domingo, 6 de diciembre de 2020

ESCABECHINA EN LA CTª QUINTANILLA DEL MONTE.



     Con motivo de la "limpieza" de cuentas en dicha carretera provincial, una motoniveladora, mandada por la Diputación Provincial ha preparado el  degüello que les, con fotos,muestro  a continuación


       Esos son dos de los quince o dieciseis, entre almendros y pinos, arbolitos arrancados por la susodicha. Quedaron tapados. Sólo se veían las ramitas de arriba, con sus yemas florales, pegadas al suelo. Con una azada los destapé con la esperanza de que no estuvieran tronchados. Totalmente. Vean, a su lado la rodera del monstruo. Por supuesto que todos los árboles de esa parcela están plantados, cerca de la lindera, cierto, pero dentro de la finca de nuestra propiedad. En próxima fotos verán como el maquinón ha invadido la parcela. Y miren si en la linde con carreteras o caminos todos los labradores plantaran arboles, como ha hecho este señor, si no estaría más bonito.




       Ahí se ve otro pino tronchado y toda la franja de invasión en nuestro campo, sembrado de cebada.



    Miren las roderas pisando por encima de la cebada. Si es que el maquinón se metió por detrás de los árboles, dentro totalmente de la parcela. Nada de ir por la cuneta, sino por la tierra.





      Otro almendrito más cargado.




       El salvaje del maquinón no ha respetado ni a las señales. Ya verán alguna en el suelo.




    Aquí ya en Quintanilla: un hidrante en la parcela de los Áres.



   Ya lo ven: señal de tráfico al suelo.





   Miren, por el arbolito ángulo izquierda arriba, y por las huellas, como va, a lo bestia, por dentro de nuestra parcela.


   Pues ahí ven el kilómetro cinco.

    


    Esa ha quedado, "tente mientras cobro", y tapando a la siguiente señal.


   Otro pinito más, con el trabajo que me costó cavar las hoyas.

      Los roderones por dentro de la parcela.





 Ese era un almendrito.





   Miren cuántos van. Y los roderones por dentro.



    Sobre ese poste estaba la tablilla del coto de caza.




    Toda la enorme invasión de tierra dentro de nuestra parcela. Eso es ya en la esquina, en el camino transversal. Y, como ven por las huellas, la máquina por dentro.




     No ha respetado ni las entradas. Esa es también en la finca de los Áres.


CONTINÚA EL ARBORICIDIO

Acabo de llegar de reconocer el daño con una pareja de la Guardia Civil. No había querido yo solo recorrer la linde interior para no llevarme más disgusto. Nos encontramos con todos los arbolitos pequeños, los que habían agarrado de hará un par de años, después de reponer durante los años anteriores, arrasados. Unos quince arbolitos. Puede que más, porque quedaron tapados por la tierra que iba llevando la cuchilla.

Ahí van:







Miren toda la invasión de tierra, sobre la cebada. Ahí quedaron almendritos tapados. También arrancado el pino que se ve primero. Y miren las huellas:  ¡Con dos cojones!: el jumento por dentro de la parcela tapando la cebada  en una anchura de unos tres metros. Así, por lo menos, como pueden ver en la foto a lo largo de 300 metros.


 
   Más restos del crimen.




    Más tierra tapando la cebada. Y más huellas por dentro. 



   Otro pobre difunto.





      Otro más. En cada uno de ellos hay mucho esfuerzo que no sé si podré volver a repetir.





    Y otro, a este lo dejaron totalmente pelado.



     Miren la tablilla del coto de caza que estaba clavada justo en el ángulo de la cuneta de la carretera y del camino. Ese ángulo recto ha desaparecido. Ahora es un chaflán.



    ¿No les da pena ver ese hermoso pino verde arrasado?



    Más invasión en la parcela y otro pino tronchado. Las roderas son un clamor. ¿A quién pidieron permiso para invadir una finca particular?








  
Éste ha quedado revirado.




A este salvaje le daba igual arbolitos que señales. ¡Por favor!: que es un funcionario, ¿o no?, de la Excma Diputación Provincial de Zamora.


No he conseguido ponerme en contacto con el Diputado de zona. Sí con el Alcalde de Quintanilla, quien, por miedo al Covid19 no viene a Villalpando. Ha quedado en ir a verlo. Me ha dado buenas palabras.

Ahora ruego a esa minoría tan pendiente de mi blog, por ver si escribo algo por dónde puedan cogerme, que también se den por enterados de este atropello. Que hagan se ponga en contacto conmigo el Diputado de Obras de la Diputación. Sólo deseo que del vivero de la Dipu planten en nuestra parcela tantos árboles como han derribado. Lo del daño en la cebada, algo que nadie haría, se lo perdonamos. Incluso alguien se lo podría hacer llegar a Requejo. Que se acuerde como le conseguimos tres concejales para Ciudadanos.

Podría también intervenir para arreglar este entuerto un miembro de la Corporación de Villalpando, quien, lo es a la vez, del Cómite Provincial del PP, o lo era. De todos los modos muy influyente en el PP provincial.

Que esto, como siempre, quiero arreglarlo por las buenas. 




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