viernes, 29 de noviembre de 2013

INGRATITUD, SIN DOLOR. (V)


    Como ven me ha costado trabajo seguir con el relato. Al cabo, de esa pobre mala gente me da pena. Si quiero llegar al final es para reprobar, más que la actitud de estas inmigrantes, la de otros indeseables que pasaban por allí.

     Habíamos dejado a Crecencia Leiva reponiéndose de su cáncer, gracias a la sanidad española. Voy a ser conciso, omitiendo fechas y detalles accesorios, en todo lo sucedido después.

     Trajimos a su hijo Matías, recién cumplidos los 18 años, sin conocer sus habilidades ni capacidades, simplemente fiándonos de ella. Éste ya vino con oferta de empleo y papales en regla a trabajar en Fontanería "Mañanes", gracias a la intervención de David.

     Como ya estaba Carolina en Villalpando, se instaló en el mismo piso que ésta. Otro trabajador de Mañanes, Félix Mantecón, le llevaría y traería al trabajo, en Benavente, a diario.

    Cres se recuperaba a marchas  forzadas, pero seguía cobrando baja y el salario en casa de "Julines".

    Matías, menudo, chiquitín, aniñado no sé si aguantó tres semanas en el trabajo. Después de varios intentos, un día se escapó del corte. Estaban en la terraza de un edificio importante en la Avenida del Ferial, en Benavente, para que le abrieran la trampilla, pues ya había intentado largarse, dijo que estaba malo. Pasó por la oficina de la empresa. Pidió y firmó el finiquito, y se vino andando hasta Villalpando. Se movilizó no sé cuánta gente, servidor incluido, hasta que apareció ya aquí.

    Fui a buscar a la madre a Cerecinos. Le hicimos las consideraciones al caso: desperdiciar la ocasión de su vida, cómo se lo habíamos puesto en bandeja: contrato de trabajo, arreglo de papeles, viajes, gastos, etc.

    Toda su respuesta fue: -"prefiero estar allá, en la calle, recogiendo cartones. Nos repartimos los cuatro pesos, los amigos somos de verdá, y no nos tiramos los favores a la cara".

    ¡Qué cabrón!. Me di cuenta que era un caso perdido y que mejor así. Noté como la madre lo alcahuetaba. Incluso ella me había informado (puede que sin saber el motivo) de como le gustaba, el sábado noche, la calle del Olivo.

     Tenía "mono" de Villa Soldati, de ese submundo del que empecé a imaginarme lo peor. La madre consiente y le paga el billete de regreso. Aún seguía allí Silvana. Creo ya habría nacido la nenita.

    Al cabo de unos cuantos meses, no sé si cerca de un año, Matías le llora a su mamá varias veces por teléfono que se encuentra mal, que necesita volver a su lado. ¿Y la madre, qué iba a hacer?. Otro billete, y el niño otra vez a España.

     Yo, que sabía lo que ganaba, (aparte de un préstamos de la Caixa, en el que fui avalista) no me explicaba de dónde salía para tanto viaje. Alguna vez me decía que así que pudiera me iría devolviendo lo de su primer viaje.

     -Por nosotros no te preocupes, pero si debes intentar evitar tanto gasto.

    Después he acabado de saber de donde salía todo: de, con su dulzura, dar sablazos, que luego explicaré, a todo el que pillara a mano, aparte de un año cobrando baja, dejando de pagar la Seguridad Social, trabajando en la casa primera, a quien  dejó debiéndoles dinero le habían adelantado, después ya en Villalpando, en el Ideal, a horas, de limpieza, y en otras casas.

    Ya antes, después del viaje de los papeles, viajó otra vez a Buenos Aires, a arreglar no sé qué problemas de la casa, que si no la perdía. Ya entonces me pareció un cuento.

    Y, claro que Matías  se encontraba mal. Como que al poco de llegar hubimos de ingresarlo en el Virgen de la Concha, por un problema hepático, de donde, también se quiso escapar.

    Como yo llevaba y traía a la mamá, y pasaba ratos  en la habitación con el muchacho, supe la causa del problema hepático, aunque ya lo sospechaba y veía a la legua: drogadicción.

    Lo curaron y  prometió no volver a ese mundo. Él, tan contento, en casita al cuidado de mamá.

    Les cuento una anécdota ilustrativa:

    Campaña electoral 2.008. Yo recién afiliado a UPyD. Le pido me ayude a pegar carteles de Rosa. Le trataba con mucho cariño. Me hacía gracia su deje "gardeliano" de tango desgarrado. Al acabar le doy 20 euros de propina. Le pareció poco y me lo tiró en cara. Sonreí y callé sin decirle las pelas que me tenía para allá su mamá.

   No obstante, y, como aquí se podría aplicar esa epístola de San Pablo sobre el amor, (nada que ver con lo erótico), y como Cres seguía siendo diligente, trabajadora,  simpática, persuasiva, le seguíamos prestando la ayuda que nos pedía.

     (continuará)


 

miércoles, 27 de noviembre de 2013

DE AQUÍ Y DE ALLÁ.

  DE AQUÍ.

       Anteayer me encontré con otros dos hombres jóvenes que andaban buscando vivienda. Venían, también, a cortar leña al "Monte Coto". La contrata la ha cogido un señor de Alaejos. Entramos en casa, y: a telefonear.

      Habían visto un apartamento del que estaban esperando "razón". Se temían no poder aceptar las condiciones, por eso me preguntaron si yo sabía de alguna vivienda.

       Mis llamadas a propietarios de viviendas vacías resultaron infructuosas.

