sábado, 30 de julio de 2022

LA VERDADERA HISTORÍA DEMOCRÁTICA.- BESTEIRO.

 


            LA VERDADERA MEMORIA DEMOCRÁTICA (VII)

            En nuestro afán por reprobar la crueldad por parte de los dos bandos en la guerra civil, y elogiar también actitudes ejemplares, quiero seguir recordando a estas personas eminentes, limpias de sangre, cuya honradez es un ejemplo a seguir.

            A la figura que más veneración profeso es a la del santo laico don Julián Besteiro Fernández (Madrid 21-9-1870. Carmona, en la cárcel, 27-9-1940).

            Discípulo de la Institución Libre de Enseñanza, Licenciado y Catedrático de Filosofía y Letras, militó en su juventud en el Partido Republicano Radical, si bien, pronto ingresó en el PSOE, donde sustituyó en la Presidencia al fundador, Pablo Iglesias.

            Por apoyar la huelga ya, en dic  1917, sufrió prisión, hasta que, por ser elegido Diputado, salió en libertad.     

            Desde la Presidencia del partido y de la UGT, apoyó en principio, la dictadura de Miguel Primo de Rivera, convencido de la necesidad de imponer orden en el caos reinante para mejorar la economía, lo cual redundaría en beneficio de la clase trabajadora, como ocurrió, al aumentar las obras públicas.

            Un ejemplo del apoyo socialista a Primo de Rivera, lo tenemos en Villalpando, cuando en un pleno municipal, el presidente local, Antonio Sacristán, alude elogiosamente al “directorio”.

            Ese apoyo a la dictadura fue languideciendo; a la altura de 1927, comenzó a mostrar su simpatía por el establecimiento de una república democrática y regeneracionista, de cuyas Congreso fue el primer presidente.

            En 1934 se opuso a la huelga revolucionaria (octubre rojo en Asturias) promovida por Largo Caballero.

            Fue en la guerra civil donde la talla humana de Besteiro se agigantó. Ministro en los tres gobiernos republicanos de la guerra, Giral, Largo Caballero y Negrín, siempre su gran preocupación fue evitar los crímenes, conseguir la paz.

            En marzo de 1939, cuando la guerra estaba perdida, presionaba sobre Negrín para ofrecerle a Franco una rendición en la que, como contrapartida, el “generalísimo” se comprometiera a no ejercer ningún tipo de represión sobre los vencidos.

            Negrín, partidario de la resistencia hasta el final, apoyado por el PCE y un sector del PSOE, se opuso a las pretensiones de Besteiro, compartidas por el Jefe del Ejército del Centro, coronel Segismundo Casado, por Wenceslao Carrillo (padre de Santiago), por el anarquista Cipriano de Mera y por el militar fiel a la república, José Miaja. Llegaron, el día 5 de marzo, incluso a ejecutar en Madrid, un golpe de estado, con lucha y muertos dentro del bando republicano. Y vencieron, pero cuando le fueron con la oferta al cruel Franco éste dijo no aceptar más que la rendición sin condiciones. Fue la puntilla final. Todos los dirigentes, los pocos que continuaban en Madrid, huyeron a Valencia, a Alicante con la esperanza de huir, como ocurrió a los más jefes, en barco, en avión. Fue la desbandada general, continuación de la emprendida en febrero tras la caída de Barcelona.

            Besteiro, el único, se negó a abandonar Madrid. Él estaba limpio de sangre. Persona ingenua, de gran corazón, confiaba, aún, en la benevolencia de Franco. Sí, sí: le sometieron a proceso sumarísimo, y por haber sido socialista moderado, no le condenaron a muerte, sí a cadena perpetua, conmutada por pena de 30 años.

            En el penal de Carmona cumplía condena, un hombre, anciano para la época, resistió poco más de un año. En septiembre de 1940, recién cumplidos los setenta años, falleció. En la cárcel, ni siquiera con un malhechor hoy día se hace eso, cuanto más con un anciano tan lleno de dignidad, de esa gran talla humana e intelectual.

            La crueldad de franco en la posguerra, no tiene excusa. Vamos a suponer que lo de Guernica fuera decisión de la Legión Condor; que lo de García Lorca fuera obra de señoritos granadinos envidiosos del talento de Federico, pero lo de Miguel Hernández, Machado, Azaña,  los cientos de miles exilados, y los miles fusilados en frío en la posguerra, no tiene perdón de Dios.

           


No hay comentarios: