domingo, 31 de enero de 2021
TERMINAMOS CON LAS FOTOS DEL CALENDARIO.
martes, 26 de enero de 2021
EL DESAYUNO DESPUÉS DE LA PRIMERA COMUNIÓN.

jueves, 21 de enero de 2021
ENTRAÑABLE FOTO DEL CALENDARIO.
miércoles, 20 de enero de 2021
LAS FOTOS DEL CALENDARIO
Por fin hoy he ido a buscar el calendario del Ayuntamiento, y llevo parte de la mañana embobado con las fotos, preguntando a unos y a otros para reconocer a quienes en ellas aparecen.
¡Dios mío!: qué felices si el tiempo volviera para atrás, al momento de esas fotos, y no corriera tan raudo. De todos los modos las fotos sí que nos retrotraen. Recordar es revivir. Además, llevando en el corazón a todas las conocidas, desde niño, gentes del pueblo, verlas ahora, me hace volver sentimentalmente a aquellos tiempos, en los que con todos los allí retratados tenía amistad, y si relación, buena. No sé. Me parece a mí, o es que así lo vivía, que la relación entre las gentes del pueblo era más intensa y fraterna. Y con que poco hacían una fiesta; qué poco necesitaban para divertirse. Fíjense qué descomunal muñeco de nieve.
Voy a colgarlas por separado. Primero la de la nieve, e iré citando a los que reconozco. Pido ayuda para en el reconocimiento.
Esa foto está hecha por "Tite" cuando la gran nevada de finales de febrero de 1956, en las eras de las Tenerías. Son todo gente de la calle Olleros y aledaños. Fue una nevada con ventisca, Hizo que la nieve se arremolinara e, incluso, tapara la puerta de algunas casas, y al lado nada. Pinchen sobre ella y la verán más grande y nítida.
De esa nevada hubo durante mucho tiempo, fotos en la tienda de Caramazana. Voy a ir citando a las personas que reconozco, con seguridad. Otras caras me suena, pero no soy capaz de recordarlas. Voy a utilizar nombres, diminutivos y apodos, para reconocerlos mejor.
Empiezo por la izquierda: de pie, con abrigo y en primer plano, "Vidita" Gil del Sol, de la familia de "Los Carpontes". Entresaltando, voy reconociendo a "Torano". Sigo por el fondo: uno muy moreno, a su lado, con la gorra en la mano, creo es Antonio, hermano de Segundo "Relojero"; a su lado Canucho, seguro. Salto otro, el siguiente de delante del muñeco, con la gorrilla visera de medio lado, creo es Amador, hermano de Cisla; a su lado Pedro "Carnaval", seguro. También con gorra a lo chulo, Máximo Mazariegos.
Por encima de todos, vistiendo al muñeco con su chaqueta, tenemos a Victorio "Chistera". Las tres mozas delante de Amador, Pedro y Máximo, son "Lala" la Morgata, Carmela "La Toba", y otra que no conozco.
Entre las semiagachadas reconozco a Eufemia, la madre de Claudio Infestas y a la hija mayor de Victoria la Manoja, esposa que fue de Serapio San Pedro; el niñito rubio no sé quién puede ser. Entre ambas, la morenita con la mano en la barbilla, me parece Mari Carmen López, No era de esa calle ni de esa clase, pero sí muy leñera y campechana. Pudo meterse en la movida del muñeco.
El que está en el centro, agachado, con gorra para atrás, es Emiliano de la Puente; el niño que saluda con la mano puede ser "Ofo".
Continuaremos, s.D.q., con el resto de las fotos.
lunes, 18 de enero de 2021
REPORTAJE. No es la Tierra de Pinares, sino los del Raso de Villalpando, y su alfoz,
Miren qué bonito el Paseo de Venus, antes de que se quitara la escarcha.
Los chopos de Telesforo Rojo, "Pocholo"
En la dehesa, cerca de la casa de los Hnos López.
Al llegar a Valdeconejo.
Por "El Cañal"
Trasluz: "apenas la blanca mañana había dado lugar a que el luciente febo, con el ardor de sus rayos, la escarcha diluyera, cuando ya, Alonso Quijano, no pudo llamar a su escudero porque no tenía"....