      Viendo su necesidad gestioné que al menos tuvieran un techo para la noche en el refugio de transeuntes. Fuimos a la Residencia donde nos atendió de maravilla la encantadora monjita de la portería. Dejaron sus DNIs y nos dieron la llave y sábanas limpias para las camas. Habrían de devolver las llaves y las sábanas usadas al día siguiente. Ellos iban a echar el día en buscar casa. Los dejé en el refugio y no supe más de ellos.

       Ayer pasé por la Residencia a ver qué había pasado con los salmantinos , de Babilafuente, leñadores. Me dijo la Sor, que devolvieron las llaves y las sábanas, el mismo día, que no habían pasado la noche aquí, que regresaban a su pueblo. En el apartamento que habían encontrado les exigían pagar los 400 euros de la renta mensual por adelantado, o presentar una nómina.

       Llevaban mucho tiempo en paro. Andaban muy justitos de dinero. Habían dejado en el pueblo esposas y niños, ambos son hermanos. Prometieron adelantar el importe de la renta de una semana, hasta el sábado. Trabajados los cinco días de la semana, de lo cobrado pagarían el alquiler del resto del mes. No les aceptaron la propuesta. La señora irá con las pieles a la procesión de La Purísima.

       Resulta que los salarios son mucho menores, aunque sea en el duro trabajo del hacha y la motosierra a bajo cero, pero las rentas de los pisos no han bajado.

        Estoy pensando en las viviendas de los maestros desocupadas. ¿No podría el ayuntamiento habilitarlas para alquilar barato a este tipo de trabajadores que van a pasar temporadas en el pueblo?.

DE ALLÁ

       En estos días sigo haciendo mía la frase: "que paren el mundo, España, que quiero bajarme". Si es que las noticias son para echar a correr y no parar: asesinos de seres humanos inocentes,( niños, jóvenes, personas humanas en la plenitud de la vida), violadores de la peor calaña, en libertad. Encima pretenden hacernos tragar la rueda de molino de hacerlo "por imperativo legal". Cuando lo "legal" no es justo carece de legalidad. JUSTICIA, JUSTICIA y PROTECCIÓN es lo que reclamamos los ciudadanos.

     Pero, ¡ay Dios la JUSTICIA cómo la están pisoteando!.

     Hace unos días Luis Brualla Santos, recién jubilado presidente de la Audiencia Provincial de Zamora dijo: - "Dada la politización del Consejo General del Poder Judicial, les será arduo a los jueces honestos combatir la corrupción".

    Ayer Rosa Díez, en el Congreso de los Diputados, les dijo a Rajoy y a Zapatero, más o menos: "Ustedes se han puesto de acuerdo en el nombramiento de afines en el órgano de los jueces para taparse mutuamente sus respectivas corrupciones". Lo peor es que es cierto. Lo estamos viendo, palpando cada día. Yo hace años lo sufrí en mis carnes. La sensación de injusticia ante la prepotencia de cualquier leguleyo de estos es una sensación humillante de lo que sólo uno se sobrepone a base de grandeza moral.

    Por citar los dos escandalazos de mayor repercusión: la contabilidad "B" del PP, todo lo de Bárcenas, está más claro que el agua. ¡Pues con toda la jeta niegan y niegan...!

   Lo de ERES, maletines chinos, comilonas, mariscadas, trinque de dinero para "asar una vaca" de la UGT andaluza, de lo que no está libre la Junta, es de otra evidencia aplastante. ¡Pues para D. Alfredo y "Cía" como que no va con ellos!.

    En nuestro entorno conocemos gente que tiene mucho dinero, gran parte en negro, que se trafica y defrauda al fisco por doquier, pero dado el ejemplo de los de arriba, ¿cómo acabar con esta lacra?

    Lo malo es que la reforma estructural necesaria para la vida del país sin REGENERACIÓN será imposible.

    Dado mi afán de buscar siempre la esperanza quiero destacar la honestidad del Ayuntamiento de mi pueblo. Sé de como algún miembro rechazó un intento de soborno importante, de "comisión" en una compra de mucho monto, a pesar de que el vendedor le dijo que era lo habitual en los ayuntamientos y la "coima" fue para el Municipio.

     Pues como estos hay muchos más.

    Paz y bien hermanos.

 
 

martes, 26 de noviembre de 2013

LA HOGUERA


      Esto de la hoguera se viene celebrando desde el año 1466. Lo dice la escritura de "juramento" que otorgaron regidores y clérigos, e impusieron a los demás: "que la víspera noche de la su sancta e inmaculada concepción de cuando fue concebida en el vientre de su madre santa Ana, sin mancha de pecado original, se fagan fogueras y luminarias".

     Seguro que esta orden fue lo que mejor acogieron aquellas pobres gentes de la alta edad media. Imaginemos un pueblo de adobe y tapial, calles llenas de barro o carámbanos y completamente a oscuras, en las casas la pobre y escuálida lumbre de paja, cagajones y unos palicos de leña o de vid que no mataban el frío. Aquella "foguera" era un acontecimiento: calor y luz en la noche.

     Como no tenían braseros, ni palas metálicas para coger las brasas, no llevaban a sus casas. Además, ¿para qué?, si después de la hoguera se metían en la cama o camastros de paja de centeno y mantas. ¿Qué otra cosa podían hacer?

    La lógica nos indica no existía eso de "las gurrumbadas". Entre otras imposibilidades existía la obligación de ayuno y abstinencia la vigilia de la Inmaculada.

     Por supuesto que las tres o cuatro carretas de bueyes que trajeran, eran  leña de carrasco de encina (no existía otra) seca. A ver entonces que no había papeles ni gasolina como iban a prender, si no, leña verde.

