Hoy la hemos descubierto, al revisar para pedir más ejemplares a Amazon.
Está en la pagina 129. en la que, no sé por qué, ha quedado el texto con letra minúscula. casi invisible. La copio a continuación, con letra 14, para que quien ha comprado alguno de los diez primeros ejemplares, la imprima y la meta en el libro, si quiere.
Si alguien me lo pide también lo puedo yo hacer.
aquí El Mesias”, y se fue con Él.
Era aguardientero. Un hombre muy campechano
y de joven gran forzudo.
Oí contar a sus amigos,
al señor Vicente Méndez, el
albañil, grandes proezas de sus fuerzas. Era muy querido en el pueblo.
Le mataron a un
hijo en la guerra. Otro, el mayor, mi padre,
se libró por los pelos la noche que detuvieron a su amigo,
“El Nene”. Sufrieron cierta
persecución en la postguerra.
Ambrosio de la
Puente, fue conocido con el apodo de “Cencerrilla”. Pertenecía a una
familia de pastores de toda la vida, aunque él no tuvo ovejas. Fue maestro
quesero.
No recuerdo si soltero o viudo sin hijos, se casó, por
compasión, con la viuda joven de un
jornalero, Maruca Allende, que tenía una niña, Palmira Sinde y tres niños
pequeños, Juan-Antonio, Ovidio y Victoriano Sinde. Él los sacó adelante,
ocupándose no solo de su alimentación, sino también de su educación.
Victoriano, el más pequeño, regresado al pueblo al jubilarse, me contaba que le
debía todo a su “tío”, (así era como llamaban a los padrastos) Ambrosio. Hacía un poco de vino. Yo le sacaba
el orujo. Era un hombre encantador. Le notaba mucha simpatía con los Modroños.
Pero éste, como todos, de su peripecia política, ni pío.
Sufrió cárcel y fue librado del paredón por José María
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