Las ramas, por poco rato, soportan el peso de la escarcha.
Por la umbría del pinar
domingo, 17 de enero de 2021
SOBRE ENERGÍA: DE LOS HUERTOS SOLARES, sin más, MEJOR OLVIDARNOS.
Nunca me han dolido prendas. Si, va a hacer dos años por ahora, comencé a promover la instalación de huertos solares en término de Villalpando, fue por el boom, propiciado por el gobierno, de las energías renovables en ese momento. En el programa del PSOE-PODEMOS está, o estaba, el sustituir todas las centrales nucleares y térmicas por energía renovable. La oferta del precio de la hectárea en renta era apetitoso. Viajé a Valladolid, a Zamora; infinidad de llamadas telefónicas, de horas dedicadas al proyecto. Llegó la pandemia y se paró todo.
Y, en esto que llega la "señá" Filomena: los paneles no producen ni chispa de electricidad; llega el anticiclón, la niebla y la escarcha, y los molinillos (estoy utilizando un lenguaje coloquial), se paran. Como hace un frío que pela, en casi todas las casas se enchufa algún calefactor eléctrico de complemento. ¿Quién, aunque tenga calefacción, no tiene en la camilla un braserillo, o no mete en el baño, para ducharse, un calefactor eléctrico? Además a las seis y media ya es de noche. No sé que hacen todos los alumbrados públicos, sobre todo en los pueblos, encendidos toda la noche
El precio de la electricidad se rige por las leyes del mercado: oferta y demanda. En el pasado abril con constante borrascas y vientos moderados, los generadores eólicos (alias molinillos, mejor molinazos) producían abundante electricidad (tenemos capacidad eólica para atender, cuando hay viento, el 50% de la demanda) el precio en que el productor vendía al distribuidor era de 10 euros maegavatio/hora. En estos días ha subido a 99 euros megavatio/hora.
Resulta que en España tenemos instalaciones de energía renovable (solar, eólica e hidráulica) para, en plena producción abastecer a la demanda, y sobrar. Lo malo es la variabilidad de su producción. Y justo, como ahora, cuando más se necesita es cuando menos producen. Y dicen los amos de las térmicas y de las nucleares, -¿Queréis luz? Pues a pagarla.
Resulta que en todo el hemisferio norte del planeta está haciendo mucho frío, que las térmicas, a base de carbón, gracias a Dios, se han ido desmantelando, que en España nos hemos cargado a nucleares que aún podrían producir. Y lo más gordo: dos en las que se había realizado inversiones millonarias (Lemoniz y Valdecaballeros), fueron abortadas, non natas. A las compañías promotoras, durante años, le hemos pagado esos millonazos en el recibo de la luz.
Entonces, ¿qué hacemos ahora? pues a darle caña a las térmicas de gas, metano, producido, el que nosotros consumimos, en Argelia, y comprarle a Francia electricidad nuclear. Como en China, por ej., también necesitan el metano, pues buques metaneros que habían salido cargados para España, son desviados para los chinitos. Pues que el metano ha subido un montón, el megavatio con él y la factura de la luz.
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Un nuevo planteamiento resulta imprescindible: se acabó el cubrir miles de hectáreas con paneles fotovaltaicos. Todavía los generadores eólicos son más eficientes, ocupan menos terreno y también, aunque menos, producen por la noche.
No, no estoy afirmando se desaproveche la energía solar, cuando esas placas, mucho más baratas que antes, transforman la luz del sol en electricidad. Así, por ej., se está ya utilizando para el riego. En Cotanes hay una instalación.
Y, sobre todo, donde se está abriendo un enorme campo es en el auto consumo, tanto en instalaciones ganaderas como domésticas. Hemos de tener en cuenta que en el transporte a través de la red, desde los grandes centros de producción a los de consumo, se pierde el 25% de esa energía. No así desde el panel en el tejado a la cocina, por ej.
Volvemos otra vez al inconveniente de la variabilidad de la luz solar. ¡Vale!: pues cocina, plancha, lavadora, nevera (con más potencia) de día, con sol. El enganche a la red es necesario. De él tiramos por la noche para alumbrarnos y la tele. Para eso deben quedar las térmicas de gas, las nucleares y la hidráulica.
