viernes, 31 de julio de 2020

RELATOS PREMIADOS.




                                         
            Aunque están publicados en  libro “Aquellos pueblos”, para darle mayor difusión y para animar a quien le guste recordar o conocer vivencias de la sociedad rural tradicional a que adquieran alguno de los últimos ejemplares del libro, voy a transcribir aquí algunos de aquellos relatos.          

                                               V O L V E R.

            (Dedicado a Segundo, “Relojero”)

            En Barajas, cargado de maletas y de reduerdos, pido a un taxista que me traslade a la estación de “Auto Res”, allí es donde he de coger el “ómnibus” para mi pueblo.
            Por mi acento argentino al chófer, sanabrés, le choca mi destino a “Tierra de Campos”. Me habla de la Sanabria de su infancia, antes del turismo, de las aldeas de piedra y pizarra, de berzas y vacas, de mazorcas en las galerías, del olor a humo, a boñiga, a heno y a brezo; aún conoció tejados de paja de centeno. Me dice que ahora tiene buena casa y que le
falta poco, en la jubilación, para disfrutarla plenamente.
            Le digo que yo también, después de cuarenta y cinco, vuelvo para quedarme, y, de cuatro brochazos, le cuento mi vida.
            -Me trajeron al mundo en un rastrojo, sobre una morena.
            Mi padre, con su bici, su hato y sus porrillas , había marcado en la primavera a machacar piedra a Traspadarne. Madre había quedado con el cargo de alimentar y vestir a los tres “lebreles”, y al que iba a venir.
            El día antes de mi nacimiento, Petra “Las Pascua”, le dijo:
            _¡Oye!, mañana debíamos ir a rebusco de garbanzos, me he enterao por el mozo de los “Medioyugo”, medio en secreto, que han preparao una gera horrorosa en la tierra de “Las Cuestas”. Por no pagar el jornal a las cogedoras los han segao con la gavilladora, y han dejao el suelo merminiando de vainas.
-         -¡Pero mujer! ¿No ves que estoy ya casi fuera de cuentas, y que no puedo ni agacharme? Replico mi madre.
-        -¡Si no hace falta que te encorves! Yo lleno las fardelas y tú las llevas al costal, luego los repartimos, y pa el camino ya sabes que tengo la burrica.
Este razonamiento y la ilusión de llenar la barriga a los niños de garbanzos cocheros con pan y cebolla, animó a mi madre.
Al taxista no se lo pude contar con tanto detalle. Cuando el “car” enfilaba la carretera de La Coruña, me sumí en el recuerdo.
Se levantaron “entre gallos y maitines”. Petra, con una simple manta cinchada. la cabezada y una correa  por ramal, aparejó la burra. En las alforjas metió un cachico de pan, dos pastillas de chocolate y el botijo del agua. También, por si acaso, un paño limpio.
A la luz de la bombilla de la esquina, “La Pascua” le dio el pie, y madre se sentó en la burra. Ella, desde el poyo de la trasera, pasó la piernas por encima de la pollina, se montó delante, a espernaquete, y  mi madre, de medio lao, la asió por la cintura. 
Con estrellas cogieron el Camino Real, por la fresca. La fragancia nocturna de las mieses segadas les llenaban los pulmones con bríos de vida. En el campo, entonces silencioso de motores, sólo se oía “el cantar”, al rodar, de algún carro lejano, y el chirrido de alguna coruja.
Cuando llegaron a la tierra, la alborada asomaban por la barda de naciente para empezar a alumbrar el escenario de las fatigas. Las alondras, invisibles, gorjeaban al día, y una pega sobre un carrasco, parecía “rezungar”, con su graznido, de que le apañaran los garbanzos. En la próxima telera, sobre el barbecho, balaban  cancinas y borras barruntando la llegada del pastor.
Caninas, antes de que el sol extendiera la galbana que, en la llanura hace ver más próximo lo lejano y achicharra las corvas, se pusieron a rebuscar. Madre también se agachó, hasta la primera fardela, pues el medio secreto del mozo lo fue a voces, y una cuadrilla de rebuscadoras apuraban el renacero.
El sol remontaba con mucho las lejanas encinas de Las Urnias. En el inmenso campo de amarillentos rastrojos y ocres barbechos la azulada suavidad de la mañana se tornaba en blanquecina canícula. Los agosteros ya andaban por el segundo carro. Con el costal mediado de las salinas vainas, que llenan las manos de oloroso salitre, madre y “La Pascua”, decidieron sentarse en una morena de la tierra de al lado, a comer el cacho de pan y la pastilla de chocolate de Vezdemarbán.
Puede que la energía del refrigerio y el agua del botijo, refrescada bajo montón de garbanzos, a madre le provocaran el parto, y tan rápido que no daba tiempo para volver a casa.
“La Pascua” tenía nociones de partera. Acondicionó unos haces de la morena. Sobre ellos tendió la manta. Despojó a mi madre de la saya y enagua que, sobre la manta, sirvieron de sábana. De ninguna otra prenda hubo de despojarse.
A los quejidos todas las rebuscadoras acudieron solícitas; también un amo y un criado que acarriaban al lado. A éstos los echaron, cogiéndoles antes la purridera y sus sombreros de paja, con los que hicieron un sombrajo.
Las dos rebuscadoras más fuertes sujetaron, por sus extremos, el largo mango de la purridera sobre sus cadriles, paralelo al suelo, por encima de mi madre, que le sirvió de asidero en los esfuerzos.

      (Continuará)


jueves, 30 de julio de 2020

EN RECUERDO DE VISITACIÓN HIDALGO.


    Me acuerdo mucho de los ancianos de la residencia. Ya va para cinco meses que nadie puede entrar a visitarlos. Y los que salían todos los días, no han vuelto a pisar la calle. Dentro me quedan dos familiares: Carmen Gutiérrez Chimeno y Visitación Martín Chimeno. A ellas, y a los demás conocidos, me gustaba pasar a darles el "aeo", a conversar, cuando era posible... Era llevarles un poco de alegría.

      Una de las que recibía mi atención era Visitación Hidalgo, "Visi". Me preguntaba por la familia, por Belén (lloró un poco)  y tenía que pegarle voces en el oído. Durante muchos años fuimos vecinos por las puertas traseras, que ella y yo eran las que más frecuentábamos.

