domingo, 28 de octubre de 2018




                              CARTA A UN AMIGO.

          Desde hace un par de semanas estoy manteniendo correspondencia con Carlos Coca, un Profesor de Historia que está realizando un trabajo de investigación sobre la FAI-CNT en la provincia de Zamora. En La Opinión de pasado domingo publicó un interesante artículo sobre el  Viaducto “Martín Gil”, en el Esla.
 
          Se puso en contacto conmigo para recabar datos sobre el movimiento anarquista en Villalpando, a mayores de los que aporto en el “panfletillo” (no para este Profesor) titulado “La otra historia de la villa”. A partir de ahí estamos intercambiando misivas.
 
        Ahora transcribo fragmentos de mi respuesta de hoy a su última carta.
 
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     Amigo Carlos: 

     Estoy deseando conocernos o, al menos, conversar contigo por teléfono. 

   Estuve el pasado viernes en Zamora en la Comandancia de la Guardia Civil, el asunto a resolver era serio. (...) Ahora siento la satisfacción de estar, a mi edad, peleando como un jabato. Y ya ni te cuento como me reconforta tu correo y el artículo adjunto en “Campo Libre” periódico libertario, sobre el robo en la panera de "La maragata" y el asesinato de "El Tano".( Todo eso está en el “panfletillo” de este humilde historiador local).

    Verás que en mi libro está recogida dicha sentencia, (por el robo en la panera de La Maragata) y los nombres de los condenados, coinciden con los del artículo que me envías, páginas 215, 216 y 217.

     Actúa en esta sentencia, de Magistrado suplente, Segundo Viloria, quien después fue el carnicero más sanguinario de la represión en Zamora.

     Un dato del artículo, que desconocía, es que de los once, puede que cinco, no participaran en el "robo", aunque ""cantaran" a vergajazos y cumplieron condena. Conocí a alguno, a Paulino Botas, por ej., vive una hija, y era un hombre más bueno que el pan. 

     Impresionante el artículo de CAMPO LIBRE, (trata de la injusticia social en el pueblo) refleja muy bien aquella situación de crispación. ¿Podría publicarlo en mi blog? Miedo me da.

     No encuentro la nota de "El Heraldo de Zamora" con la reseña del enfrentamiento entre obreros, que terminaron en un crimen. Fue el 2 de Junio de 1934, pero conozco todo lo sucedido como si lo hubiera visto. Eso está en la memoria colectiva del pueblo.Hasta hace poco han vivido protagonistas.. Los autores eran muy jóvenes entonces. Viven hijos y sobrinos. Con todos los detalles alrededor de este hecho que, tan bien,  conozco saldría el guión para una buena película.

     No es extraño que el movimiento anarquista tuviera tanta fuerza en Villalpando. Posiblemente fuera el pueblo de la provincia con más cantidad de jornaleros. La población de este pueblo en 1930, con una pirámide poblacional de amplia base, pasaba un poco de los tres mil habitantes. Sería el tercero o el cuarto núcleo, detrás de Zamora, Toro, Benavente y no sé si Fuentesauco, cuando la capital tenía 17.000 h. y Benavente cinco mil y pico.

      Además se daba la circunstancia, de tres grandes latifundios, sobre todo la dehesa "El Encinar", l.000 hectáreas. Las otras cuatro o cinco "casas grandes",  andaban por las 150 a 200 hectáreas. Luego existía una abundante gradación desde esos grandes a medianos y pequeños agricultores, quienes, a poco que tuvieran, también habían de coger jornaleros para la recolección. Una clase media (bastaban 10 has. y tierras en renta para considerarse patrono), quienes, además, tan influidos por el catolicismo, eran de derechas. Vivían, con austeridad, fundamentalmente de su trabajo. Una pena que aquellos no se entendieran con los de izquierdas. Mi filosofía política la recojo en el cuento "El Jornalero", incrustrado  en los dos  libros.

      He de confesarte mi ideología más social que liberal: propiedad privada y libre mercado, sí, siempre que cumpla una función social.

      Te juro que en estos días, en este pueblo donde perduran los restos de un anacrónico caciquismo, he tenido momentos de sentir la justa rabia que impulsaba a los anarquistas.  En Zamora me trataron mejor.