He dicho que el enganche es necesario, no imprescindible. Conozco casas, donde no hay tendidos, sin enganche a la red. Por la noche un pequeño generador, y andando. Además la técnica en el almacenaje de la electricidad, mediante baterías, se está perfeccionando mucho.
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¿Y el proyecto de Castroverde que está ya en tramitación..? Aquí tendría que pedirle ayuda a mi nieto, el físico, pero si como parece su finalidad es producir HIDRÓGENO suponiendo superables las barreras de la física, me parece algo fenomenal.
En síntesis, recordamos de la escuela: el agua es H2O. En ensayos a pequeña escala en laboratorio, de siempre, mediante electrolisis, ha sido posible separar el hidrógeno del oxígeno, lo que ocurre es que para la obtención de una pequeña cantidad de hidrógeno es necesario un alto consumo eléctrico. Por lo tanto, dado el precio de la luz, es más caro el collar que el galgo.
Pero, claro: si mediante paneles fotovaltaicos se produce una gran cantidad de electricidad, muy barata, solucionado el problema: electrolisis y a llenar tanques de hidrógeno "verde", gas con infinidad de aplicaciones, sobre todo en la locomoción.
¿Y el agua? ¡Es verdad! Del Valderaduey, na de na. ¿Sería suficiente con sondeos? ¿No se podría acercar desde el canal de más acá de Campazas?
En próxima entrada trataremos de la obtención de metano, biocombustible, a partir de los residuos ganaderos, purines, por ej.
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NOTA: Acabo de hablar con mi nieto, matemático y físico superior. Así, de pronto, de memoria: que es muy viable el proyecto. Que, en peso, de un kilo de agua se obtiene una novena parte de hidrógeno. o sea CIENTO ONCE GRAMOS, lo cual, dado que es un gas., es mucho. Y que, por lo tanto, con la de un sondeo bastaría.
¡Qué ambicioso el proyecto de Castroverde! Gregorio y Cecilio: aunque sea pequeño, tenéis todo mi apoyo.
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Paneles fijos de nuestro hijo David. Cuando todo el mundo montaba los giratorios e inclinables, seguidores de la trayectoria solar, él optó por los fijos, mirando al Suroeste. Tenían algo menor rendimiento, a cambio eran más baratos y no necesitaban mantenimiento. Pasados unos cuantos años, la mecánica de los "mirasoles" está dando muchos problemas. Casi nunca están "cara al sol" ni con "camisa nueva ni vieja".
Ya de paso de los paneles, saqué esta bonita foto de la casa que fue de don Luis Delgado, "el Notario" por antonomasia.
Ahora va una de pinganillos en el corral de nuestra casa.
sábado, 16 de enero de 2021
SOBRE AGRICULTURA. La Política Agraria Común, alias PAC, que se anuncia.
viernes, 15 de enero de 2021
RECORDANDO A JOSÉ MARI LEÓN Y A LAURA VILLALOBOS.
Tal como ocurre con frecuencia, los dos cuerpos sin vida, en las distintas plantas, han compartido tanatorio.
Laura era una licenciada en derecho de 56 años, natural de Villalobos. Su esposo, Francisco Javier Gago Vidal de la numerosa familia de Santiago Gago y Nena Vidal de San Martín de Valderaduey. Mi condolencia a todos.
José Mari León era natural de Revellinos de Campos. En ese pueblo vivió hasta que hace unos años, superada penosa enfermedad que lo dejó secuelas, tuvo que abandonar labranza y ganadería. Como su mujer, Mª Jesús, es de la villa, hija de Juanito de la Puente y de Esperanza Bariego, tienen casa, se vinieron aquí a vivir.
Él ayudado de sus muletas, salía, pasaba largas horas en el paseo, cuando hacia bueno; incluso, así que asomaba un poco el sol, salía a las Cercas de San Pedro, por donde antes estuvo el caño. Tuve con él buenas conversaciones.
Hace muchos años, un día, comprando orujo por Revellinos, caí en casa de un señora, guapa y educada. Recibió una gran alegría cuando supo que yo era de Villalpando.