      Llegaron de Revellinos, las dos hermanas (Maxi, la suegra de Manolo "fontanero") allá por el año de 1955. Creo primero Visi, a cuidar a don Ángel Cañibano Mazo, Juez del Juzgado Comarcal, quien, prematuramente, había enviudado, un domingo de marzo por la mañana, de esposa más joven, Emilia Cepeda Lucas, y quedado con un niño no sé si de un año, Angelito Cañíbano Cepeda . Era de la numerosa familia de don Lucas Cepeda y Engracia Lucas, de la que supervive Clarita.

     Maxi vivió en la calle del Espino, y recuerdo que tuvo de pupilo a un hombre mayor, Secretario del Juzgado Comarcal, sayagués, que se llamaba don Jose Peñas Beneítez. Yo por entonces adolescente, en casa de Cossio, tenía mucha relación con los Juzgados. Creo que al poco se trasladó a cuidar a doña Maria Mazo Trabadillo y a su hijo Paquito Morales Mazo en la calle Zarandona.

    Hoy, hablando con una trabajadora de la Residencia, a quien pregunto por las "Visis", me dijo: la de Angelito Cañibano,  se murió hará dos meses, en plena pandemia...

    Me entró tristeza: Tan sin que nadie se haya enterado, tan en silencio... Por eso le dedico este recuerdo a Visi Hidalgo, por la gran amistad que nos unió, porque fue una de las mejores personas que he conocido. Siempre trabajando, siempre alegre...

    Además de cuidar muy bien a padre e hijo le sobraba tiempo para atender a dos o tres cerdas de recría en los cubiertos, que ella retejaba;  del corral colindante con el nuestro. De parte a parte  del mismo, embaldosó la parte central para que paseara don Ángel, cuando ya no se atrevía a salir de casa. En más de una ocasión hube de recurrir a ella como ayuda. En una de esas, moviendo un apero, se produjo un profundo corte en una pierna. No le dio importancia, nada me reclamó. Se curó pronto. -"No te preocupes que tengo una encarnadura como la de un perro". Si me preocupé y tuve atenciones con ella.

      Sus últimos años en la residencia los vivió con calidad de vida. Salía todos los días a su casa: -"Si yo no sé lo que es tener un catarro, si no me han puesto una inyección ni tomado una pastilla en mi vida..." La sordera fue su problema

      Y se fue consumiendo y mermando con mucha paz. La vi por última vez, poco antes de la pandemia. Ya no me dirigí a ella. Iba agarradica del brazo de una cuidadora. Noté que ya no... -"Que voy a cumplir noventa y nueve, me dijo en la última conversación..." Por poco, me acaba de contar Laura Grande, sobrina nieta política, no le pudimos hacer la fiesta de los cien años.

     Visi pasó por la vida haciendo el bien.

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       De otra defunción de hija del pueblo, familia muy amiga de la nuestra, de hace unos días, he tenido hoy noticia: Mercedes Gil del Sol, hija de Saturio "Carponte" y de Claudina, la hermana pequeña de Odelín, una villalpandina a quien echaremos de menos, siempre con el traje regional en las procesiones, siempre animando la fiesta.
     Les doy el pésame muy sentido a sus familiares.

     Les puedo asegurar que también me ha entristecido, sobrecogido, ¡(cuánto lo siento!, dije cuando esta mañana, por teléfono, me dieron la noticia; aún no había salido ni visto esquelas) el fallecimiento de una madre y esposa  relativamente joven, que está en la memoria de todo este pueblo, de los próximos, de mucha gente de Zamora.
    Aunque la mía sea una condolencia poco importante, de la que puede que ni se enteren,  y han tenido a cientos, y poco se puede hacer que mitigue tanto dolor, sepan que mi pésame es sincero.



lunes, 27 de julio de 2020

LA REVOLUCIÓN AVÍCOLA.




       Se equivocó Thomas Malthus cuando en el primer tercio del siglo XIX predijo un negro futuro para la humanidad: "Los alimentos crecen en progresión aritmética, mientras que la población mundial lo hace en progresión geométrica....., el nacimiento de nuevos seres humanos, si no medían, guerras, pestes, catástrofes, conducirá a la pobreza, e incluso a la extinción de la especie humana".
    
     Hubo  guerras, y terribles; cuarenta millones de muertos en la II Guerra Mundial; hubo pestes: frecuentes las epidemias; el cólera morbo, la gripe "española" del 18-20, fiebres tifoideas, tuberculosis..; las pandemias infantiles: difteria, sarampión, viruela, tosferina, tétanos..., a pesar de lo cual, y dada la alta natalidad, y más cuando se fueron erradicando todas esas enfermedades, la población mundial ha venido creciendo al ritmo malthusiano, (ahora ya frenado, sobre todo en Europa) pero a ese ritmo, o mayor, lo han venido haciendo los alimentos. Fertilización, regadíos, mejoras genéticas, mecanización han conseguido, con drástica reducción de campesinos, un notable aumento en la producción de cereales, base de la alimentación humana, de forrajes, leche, huevos, carnes, frutas, hortalizas.., incluso del pescado gracias a las piscifactorías.

     De todas las especies ganaderas donde se ha producido el gran avance, la que proporciona proteínas más abundantes y baratas, es en la avicultura.

      Imagínense el salto de incubar trece huevos cada gallina en cada corral, dos o tres se podían quedar cluecas,(cierto que entonces, hace no tanto, cuando los pueblos estaban llenos, había gallinas en todos los corrales, pero aun así el pollo era un artículo de lujo).  a incubar millones y millones de pollitos a diario en las incubadoras industriales. Además se ha conseguido una raza de rápido crecimiento y engorde, y abundancia de cereales (maíz, trigo, cebada, más los correctores y vitaminas) para elaborar su alimento.

   Ya, lo último, son unas modernas naves inteligentes donde desde el alimento y el agua, hasta la climatización y el aire que respiran está todo informatizado, automatizado. Por ej.; ayer visité una de estas modernas granjas, la de la foto. Anexas a la nave principal, en la que caben treinta mil pollitos, hay dos salas. En una está, en un armario grande, todo el cerebro electrónico que maneja la nave. En  mesa al lado, en una pantalla están apareciendo todos los datos: temperatura exterior, 29'9º; interior 19º; humedad del aire y CO2 dentro y fuera, presión atmósferica; consumo diario de pienso y de agua (del bombeo se encarga bomba eléctrica movida por electricidad fotovaltaica)..., todo.

