viernes, 8 de julio de 2022

LA LEY DE MEMORIA DEMOCRÁTICA. (III).

 

PRIMER INTENTO DE GOLPE DE ESTADO. 

 

     Lo dieron, para derrocar a la Monarquía, el 10 de diciembre de 1930, los Capitanes Fermín Galán y García Hernández, de la guarnición de Jaca. Confiaron en que, dada la simpatía de gran parte del ejército por las ideas republicanas, se iban a sumar a sublevación, lo que no ocurrió. La intentona fue sofocada sin dificultad por el ejército. Juicio sumarísimo a ambos y fusilamiento. Las ideas republicanas ya tenían sus mártires.

          No hubo necesidad de alzamiento militar. El triunfo en las capitales de provincia, que no el medio rural, de las candidaturas republicanas en unas elecciones municipales, celebradas el 12 de abril de 1931, provocó la renuncia de Alfonso XIII y la proclamación de la II República.

          Los dos partidos de izquierdas más radicales, poderosos y activos, Comunistas y Anarquistas, que estaban por la revolución, no aceptaron aquella república democrática y burguesa. El PCE no participó en las primeras elecciones, las del año 31, y la FAI-CNT, ni en las del 31, ni en las del 33. Sí en las del 36, formando parte del Frente Popular.

          Estas fuerzas del Pacto de San Sebastián, izquierdas, centro y derechas moderadas, concurrieron juntas a las primeras elecciones generales de la República, 28 de Junio de 1931. Sus diferencias ideológicas no eran tan grandes, y les unía el nexo del republicanismo: la defensa de la república LIBERAL DEMOCRÁTICA, que acabara con los vicios del antiguo régimen.

          Esta CONJUNCIÓN REPUBLICANO SOCIALISTA obtuvo en Villalpando el 73% de los votos. Y así en el resto de España. Está claro que muchas gentes de la derecha más moderada les votó.

          Las buenas intenciones de este gobierno, presidido por don Manual Azaña chocaron con una situación económica mundial adversa, con las exigencias obreristas del rápido reparto de la tierra”; con todos los obstáculos que, en las Cortes ponían los "Agrarios" a esa Ley de reforma, con la oposición de la, entonces poderosa, iglesia católica, contra la que, error de Azaña, se había mostrado beligerante la Constitución Republicana, y, unos incontrolados, prendieron fuego a varias, ya en el "treinta y uno", en aquellos primeros días, iglesias en Madrid.  Se inicia así el periodo más convulso de nuestra historia: huelgas, enfrentamientos, crispación social… Y, por si fuera poco, los sucesos de “Casas Viejas”, en los que “las fuerzas del orden”, ordenadas por el Gobierno de Azaña, reprimieron con dureza la sublevación (intento de ocupación de tierras) comandada por el anarquista “Seisdedos”. Hubo unos cuantos muertos por ambos bandos.

          Al Presidente de la República, don Niceto Alcalá Zamora, no le queda más remedio que cesar a don Manuel Azaña y convocar nuevas elecciones. Se celebran el 19 de noviembre de 1933.

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          Disuelta la Conjunción Republicano Socialista de las elecciones en el 31, repuestas las derechas del sopetón del advenimiento inesperado de la República, se reorganizaron, unieron y formaron la COALICIÓN ANTIMARXISTA, integrada por el Partido Agrario, Acción Popular, el Republicano Radicla de Lerroux, y otros partidos regionalistas menores de derechas, quienes unidos tomaron el nombre de CEDA, liderada por Gil Robles.

          Votan por primera vez las mujeres, miles de monjas de clausura salen por primera vez de sus conventos para votar, si bien, como los hombres, las mayores de 23 años. Gana el centro derecha. Alcalá Zamora encarga de formar gobierno al centrista don Alejandro Lerroux, quien lo consigue apoyado por la CEDA.

          Si en el anterior gobierno con predominio de las izquierdas moderadas, hubo no sé cuántas crisis y convulsión social, en este de centro derecha, ni les cuento. Para empezar, el alzamiento de la Generalidad de Cataluña con el apoyo de los anarquistas, que habían intentado boicotear las elecciones, y la convocatoria de la huelga general revolucionaria por parte de la UGT, en octubre del 34, mecha que prendió en Asturias, aperitivo en muertos y horrores, de la guerra próxima.

          Si al periodo del gobierno de Azaña se le llamo el bienio reformista, a este de Lerroux y unos cuantos más, se le llamó el bienio negro.

          Nuevas elecciones adelantadas. Tres en cinco años, cuarenta y seis crisis de gobierno, veintitantos grupos políticos distintos en el parlamento. El 16 de Febrero de 1936 se celebran estas terceras. En esta ocasión se reagrupan todos los partidos de izquierdas, incluidos Comunistas y Anarquistas, formando una coalición a la que denominan: “Frente Popular”. Ganan las elecciones.   La guerra civil estaba servida.     

           Así que se forma nuevo gobierno, presidido de nuevo por don Manual Azaña, una de sus primeras medidas es suprimir los ayuntamientos democráticos de derechas y sustituirlos por Gestoras de Izquierdas nombradas a dedo. Al menos eso ocurrió con el de Villalpando. (“La otra historia de la Villa”). Pongo, como botón de muestra, por eso de "su villa y Sevilla", el clima político y social en este pueblo.

          Desde el 13 de marzo de 1936 hasta el 18 de julio del mismo año, celebraron diecinueve plenos. En sus actas se refleja el estado de necesidad y de crispación existente en el pueblo. Dedican horas y viajes a intentar solucionar el  paro obrero, a aminorar inminentes situaciones de indigencia en enfermos pobres, comprándoles leche, por ej.; pero también se excedieron en autoritarismo, imponiendo montones de multas: a padres de niños por cortar flores en el paseo, por “hacer aguas mayores”, por romper una bombilla..; por pastar con ovejas, bueyes, vaca, yegüa, chivos… en regatos y baldíos hay un montón de multas.

