nicolás. Dado que los pollos tienen "los rínfanos" en el interior de la cavidad abdominal, la castración es una técnica quirúrgica de alto riesgo. No es igual que a los marranos, o a los burros, con esos rinfanazos bajo la piel, y colgantes, tan proominentes y comprometedores.

   Ya desde niño le encantaban las manualidades: hacer casetas pa los gaviluchos, carros, jaulas pa los grillos, pescar ranas en el "Excomulgao"...; Provisto de acerado bisturí,  se inició en la castración. 

     Nuestro tío Pablo sujetaba  el pollo entre las piernas con las patas abiertas, él lo desplumaba un poco, cortaba, hurgaba y rínfanos fuera. Le echaban alcohol y mercromina.  Después de unos cuantos no superar el traumatismo post operatorio, cogió el truco y se hizo un experto capador autodidacta, primer mérito importante en su "currículum vitae". Viendo los de las casas de las incubadoras, la destreza de aquel muchacho, lo quisieron llevar para sexar pollitos. Estuvo una mañana y aprendió rápido; pero, como era tan pequeño y mi tía Coral lo quería tanto, siempre, aunque trasto, fue muy cariñoso, no lo dejó marchar de casa.

     Pasados unos pocos años, cuando decidió escaparse a Madrid, encargó unas tarjetas en la imprenta del "bazar J": EUSTAQUIO MAZARIEGOS ALONSO, "Castrador y sexólogo". "Trabajos a domicilio".

    
NOTA: Les aseguro que esto no es más que la presentación del personaje, que falta lo mejor, en lo que no será necesario añadir ni exagerar.
 

jueves, 9 de noviembre de 2017

CAROCAS.


    Caroca es palabra en desuso en este pueblo, pero que se utilizaba mucho cuando servidor era niño. Había muchos graciosos expertos en contar carocas: normalmente anécdotas de sucesos que poseían cierta gracia, en las que el narrador exageraba, no sabiendo muy bien los escuchantes el límite entre la realidad y la ficción.

    Estas  narraciones cuando poseen verdadera gracia es cuando son orales, al ir acompañadas por gestos, onomatopeyas, etc. También era muy importante que los personajes fueran conocidos. Esto, claro, para las reuniones de amigos, y en privado.

   Y, claro, sin teles, radios, ni vídeo juegos, la gente se buscaba sus entretenimientos. Uno muy sustancioso eran las tertulias en peluquerías, fraguas, solanas, en torno a la camilla al amor del brasero o de la lumbre. Con alguna frecuencia había bromas pesadas. Han pasado a la historia la de don Tomás y Petronilo. Si alguien me lo pide lo contaré. La de Marusiña, que fue cruel, y no la contaré; la del marrano de Chencho, contada por Luci "El Tobo",  que cuando lo fueran a matar no estaba en la pocilga.

   Me encantan los recursos al buen humor contra lo malo, lo necio, lo absurdo. Quien sólo me conozca del blog puede  pensar soy persona  seria. Me gustaría me vieran en ambiente, y ya verían. Me encanta reír y hacer reír.

    Ahora voy a intentarlo contándoles la caroca de cuando fuimos a la dehesa.

    Hace un rato, ordenando papeles, me he encontrado con la relación de nacimientos del año 1940: entre niños y niñas, ochenta y cuatro. De ellos como ocho o diez "no subieron al gallinero" (si alguien me lo pide explicaré esta expresión coloquial), luego las quintadas de vivos solían andar por los setenta y cinco chiguitos. Si todos, de los cuatro a los diez años hubieran ido a la escuela, la poblaciòn escolar, entre las escuelas de villa y las hermanas, andaba por más de setecientos alumnos. Lo que ocurre es que bastantes muchachos dejaban la escuela a los doce años, para ir a arar, a cuidar chivos o  descantar.

    ¡Bueno!: pongamos que a la escuela de las hermanas, que era quienes tenían el parvulario, de los cuatro a los ocho años los niños, edad en que, hecha la primera comunión, pasábamos a la escuela de villa, entre los párvulos de ambos sexos y las niñas que seguían hasta los catorce, puede que asistiéramos trescientos alumnos.

     ¡Pues bien!: no sé  si siguiendo las ideas pedagógicas anarquistas, aquel año se les ocurrió a las hermanas llevarnos de excursión a la dehesa. Ésta entonces era de un solo propietario o familia. Había sido del Conde de Superunda, luego de la familia Covaleda, de Salamanca, a quienes se la compraron los López. Puede que por ir a la escuela alguno de los niños y niñas del Sr. Julio, que recién la habían comprado y llegado al pueblo, fuera la idea de llevarnos a tal lugar; entonces las primeras encinas y la casa señorial con capilla, estaban a poco más de tres kilómetros del pueblo. Claro que, desde ahí que empezaba la dehesa,  hasta el puntal, por el camino de la Casa y el de Belver, (cortado por cierto), habría, hay puede que otros tres kilómetros. Aquella dehesa del "Encinar" era un joya que han destrozado.

    ¡Qué bien!  La chasca impone el silencio a la hora de salir: -que mañana no traigáis el cabás con la enciclopedia, la pizarra y el cuaderno, que vamos a ir  de excursión, a comer a la dehesa, que en casa os metan la merienda en una cestica o serillo. 

    Debió ser a primeros de octubre. ¿no sería  el 1-O, entonces día del Caudillo y ahora día del referendum catalán? Sí recuerdo que la mañana era soleada. Nos formaron en dos filas, los pequeños primeros, en la plazuela de San Nicolás. Una hermana al frente de cada fila, y otras hacía el medio y final. Irían seis o siete, todas con sus correspondientes tocas almidonadas y vestimentas hasta los pies. Y las niñas con el uniforme. No se imaginen chándal, ni deportivas, ni mochilas.


