martes, 26 de enero de 2021

EL DESAYUNO DESPUÉS DE LA PRIMERA COMUNIÓN.


Las camareras, a la izquierda, de arriba a abajo: Petri Castañeda, Lucita Boyano, Carmela López, "Toba"; a la derecha, de abajo a arriba: Marilena Cossio, Lola la "Peralba"; Mari Chari, la del banco.

En el medio, los dos jóvenes sentados son Jesús Boyano y Antonio de la Nogal. "el sastre"; el niño de al lado de Jesús creo es Juanito Leal, hermano de Cristina; en el extremo a la derecha, por si había que poner orden, el entonces alguacil, Ángel Caramazana.

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Cuando estas dos fotos, año 1956 o 57, cada año recibían la sagrada Primera Comunión, cuando menos, cuarenta o cincuenta, entre niños y niñas. Entonces, antes del Concilio Vaticano II, para comulgar era preceptivo estar en ayunas, sin haber comido, ni bebido cosa alguna,  desde las doce de la noche antecedente. Por supuesto que las misas eran por la mañana.
A los niños de Primera Comunión nos preparaban a conciencia: un mes de catequesis diaria después de salir de la escuela. 
En la misa solemne, ocupábamos la nave central de la iglesia de San Nicolás. Con sábanas que llevaban de las casas, recubrían los bancos de madera. Le ponían en los extremos del posacodos, unas ramitas de sauco o de acacia (rosas apenas si había cuatro en el Paseo); vestían a niñas más pequeñas, de angelito, que iban acompañando, de dos en dos, a los comulgantes. Recuerdo que mi compañero fue una hijo de "La Pequeña", Froilán Veledo, hermano de Yeyo.

A la salida de misa, también en ordenadas filas, nos llevaban al salón de baile de Los Mantecas o al cine, donde  habían dispuesto mesas y nos daban un riquísimo desayuno: chocolate con leche y galletas, servido por las chicas de Acción Católica con uniforme de gala: mandil blanco sobre vestido negro No sé quién lo pagaría. Nunca caí en la cuenta, ni lo pregunté. No sé: puede que el Ayuntamiento o la Hermandad de Labradores... Después, acompañados de prima o hermana mayor, recorríamos las casas de los familiares y amistades grandes, dejándoles un recordatorio y recibiendo propina. A mí, con una lista grande que mi padre le había escrito a máquina, me llevó por las casas, Nana Gutiérrez; que si no hubiera cielo habrían de inventarlo para ella.



 

    En esta foto están casi los mismos mozos y camareras de la anterior. Falta Antonio "el sastre"; creo que el mozo, al fondo, a quien atiende Mari Chari y Lola Alonso es un tal Gonzalo Centeno, hermano de un Jefe de Correos que hubo en el pueblo.

    La foto tiene toda la pinta de que se están repartiendo el chocolate con leche que sobró. Así vemos como Carmela le llena el vaso a Caramazana. La niña del cuellito blanco entre ambos, diría que es Cristina Leal, y su hermano Juanito el que asoma tras el poste. En cuclillas se conoce perfectamente a las dos hijas de Goyica y Máximo, el del bar del cine, ya citado.

    No sé dónde puede estar hecha esa foto. Puede que en el corral del sindicato, donde sería ese año el desayuno.

    Se admiten ayudas para más detalles. Y pinchen en las fotos para verlas mejor.

   

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