martes, 5 de julio de 2022

LA LEY DE MEMORIA DEMOCRÁTICA: SECTARIA, INNECESARIA Y, LO PEOR, ENGAÑOSA. (I)

 




Mis primeros recuerdos infantiles están asociados al sufrimiento causado a mi familia por la guerra civil. A mi abuela, con quien me crié, le habían matado un hijo en la guerra. A mí, el primer nieto, nacido cuatro años después, me colocaron parte del nombre del “caído”, Gil-Agapito,  al primo de Barcelona le tocó el Gil.  Todavía, en esta habitación, está colgada la foto enmarcada en óvalo de aquel muchacho. Todavía conservo cartas, recuerdos personales, sobre todo el de aquella novia que ya no se quiso casar.

El recuerdo de cuando en el parte de la radio iban a decir, “Gloriosos caídos por Dios y por España, Viva Franco, Arriba España”, desenchufábamos; el recuerdo miedoso de las visitas del Inspector de Hacienda a la aguardientería; el recuerdo de mi padre, intentando sintonizar, con el mayor sigilo, Radio Pirenaica en el “Invicta” de mis abuelos; las tertulias en la “fábrica” entre recientes combatientes en que siempre salía el Guadarrama, la Ciudad Universitaria, Brunete, Teruel, etc. Tanto, desde niño, me interesó aquello que empecé a leer todo lo que caía en mis manos. Ya de mozo, y más cuando llegó la democracia, comencé a escuchar testimonios de unos y otros, tanto de izquierdas como de derechas, o de nada, si acaso centro izquierda, de mi familia. Así, de primera mano, fui escuchando tanto dolor a Teresa Cifuentes, Garibalde, Melecio, Serapio Veledo (aunque a éste le costaba mucho hablar del asesinato de su padre, y él, con 14 años, el mayor de seis hermanos)...; escuchaba también a Lucianito, Pacorro, don Manuel Cossio (un católico moderado); a Beatriz Riaño, a mis suegros… Jamás escuché a mi padre su peripecia, de  cómo se libró del paredón; me enteré al investigar para el libro sobre la guerra en Villalpando, que mi abuelo había sido Presidente y Fundador del PRRS, que había tomado parte muy activa en el nombramiento de la Gestora Municipal de Izquierdas, en marzo del “treinta y seis”.

De fuentes orales, de investigación en archivos y hemerotecas, conozco todo lo sucedido en Villalpando en el siglo XX, y quien ve su villa, ve Sevilla; en el blog he colgado la peripecia de los anarquistas villalpandinos en Vera de Bidasoa, en el “veinticuatro”; he transcrito las actas del injusto proceso a los anarquistas que salieron a esperar a los mineros en la noche del 19 de Julio del 36. He publicado dos libros: “Víctimas de la guerra civil en Villalpando”, reeditado unos años después añadiendo las revueltas campesinas de 1.904 con el título de “La otra historia de la villa”. En ambos he procurado la mayor objetividad posible. Narro hechos  y reflejo el clima de crispación social, como en todo el país, existente en el pueblo.

Esta tarde, s.D.q., terminaré de leer, con el tomo XII, la Enciclopedia sobre “La guerra civil española”, escrita y coordinada por el imparcial historiador inglés, Hugh Thomas, en la que colaboran intelectuales e historiadores del prestigio de don Claudio Sánchez Albornoz,  Julián Marías, Camilo José Cela, etc. Con todo ello mis certezas y convicciones son firmes: HORROR, HORROR Y CRUELDAD en ambos bandos; choque de conflicto de intereses, de dos concepciones sociales y económicas (radicalismos de izquierdas y derechas, colectivismo y fascismo) ya superados; y que es necesario que las nuevas generaciones conozcan la verdad de lo ocurrido, sin maniqueísmos de buenos y malos.

Me sorprende que en estos tiempos en que las informaciones veraces se pueden buscar y encontrar en internet, (les recomiendo Wiquipedia), salga este gobierno, otra vez, intentando tergiversar la historia con esa sectaria ley.

Mira que les tengo antipatía a los del PP, (les juro me han dado motivos para ello; todavía pueden, sin perder la alcaldía de Villalpando, que podría pasar a persona joven y limpia, enmendar tanto error) pero si creen “socialistas y progresistas” que volviendo a incitar al cainismo, a la “rojería”, después de lo ocurrido en las elecciones en Madrid, CyL,  en Andalucía, van a parar la “derechización” del voto, (que ya la gente, sobre todo la más joven, pasa de la guerra, de derechas e izquierdas, de rojos y azules) están muy equivocados, pueden conseguir el efecto contrario ante la mentira: una mayor radicalización, un aumento del voto de VOX. 

Después de este artículo prólogo demostrativo de mi imparcialidad, les explicaré, en resumen porque ya hemos hablado de ello, con citas y cifras, la realidad de lo sucedido.

Fenecida la época de las revoluciones social-económicas, una queda pendiente: LA REVOLUCIÓN DE LA ÉTICA, aunque cambiar el molde con el que se fabrican los seres humanos (nace tanta gente tonta y mala), no sea fácil.


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