    Entonces no les preocupaba la ecología. La "tarasca" se extendía por miles y miles de yeras, fanegas, obradas, iguadas o cargas del reino de Castilla. Todavía no había surgido la lucha entre labradores y pastores, aunque a punto estaba. Por eso cortar unos pocos carrascos "para la señora" no tenía importancia.

   Distinta es la situación actual. Nos queda ya muy poco monte autóctono, muy poco carrasco de encina. Cortarlos es delito ecológico que no puede agradar a ninguna "señora".

   Tenemos, en cambio, abundante ramaje de pino seco, procedente de podas, ramas gordas, amontonadas que a los dueños no les importaría regalar unos remolques, aunque las utilicen para biomasa, que también dan luz y calor. Podrían traer un remolque de leña seca de encina, las puntas, de lo que, legalmente, están entresacando en el "Monte Coto", echarlo encima, por eso de coger buenas brasas para las gurrumbadas.

    Pero lo que debemos evitar, ya de una vez por todas, adaptando la tradición a las exigencias de los nuevos tiempos, es talar cuatro o cinco remolques de "sagrados" carrascos de encina, de los que han surgido entre los pinos pinaster que se van secando. No vayamos contra la naturaleza: Dejemos que el pinar del Raso, a medida que va concluyendo el periodo vital del pinaster, vuelva a ser "tarasca", monte bajo de encina, como lo fue siempre.

     En la zona de "Las Pegas", detrás de la dehesa, ya hay más carrascos que pinos. ¡Por favor no los talemos que eso no le gusta a la "Virgen".

   

   

lunes, 25 de noviembre de 2013

POR FIN


    Al amigo Tomás Mansilla y a todos los demás: YA ME LLEGAN , al menos en prueba, correos electrónicos a la dirección dicha: modronoalonso@gmail.com.

   Los mensajes que mandaran al blog y correos directos a la anterior dirección amodrono@telefonica.net durante la pasada semana, se han perdido, por ello si alguien lo desea puede reenviarlos.

   Y ya que estamos hablando de comunicaciones, ¡OJO CON LAS CARTAS DE TO LA VIDA!, los correos postales.

    En el mes de octubre salió una carta del Insalud, Zamora, citando para consultar a alguien de mi familia. No ha llegado. Preocupados, me pongo a gestionar, consigo dar con el nº de teléfono y me informan que la consulta es para el viernes próximo. Que si no nos ha llegado la carta. Que qué pasa con correos en ese pueblo, que ya les había llamado más gente...... Un desastre. Cambian constantemente, dejan las cartas en otras casas, etc.

    -Ya están puestas las garitas. En día y medio lo han hecho los de Astauvi. Andan diciendo que aprendan los del Ayuntamiento. Están haciendo mucha publicidad por los medios. Lo bueno sería que el día seis nevara. ¡Qué espectáculo..!. El toro de la nieve.

     En todos los bares están las huchas (como las de antiguamente de los "chinitos"), solo que de chapa y mayores. Pone  COLABORA. Por debajo con letras más grandes PURÍSIMA, con unos cuernos sobre la "P". Con letra más pequeña y verticales pone TORO.

     Como en los últimos años hemos visto utilizar a la Purísima para todo,  qué más da que ahora la utilicen para comprar un toro, seguro que "impuro". Gran idea la del diseñador de ponerle los cuernos.

     Les seguiré contando sobre "la caridad" que existe en la villa "mariana".

sábado, 23 de noviembre de 2013

HE SOBREVIVIDO


Sin que me diera un ataque de locura, a seis sesiones, de dos horas de media, en distintos días de mañana y tarde, intentando, primero a través de Movistar y luego con Vodafone, solucionar el problema de que no me lleguen correos electrónicos, y por tanto, mensajes al blog.

Esta mañana ya no pude soportar las voces enlatadas, el trasiego, las repetidas explicaciones, el "le paso con el técnico", los cortes, las musiquitas y el grado de satisfacción. Lo de Kafka una broma. Anda que si hubiera vivido en esta era de la informática deshumanizada....

Recurrí a José Manuel, el informático de BENAWEB. Estamos en vías de solucionarlo. De momento hemos cambiado la dirección de correo electrónico, motivo de esta entrada, por si alguien me quiere mandar correos directos. los mensajes al blog espero hoy se arregle.

modronoalonso@gmail, es mi nueva dirección.

Perdonen las molestias.

jueves, 21 de noviembre de 2013

CONSEJERA SILVIA CLEMENTE: ¡OLÉ TUS OVARIOS! S OVARIOS!, y otras cosillas.



Antes de nada: decirles que no me llegan correos. ¡Estoy de Movistar,....!: Toda la mañana, y parte de la tarde ayer, hasta que se me fundieron los plomos, con el 1004 y la madre que lo parió, voces de lata, musiquitas y cortes.

Lo de la Silvia: Venía la noticia y la foto hace dos días en La Opinión: ACUERDO HISTÓRICO: SINDICATOS AGRARIOS, COOPERATIVAS Y LA CONSEJERÍA ACUERDAN QUE SÓLO LOS AGRICULTORES ACTIVOS PERCIBAN LAS AYUDAS DE LA PAC.

¿Quiénes son?:

1º.-Aquellos que perciban por sus cosechas más dinero que de las ayudas de la PAC. Lógicamente, demostrable reflejándolo en sus declaraciones del IRPF.

2º.- Los que estén dados de alta en la Seguridad Social Agraria. O sea: que estén en activo.

De los catorce mil perceptores ayudas PAC en la provincia, solo cinco y mil y pico cotizan a la Seg. Soc.

Veremos si Cañete (ayudado por el Lumbreras) no se lo tira abajo, aunque el acuerdo sale de CyL con mucha fuerza.

De llevarse a cabo esta medida, algo que agricultores y ganaderos llevan años pidiendo a gritos, se produciría una verdadera revolución, para bien en el mundo agrario. Es necesario acabar con las corruptelas y trapicheos actuales. Habría más tierras (que podrían coger en renta, que a los propietarios nadie se las va a quitar) para que nuevas familias se incorporaran al sector agrario, y se acabaría con el fraude fiscal en el campo.

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Los montes: pinos y carrascos: Todavía la gente no es consciente de la riqueza que estamos creando plantando pinos piñoneros. Villalpando empezará a ser conocido por los níscalos y las piñas. Por culpa de los primeros las aguas de Valderaduey se han puesto de color naranja.

Por las piñas del pinar de la mancomunidad han dado este año 2.400 euros. Hay muy pocas. Aparte de esos, ya viejos, los plantados hacía 1994, y que han sido entresacados y podados, los menos, ya tienen este año cierta cosecha. El otro día pillé a dos paisanos de Toro robando piñas en un pinarcillo del Ayuntamiento, en el Camino Ancho. Pensé llamar al 062. Se acercó el mayor de los dos, el padre. Empezó a llorarme la cuita. Me dio pena. Había cogido medio saco, en un pinar cerrado que no hay quien las vea. Estaban sudando. Nadie, sino ellos las va a aprovechar...., no llamé a los civiles. Sí les advertí que ojito con pisar en los pinares cuidados, que mis hijos se lo están currando. Ya han empezado a recolectar. Han de llevar papeles por si se los pide la Guardia Civil. Mira que si les denunciaran por no llevar papeles estando en pinares propios o autorizados, y dejaran marchar a los ladrones,....

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La pasada semana ya hubo en el Juzgado de Instrucción juicio por las preferentes de Caja España y mañana, sabado 23, se celebra una reunión de afectados en el "Miguel Cervantes".

Cuando uno se entera de los "timados", según los casos, se siente pena al ver que son los ahorros de toda una vida de gente trabajadora y honrada, en otros la pena es menor cuando aplicamos el refrán, ¿pero no saben que nadie da duros a 18 reales?. Claro. ¿Quién iba a decir que las Cajas iban a fallar? ¡Qué gorda la han armado entre políticos, banqueros, constructores, especuladores y una sociedad entontecida...! Todo, todo es fruto de la avaricia, de la corrupción. Y mientras no haya regeneración la cosa tiene dificil arreglo. Le dedicaremos otro artículo.

Como no me curo del "quijotismo" todavía alguna vez cabalgo, llevándome algún disgusto, pero sabiendo hago lo que debo de hacer.

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¡Qué susto esta mañana! Han venido tres leñadores de Cistierna a cortar en "El Coto". Me llamó David desde el Atlanta para que les ayudara a buscar piso. P'allá fui: telefonazos, timbrazos y vueltas en coche por el pueblo leyendo carteles. Desde "en cá" Brillantina a la plaza a la Confitería. Andábamos con prisa, vimos más vehículos, entramos en la plaza y veo que están poniendo las vallas de San Roque. Como soy aprensivo, despistado, a veces me da la aprensión de perder la noción de las cosas. Tuve que ver la helada, el 1º (un grado sobre cero) de donde Dani, recordar la fecha, 2l de N. Estaré soñando. ¡Qué no es San Roque!
Vi después los carteles del toro y la vaca de La Purísima. ¡Menos mal!, ¡qué susto!

Después, en un bar, un bote hucha limosnero, cepillo, con ranura y todo, que, en lugar de tener la inscripción para las "benditas ánimas del purgatorio", ponia: para LA PURÍSIMA, con letras grandes. A un lado más pequeñas, ponia: "toro".

¡Cómo cambián los tiempos!.

Mañana más, si Dios quiere.

domingo, 17 de noviembre de 2013

EL MISTERIO de la "PASIEGA"

EL MISTERIO DE “LA PASIEGA”

Quiere ser este verídico relato un homenaje de desagravio a las madres solteras, cuando aquello las marcaba de por vida, víctimas de la pobreza, de una sociedad injusta, de los salvajes “machos cabríos” que abusaban, sin piedad, de aquellas inocentes.
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Un día, a primeros de mes, tres menos cuarto o así, llama Félix a casa desde el Ayuntamiento.

-Oye cronista. Tú el móvil lo debes tener de adorno. Nunca lo coges. Me alegro de pillarte en casa. Están aquí una señora y su marido.Andan buscando a su madre biológica. Saben el nombre, que nació en Villalpando y nada más. Si viva o muerta. Ha preguntado en la calle, y por el nombre y apellidos no le han sabido dar razón. Vieron abierto y han subido a preguntarme. Yo tampoco sé. Por la fecha en que dice yo estaba en los frailes.

-Pues dime como se llama o llamaba.

-M.B. G- (Me dijo el nombre y apellidos completos a que corresponden las iniciales. Prefiero ocultarlo)
No lo dudé ni un instante_ -Sí hombre. “La Pasiega”. (El apodo es figurado, pues si pongo el verdadero, todo el mundo la identificaría enseguida). Falleció hace muchos años.

-¡Ah, sí hombre. Ya me acuerdo. ¿Tú recuerdas si tuvo una niña?

-Yo y todo el pueblo. Salió embarazada de casa del ama. Parió, crió a la criatura que marchó ya de moza.
-Entonces ésta no es, porque de la madre sólo sabe el nombre y el pueblo.

-Pues yo no sé qué tuviera una segunda.
Ante esta situación se pone el marido, iniciamos la conversación.

-Será mejor que charlemos personalmente.
Salgo a la plaza en panfletas, me encuentro a una pareja de buen aspecto. Él de pelo ensortijado, estatura normal, delgado, ojos claros; ella arreglada, menuda, morena, conservando aún rasgos de la chica guapa debió ser de joven, (sin parecido, salvo en alguna peca, con la madre ni con la otra hermana) y allí en el soportal hasta las tres y pico.

Pues efectivamente. Es hija de “La Pasiega”. Y no es la primera, que conocimos de sobra, y que debió nacer alrededor de 1950. Hubo una segunda.
Me dieron todos los detalles. Nació el 29 de julio de 1957. La llevaron a la casa cuna, Colegio del Tránsito, entonces, en Valladolid. La madre firmó la renuncia. A los cuatro meses es adoptado legalmente por un matrimonio de agricultores en la provincia de Valencia, en el interior, junto a la de Cuenca.

La crían con todo el cariño, sin faltarle de nada. Cuando tuvo diez años le dijeron su origen. A la niña no le afecto lo más mínimo.( –Creemos que tu mamá se murió y por eso te llevaron al hospicio).

Le dieron estudios, a los 17 años la llevaron al Instituto a Valencia. Conoció a Paco. Tienen dos hijos. Son un matrimonio educado; son afables, sencillos, cultos.

Se hacía muy tarde para comer. Iban camino de Vigo.
-Al regreso le llamamos para conocer y aclararlo todo.
Temprano, el lunes día 11 me llaman desde Zamora.

-¿Qué le parece a las once en la plaza?

-De acuerdo.

Fui preparando el terreno. Al día siguiente de la primera visita pregunté a “Guadillo y Angelita”. ¡NI idea de que Pasiega hubiera tenido una segunda hija…! Pero, como a M.B.G. le queda un hermano en Francia y sobrinos, emparentados con los Guadillo, ya habían hablado por teléfono, y preguntado al tío, muy anciano, quien, efectivamente, sabía de ese segundo embarazo y parto de esa hermana pequeña.

Además fui pronto al Registro Civil a pedir fotocopia de la inscripción de nacimiento de Carmen (ese fue el nombre que le pusieron) B. G., hija de soltera, sin padre conocido). Me atendió diligentemente el Agente Judicial:

-Desde el 50 tenemos los libros digitalizados. En una hora tendrá usted la fotocopia.

Y bien. No me dejan terminar la “salida de Misa de Nana”. Deprisa a la plaza.

-Estoy a vuestra disposición. Traían un ramito de flores para la tumba de su madre. Ya sabían había fallecido en 1972 a los 47 años. Subimos al ayuntamiento para ubicar la sepultura. Les propuse visitar al longevo y lúcido matrimonio vecino, ir al Juzgado a por la “partida de nacimiento”. Para el final, lo más emocionante: VISITAR AL HERMANO DE SU MADRE, fallecidas las cuatro hermanas, tres de ellas muy ancianas, familia más allegada que le queda en el pueblo.

Nos acompañó Pili “Cabrita”.
Lo del Cementerio fue emotivo, Valeriana Prieto y la mujer de “Chencho”, nos ayudaron. Leímos lápidas, depositó el ramito. Se notaba que contenía la emoción, pero las lágrimas surcaron su rostro.

Por la partida de nacimiento supimos más detalles. Primero confirmar lo que ella sabía, pues había tenido acceso al expediente de adopción: nombre de la madre y fecha del nacimiento. Además, al margen, consta que fue adoptada, por (nombres valencianos que no recuerdo), quienes le habían puesto Amparo, de nombre, y sus apellidos.

Para mí, en dicha inscripción existen detalles sustanciosos de personas a quienes conocí y traté mucho (por entonces ya estaba yo en casa de Cossio).

Juez: Don Isidoro Mateos Moreno, de Malva.
Secretario: Don José Peñas Beneitez, de Argusino, el pueblo anegado por la presa de Almendra. Un hombrón quien vivió de pensión en la calle del Espino, en casa de Visi Hidalgo.
Testigos: Modesto Sánchez Castresoy, Procurador de Villalpando.
Ignacio de la Puente López, Agente Judicial.

La madre de la criatura, de profesión “sus labores” tenía 32 años, y sabía firmar


O sea que, viviendo y transcurriendo todo el embarazo en Villalpando, o a lo sumo en Villárdiga con una hermana, dando a luz en su casa, pasada la puerta villa, en la que vivía con el hermano, también soltero, quien ganaba el sustento, y la primera hija, por entonces de seis o siete años (no sé si habrían fallecido los padres), atendiéndola en el parto el practicante del pueblo, posiblemente el Sr. Primitivo, y siendo testigos Modesto e Ignacio,…¿cómo es posible que nadie tuviera noticia de aquello….? ¿A qué se debió secreto tan bien guardado…?

Mi amigo Maximiano de la Puente me apunta algo que puede ser verosímil:

-Ahí tuvo que haber alguien poderoso del pueblo por el medio que quiso borrar la mancha. La mancha de él porque por la madre mujer buena y trabajadora, todos sentimos afecto.

Nos faltaba el testimonio del tío superviviente.

Llegamos a su casa. Nos vio por la ventana. Salió. Pili hacía de intérprete. Aquello es inenarrable por escrito, puesto que el lenguaje de los gestos y las exclamaciones no tiene traslación al papel.