-¿No conocerás a la familia de Sara Alonso?
-Su hija Sarita Riaño es mi novia.
- No me digas, ¡qué alegría. ¿Cómo está el Sr. Pablo, la señora Sara, y Lolita, Ángel, Carmela..? de las dos pequeñas casi no me acuerdo. Eran muy niñas cuando yo viví en Villalpando. Sarita tenía unos preciosos tirabuzones rubios y ojos azules. La vestían de ángel y lo parecía de verdad. (Me entró una emoción que no vean)
-¿Por qué vivió usted en Villalpando?
-Mi hermana y yo nos quedamos sin madre muy niñas. La otra única hermana de mi madre, María Labra, de Vidayanes, estaba casado con un hombre de Villalpando, Luis Alonso, que era hermano de Sara. Tenían un taller a la entrada del pueblo, y vivían en una casa vieja de la plaza donde antes había un bar (el de Cayetano donde después estuvo Banesto). Al quedarnos huérfanas los tíos (de padre y madre) se hicieron cargo de nosotras. Por eso yo pasaba muchas temporadas en Villalpando, que me encantaba. Había muchas niñas con quien jugar y la escuela de las hermanas...
Creo que ya, por aquel entonces, el día del orujo, hacia 1965, habrían nacido los once hijos. Por el corral andaban jugando unos cuantos. Desde entonces no le perdí la pista a esa familia.
Pasaron como cuatro o cinco años de aquello. Fui a ver los partidos de pelota a Revellinos. Con el veterano "Litri", Eufemio del Estal, todavía en su plenitud pelotazari, y Carlos, "el artista", muerto por un rayo el muchacho, de los Toranzos, que formaba trío con ellos, le había sustituido un mocetón de 17 o 18 años, a quien llamaban "Raposo". ¡Qué estacazos con las dos manos, en la raya del medio, sacudía a las pelotas..!
Éste es el José Mari que, un tanto sin esperarlo, nos ha dejado a los 70 años de edad.
SIGUE EL FRÍO.
No suelo hablar del tiempo como asunto recurrente de conversación, pero lo de ahora es que sí merece la pena, sobre todo por la belleza del paisaje. Un escarchado, que no cencellada, tan intenso no recuerdo haber conocido. Mejor con fotos.
Estoy es el Valderaduey desde el puente de la N-VI, con el molino de Misfelis (así lo hemos conocido toda la vida) al fondo. En el puente anterior, el de las Zambranas, esta el río completamente helado. Ahí, donde la foto, no, por el caudal, que un poco más allá, recibe del alcantarillado de Villalpando.
Por ahí andaba la huerta de Abundio. Cada vez que paso por ahí lo recuerdo. La cultivó hasta el último momento.
Damos un salto: la preciosa encima de Rubén Blanco en "Las Ánimas". ¡Qué más da el propietario si para mí es igual el disfrute de su belleza.
"El Valle de las Urnias". Ahora sí más Blanco que nunca. En la foto no se aprecia lo bonito que ahora está.
No muy lejos del lugar anterior, Álvaro "echando basura", pero, aunque va a arar hondo, (en ese terreno ligero, tan compactado de las ovejas, y para tapar el estiercol, cuando deje de helar, como excepción, labrara hondo con vertedera), pero no nos vamos a olvidar de los libros de agricultura. Por ej.: en un par de meses, que ya se habrá incorporado el abono al suelo, analizaremos esa tierra. Primero ver el Ph, luego los nutrientes, para de acuerdo con su deficiencia, incorporarles los que necesite para un cultivo tan exigente como es el de la remolacha. Pero, ¿para qué añadirle, más de los que necesite?
jueves, 14 de enero de 2021
UN PRECIOSO ARTÍCULO DE BÁRBARA PALMERO QUE MERECE SER LEÍDO.
Porque yo, soy ganadera
Sucedió en un curso sobre Bienestar Animal, pero podría haber sido en otro. Uno de esos infinitos cursos de obligada asistencia para agricultores y ganaderos, en el que después de completarlo se nos concede un diploma sin el cual nuestra existencia nunca sería la misma. Y es que la titulitis también afecta al mundo rural. No se es ganadero por llevar más de veinte años viviendo entre ovejas, qué va, el título oficial de ganadero se adquiere justo en el momento en el que se está en posesión de un bonito carnét que así lo acredita.