    En la otra sala está el acceso a un cuarto de baño completo, un enorme generador por si falla la electricidad de la red, estantería con pequeño taller, el equipo de purificación del agua, etc. 

      No quiero aburrirles con más pormenores. Lo que más me interesa es convencerles de la sanidad de esta carne, intentar romper  el tópico de que se les administran antibióticos, hormonas, etc.

      El gran avance en estas naves es que, al cuidar tanto la ventilación y el agua, al no permitir la entrada a quien no sea el granjero, con una ropa que se pone y quita al entrar y al salir, los pollos no cogen catarros, casi inevitables en las naves antiguas, junto con el antibiótico para curarles. 

     En cuanto al pienso, fabricado por COBADÚ, les aseguro existe un enorme control sanitario.

      Como ya no quedan corrales donde criar tanto pollo como es necesario, les aconsejo que no hagan ascos de los de la foto y que, cuidado, con los que se venden como de corral, no sean también de producción industrial con aditamentos para dar el camelo.

     

    

     

   

       
    

sábado, 25 de julio de 2020

EUSTAQUIO: "Nadie en el tercio sabía,..."


   
     Dejamos a nuestro primo en Zaragoza. Allí pasó un mes de turista comiendo y alojándose cada noche en un sitio distinto. Cuando notó algún movimiento sospechoso en torno a su persona, se largó a Barcelona. Llegó de noche. Le preguntó a un sereno por alojamiento. Le llevó a una pensión de mala muerte en el Barrio Chino.
    En su autobiografía describe perfectamente tanto la ciudad de Zaragoza como la de Barcelona. En esta también pasó unos días de turista. Tenía buen dinerito ahorrado, hasta que le llegó "un aviso".
    Estaba una noche en un bar de dicho barrio, al que entró al ver animación de "gente joven", aunque con mala pinta la mayoría. Él enseguida comenzó a entablar conversación. Era gente del hampa.
    De pronto, sobre la media noche, se presentan tres policías, dos con uniforme, los temibles "grises", quienes se apuestan en la puerta, y otro de paisano, quien va pidiendo documentación, a cada uno.
    -A ver usted chulito-. Eustaquio era el mejor vestido de todos.
    - Estoy de vacaciones y he dejado todo en el hotel.
    -Pues al saco.
    Forman un grupo con los nueve indocumentados. Les ordenan caminar en fila, detrás de un "gris". El otro cierra la fila. El de paisano va hacía el medio.
     Eustaquio pensó que si llegaba a la Comisaría se descubría el pastel, y le tocaría pasar toda la mili en prisiones militares. Ser prófugo en pleno franquismo era muy grave delito.
     Se había situado al final de la fila. Discurrían por callejas estrechas y oscuras del casco viejo de la ciudad condal. Al pillar una boca calle salió disparado como una flecha. Le dieron el alto pero siguió corriendo. Ni siquiera lo detuvieron dos disparos que hicieron al aire. Corrió durante dos horas. Agotado llegó a una estación de tren. Se escondió en un vagón de mercancías. Entre paquetes preparó cama, y se durmió. Lo despertó la luz del día. Tengo que encontrar un trabajo, se dijo. Es la forma de estar protegido.
     Lo de siempre: periódico, sección de ofertas de trabajo. Ayudante de marmolería. Mono blanco y a pulir, luego cortar, lo que hiciera falta: panteones, edificios..., cada poco en un sitio.
     Pasaron bastantes meses. Ya llevaban los de su quinta casi medio año de rancho, instrucción, imaginarias... Hablo con el jefe del taller y le contó su situación.
    -Mira muchacho: lo mejor es que te alistes en la legión.
     Al día siguiente, un jueves, se presenta Eustaquio en la Comandancia del Ejercito, en la Plaza de Colón, preguntando por el banderín de enganche de la Legión. Le leyeron las condiciones: mínimo tres años en África.
      Ya no salió de allí. Al siguiente a Leganés. Pelo al cero. Uniformes sin mirar talla. A él le toca uno grandón. Se había hecho amigo de los otros tres que, como él, se alistaron en Barcelona. Enseguida empezó el trapicheo del arreglo de los uniformes. Él era el único que tenía dinero.
     A Málaga en tren. Barco hasta Las Palmas de Gran Canaría. Escala. Les tocó mala mar y aquel cayuco era juguete de las olas. Necesitaban unos días para reponerse de los mareos.
     A su estancia en la legión, donde vivió el orgullo de ser "caballero legionario",, le dedica Eustaquio muchas fotos y más de la mitad de su autobiografía: la dureza de la instrucción y de las marchas por el desierto; los desfiles,  la emoción de los actos solemnes cantando el "Novio de la Muerte", la construcción de unas casamatas y trincheras en que llegó a ser el director de la obra; la cantina del legionario, donde en los días de permiso, dejaban parte de su buena paga, de la que llegó a ser encargado, pues por "méritos de guerra", pronto ascendió a Cabo 1ª. Cuenta como, de una forma más o menos legal, la cantina le proporcionaba buenos beneficios.
    Como sólo había una sucursal bancaria en El Aaiun, y los empleados eran amigos de los Oficiales del Tercio don Juan de Austria, no quería engordar mucho la cartilla para que no sospecharan. Ese fue el motivo de darle a "guardar" sesenta mil pts. de aquellas a Germán,  un "amigo" de confianza, quien se encargaría también de la taberna, el día antes de emprender una marcha de reconocimiento, que les llevaría unas quinces jornadas, al menos.
    A la vuelta, se enteró que el amigo, de farra con una pandilla de reenganchados,  en los "cafetines", "colmaos", y otros lugares con "chicas", que acudían de todos los continentes al reclamo de las "pagas" legionarias, había "fundido" las sesenta mil pts. Se lo perdonó, hasta el extremo de ser amigos toda la vida, y haber sido pareja de su hermana Mari Tere.
     Habla Eustaquio de la dureza de las marchas, de quince días , 35 Km. cada jornada, por el desierto, vigilando, pues existían rebeldes que hostigaban.
     Muy dura la vida en la legión. Conoció algún suicidio y un crimen. Al autor lo juzgaron de forma sumaría y, en presencia de todo el Tercio formado, en silencio y con los correspondientes toques de trompeta, lo fusilaron.
     Eustaquio recuerda con orgullo su paso por la legión. Trajo unas buenas perras y regalos para toda la familia, principalmente para su madre. En ese tiempo toda la familia había emigrado a Valladolid.
Él trabajó unos meses en la conservera Helios, hasta que aprobó los exámenes físicos y culturales para la Policía Urbana de Valladolid, donde transcurrió toda su vida laboral. En las horas o días libres, como sabe de todo, trabajaba de albañil, de mecánico, de lo que fuera...
    Él solito ha construido dos chalets preciosos en Villanueva de Duero.
    El "China" pequeño, desde niño, fue un figura.                                                   
                                                                                                                                                                                                                                               
 
                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                             
                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                     0

lunes, 20 de julio de 2020

ADVERTENCIAS.