Respondió a nuestras preguntas. Nos confirmó que “M”. había tenido una segunda niña. Cuando le dijimos: es ésta, sus clamuras fueron estremecedoras, los abrazos, las lágrimas, las sonrisas y vuelta al abrazo.

De la primera hacía gestos de no querer saber de ella. La presencia de ésta le llenó de alegría. Hicieron fotos, se han intercambiado teléfonos con la prima de Francia, quien les ha invitado a pasar aquí unos días en agosto,….

También el marido fotografió la casa en ruinas donde todos nacieron,…

Amparo y Paco regresaron felices a Valencia, con mucho qué contar a sus hijos. Pili y yo nos sentíamos bien.


viernes, 15 de noviembre de 2013

INGRATITUD (IV)

INGRATITUD (IV)

Dejamos el capítulo anterior cuando Crecencia Leyva regresa a Cerecinos de Campos con los papeles de la Argentina.

Al día siguiente, algún hijo del Sr. Julio, volvió a Zamora, dio de alta a Cres en la Seguridad Social, y: todo arreglado.

Los meses fueron transcurriendo. Yo seguía visitándola de vez en cuando. La invitamos al bautizo de Nacho. Ella se mostraba muy contenta y el señor y sus hijos, sobre todo Josefina, con la que más convivía, le cogieron cariño.

Mandaba prácticamente todo el sueldo a sus hijos, Silvana y Matias, en Villa Soldati. Euros que allá eran un dinerazo. En una de las conferencias, su hija, de 19 años, le dice que está embarazada. Tenía un novio muy formal, un chico que había salido bien formado de las Escuelas de Fátima y ya tenía trabajo. Reconoció, quería, no se desentendió ni de la niña ni de la madre.

Cres, aunque vital y alegre, empezó a tener problemas de salud: diabetes, exceso de triglicéridos, hipertensión,... Médicos, tratamientos. Cuando todo eso se iba corrigiendo le detectan un incipiente tumor de mama. Hay que operar. Junio de 2007. –“Me van a meter la cuchilla, me dijo con cierta gracia…”

En todo el preoperatorio nos repartíamos los viajes, a Benavente, Zamora, Salamanca, los hijos del “patrón” y servidor.

Durante la operación allí estuvimos, en el Virgen de la Concha, una hija de Josefina, recién licenciada en medicina y yo. Cuando el cirujano salió del quirófano, preguntó:

-¿Los familiares de Crecencia Leyva?
-Esta chica y yo-, respondí.
-Le hemos hecho una buena limpieza. Había unas pequeñas ramificaciones hasta la axila. Ha quedado limpia. No ha habido necesidad de extirpar la mama.

Nos dio mucha alegría. Inmediatamente llamé a Buenos Aires para dar la buena noticia. Esperamos a que la sacaran de reanimación.

Al poco de estar en la habitación abrió los ojos. Se palpó la mama. Nos miró y sonrió. La dejamos ya consciente.

No le faltaron visitas en los días de ingresada, que fueron pocos. Se recuperó muy bien. Aún así, en la casa en la que trabajaba, los primeros días, en lugar de la cuidadora era la cuidada. Había pasado más de un año desde su llegada y la consideraban como de familia.

Después he sabido que siguieron pagándole igual el sueldo, al tiempo que ella cobraba de la baja por enfermedad.

Su recuperación fue rápida. La medicina española le salvó la vida. En una de sus visitas, no obstante, le dice el oncólogo ha de someterse, además de a las sesiones de radioterapia, que ya le habían puesto, a sesiones de quimioterapia. Ese día fue en el coche de línea.

Al llegar a Cerecinos me llamó llorando. No quería perder su hermoso pelo, a pesar de que el oncólogo le dijo que las sesiones serían de poca intensidad. Se negaba a la “quimio”. Le dio el doctor cita para próxima visita en que ya decidiría.

Ese día la llevamos Sara y yo. Fuimos con ella a la consulta. La arropamos, animamos, convencimos. Le dieron fecha……

Demos marcha atrás a la moviola.

Marzo de 2.007. Me dice que una amiga de su hija, Carolina, compañera de curso en Fátima, quiere venir a España. Pondera sus encantos. Dice ha trabajado como camarera, y que un día a un obsceno que, obnubilado por la minifalda, le puso la manaza en la nalga, le vertió la bandeja encima, por lo que la despidieron.

Veo un anuncio: SE NECESITA CAMARERO/A PARA BAR IDEAL. Llamo al número de teléfono. Se pone Maxi Fernández. Hablo personalmente con él y con Conchi. Les doy la referencia (luego resultó falso aval) del padre Leoncio. Y les digo lo mejor es que hablen con Cres, de quien no tenían ni idea.

Un día que van a Benavente, entran en Cerecinos. Conversan. Cres les disuade. Conchi viene encantada de lo buena que le ha parecido la señora. Deciden que venga Carolina, prueban y si cumple, le arreglan los papeles.

La historia de esta chica creo ha de ser mejor aparcarla. Uno de mis hijos fue a buscarla a Barajas. Le teníamos buscado pequeño piso, donde Ismael. Conchi y Maxi la acogieron como a una hija,….

En el siguiente capítulo continuaremos con la historia matriz.



martes, 12 de noviembre de 2013

NANA: DE CUANDO LA ESPERANZA MITIGA LA PENA.



NANA: DE CUANDO LA ESPERANZA MITIGA LA PENA

Podría, ante tanto recuerdo, ante tanta vivencia de una vida compartida, ante el ir a casa de “mi tío Paco” y no encontrar a Nana en la galería, deshacerme en lamentos. Pero la serenidad, la entereza, la conformidad, la esperanza con las que Nana ha vivido su enfermedad y su muerte me alivian, me reconfortan son un apoyo a mis anhelos de fe, de esperanza.

