miércoles, 2 de julio de 2025

MI GRANITO DE ARENA EN ARAS DE LA HONRADEZ.

 




 

                            INTENTANDO CONVENCER CON RAZONES.

            El pasado viernes, en la plaza, a propósito del libro “Quien ve su villa,…”, conversé con un jubilado de FASA, creo, retornado a su aldea de origen. Lo consideraba un hombre juicioso, receptivo. No me pesa haber conversado con él. Fue sincero. Junto a sus ideas sanchistas, al final confesadas, me mostró su preocupación, su disgusto por todo cuanto está ocurriendo.

            -“Veremos si esta polarización no nos lleva a otra guerra civil”.” Si no se pueden ver los telediarios”. “Hasta con familiares me he disgustado por culpa de la política”. “Si es que los ¡otros? no paran de meterse con Sánchez”. “Todos los bulos quedarán en nada”. Me da miedo Madrid (se refería al típico tópico, ¡que viene la derecha!). “Sánchez es el pilar en que descansan las pensiones y la sanidad…”

            Había estado intentando tranquilizarle en cuanto a lo de la polarización, nada que ver con las tensiones sociales, en aquella tan distinta sociedad,  que dieron lugar al enfrentamiento del “treinta y seis”. Le informé de que siempre he estado a favor de la justicia social y de la honradez; que he peleado contra la corrupción sin importarme siglas; que incluso Pedro Sánchez, al principio no me disgustaba. Yo entonces estaba con  Ciudadanos, pero que lo de ahora “no se pué aguantá”.

            Ingresado Celdrán en chirona, a éste y los demás miembros de la secta, ¿no se les caerá la venda?

            El posicionamiento político de estos rojillos desteñidos no se basa en una doctrina ideológica ilusionante, sino en el discurso del odio. Forma parte de la personalidad de un sector de nuestra sociedad, en la que campan los frustados, resentidos, envidiosos... Debería ser la honradez la virtud de los autodenominados “progres”, como lo era para los socialistas fetén de hace un siglo.

            ¡Qué va! ¡Qué va!: aunque mermando, los inmorales sanchistas no acaban de desaparecer, a pesar de todo lo gordo cuanto está ocurriendo. Pobres de las sociedades donde no imperen los valores morales. Pobres de las democracias donde los autócratas no respeten la separación de poderes.

            A pesar de su intento, el Sánchez no ha conseguido silenciar al sector judicial mayoritario y justo. Lo está intentando, a la desesperada, con una ley para nombrar jueces y juezas cuya afinidad sea el mérito principal.

            Los jueces y fiscales, que lo son por el mérito de superar unas muy difíciles oposiciones, están, por primera vez en la historia de España, en huelga contra ese intento de aniquilar a la justicia.

            Aunque lo de Celdrán acapara todos las noticias quiero reseñar lo ocurrido en Extremadura: el Tribunal Superior de Justicia de esa comunidad ha anulado el nombramiento como Procurador de las Cortes Regionales del Presidente de la Diputación de Badajoz, un tal Gallardo, investigado por el enchufe del  hermano músico del ínclito.

            Era un nombramiento “ad hoc” para aforarle, y con ello retrasar el procedimiento judicial.

            Siendo sorprendente como un autócrata inmoral, a base de escalar, entre otros, sobre hombros tan fuertes como los del aizcolari, llegue a la cúspide del poder en una nación, lo es más el servilismo perruno de los lacayos.

            Para que el Gallardo ocupe escaño, hubo de dimitir una procuradora o diputada y renunciar otros-otras cuatro que le seguían en la lista… Si los sanchistas odian el caudillismo de Franco, ¿qué opinan de la incesante actitud caudillista de Pedrito, cuya muestra obscena es lo de Extremadura?

            No deseo que haya moción de censura, ni que dimita Pedro Sánchez, prefiero siga actuando la justicia… La prensa de hoy informa de la querella de VOX por tres presuntos delitos: “revelación de secretos, encubrimiento y destrucción de pruebas”.

            El cerco se va cerrando. Es todo tan gordo todo cuanto está ocurriendo (algo desconocido en país alguno civilizado) que por mucho que agite el titere de que viene la “derechona” (la misma en gobierna en toda la Europa democrática), le va a resultar difícil sostenerse.

            Me parece que a los jueces ya no se atreve a llamarles “fascistas con toga”.

           


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