    El pueblo tiene ya doblada la población habitual. Este año han venido antes los de las segundas residencias, algo que me alegra, que le da vida y animación a la villa. Ahora bien: creo es necesario tomar más precauciones.

   Un ejemplo es la asistencia a misa mayor, en San Nicolás: a la entrada un señor comprueba rápido la temperatura de quienes entran; otro le echa gel hidroalcóholico en las manos y, un tercero indica poner los pies sobre una esterilla desinfectante y frotárselos en otra a continuación. Luego en la iglesia pide que no haya más de cinco personas ocupando cada banco.

    Este fin de semana ha habido tres primeras comuniones, un bautizo y unas bodas de planta. Menos es nada.

      Lo que crítico es que en las terrazas, en algunos casos, puede haber hasta ocho diez personas reunidas, juntas en torno a dos mesas, y todos sin mascarilla. Lo recomendable sería tomar las consumiciones y ponerse la mascarilla. ¡Veremos, ¡que ojalá no!, como salte un brote.

P.D._ Quiero aclarar, porque uno de estos retornados me lo ha reprochado, que cuando sugiero debería ponerse un gravamen en el IBI, siempre me he referido a las viviendas que están TODO EL AÑO DESOCUPADAS. Puestas o no en venta, pidiendo por ellas lo que nadie puede pagar, porque hay muy poca gente a comprar, ese recargo podría incentivar que pusieran los pies en el suelo, que se dieran cuenta de la enorme oferta y de la casi nula demanda, y, si alguien les preguntara dejaran de pedir bobadas. Por los VEINTE, VEINTICINCO MIL EUROS se venderían, alguno que otro, piso y/o viviendas habitables. Así se pasan los años, se destiñe el cartel de "SE  VENDE" y la casa acaba, primero con goteras, luego cayéndose.
Pero las casitas, tan bien arregladas, y/o pisos de los de un mes, o más, ¡NI TOCARLOS!, que están contribuyendo muy positivamente en la economía del pueblo.

ÚLTIMA HORA: Información del pasado viernes de fuente fiable: en la Zona Básica de Salud de Villalpando hay tres personas infectadas nuevas; dos en Villamayor de Campos y una en Villanueva del Campo. De todos los modos hasta que las autoridades sanitarias no lo confirmen, lo dejaremos en duda. Es muy gorda la noticia para que no haya saltado a los medios. Hoy siguen diciendo que nuestra provincia es una de las diez de España que se mantiene con cero contagios nuevos, o rebrotes. ¿Puede ser porque sean casos leves?

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Esta niña, tan bonita como la Puerta de Villa, pero mucho más joven, un monumento que anda, es CARLA LÓPEZ ALEJOS. Representará a Zamora en el certamen "Mis mundo España", donde, además de la belleza física, se valorará el nivel cultural y la capacidad para el ejercicio físico con una prueba de correr, nadar y montar en bici, para la que lleva meses preparándose. "De casta le viene al galgo": su madre, Ana Alejos, ya en sus tiempos fue modelo; su abuela Mª Jesús, además de buenaza, la más guapa de Cañizo.     
Estoy seguro que dejará bien alto el pabellón de Villalpando, el pueblo de los "feos" y de las guapas.

   
Carla López en el Arco de San Andrés de Villalpando.

sábado, 18 de julio de 2020

CORRUPCIÓN SISTÉMICA.

        



                                                   CORRUPCIÓN SISTÉMICA.

Cuando acabo de leer las seiscientas páginas  del tocho: “EL FANGO, CUARENTA AÑOS DE CORRUPCIÓN EN ESPAÑA”, (ya 45, porque está escrito hace cinco años) ésta sigue de actualidad: lo del emérito, en que cada día salen nuevas revelaciones, y el viejísimo “affaire” de los Pujol, a los que, por fin, noticia de anoche, un juez va a sentar en el banquillo. De ahí que vuelva sobre el asunto, porque todavía el cáncer no se ha extirpado del todo. Quedan sin limpiar los efectos de la metástasis que llegaban, y llegan, hasta el último rincón.

Si se devolvieran al estado español los miles de millones de euros que, como diría Cecilio Lera, “han trincado” desde Matesas. Filesas, Taim Spor, Juan Guerra, Roldán, Urralburu, Vera;  Gürtel (Correa) Púnica (Granados: ya un juez está llamando a Esperanza Aguirre), Malaya, Puyoles, Juan Carlos, etc. etc., saldríamos de la crisis.

El efecto perverso de estas actuaciones es el malísimo ejemplo de cara a ciudadanía. Se lo oí a “Jesusín Huevero” hace muchos años: “Quien no roba no es español”. Lo malo es que el empobrecimiento moral trae consigo el empobrecimiento económico y social. Fue un ejemplo claro la crisis de 2.008: recalificaciones urbanísticas, pastones en comisiones, encarecimiento de la vivienda, préstamos sin ton ni son…; la burbuja en fin: paro pobreza. Ahora, para salir de ésta de la COVID19, es imprescindible la REGENERACIÓN ÉTICA.

La corrupción en España ha sido piramidal, de la cúspide a la base. El caldo de cultivo, la financiación de los partidos políticos. Ni Felipe González, ni Aznar, ni Rajoy se libran de ella. Arriba, entre los poderosos  (poderes políticos, económicos, judiciales y mediáticos) se libraron cruentas  batallas por el poder. Que lo del 3% catalán comenzó en los albores de la transición. Y los Pujoles tanto con gobiernos de UCD como de PSOE y PP se han pasado años llevando maletines de euros a Andorra. Y Pujol decidía gobiernos en la nación española.