Con la excusa de llevarles unos pimientos y hojas de acelga, fui un día a su casa para verla, sin decirle que iba a ver qué tal estaba.

Así, de pasada le pregunté.

-Bien, me encuentro bien-. Y andaba por allí trajinando. Creo que conociendo mi cariño y mi propensión a la tristeza ante la enfermedad de los seres queridos, me contestó así para tranquilizarme.
A los pocos días la llevaron a Zamora y….
Sus últimas tres largas semanas las pasó en el Hospital.

El domingo día 27 llevé a Primi, a Carmen, a María, a Cristina. Allí pasamos unas horas. La encontré mejor de lo que esperaba: tranquila, sonriente, sin una queja, nos contaba las peripecias de sus compañeras de habitación, de una que había pasado la noche llorando, por lo que a ella hubieron de llevarla a otra habitación, pero tan pequeña, acostumbrada a las habitaciones grandes de techos altos, en su casa, que prefirió volver a la “uno” de la quinta planta desde donde divisaba el hermoso paisaje otoñal de la vega del Duero. No tenía oxígeno ni gotero. En un momento en que los demás habían salido, se levantó de la cama para ir al baño con mi leve ayuda.

Llegaron Juan y Luty, los primos de la Argentina, con Mari Miranda y Luis. Nos animaba para que regresáramos a casa. De regreso en el melancólico atardecer mientras conducía me puse a cantar, el “Todo pasa y toda queda” de Machado”, musicado por Serrat, para inmediatamente asirme al, “Salve Madre” y al “Cerca de ti Señor yo quiero estar”.

En esas tres largas semanas compartía con Sara mi preocupación, mi deseo de que no sufriera. Ella, mi bálsamo vital, me tranquilaba: -"que está tranquila, que no tiene dolores". Hoy día los médicos, la medicina son la providencia divina para ayudar a los enfermos.

Y luego todo el cariño por el que se ha visto rodeada: sus sobrinos Merce y Jesús (éste dejando su casa en Asturias para venir a cuidar por las noches a su tía, en relevo con Merce, con Mari Miranda (inefable, cuánto vale, la gran amiga), con su hija.

Todos los días alguien se encargaba de llevar en su coche a Primi (que ya le ha prohibido el Obispo conducir) y a Carmen. Ella siempre mandándoles marchar pronto, antes de que fuera de noche, y : -mañana no vengáis, que estoy mejor,…

De la casa se encargaba, se encarga, la imprescindible Cristina Leal.

Y ahora cuando recuerdo su infancia, la de los Leal, la crueldad en aquellos años para con su familia, a quien “la justicia” (qué sarcasmo) dejó, sin motivo, tirada en la calle con no sé cuántos pequeños; a los niños vecinos que jugábamos por el taller, unos haciendo averías, otros buscando se les cayera un cachico de pan, del que a los carreteros no les sobraba, me pongo a llorar.

Ayer me lo decía Tomás, el albañil: -qué gente más buena toda esa familia del Sr. Paco “El Carretero”, esos sí que son unos católicos buenos,… Me contaba todo lo que ha trabajado en su casa y cómo les quiere. Recordábamos los dos, pasajes de su vida.

Yo, por ser mayor, y habernos criado juntos, recuerdo, revivo todo.

Mi abuela paterna, María, con quien me crié, era hermana del abuelo materno de los Gutiérrez, Primitivo Chimeno. Aquí, en este solar donde ahora escribo se crió Patrocinio la madre de Remegio, Carmen, Primitivo, Pacucho y Nana Gutiérrez Chimeno.

Resulta que al nacer Patro, murió del parto la joven madre, natural de Villárdiga. De la niña se hicieron cargo los abuelos paternos, Pedro Chimeno y Narcisa Luna (los bisabuelos comunes, cuya foto, de ancianos, está enmarcada en el portal de casa). Por eso Patro se crió junto como hermana con mis tíos y mi padre, los Modroño Chimeno, con los abuelos comunes, dada la circunstancia que su padre, Primitivo, al poco de enviudar se casó con María Modroño hermana de mi abuelo Gregorio y emigraron a la Argentina, donde tuvieron otros nueve hijos, y ya no volvieron. Sí, muchos años después, sus descendientes.

Y recuerdo, muy de niño, a mi tía Patro, que se fue a los 46 años.

Inolvidable el taller, las fuerzas de Pacucho joven golpeando con la “machina” para encajar los bujes en los cubos, o llevando las ruedas sin aro a la fragua de “Fufú”, para que éste los cortara a la medida; los días de meter aros, embrasinados, echando rápido todos agua para que se enfriaran y no quemaran a las pinazas.

Toda la vida juntos: Nana fue mi catequista en la Sacristía del viejo San Nicolas. Y lo que recuerdo de la Historia Sagrada son los pasajes que, de forma tan amena, como de cuento, Nana nos narraba.

Nana, según era la costumbre, me acompañó, me guió por todas las casas de los familiares y amigos, llevando el recordatorio, y recibiendo la propina el día de mi Primera Comunión,…

Uno de los episodios comunes, que recordábamos muchas veces, fue el duro viaje en bici desde San Esteban la antevíspera de Reyes, antes, cuando hacía frío, día de niebla cencellada a no sé cuántos bajo cero.