Pues bien, en uno de estos cursos, con los que Europa nos enseña lo que ya sabíamos, al tiempo que nos descuenta dinerito de la PAC para concedérselo a otros más listos, y a cuento de una de las explicaciones ofrecidas por el veterinario que impartía las clases, uno de los allí presentes relató como anécdota que un empleado suyo de origen marroquí y credo musulmán era capaz de diferenciar a la perfección entre un plato de jamón de bellota y otro de cerdo de capa blanca, por muy haram que ambos sean.
También sucedió hace ya bastantes años, durante la llamada Guerra del Jamón. Cuando el Gobierno de CyL, de la mano de cooperativas y sindicatos agrarios, perdónalos Dios mío porque no saben lo que hacen, apostó por equiparar el jamón de capa blanca de cerdos procedentes de la industria con el jamón de calidad de cerdos criados exclusivamente a montanera y en dehesa. Todos los productores patrios de jamón ibérico de bellota defendieron a cara de perro la calidad suprema de sus alimentos, así como los científicamente demostrados beneficios cardiosaludables de los mismos. Por lo que quienes nos gobiernan a todos los castellanos y leoneses perdieron juego, set y partido.
Ha llovido poco desde entonces, pero al actual Gobierno autonómico sigue sin interesarle defender los alimentos de calidad procedentes de la ganadería extensiva y de pastoreo. Y es que en la CyL real, por oposición a la CyL de consejería y pandereta, hasta los musulmanes saben diferenciar el jamón ibérico de bellota del jamón de capa blanca. Del mismo modo que hasta el tonto del pueblo sabe de sobra que un Vega Sicilia no marida con un bocadillo de mortadela.
La ganadería extensiva y de pastoreo produce alimentos sanos y de calidad, mientras que la industria de lo barato produce lo que produce y por eso debería ir a otro ministerio. No somos legión, al contrario, cada vez quedamos menos, pero seguimos aquí, cientos de pequeños productores en modo tradicional. Agricultores, marineros, apicultores y ganaderos, orgullosos todos de nuestro buen saber hacer y de la excelente calidad de cada uno de nuestros productos. Así como de la enorme responsabilidad que supone el dar de comer a diario a millones de personas con alimentos sanos y de calidad, al tiempo que contribuimos a hacer del planeta un lugar habitable en el que poder seguir existiendo como especie.
Los alimentos sanos y de calidad procedentes de la ganadería extensiva y de pastoreo marcan la diferencia con respecto a la comida barata procedente de la industria. Porque los animales procedentes de la ganadería en extensivo y de pastoreo aprovechan los diferentes tipos de suelos, de estepa y montaña, boscosos, páramos y hasta eriales. Toman de la tierra y le devuelven a la tierra ya transformado lo que de ella han tomado. El quid pro quo de toda la vida.
Los animales procedentes de la ganadería en extensivo y de pastoreo se mueven libres como el sol cuando amanece, libres, libres como el mar, respirando aire fresco y aprovechándose de los benéficos rayos solares. Viven en perfecta simbiosis y armonía con el medio ambiente. Sin arrasarlo, como haría una plaga de langostas. Como hace la industria.
Pero al final, la facultad para elegir recae en el consumidor, que es quien debe realizar un acto de voluntad y decidirse entre alimentos sanos y de calidad o comida industrial y barata. Verbigracia, pienso para humanos. Y que es quien debe calibrar si prefiere gastarse cincuenta euros en la cesta de la compra, y después doscientos euros en cosméticos, más noventa en el gimnasio, para que reparen las consecuencias de haberse gastado apenas cincuenta euros en la cesta de la compra. O si elige alimentarse al modo de las abuelas, que sólo necesitaban usar la crema Nivea de toda la vida, porque se alimentaban como Dios manda. Y al gimnasio no iban, ni aunque les pagaran.
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¿SIBERIA? NO: VILLALPANDO. (España, de momento)
Once cuarenta y cinco. Por si no lo ven bien, CINCO BAJO CERO. ¡Ya no hace tanto frío como antes!
Los abetos del parque.
Paisaje desde la cocina que me encuentro al levantarme.
¿La tundra? No: una tierra plantada de encinas y pinos en Taragudillo.
Las brozas de la cuneta, que en verano están deseando arder.
Ese es nuestro joven pinar de Taragudillo: . Frío en las huras, acochadicos entre sí, seguro que no pasan, pero no sé qué comerán los conejos que lo habitan. Tranquilo Emilio que estos días no te comen la cebada.
La laguna del mismo paraje, hecha un témpano. Con heladas así, ¿de dónde bebían antes, cuando no había agua en los cabañales, ni en las casas, las ovejas? Romperían el carámbano de "la Redonda", o "Tenerías", o "Comendadora"...
"Mi cuerpo será camino, le daré verde a los pinos y amarillo a las genistas" Pues estas genistas no son del Mediterráneo, sino del puente de Sindo, en la autovía.
Álvaro cargando gallinaza para el regadío, única labor que se puede hacer estos días en el campo.
lunes, 11 de enero de 2021
domingo, 10 de enero de 2021
FILOMENA, CON NOSOTROS, TACAÑA
Con lo bien que hubiera venido una buena nevada para esponjar el terreno. El campo ahora tiene la justa humedad. Está muy oreado por las heladas. No hay charcos. Para ver caminos cubiertos hube de ir al Raso. Les enseño las fotos. He puesto el pie antes de cada una.
Empecemos por el río. Como ven hay dos cantos que no han roto la capa de hielo.
Una majestuosa encina superviviente al "deshicidío" de los años "sesenta". Está en la lindera contra el camino del Sebo, en la parte más meridional de la dehesa, lo que entró en el lote de subasta junto al Teso Polanco. Hace unos años plantaron pinos. Menos es nada..
Huellas de lobo sobre la nieve en dicho camino del Sebo. Lo del cánido es una pena. Con la cantidad de cadáveres, sobre todo de ovejas, y de pollos, que se producen semanalmente, y que estos pobres hayan de atacar rebaños para alimentarse. Deberían solicitar y obtener permiso los de la Mancomunidad del Raso para, en lo más recóndito del pinar, dejarles ese tipo de alimento.
Eso es la Senda de las Pegas, ya de vuelta al pueblo. Miren si no puede ser modelo para un buen cuadro de paisaje.
Esa foto está hecha en la parte de la dehesa, unas 300 Has., que por ser entonces monte bajo, se libró del descuaje. Desde hace unos años pastan ahí vacas de campo. A base de que van comiendo los carrascos más pequeños y quedando los más fuertes, éstos se van convirtiendo en encinas, como vemos al fondo. Creo esa fue la forma de que la taraza autóctona se fuera convirtiendo en dehesa, a partir de la repoblación Cristiana del siglo IX, si bien entonces las encargadas del aclareo fueron las ovejas.
Esta foto la saco desde el puente de la autovía sobre la carretera de Zamora. Camiones que estrenan, después de diez o quince años, el aparcamiento invernal de emergencias. Vean, al fondo, Agrinza.
¡Hasta la próxima s.D.q.!
viernes, 8 de enero de 2021
YA NO HACE TANTO FRÍO COMO ANTES.
El Valderaduey, como en raros años antes, igual que ahora, helado hoy a las catorce treinta horas.
Es frecuente oír a los de cierta edad, ¡ya no hace tanto frío como antes! Lo de antes depende de la edad y de los recuerdos de cada quien. Según los científicos la temperatura media del planeta, en 50 años ha aumentado en un grado, algo que no explica la afirmación anterior. Grado más o grado menos cuando hace mucho frío o calor, poca cosa es.
Sería mucho más acertado decir: ¡ya no pasamos tanto frío como antes! Hace un rato, sobre la una y pico, el termómetro de la farmacia marcaba CERO GRADOS, además con un viento del nordeste que afeitaba. Como decían los de antes, hoy va a estar todo el día helando. De madrugada tuvimos CINCO BAJO CERO.
Les explico la estampa del pueblo cuando venían fríos como estos, antes, cuando la mayoría de las calles estaban sin asfaltar; la cava y varias lagunas alrededor del pueblo; cuadras, cabañales, pocilgas, animales y muladares en todos los corrales; todos conviviendo entre la calle Olleros, Rincón de la Gloria y carretera de Madrid, entre la de Rioseco y San Francisco. Los charcos de las calles se convertían en carámbanos, el barro se endurecía, la cava y las lagunas se congelaban; de los cabañales, condensada en los bajos tejados toda la transpiración de las ovejas, colgaban pinganillos..; y en las casas, salvo en tres o cuatro, no había calefacción. Si hubiéramos pillado toda la abundancia de leña gratuita que tenemos ahora... Entonces unos palicos de manojo, o de puntas de encina, delante de la lumbre para sobre ellos echar estiercol y granzones. En esas lumbres sin llama, poco podía uno calentarse. El remedio más socorrido las camillas con los braseros de cisco; al menos, aunque se helaran las orejas, se calentaban .las partes bajas del cuerpo.
Y no les cuento lo de meterse en la cama. Lo más difícil que entraran en calor los pies. Recurríamos al ladrillo macizo caliente en el borrajo y envuelto en un paño; a la botella con agua caliente del pote; quien tenía brasas a calentar la cama con el calentador. Necesariamente los colchones habían de ser de lana, incluso con un jergón de paja de maíz, debajo; todo sobre somieres mucho más elásticos; era cuestión de hundirse en ellos, para que las que, según el tamaño de la cama, dos mantas dobladas, o tres, y una sin desdoblar, no nos aplastaran.
La gente andaba muy abrigada, sobre todo de ropa interior. Muchachos y mayores gastábamos camisetas de felpa de manga larga; los hombres también calzoncillos largos de paño. Luego camisa, chaleco, chaqueta y abrigo, los pudientes. Quien menos, los muchachos entre ellos, camisa jersey grueso y abrigo, no todos, vean las fotos de la escuela; los más pobres unas cazadoras de borra, paño grueso que confeccionaban reciclando los trapos que recogían los traperos por los pueblos. Tenían aquellas cazadoras un olor característico, no desagradable. Todos los niños, hasta la adolescencia, usábamos pantalones cortos, normalmente de pana, y calcetines largos, que, cuando le salían calcaños, las madres zurcían o remendaban. Todos andábamos con las rodillas sareadas, del frío y de los juegos. al aire libre.
De calzado andábamos peor: botas de cuero, incluido el piso, que no era grueso, en el mejor de los casos. El calzado se remendaba y remendaba. Por casa las mujeres, andaban en abrigadas zapatillas de paño y piso ya de goma. Para salir al corral se ponían las chanclas. Los pies era siempre lo más frío. Raro éramos, sobre todo niños que andábamos por carámbanos, sin sabañones en los dedos de los pies, incluso de manos. Quienes pasaban más frío podían tener sabañones incluso en las narices.
¡Bueno!: que el frío de hoy, de estos días, es tan frío como el de antes, pero nos pilla sin carámbanos en las calles, pinganillos en cabañales, ni helado el aliento en los cristales de las ventanas de dormitorios. Nos pilla mejor cobijados. Estas casas grandes, de altos techos, arriba donde dormíamos eran neveras.
Decían que las casicas pequeñas con uno o dos ventanucos, a lo sumo, en las que se criaban familias numerosas, las hacían así, pequeñas, de bajos techos, de tierra, no baldosas el piso, porque así aprovechaban mejor el calor de los cuerpos de sus habitantes.
El calor humano: cuando entrábamos en el baile el salón de los Mantecas estaba "helao", pero a medida que se iba llenando, que pegábamos unas parejas con otras al bailar, nos sobraban los abrigos. Hace muchos años que no se siente que no se palpa ese calor humano.
Ese es el calentador que mi tía usaba para calentar las camas, En casa de los aguardienteros siempre había madera. Si estaban "quemando" cogían unas brasas de la hornilla de la alquitara, si no poníamos unos palos de manojo a la lumbre. De niño disfruté de ese placer de las sábanas calientes.
El río helado de aguas abajo, cristalinas, del puente de las Zambranas.