¿Quién ha sacado toda la basura a relucir (aunque el muladar era tan grande que olía mucho)?  Los periodistas y jueces honestos. Lo son la mayoría. Cierto que los medios informaban según sus afinidades. Por ej.: COPE y  ABC, aireaban la caca del PSOE. “El País” la SER, la del PP. “El Mundo”, mientras estuvo Pedro J. era más imparcial.

De todas las corrupciones la más dolorosa ha sido la judicial. No es que entre los jueces y magistrados hayan existido muchos casos tan descarados  como el de los jueces Perez Estevill y Urquía, el de Marbella, apartados de la carrera judicial por extorsiones el primero y  sobornos el segundo. Era más sutil: jueces conservadores, jueces progresistas, quienes en los órganos judiciales superiores votaban distinto según la adscripción de cada quien. Las afinidades políticas de los jueces, sus connivencias con los partidos, daban lugar,  en muchos casos, a tapar o no la corrupción. Servidor fue víctima de un atropello judicial local, revocado en Zamora y en Madrid, cuya motivación, la del atropello, sigo sin explicarme.

Claro: cuando uno quien, desde su pequeñez, ejerciendo cierta labor de periodismo,  ha sacado a relucir corrupciones hace bastantes años, y corruptelas ahora, le reconforta mucho percibir como la justicia justa se abre camino, y van cayendo en sus redes todos los peces gordos.

Como las conductas de aprovechamiento de lo público en favor de lo privado (corrupciones y corruptelas) eran sistémicas, este pueblo no se libró de la matástasis.

¡Hombre!: aquí, dada la pequeñez del municipio no se podían dar los pelotazos de Marbella, pero sí llegar a la política para solucionar problemas económicos familiares de subsistencia, durante 28 años, y asegurarse buena pensión: pasar, por ej., de vender alguna de las pocas tierras para vivir por encima de sus posibilidades a construir lujosa casa.

Lo malo ha sido que quienes la sucedieron llegaron también al ayuntamiento buscando provecho personal. El que ha figurado y figura de alcalde, en la alcaldía, que yo le puse en bandeja, ha visto la forma de intentar superar la frustración de su vida laboral, donde para ascender de categoría era necesario algo más que hacer la pelota; además el sueldo que, a día de hoy,  incumpliendo la Ley de Transparencia, ignoramos todos los vecinos cuánto es. Y, para mantenerse, ha sido coautor, entre otras, (ya no presuntas y/o aclaradas) de las irregularidades cometidas por el anterior teniente de alcalde.

Vuelvo a mentar las claras interferencias entre algunos políticos y algunos jueces.  No cabe duda que los cargos públicos de cada partido, en sus fechorías, gozaban de cierta impunidad que les permitía pasar años sin ser descubiertos. Los Pujoles, por ej., llevan cuarenta. Esa impunidad se basaba en la “mano” que el “Gran Jefe” tenía con ciertos sectores de la justicia. De ahí, por ej., que Luis Bárcenas, cuando vio que la cosa se ponía fea, pidiera ayuda a Rajoy: “Tranquilo Luis, sé fuerte”.

Supongamos una situación: Si un/a juez/a condena “por calumnias” y “ofensas al honor” a quien, con documentos oficiales está demostrando que NO CALUMNIA, “creyéndose” unas mentiras orales inverosímiles del denunciante (¡Si tienes licencia muéstrala), si ese/a juez/a, en el juicio oral ya muestra su presunta clara imparcialidad y trato de favor al, cuando los hechos, político; si ese/a juez/a está archivando la denuncia de la guardia civil por agresión (había sido la cuarta) del, entonces político, al ciudadano; si ese/a juez/a no sanciona un bando municipal en que se afirmaba que ya se podía beber el agua de la red, cuando seguía siendo insalubre; si condena al ciudadano bloguero por insultos al, entonces político, cuando fue al revés, cuando no hizo más que responder, con cierta ironía, a las descalificaciones en la prensa, y en las redes sociales, de toda aquella corporación, que “ le había reprobado”, y del entonces político, en solitario después, en su afán de tapar la boca al ciudadano inocente, digo:… ¿Qué cabe pensar?  

Lo reconfortante y aleccionador es lanzar a los cuatro vientos la noticia de la REVOCACIÓN, hasta por el Supremo de aquella sentencia. Noticia publicada en el diario "Expansión".

Pero este figura que colaboró en las irregularidades demostradas y sancionadas, esta figura, mal decorativa, sigue incumpliendo la Ley de Transparencia; sigue practicando el clientelismo electoral, (¡cuánto poder sigue dando la residencia!) este figura quien, obediente del, entonces mandón, tomó una decisión municipal, como represalia a la libre expresión del bloguero, intentando un enorme perjuicio económico en el regadío, a la familia del ídem, sigue ahí. No tuvo la valentía torera de cuando el TCA le revocó aquel acuerdo  persecutorio, dimitir, o cuando le pusieron la moción de censura apoyada por siete de los nueve concejales, o cuando le abuchearon al suspender un pleno que iba a perder, y siguió comprando los toros el "entendido".  Sigue ahí de marioneta apoyado en intereses espurios  que contradicen la voluntad popular.

Es labor de todos  la regeneración, acabar con los viejos vestigios de la corrupción. En esta provincia, en este pueblo queda corte. Preferiría callarme otras historias. Depende o no de que se tomen decisiones. Nunca he ido de farol.








miércoles, 15 de julio de 2020

EUSTAQUIO, Capítulo (VII)


       Lo habíamos dejado cuando Eustaquio, además de toda su actividad como Mozo de Comedor, Mayordomo y Ayuda de Cámara, tenía que ir con la señora a la compra y a la vuelta darle masajes. Aunque él no cuenta  más que lo de pasar una hora "dando masajes en su asquerosa espalda", que no era tan asquerosa, una hora da mucho de sí, para "otros masajes". Lo dejaremos en insinuación. Es un tanto sospechoso que, llegada la Semana Santa, la señora, sin los hijos, que ya eran mozos, ni el marido, decidiera ir a pasar quince días en la casa de la finca, llevando como "servicio" solo a Eustaquio.

     Éste narra muy bien como era aquella casona señorial, cómo la más humilde donde vivía la familia del cachicán, y la limpieza general que hubieron de hacer al llegar, Petra, la mujer del encargado o cachicán, y él.