Nana era necesaria para colaborar en la humilde Cabalgata organizada, costeada, trabajada, por los de Acción Católico. Cuidaba a su hermano, de Cura en aquel pueblo. Pasó razón de que alguien fuera a buscarla, en bici, se entiende, ninguno teníamos coche ni dinero para el taxi. Me ofrecí, cogí la bicicletona grande con barra de mi padre, y a San Esteban. Cuando llegué me preparó un tazón grande de leche con pan y azúcar, se abrigó bien, gruesas medias de lana y, sentada en el transportín, vuelta a la carretera. Más frío que yo pasó, a mí los pedales me lo quitaban. Sufría por mi esfuerzo cuando subíamos las cuestas y pasaba miedo cuando las bajábamos. Al llegar, todo escarchados, parecíamos dos personajes de “Doctor Zivago”.

Carmen y Nana siempre ayudando, siempre a nuestro lado en todos los llantos, en todas las alegrías; rezando, sufriendo por Belén. Creo que la última vez que vino a casa, subiendo ya con trabajo las escaleras, fue para saber, antes de que Sari le hubiera dado las buenas noticias de la consulta de aquel día, de Nacho.

Veo que este sentimiento de pena aliviado por la esperanza lo compartimos todos, tantos como la queríamos: Primi, Carmen, Jesús, Mercedes; toda la familia de Luis Ruiz y Mari Miranda; los Toranzo, (toda nuestra querida "toranzada", como cariñosamente decimos); Lola, Cesáreo, Modesto,… todos los hermanos de comunidad, las Clarisas; los vecinos Amelio y Angelita, con quienes pasaban tantos ratos juntos; la inseparable, de toda la vida, familia de Pilar García y Valeriano, los monjeros; todos los Leal asturianos de procedencia andaluza y villalpandina, pendientes siempre de Nana,….; todos los Modroño, incluido Félix,….

Mercedes y Jesús al elogiarles su comportamiento, me consolaron diciéndome que se había ido apagando poco a poco, que mantuvo la paz hasta el final, que unas horas antes la oyeron musitar: -¡Señor!, ¿cuándo me llevas?

A esa esperanza de que esté, y con ÉL, nos agarramos.






miércoles, 6 de noviembre de 2013

INGRATITUD (III)

INGRATITUD (III)

A los pocos días volví, a verla. Tanto las hijas del señor como Cres estaban muy contentos.

Al domingo siguiente fui a buscarla, vino a comer con nosotros. En la sobremesa con los hijos (era un día de reunión familiar) ella fue el centro de atención. En esa y en otras muchas charlas, pues la visitaba cada poco en Cerecinos (iba algunos días en bici) me contaba su biografía.

Integrada en Cerecinos, aceptada por las cinco familias de hijos, me decía estaba encantada de vivir en una aldea, puesto que ella, allá en su Paraguay, se había criado en una pequeña aldea, Tobatí.

La granja de chotos a la que iba, el caballo donde le hicieron fotos, la charla con los ancianos que tomaban el sol allí en la plaza, todo le recordaba su infancia.

Su mamá había fallecido joven. De los hermanos se hizo cargo la abuela y unos tíos solteros que trabajaban el campo. Cuando murió la abuela ella tenía doce años. De los hermanos se hicieron cargo otros familiares. A ella la llevaron a un horfanato en Asunción de donde, al poco tiempo fue sacada para trabajar en la mansión de un General de la entonces dictadura de Stroner, quien tenía tres hijas de parecida edad a la suya. Allí conoció a los personajes de la cúpula militar, y a visitantes ilustres de España, por ej., a Pilar Franco.

Pasados bastantes años de esa casa salió para casarse.
Todo esto lo contaba con un lenguaje precioso, ameno, dulce, persuasivo. Un encanto de mujer.

El señor Julio no podía estar mejor atendido: diligente, hábil, cariñosa, muy buen ama de casa.

Yo me temía echara de menos la gran ciudad, Buenos Aires, en la que había pasado parte de su vida, desde que, al poco de casada, llegó. Primero se habían establecido en la provincia de Misiones, lindante con su país. Sobre todo una de las hijas del Sr. Julio, Josefina, la sacaba de compras a Benavente, al mercadillo de Villalpando. Todas las tardes en esa casa había visitas y buena conversación en la que ella participaba.

Se mostraba feliz y yo muy contento.
Pasadas un par de semanas decidieron solicitar para ella el “Permiso de Residencia”, o sea: arreglar los papeles. Para ello hubieron de llevar al padre a Zamora, pues ha de ser el “empresario” quien personalmente solicite y firme ese permiso. Prometió que, cuando tuviera los papeles, no les iba a dejar plantados.

Son lentos esos trámites en Extranjería, Subdelegación del Gobierno. El tiempo empezaba a apremiar, pues ella tenía el billete de vuelta para no más de los tres meses de la llegada. Ahí empezaron mis visitas a Extranjería, y a hacer valer mi amistad con el entonces Subdelegado, Carlos Hernández del PSOE.

Según la ley, y en teoría, se solicita el permiso de entrada y residencia para un extranjero que reside en su país, al que se le manda el permiso, así concedido, junto con el contrato de trabajo.

Por los pelos les dieron los “papales” a tiempo de poder llevarlos ella en mano en su regreso a Buenos Aires.

Allí estuvo dos semanas, guardando colas en la corrompida burocracia de su país, donde todo funciona con “coimas”. Un día, alarmada, me llama Josefina: Faltaba un día para la fecha de regreso y a Cres no le habían concedido el visado.

Me puse en movimiento, teniendo en cuenta la diferencia de horario y, después de no sé cuántas llamadas conseguí hablar con el padre Leoncio, y con ella, coordinarlo todo. Leoncio, de un telefonazo, lo solucionó y Cres, por los pelos, pudo regresar a Cerecinos.
(continuará)