     Cogimos por el reguero,  cruzamos la cava por el puente de la aguardientería de Peliblanco, callejón entre las eras y la huerta de Foro, camino de Cruces,  de Quintanilla, entonces todo camino entre eras, cruzar la general, vigilados por los alguaciles del Ayuntamiento, por si le daba por venir algún coche, camino de la Casa, y pean, pean, a la dehesa. Con algún carro echando abono nos cruzamos, y algún problema tuvimos con perros de pastores, hasta que les tiraron el canto.


    Aquella casona solariega tenía un patio delantero. En el portal dejamos las cesticas y serillos con las meriendas. Y, ale, a jugar entre las encinas.

    ¡Oh alegría!: el suelo merminiando de gordas, maduras, marrones bellotas. Un manjar para los muchachos de aquellos tiempos. Algunos domingos salía "La Paloma" a vender en la plaza... Al recordar aquella asperez empiezan a funcionar mis glándulas salivares.

      En piara nos lanzamos a llenar los bolsos de bellotas. Lo malo fue que entramos en competencia con los "ibéricos", que se enjamonaban y entocinaban en tan abundante montanera. Apareció enseguida el señor Joaquín pegando voces. Un ibérico padre, verronazo impresionante de colmillos como tranchetes, intentó muzarnos. Una hermana vasca, sor Arancha, cogió un palo y le hizo frente. El marrano le pegó una hocicada, la tiró patas arriba, le rasgó la vestimenta, la toca salió volando..., el señor Joaquín evitó la tragedia. Los críos habíamos corrido despavoridos...; aunque se llevaron de allí a los marranos ya nadie se atrevió a coger bellotas.

     Servidor, en vista de lo cual, se fue despistando del grupo, me fui al portal de la casa, cogí la cestica de mimbre, me escaqueé tras la casa, a la abrigada, y, por mi cuenta, sin que fuera la hora de la comida previa la bendición de la misma, levanté la  tapa y me tapiñé la tortilla, los dos torreznillos, ya algo rancios, el pan y las uvas que mi tía me había metido.

     Hecho lo cual, como  habíamos ido a comer y yo ya había comido, ¿qué hacía alli?.  Cogí el tran, tran y sin que me vieran las hermanas, pa casa.

      Cuando el sol ya andaba cerca de Tapioles, a chascazos juntaron a todo el rebaño, y formaron las filas para volver al pueblo.

       Sor Concepción que era mi maestra y me quería mucho, me echó en falta. -¿Habéis visto a Tito el niño de los aguardienteros?

      Mi primo Eustaquio "China", que a punto estuvo de largarse conmigo, pero le sujetó su hermana Felisa, que es mayor y era la dueña del serillo, se chivó: -Ese cabezón se ha marchaó pa casa  hace mucho rato, antes de comer, y llevaba los  bolsos llenos de bellotas...Mentira pocha. Eso es lo que quería hacer el  "China", y seguro que lo hizo.


      ¡Cualquiera se atrevía a ir al día siguiente a la escuela..! Hube de comparecer ante la superiora, Sor Consuelo. Me pusieron de rodillas con las orejas de burro. Sólo se atrevió a reírse de mí el "Morito". En el recreo le  ajusté las cuentas.

   
NOTA:La chasca era como una castañuela muy grande que utilizaban para imponer silencio y  llamar al orden. También para marcar el ritmo en el aprendizaje de la lectura con los cartones que nos mostraban: la eme con la a, ma.
   .

 Quien no comprenda el significado de otros localismos utilizados, me puede preguntar.
   

lunes, 6 de noviembre de 2017

LA SEQUÍA.


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       La sequía: ¡Pues que nunca había conocido una igual! Esta percepción mía la avalan las estadísticas.

       Lo del famoso "cuarenta y cinco": pues no fue más seco que este infame "diecisiete",  ni posiblemente que algún "ochenta" y algún "noventa". Lo que ocurre es que, en aquel entonces, los medios y las circunstancias internacionales eran bien distintas: las fronteras estaban cerradas, el país destrozado por la reciente guerra,  sumido en la pobreza, sin fábricas, ni casi carreteras, ni tractores, ni cosechadoras, ni abonos minerales, ni herbicidas, ni naves ganaderas, sin más gallinas y huevos que los de los corrales, ni más vacas de leche que ocho o diez en todo el pueblo... Hambruna al canto.

    Pero después del tristemente famoso "año malo", vino el "cuarenta y seis", el no menos famoso "año bueno", cuyas lluvias comenzaron en el otoño anterior. Pero es que ahora, y a las alturas en que estamos, las lluvias no llegan como Dios manda. Nos han caído, jueves y viernes pasado, veintidós litros, un pequeño alivio, de momento; pero no hay previsiones ni en dos semanas. ¡Ojalá se equivoquen!

    Y no es lo más preocupante la situación del campo, que, en el peor de los casos, alimentos se pueden traer de fuera, es el problema medio ambiental: los bosques, los pantanos, el cauce de los ríos... Lo es, sobre todo, el problema de abastecimiento en pueblos y ciudades para las necesidades humanas...

       Hombre!: espero que para esto último, aquí, nuestros pozos resistan. Otra cosa es sanear su agua. Nos estamos metiendo en invierno, y como  el tiempo se meta en hielos fuertes, como los de antiguamente, ni en las Tenerías, ni el parque podremos coger para beber. ¡Pero va!: no pasa nada. No se mueve una paja. Ni a los dos que mandan, ni a los siete que no mandan, se les oye decir ni un mú potabilizador.

      No perdamos la esperanza: "tiene que llover, tiene que llover, tiene que llover, a caaántaros".