     Dice que en la finca, dado que el resto del servicio había quedado en Madrid, a él, aquel diablo vestido de mujer, lo traía más "frito" todavía, hasta que una mañana exahusto y cabreado le plantó cara.  La bronca fue sonora:
 
     -Deme los días que me debe, que me marcho.
     -Tenga usted cuidado Eustaquio, (sólo en la cama se tuteaban). Ya  sabe que lo estamos protegiendo, pues usted no quiere cumplir con su deber de servir a la patria.
      -Antes que aguantarle más a usted, como si me fusilan.

      Cogió sus cuatro cosas, hizo un hatillo, y se largó andando hasta el pueblo, que era Navalmoral de la Mata. Llegó a tiempo de pillar abierto el banco, pues estaba sin blanca. Tren hasta Madrid. Vuelta a la antigua pensión. Allí le cuentan que se había presentado la policía preguntando por él.
      Pasó por la oficina del Notario para cobrar el cuenta. Éste intentó disuadirle para que volviera a su casa, pues mientras estuviera allí,  estaría"protegido". Hicieron cuentas: dos mil cuatrocientas pesetas le debían, sacó tres mil de un cajón y se las dio.
      -Lo siento mucho por usted, don José Luis.
      -No se preocupe: de todos los mayordomos que hemos tenido usted ha sido quien más ha resistido.

       Lo de no querer "servir a la patria", lo de buscarle la policía, le hizo caer en la cuenta de que la cosa iba en serio.

        Un hermano de la tigresa era General de Brigada. Un fin de semana había comido en la mansión de Serrano. 

         -Eustaquio: ponga usted los postres, le dice la señora. El General se queda con la copla:  -¿No será usted Eustaquio Mazariegos Alonso?
       -El mismo, sí señor, para servirle.
       -A quien tiene usted que servir es a la patria. ¿Desde cuándo que no va usted por su pueblo?
       -Hará más de un año.
       -¿Y sus padres no le han avisado..? Cuando se cambió de patrona Eustaquio no les dio la dirección.
       -¿De qué?
       -Pues de que usted pertenece al reemplazo de mozos de 1963. Para que lo entienda: que ha entrado en quinta, y no se ha presentado en el Ayuntamiento de su pueblo para la filiación, talla y peso. y estamos a principios de 1964, y usted ha de incorporarse al ejercito dentro de dos meses. Y en el Gobierno Militar de Zamora le han declarado prófugo. Y está dictada la orden de búsqueda y captura.
        -Medio llorando: -perdone usted. Es que a mí el médico del pueblo me había dicho que a lo mejor por lo del ojo me podía librar.
         -Y usted, por su cuenta, ya se está librando, -le dio una tarjeta con una dirección- pase usted mañana por mi despacho a ver cómo podemos arreglarlo. Evite usted andar por la ciudad, mejor si, como me han dicho, van a ir a la finca. Tendrá usted que pasar revisión, aunque me parece que usted ve más de la cuenta.

       A pesar del "estaría protegido", de la orden de búsqueda y captura, Eustaquio decidió jugársela: "Como me buscan por Madrid, me largo a Barcelona".

        Tal, cual, si bien con escala en Zaragoza, hasta conocer bien la ciudad e ir a pedirle ayuda a la Virgen del Pilar.

         En el siguiente capítulo veremos que la iba a necesitar.
     

 

   

sábado, 11 de julio de 2020

RETOMAMOS LA AUTOBIOGRAFÍA DE MI PRIMO EUSTAQUIO.



      Lo habíamos dejado cuando la cogida de "Josele" en Chinchón, su vuelta al pueblo, el final del verano en que Eustaquio trabajó de repartidor de horchata y helados, y, dado el regreso de todos los amigos al pueblo, quedarse solo en la inmensa ciudad. Fue cuando él decidió venir unos días a visitar a su familia.

      Volvió a Madrid de nuevo, pero esta vez con dinerillo ahorrado y conocimiento de la ciudad. La suerte le sonrió: un compañero de pensión, Francisco, trabajaba de conductor para " don J. L D. P. , uno de los notarios más importantes de Madrid. Tenía el monopolio de todos los bancos. Sus oficinas en la calle Recoletos. Ciento cincuenta y siete empleados, y vivían en la calle Serrano, nº 17, 3ª  planta toda, de unos 600 metros cuadrados. Tenían de servicio cuatro doncellas, mayordomo o ayuda de cámara y el conductor. Todos, menos éste, vivían en la casa..."  Pues resulta que necesitaban un Mayordomo. El sueldo 5.000 pts al mes y el alojamiento.

     Continúo copìando del texto de Eustaquio:
    "-Pero Francisco, que yo no sé nada de eso.
    -No te preocupes, que en cuatro días te pongo yo al corriente de todo.
     En una semana tenía yo los conocimientos de todo un gran mayordomo y ayuda de cámara: cómo se ponía la mesa, cómo se servía, por qué orden,con o sin invitados.., las bandejas, las soperas, los cubiertos, mis guantes blancos, siempre flamantes, en la migú tenía yo dos pares, por si las moscas. Los señores pensaron que yo era un gran profesional, pues les entregué la carta del señor Monterroso, en que hablaba de mis cualidades pero sin mencionar lo de los pollos. Se debieron pensar que yo descendía de familia noble arruinada.
     Tendré que decir que este trabajo fue una pesadilla, pues la señora era algo así como el diablo vestido de mujer. Cómo sería que el señor nos daba una paga extra, sin que ella se enterara, por aguantarla. No dejaba parar a nadie. Era como un cabo de cuartel encabronado..."

     Para quien no conozca a Eustaquio les cuento que era, y es, más bien pequeño, con cara de pillo y algo de extravismo, ya corregido, y que no le libró de la mili. Un muchacho de pueblo vestido con toda la gala de un señor mayordomo de casa grande. El día que fui a visitarlo, sí, en la calle Serrano, la más aristocrática  de Madrid, al verlo así me partía de risa.