          Expulsan de su colegio a las Hermanas de la Caridad, quienes han de mudarse a la  calle del Condado, y les exigen reparen los desperfectos en el edificio, de propiedad municipal, en la Plaza de san Nicolás que llevaban dos siglos ocupando. 

          Luego, a los tres días de nombrados, comienzan con el cambio de nombres de las calles; Calle Real por Calle de la República; calle de la Amargura por Avenida del Primero de Mayo; calle de San Isidro, por calle de Galán y García. (Los de Jaca).

          Continúan a los pocos días: plazuela de San Andrés:  España Moderna; Plazuela de San Pedro:  Ángel Galarza; plazuela de Santa María: Largo Caballero;  Plazuela de  San Nicolás: Sargento Vázquez; la de Santo Domingo, será la plazuela de “La Pasionaria”; y la de las Angustias, José Díez, el 2º del PCE; la plazuela de Santiago paso a  ser la de Santiago Moreno, un izquierdista zamorano; la de San Miguel: Marcelino Domingo; y la calle de Olleros se llamará calle de Manuel Azaña. 

          Por último, la calle Mayor, actual de la Solana, se llamará de Pablo Iglesias,  la Ronda de Santiago, calle de la Libertad, y la de San Pedro, calle de Abundio Riaño, el anarquista, tío de Marcial Villasante Riaño, muerto en Vera de Bidasoa en 1924. Al barrio de San Francisco le ponen Barrio Rojo.

          

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En la sesión de 21 de abril , ACUERDAN solicitar del Ministerio de Agricultura permisos legales “para llevar a cabo asentamientos en la Dehesa Encinar y en el Monte Coto, dada la crisis de trabajo existente”. Pero si es que en esto tenían toda la razón del mundo. Siquiera poseer unos cachos de tierra para subsistir. Cuando no había apenas industrias, en los grandes latifundios todos ponían sus ojos.

Durante los años de la II República aumentó el clima de crispación social en todo el país. Volvamos al botón de muestra de nuestro pueblo: en mayo, junio de 1934, huelga general. Los obreros de la casa grande no la respetan. Un grupo de anarquistas llega adonde araban, en el Raso, muy lejos del pueblo. Cometen con ellos vejaciones. A los dos días hermanos de los vejados se toman la justicia por su mano: matan de una cuchillada el Jefe de la FAI local y hieren gravemente a otro obrero.

Nada que ver con la situación actual de los pueblos en que la gente, la poca que queda, está despolitizada y apática. Si acaso pequeñas rencillas por los ayuntamientos. Entonces, desde muy jóvenes, todo el mundo, sobre todo los de izquierdas, tomaba parte en la confrontación política. En Villalpando existían cuatro partidos de esa tendencia: PSOE, PCE, FAI-CNT, PRRS, con afiliados, cuotas, sedes, organización, reuniones…; mítines, desfiles y cánticos todos los “primeros de mayo”…

Los de derechas, sobre todo al principio, estaban menos organizados y daban menos la cara. En las huelgas lo hacía por ellos la Guardia Civil. Constan en los archivos relaciones de simpatizantes del Partido Agrario, y de Acción Popular.

En las elecciones de Febrero 1936 el Frente Popular consigue en esta villa el 52’65 % de los votos, con una participación de más del ochenta por ciento; La coalición antimarxista el 44’51 %. El resto pequeños partidos de centro, monárquicos, independientes de derechas…

Falange Española, presentada por primera vez a unas elecciones, no obtuvo ni un voto. Sus afiliados y simpatizantes, surgidos en aquellos momentos del “treinta y seis” eran muy jóvenes, hijos de los de la Acción Popular y Agrarios, no llegaban a la edad de votar, veintitrés años. 

Por transmisión oral de los protagonistas de quienes vivieron aquello,  conozco un montón de peripecias: cuando en la procesión del Corpus un grupo de mujeres de izquierdas “apedreó” al “Santísimo”; cuando en la de la Purísima hubo forcejeo y anduvieron a la greña las portadoras de la imagen (a la que dejaron en el suelo) y las proletarias; a los pocos niños de la Calle Olleros que iban los domingos a Misa, los canteaban, al subir la Puerta de Villa, los críos de otra cuadrilla anticlerical. Eso lo sé por alguno de los que tiraban las piedras y de los que las recibían.

En la Casa del Pueblo se discutía cómo se iba a organizar el reparto de la tierra de los más pudientes… A un riquillo que construía una casa, le dijo un jornalero al pasar: -Déjala bonita que veremos quién va a vivir en ella.

Los de la Gestora poco pudieron hacer para remediar tanta penuria y necesidades en la clase baja.

En toda España, el ambiente en aquellos primeros meses del “treinta y seis”, era prerrevolucionario. Intentonas golpistas de izquierdas y derechas ya había habido unas cuantas, la más cruenta la de octubre del 34 en Asturias.

Y es que las ideologías emergentes en Europa eran el Comunismo, que había triunfado en la URSS, y el Fascismo, que había triunfado en Alemanía e Italia. Éstas encandilaban a los “Hunos” y a los “Hotros”.

Pues ya ven cuan pacífica, democrática y próspera era la situación de aquella II República contra la que, "con ayuda del capital y un ejército de mercenarios" se sublevó Franco". ¡Cómo están intentando tergiversar la historia!

 Con citas de historiadores imparciales, de intelectuales republicanos (Don Claudio Sánchez Albornoz, por ej.) resumiré con imparcialidad la guerra civil.

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