miércoles, 12 de diciembre de 2018

II PARTE DE LA ENTRADA ANTERIOR.



      Saben que en este blog hay espacio no sólo para la crítica, sino también para el elogio.

        Y muy justo es el que hemos de hacer a la Asociación Taurina Astauvi, organizadora del "Toro de la Purísima". Este año un éxito rotundo. Un acierto echar arena en la plaza.

       Por la mañana soltaron un novillo algo rojico que dio un juego extraordinario. Lo mismo las vacas y el otro toro, más grande que soltaron por la tarde. Procedían de la ganadería segoviana de un yerno de Miguel Granado Boyano

      La plaza estaba a reventar, como en los mejores momentos de San Roque. Creo que incluso había muchos más jóvenes, los cuales, dado que en los pueblos de por aquí hay pocos, llegados de más lejos, de toda la zona de la provincia de Valladolid  (Rueda, Serrada, la Seca, Villafrechós,,) donde son tan aficionados a los recortes; de Toro, Benavente,... Como es un día en que no hay toros en otros lugares, pues todos a Villalpando.

     ¡Cuánto! sentí no poder asistir a la conferencia sobre las Cortes de Cádiz, sobre aquel primer intento (duró poco por desgracia)  de Constitución de 1812, y sobre la figura de uno de sus ponentes, el zamorano Juan Nicasio Gallego, pronunciada por quien más sabe de esto en España, el doctor en Historia, Eduardo Fernán-López, un muchacho muy buen mozo, hijo de Marcelino, de los Amadeos.

    Pregunté en la tertulia de la puerta villa y me dijeron: "habla muy bien ese muchacho; lo malo es que casi no se le oía, porque están muy mal los altavoces". En el salón todas las sillas ocupadas y bastante gente de pie atrás y por los lados. ¡Pues qué bien! ¡Me alegro!

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     Como nos quedaba pendiente hablar de la Constitución y la Justicia, vamos con ello: recordamos que el ansia de JUSTICIA es algo inherente a la conciencia de las personas buenas, y que lo dijo el de Nazaret. Pero junto a eso (creo se ha imprimido en los genes por tanta barbaridad cometida por "tribunales" a lo largo de la historia: Gran Sanedrín, Santo Oficio, Tribunales Militares y Populares en la guerra civil, Tribunales de Orden Pùblico en la dictadura..) existe un miedo ancestral a los jueces y juezas. Con la justicia y la Inquisición, chitón, decía mi abuela. Y no es para menos. En la práctica los hay omnipotentes y prepotentes que pueden desgraciarle la vida a cualquiera. Miren el caso de Pérez Estevil, hasta que fue inahabilitado. Cierto que por encima de las instancias inferiores están las superiores que, cuando una sentencia es injusta, la corrigen, revocan, le dan la vuelta, pero no así a las humillaciones, se dan casos, que puedan inflingir a los juzgados.

    ¿Da la Constitución española ese poder "divino", omnipotente a jueces y juezas?  ¡Pues no! Art. 117 de la Constitución Española" Jueces y Magistrados (el lenguaje sexista no es cosa mía) son independientes, inamovibles, responsables, y, pero, sometidos únicamente al imperio de la Ley. No podrán ser separados, suspendidos, trasladados ni jubilados, sino por alguna de las causas y con las garantías previstas en la Ley.

     O sea: están sometidos al imperio de la ley y pueden ser separados, suspendidos, etc. por alguna de las causas    y con las garantías previstas en la Ley.

      A partir de la Constitución fueron apareciendo las leyes de la democracia. La que regula todo el funcionamiento de la justicia,  la Ley Orgánica  6./1985 del Poder Judicial, le dedica todo un capítulo, el III, desde el artículo 414 al 427 al RÉGIMEN DISCIPLINARIO JUDICIAL, a la RESPONSABILIDAD DISCIPLINARIA. Ahí se tipifican las faltas que puedes cometer jueces y magistrados (suponemos que también juezas y magistradas); graves, muy graves y leves. Por ej., condenar a un inocente, (probado que lo era)  suponemos es falta muy grave.

     Ochenta y cuatro jueces han sido sancionados, separados de su cargo, desde 2009, algunos de mucho renombre, como Baltasar Garzón, antes lo había sido Javier Gómez de Liaño. Si bien dudando que, en estos casos, fuera justa la separación.

     Como la justicia es pilar fundamental de la democracia española,(todos los días hay noticias de tribunales), como lo es la libertad de expresión, Art. 20 de la misma, siempre que sea veraz, como es mi caso, cuando se da información, quieren mis reflexiones ayudar a que ésta quede limpia del todo, a que no se levante un poco la venda para ver quiénes están en los platillos de la balanza.

    Pretende el pequeño relato literario que viene a continuación afear posibles actuaciones. Ya saben: la ficción literaria, es eso: ficción, pero para que sea verosímil ha de tener algunas apoyaturas en la realidad. Por ej. en "Patria": al "Chato", Bittori, Miren, Josecho, Arancha, José Mari, Nerea, don Serapio... los estoy viendo en la realidad.

     Lo que voy a contar ocurría en Castrovilla,pueblo sacado de la novela "Tierra de Campos" original del regeneracionista vallisoletano Ricardo Macías Picavea.

     Como no quiero cansarles, el cuento lo dejaremos para el próximo capítulo.

    

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