    En su autobiografía dedica unas cuantas páginas a sus trabajos y peripecias en aquella mansión de lujo: " tenía que estar impecable, como un gran mozo de comedor, que pensándolo bien ha sido el único sitio donde yo sido tres personajes distintos: Mayordomo, Mozo de Comedor y Ayuda de Cámara. Además, como extra, acompañante de la señora cuando salía de compras, la cual venía con lumbago, y tenía yo que hacer de masajista para la tigresa. Me decía, ¿no te importa? es que tú tienes más fuerzas y me hace más efecto la crema, y me tenía una hora frotando su asquerosa espalda. Era insoportable, por eso el señor nos daba el sobre por aguante y paciencia. ¿qué no pasaría él?

     Se me ocurrió imaginar algo que  que pudo ocurrir, si bien no ocurrió, y por ser fiel a las verdades que cuenta Eustaquio, lo he eliminado. narro sólo el principio de la película: la señora, todavía de buen ver, bocabajo, desnuda de cintura para arriba.., el mayordomo con veintidós años.  Las manos que empiezan a explorar otros territorios... (he cortado los párrafos siguientes dado su contenido erótico y por ser de pura invención mía. No he obstante si a alguien le interesa me lo puede pedir y se lo mando por emeil)
     Continuará, s. D. q.




    

      

viernes, 10 de julio de 2020


LOS PINARES Y CARRASCALES DE "EL RASO"





      Pues resulta que ayer, después de la lluvia del día anterior, me dio por ir a "Los Pinos". Me encantan los aromas que el agua saca a los tomillos, lavandas, carrascos, pinos..., algún escaso rastrojo. Todo aquello, lo que no está reforestado está en adil, perdido. Dos majuelos de cepas quedan como últimos supervivientes de todos las miles que le sacaban  al "Sebo" y a Valdeconejo, lo único en lo que eran generosos: verdejos, tinta Madrid...aquellos claretes; el de Guadillo y el de Peque. Hay uno moderno, en espaldera, regularmente atendido, si bien frondoso, además de la inmensa viña en "El Monte de las Pajas".

     Fui a ver una viesa que tenemos entre los pinos, bastante más allá de la "línea". Salida del pueblo, frente al Atlanta, por el Camino de la Casa. Por ahí, al principio, junto al puente que salva la autovía, ya empiezan a alegrar el paisaje las plantaciones de pistachos y almendros.

      Como a tres kilómetros del pueblo, donde empezaba las encinas, ya no está la señorial, con sus pararrayos. capilla, dependencias... casa de la dehesa, a la que llevaba ese camino. Una nave hay, en cambio. El camino se convierte en cañada que bordea, en unos dos kilómetros, lo que era un grandioso encinar. ¡Qué triste error, qué pena aquel descuaje en los años sesenta! Los subasteros que se quedaron con esos terrenos, arruinados los descuajadores, tienen ahora allí una trigaña que no vale dos pesetas; el resto barbecho lleno de broza. Ya se han cansado de regar en esos pedregales que añoran las encinas.

     En el pico de arriba de la antigua dehesa, que compró otro subastero,  como en unas treinta hectáreas, un frondoso pinar pone un distinto verdor. Y desde allí, cogiendo el camino del citado Sebo, ya salvo en algún perdido, donde vuelve el carrasco, no se cortan los pinares, hasta la raya San Pedro.

       Fui bien por ese camino, que termina en la Senda Marranera, la que va por el medio de Valdeconejo en dirección "al Coto". Un tramo por ella, hasta coger, a la izquierda, el Camino de San Pedro: pinares de la Mancomunidad a la derecha, de los particulares, por Majalasllanas, a la izquierda. Justo, donde la línea de alta tensión abandona el pinar, allí, por dentro del mismo, sale la citada Senda Marbana. La han arado. En primera, despacico, llegué a nuestra tierra, once kilómetros desde el pueblo, y lo labraban con mulas...

      También han arado el camino que va desde el "Pico de la Pata", el más recto para llegar desde Villalpando al refugio; por ello, desde dicho refugio, al que llegué por detrás, de los tres que salen, cogí el de el medio, único no arado: ¿Para qué les voy a contar más peripecias..?

      Aparecí por la parte de atrás de nuestro refugio en Valdeconejo. Otro camino cortado. Hube de salir por uno no transitado y unas hierbas de metro, en la lindera de abajo de nuestra josa y pinar, antiguo majuelo de los Oleas; menos mal que lo conozco pues por allí ni se puede adivinar una antigua senda, llegué de nuevo al "Cañal" y al puntal de la dehesa.

      Aquello, el camino de Belver, que cruza la dehesa desde  el puntal a la casa actual, aunque antigua habitada, muy andado y conocido me produjo alivio, hasta que, como a medio kilómetro, las alambres me hicieron desviar la ruta a la derecha. Así hube de subir y seguir por un distinto camino, para mí desconocido, lleno de cuestas, que va entre la antigua dehesa, parte comprada por los de Villárdiga, y alambrada, y los pinos de la Mancomunidad en la parte más próxima  a Villalpando, Así llegué a la Senda de las Pegas. Crucé dos "pasos a nivel" de vacas, llegué y dejé las casas de Ángel, Joaqui, hermanas y sobrino, a la izquierda, y ya nada: buen conocidísimo camino, festoneado de girasoles, a derecha e izquierda, el difunto pivot,.. hasta la Cruz de Semanica. 

    ¡Pobre Panda!, y eso que en algunos tramos del recorrido lo dejaba y me internaba en el bosque a pie.

      Me ofrezco de guía para si algún caminante quiere recorrer la ruta de los pinares o pernoctar, mejor acompañado, en nuestro refugio.


Vista de Valdeconejo  desde el Camino de "El Sebo"
Encina señera. Está en "El Cañal", en la linde entre lo que fuera majuelo de Regino Barrios y el de Luis Mazo, Hoy pinar familiar.
El carrasco de encina vuelve por sus fueros.
La torreta vigía donde he pasado muchos ratos. Es impresionante lo que, con unos prismáticos se alcanza a ver desde ella.
Nuestro refugio por detrás. Se lo puedo prestar a quien desea alejarse del mundanal ruido. Eso es naturaleza pura.
Refugio de la Mancomunidad de "El Raso", cerca de donde estuvo la "casa" y la era empedrada de los Garibaldes, cuando aquello eran viesas de misería, sudor y lágrimas.
Pista forestal intransitable. Es la senda que va desde "La Marbana" al refugio. Pudieron haber dejado sin arar la senda.
Nuestro refugio por delante. Tiene luz eléctrica, dos ventanas y una preciosa chimenea para el invierno. Lo construimos nosotros
El carrasco de encina, flora autóctona, vuelve por sus fueros.

miércoles, 8 de julio de 2020

PLENO VERANO.



