viernes, 24 de marzo de 2023

DEBERÍAN TOCAR LAS CAMPANAS.

 


       Esa era la forma de avisar al pueblo cada fallecimiento. También tocaban, muchas más veces, en los bautizos.

    Siendo yo niño, todavía cuatro iglesias abiertas al culto, por el toque sabíamos si difunto o difunta; si de San Nicolás, San Pedro, San Miguel o Santiago. En los últimos años ya sólo las de San Pedro tañían a muerto. Ahora ni esas. Por eso, si uno no sale de casa, o si no pasa por el lugar donde ponen las esquelas, no se entera para poder acompañar a los familiares.

    Eso me acaba de ocurrir. Lo veo en el poste de la Rampa: Angelita de Prada González, una de las hortelanas de toda la vida. ¡Vaya hombre! Tan amigo, del Juego de Pelota, como fui de joven de su hermano Fede; con buena relación con toda la familia. El funeral se celebró ayer a las dieciocho horas. Perdonen que utilice este medio para hacerles llegar mi condolencia. Como si las estuviera viendo, hasta no hace tanto, vendiendo hortalizas con el carretillo por el pueblo. Descanse en paz.

No hay comentarios: