domingo, 7 de septiembre de 2025

LAS OCURRENCIAS DE SÁNCHEZ.

 

                       PACTO DE ESTADO CONTRA EL CAMBIO CLIMÁTICO.

Suponiendo que del maremágnum  de incendios forestales tenga totalmente la culpa el cambio climático producido por la contaminación atmosférica, ¿qué puede hacer un país como el nuestro, a pesar de las ocurrencias de Pedro Sánchez, cuando los españoles somos un ciento sesenta y cuatroava parte de la población total del planeta? En números redondos, cincuenta millones de habitantes de España  contra los ocho mil doscientos millones  de toda la humanidad.

Mejor sería que la ONU, iniciativa que podría llevar España, promoviera a nivel mundial una campaña contra la contaminación. Es cuestión de educación ciudadana. Atajar el mal en su raíz: el excesivo consumismo. Desciendo a señalar hábitos de consumo en los países desarrollados que si todos los humanos practicaran el planeta llegaría a colapsar.

De boquilla todos somos tan ecologistas como incoherentes. Empiezo a señalar vicios:

-Consumir agua embotellada, que no es mejor que la del grifo, y genera millones de toneladas de residuos, plásticos.

-Desperdicio de alimentos, toneladas, en toda España se van a los contenedores de basura. Pan, por ej. ; hemos de comer el del día, si sobra se tira. No digo lo tiramos porque en mi casa ni un gramo. Hay medios modernos para conservarlo de un día para otro, y antiguos, como hacer sopas o rallarlo para cocinar.

-No veo a niño, joven o, incluso persona mayor, que no se cambie de ato a diario, y con una postura a la lavadora.

-Excesiva higiene. Miren lo que dice la IA:La higiene excesiva no es buena, ya que puede aumentar la probabilidad de padecer enfermedades autoinmunes y alérgicas al limitar la exposición del sistema inmunitario a patógenos beneficiosos”.

Esto, por experiencia y sentido común, yo lo sabía. ¿Qué higiene tuvimos de niños y jóvenes los que hemos llegado a mayores? La pozaleta en verano, de tarde en tarde, y la palangana a diario. Aparte de los baños en la Comendadora y el Valderaduey. Al secarnos al aire nuestro cuerpo quedaba recubierto de fina pátina barrosa. Parece ser que ello era terapéutico. Ahora se practican remedios contra mancaduras aplicando arcilla.

La enorme cantidad de alergias, antes desconocidas, se debe a esta excesiva higiene en la infancia.

-¿Hay necesidad, salvo después de una sudada, de la ducha diaria, sobre todo en invierno, mojando toallas difíciles de secar? Creo que con lavarse en el bidet las partes pubendas, aparte de cara y manos cada poco, éstas antes de las comidas, por supuesto, es suficiente.

-El afán de viajar. ¿Qué creen supone de ahorro de CO2 a la atmósfera los coches eléctricos, comparados con los millones de toneladas que lanzan a la atmósfera todos los aviones, incluido el Falcon de Sánchez? Es un desbarajuste fijar la residencia, incluso a cientos de kilómetros del lugar del trabajo.

Es necesario señalar la enorme disminución de la contaminación atmosférica producida en España: hemos eliminado la siderurgia, las centrales térmicas, las calefacciones de carbón…, todo ello altamente contaminante. Madrid en invierno estaba cubierto de una boina de humo de las calefacciones , sobre todo, y el tráfico. ¿Qué contarles de la ría bilbaína? A mis hermanos, en Baracaldo, la ropa si la tendían al aire, se ponía algo negra.  El problema son los países en vías de desarrollo. Si bien la corriente mundial contra la contaminación del aire, del suelo, del agua, va en aumento. El problema es que la vida de los humanos, más si somos consumistas, inevitablemente contamina.

Sánchez debería proponer unas medidas más urgentes, baratas y drásticas: VIGILAR con drones, satélites, Guardas Forestales y Cíviles, etc. a los pirómanos. El noventa por ciento de los incendios, intencionados o por negligencias ,tiene su origen en los seres humanos. Aumentar las penas a los terroristas ecológicos.

A aquella situación “idílica” de la Sanabria, Carballeda, Aliste, Cabrera, las Hurdes… llenas de gente y de miseria, que limpiaban los montes, no vamos a volver.

La mayoría de lo quemado este verano son urces, escobas, helechos, matorral en su mayoría, en terreno montañoso, de difícil orografía. También pastos. A esos montes de la alta Sanabria, cuando lleguen las lluvias todo eso brotará de nuevo, pero a los peñascos de más arriba, miles de hectáreas despobladas, no llegaran ni vacas, ni cabras, ni ovejas. Les sobrarán pastos mucho más abajo. Aquella ganadería autóctona igual que los miles de campesinos alimentados con berzas, patatas, pan de centeno, un marrano para todo el año, llenos de carencias y enfermedades endémicas, no volverán.

En las pocas tierricas, en las cortinas de alrededor de las aldeas con las que mal subsistían, ya no quedan mujericas de negro que las labren. Se llenaron de maleza. Ahí es donde es necesario actuar para que el fuego no llegue a las desoladas aldeas con cuatro moradores cada una.





  

            ¡El cambio climático culpable de los incendios! ¡Qué no hombre: la despoblación y lo pirómanos!

En la sequía del 2.023 le echábamos la culpa al cambio climático. Y de las abundantes lluvias en 2.020, 2.024 y 2.025, ¿también tiene la culpa el susodicho cambio? O sea: ¿es conveniente llueva menos, o no llueva, para que no exista en los peñascales esa frondosidad del matorral y hierbajos que se prenda en verano?

Reconozco soy persona dada a ver los positivo, además reivindico nuestra actuación familiar de forestadores ecologistas prácticos (cuarenta mil pinitos con nuestras manos, ahora pinos verdes Lorquianos), pues entonces, en la maravillosa primavera pasada pensaba ¿lloverá tanto por el denostado cambio?

¡Pues quién sabe!: si hace más calor en la tierra y en los océanos, la séptimo décima parte de la superficie terrestre, habrá más evaporación, y por tanto, más lluvias…

De todos los modos consumamos menos.


        Esto lo conocí yo en la Semana Santa de 1960 en San Martín de Castañeda. La foto es de 1978. Ayer por la mañana.


 


                                 La señá María, "la Patiusca". Santiago de la Requejada, 1978.

  
  Si todos y todas cuantos cobran las paguitas volvieran a las aldeas de la montaña a cargar con haces de hierba pa las vacas, o de leña pa la lumbre, como esta mujerica de Santiago de la Requejada en 1978,  se evitaría la obesidad y los incendios.








No hay comentarios: