domingo, 26 de junio de 2016

CONFIDENCIAS.


     Vengo de votar. Al asomarme a la plaza, desde el cine, veo con Conchi a su puerta del Ideal, a cuatro monjicas clarisas, ancianas, encorvadas, diminutas en lo físico, gigantes en lo espiritual. El hábito impoluto, las sandalias, sin calcetines, enseñaban unos pies blanquísimos.

     Eran Sor Corazón, de un pueblecito leónes, Villanueva de las Manzanas, donde ejerció de sacerdote muy joven don Blas Enrique; Juanita, sobrina de don Modesto Rodríguez, aquel párroco ejemplar a quien defiendo de habladurías,  naturales de Villanueva del Campo; sor Inmaculada, hija de Roque Burgos, escribiente del ayuntamiento, sólo le queda una prima en Villalpando, Pili, "la Perica", viuda de "Popo"; sor Teresita, creo la última superviviente de la numerosa familia del  Sr. Demetrio, el de la contribución; un poco separada, charlaba con Marga, sor Carmen, actual abadesa, una chica que vino joven, licenciada, de Salamanca. Muy puesta al día en todo.

    En el convento quedaron, sor Josefa, la andaluza gordita y alegre que pasó de hermana de la caridad a clarisa; Josefa Gangoso, de Cerecinos, toda su familia se fue a Salamanca, vienen a verla sus hermanos de vez en cuando, y la otra chica de Ávila, Salamanca.

   Me confesé con sor Carmen. Le dije la reflexión que me ha supuesto la muerte de José Mari, el arreón de fe que fue su funeral; compartir dolor con su ejemplar católica familia; la Misa, las preces y cantos en el cementerio..., las palabras de agradecimiento de Andrés, las de elogio de don Tomás, los aplausos...; que me quiero agarrar a las palabras que Sara puso sobre la tumba de nuestra hija: "Yo soy el camino, la verdad y la vida. Y nadie va al padre si no es por mí".

   Ella no desaprovechó la ocasión de animarme a la práctica sacramental...


     ¡Bueno!: las elecciones. Tampoco esto es como era antes, cuando había apoderados, interventores de UCD, AP, luego PP,, PSOE,. Nada, ni uno,  solamente vi a Natalia, con su padre por allí. Me gustó. Eso es ser consecuente.


      Como estoy de confidencias les digo pienso que un mal resultado para el PP, peor que en las anteriores, no sería bueno para la nación, si esos votos no van a parar a Ciudadanos.


      La confidencia anterior no se contradice con mis críticas a la corrupción del PP, sino al contrario. A mi me hubiera gustado que el partido conservador, con las ideas del humanismo cristiano europeo de los padres de la unión, de Gasperi; Konrad Adenauer, Robert Schuman, Jean Monnet,.. y otros de gran altura intelectual y moral, de Gaulle, el social demócrata Wylli Brand,  por ej., me hubiera gustado, digo, no se hubiera manchado tanto, no hubiera albergado a tanto inmoral.


     Les confieso que ansío la paz, (la tranquilidad en el orden y en la justicia) que nada turbe la placidez de mis lecturas en el jardín, (estoy terminando la novela de Ángel, ya les contaré, ¡qué gozada) de mis tumbadas en el hierboso talud del río, entre ronda y ronda de sacar los reteles ( a veces contemplar ese cielo tan azul, entre las ramas del sauce,  los nimbos algodonosos, y el trabajo de incorporarme, supone que los cangrejos se jalen el hígado y se rían de mí); la luminosidad de la sonrisa de Edu, la esbeltez de Inés; las fotos que me llegan de Nacho y Rodrigo (cómo van creciendo, ¿los verá su madre?).


     Deseo, con mejor suerte que Azaña, "paz, piedad, perdones". Tengo armas, motivos para atacar. No deseo utilizarlas. No sé si seguiré participando en el incipiente movimiento ciudadano local. Si lo hago será con criterios de justicia, de buscar el bien común, no por otros motivos.

      
     

   



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