     Dicho lo cual, creo que el anarquismo, cuando empezó, en el siglo XIX y XX  tuviera una justificación, pero dudo que hubiera funcionado y menos que pueda tener actualidad su doctrina.

     A mi edad y con toda mi experiencia vital de lucha  y trabajo desde bien joven, de muchas lecturas y reflexiones (comencé a trabajar como mecanógrafo y recadero de un Abogado a los 13 años, quien me pagó los estudios: libros y clases con algún maestro del pueblo; sou autodidacta; además de en la escuela he trabajo mucho de aguardientero, de labrador, de cargador de camiones de pacas, de hortelano, , teníamos cinco hijos, y a dos los sigo ayudando, en los papeles y vendiendo pimientos y melones en la calle), considero que la doctrina anarquista tiene un fallo en su base: que Rouseau (en su mito del buen salvaje) era bien intencionado pero estaba equivocado.

     No nacemos todos buenos, sino muy distintos, con muy distintas aptitudes, sentimientos, tendencias. Aquí la gran cuestión es que el bien,(en un concepto muy amplio: justicia, honradez, generosidad, sinceridad, austeridad incluso) triunfe frente al mal. Y esa es la labor de los altruistas, de los regeneracionistas que en el mundo hemos sido. Te juro que a veces me dan muchas ganas de arrojar la toalla, pero gracias a los luchadores y luchadoras generosos esta sociedad es mucho mejor que la conocida por mí en la infancia. Ese pensamiento rerconforta.

   Cómo me gustaría saber quién fue el anarquista villalpandino que asistió al Congreso de Zaragoza. Es muy posible fuera Gabriel Lobato Quevedo.

   No puse en el libro de la "Guerra..." toda la filiación de los asesinados, porque la desconocía. Todavía en 2002 existía miedo a hablar. Tampoco encontré papeles de esta Agrupación CNT-FAI en archivo alguno. Aquel mismo año, por transmisión oral de un exilado, Eufrasio el “Plin” que regresó aquel verano al pueblo, supe de la filiación de todos, que te envié por exclusión.

    ¡Pues venga!: búscate un sábado o domingo por la mañana o cualquier otra que tengas libre y nos reunimos en Zamora en torno a café o zumo, lo que te aseguro no podían hacer aquellos luchadores anarcosindicalistas de pan y cebolla, cuando lo había.

   Un abrazo.

     A. Modroño.






     Foto hecha en el corral de nuestra casa (pinchen para verla grande). Al fondo el cabañal, el corral de Cañibano y un poco del cine.  Las tres abuelas, viudas, de negro, sentadas en el centro son de izquierda a derecha, las tres hermanas Josefa, (madre de los Espinacos) Canuta (madre de los Camilos)  y María Chimeno Luna, madre de los Modroños; los tres niños sentados delante de ellas son: Gil y Antonio Modroño Herrero, los dos mayores de tío Antonio y Lola, y mi hermano Pablo Modroño Alonso.

     Las dos niñas abrazadas son Manolita Chimeno, hija de Waldino, "Tito", Chimeno Modroño, autor de la foto,  y mi hermana 

     Detrás de ella nuestra madre Chon Alonso. El primer hombre de la fila, por la izquierda, es nuestro padre, Mateo Modroño Chimeno; medio escondida, detrás de mi madre, está tía Petra Modroño Chimeno; las otra tres mujeres jóvenes, son Enoe Espinaco Chimeno, Carmen y Nana Gutiérrez Chimeno; el granuja que asoma por detrás de ellas,  subido en un un taburete, es el famoso Domingo Espinaco Chimeno, "Muralla"; la señora por detrás de Enoe y Nana, es la argentina Rosita, la esposa de "Tito", detrás de Carmen y Nana asoma la cabeza de tío Antonio Modroño Chimeno; el mocico con chaleco, camisa, cordones de Jesús  Nazareno y orejas de soplillo, es servidor. A mi lado, último de la derecha, con la mano sobre mi hombro, es mi tío David Modroño Chimeno.

     Septiembre de 1952. Primer viaje de Tito a España, desde Argentina.
                    


1 comentario:

INC dijo...

Gran amigo Carlos Coca. Ando colaborando con él, aunque en un plano más secundario, en la investigación del movimiento libertario en la provincia.

Un saludo