Apicultores transhumantes.

Las cigüeñas a la parpaja.


Impresionante la remolacha. Las hojas amarillas es defecto de la foto.

     El pueblo está animado. Se van abriendo las casas de segunda residencia. Se ve gente en las terrazas. El domingo al atardecer estaba llena la del Atlanta. Eran todos forasteros, creo esquiladores uruguayos, pegando unos con otros. Se daban la mano, reían, se resfrescaban. Ni uno tenía mascarilla.
  
      La recolección avanza a marchas forzadas. En lo que falta de semana no sé si quedará espiga en pie. En los almacenes, donde más, cómo no, en los de Agrinza, están entrando cientos de toneladas diarias, al tiempo que los camiones no paran de llevar grano,  de Agrinza a Cobadú, de LESA a muy distintos destinos, donde los Suenas están almacenando. No hay colas. Es llegar y besar el santo. ¿Qué colas ha de haber cuando el remolque más pequeños lleva catorce toneladas? Tractorazos de tropecientos caballos y "bañeras" de más de veinte mil. Es entrar en la báscula, un tubo accionado automáticamente pincha la carga. En el ordenador, de inmediato aparece la humedad y el peso específico. Tira el tractorista a la piquera o a la playa, según sea trigo o cebada, sin bajarse bascula, deja la carga, baja "la caja" mientras va andando a la báscula a destarar, y vuelta a la tierra, o pa casa. A quienes, todavía, subimos algún costal de media carga 87'5 Kgr., acuestas trepando por los tablones en la panera del Conde, no dejan de admirarnos estos adelantos. Trae un remolque mediano de los de ahora, CIEN cargas. La cosecha total de trigo de una casa grande de las de antes. Cierto también que con tres kilos de trigo se pagaba un jornal.

     Cuando se comenzó a cosechar, era tan pronto, sobre el diez de junio los más madrugadores, y estaban los días frescos. que el grano de cebada estaba  húmedo. Sé de remolques con el 15% de humedad (antes Agrinza no recibía con más del 12%, ahora el tope es el 12'5 %). En LESA no han puesto pegas. Descargado en la playa se va secando; además van los camiones directamente a fábrica. De todos los modos, con el precio que ofertan, (veintitrés pts./Kg)  no se van a poner exigentes, encima.

    Si han leído la historia de Agrovico verán que la cebada del timo, se ajustó a veintiséis pts/Kg. el año de 1986, hace 34 años. No sé si alguien, desde luego quien sea agricultor profesional, va a dejar el grano a ese precio. En los mercados de futuros ya está subiendo el precio de los cereales. Yo espero que la cebada se pondrá, al menos a 28 Pts/Kg., 168 euros/Tm., y el trigo, como mínimo, ha de pasar de los CIENTO OCHENTA EUROS Tm. (30 pts/Kg.) La cosecha pasada la cobramos, por encima de esa cantidad. En el campo seguimos hablando en pesetas, porque así nos resulta más fácil apreciar el valor de lo que vendemos. Hablando en euros tonelada nos enteramos peor.  Además cuando se discute media peseta, por ej.: sé de paja vendida a 8'50 Pts/Kg. ¿A ver cómo se traduce eso a céntimos de euro por kilo?

      La alfalfa buena está a 24 Pts/Kg.; el heno de veza mis hijos han vendido a 18 y a 16 pts., pero a este precio ya no venden la que tienen guardada. La cosecha de forrajes ha sido buena, pero es muy difícil henificarlos (este año diez días al sol) sin que se mojen.

      Rendimientos: ya les hablé: en cebada, sobre 4.000 Kg/Ha. de media. En trigo pongámosle a tres mil y poco. Aquellos calores de pasado San Isidro se llevaron de 1.500 a 2.000 Kgr/ Ha. El cambio climático es evidente. Nunca se habían conocido por esas fechas diez seguidos pasando de los 32º.

     A propósito de que en el campo van quedando cada vez menos explotaciones pero más profesionales, les doy noticia escuchada el sábado a Lumbreras: el Ministerio de Agricultura y las Consejerías de las CCAA, van a imponer más medidas y controles para sacar del sistema a quienes realmente no sean labradores de verdad; a los que "dan" sus tierras a profesionales y ellos, los propietarios "hacen la PAC" e incluso hay labradores, inexplicable, que les pagan algo de renta encima, 90 euros/Ha, por ej. Le preguntan al labrador de qué ha sembrado sus parcelas, para poner esos datos en sus solicitudes de ayudas de la PAC, (lo que se conoce como "hacer la PAC"). Para justificar que ejercen la actividad agraria, el labrador les mete uno o dos remolques en la Cooperativa a nombre del propietario, y así justifica que del total de ingresos, al menos el 20% procede de la cosecha. 

      Con lo fácil que sería: ¿Quién es agricultor profesional?: el que cotiza como tal en la Seguridad Social Agraria, o quien es propietario de una explotación donde existen asalariados cotizantes a dicho régimen. En la provincia de Zamora perciben ayudas de la PAC tres veces más personas que cotizantes existen a la Seguridad Social.

     Otro freno a la incorporación de jóvenes a la actividad agraria es el alto precio que están cogiendo las tierras. En el campo se está refugiando mucho dinero negro. No sé, no sé si en las notarías se podrán los precios reales.

    Servidor tiene sus "parcelas" de huerta en el corral. Ahí he hecho la "concentración parcelaria": he juntado los dos cajones de los fréjoles, que estaban separados. A ver si los saco en una foto.

 

 




Lo del primer plano son las judías trepadoras. Un cajón detrás del otro. Al lado están las tomateras en una artesa sin fondo llena de tierra. Más a la derecha hay más tomateras. Soy un hortelano decadente.

En ese cajón hay, puede un metro cuadrado, de zanahorias. Pensar que llegué a cultivar SEIS HECTÁREAS.


Que me perdonen los del orgullo, pero esto de las macetas (¡qué bajo he caído!) es una auténtica mariconada.



La adelfa sí que es una preciosidad. Ya lo ven: un árbol lleno de preciosas flores blancas. Lo riego de tarde en tarde, y ya está.