miércoles, 3 de agosto de 2016

HOMENAJE A LAS CENTENARIAS.



      Como, páginas atrás, ya he dado los nombres y apellidos, no los repito. Si en cambio, por mor del afán histórico, quiero, sin querer molestar a nadie, precisar algunos datos erróneos allí dados.

      "Nisia" Redondo Mansilla, ni se casó, con Amalio Argüello Granado, en 1934, ni en la iglesia de Santa María, sino el día 27 de enero de 1.936, probablemente en la de San Nicolás, que pasó, arruinada la de Santa María, a ser iglesia parroquial. Lo que ocurre que la tal Parroquía, mientras vivió don Luis Calvo Lozano se siguió llamando de Santa María la Antigua.

     Hace unos pocos años, en larga conversación con Nisia, me contó que en junio de 1934, ella estaba trabajando interna, empleada del hogar, en casa de don Isidoro, que tenía la farmacia en la plaza, donde ahora está el S'áncora.

    Con Amalio me unía gran amistad, y conocía toda la peripecia vital de los de esa dolorida generación.

   Como la señá Carlota Granado,  era una de las ancianas que se reunían al fresco a la puerta de mi tío Paco, conocí perfectamente a todos sus hijos(Miguel, el pregonero; Amalio,  Vicente "Moro"; Ángel, "Matagallos; Eudosio; Luis, "Moqui", y otras tres o cuatro mujeres).  De ahí que sepa que a uno, el que se llamaba Eudosio, le pilló de crío la guerra en Madrid; que un día salió de casa de su hermana "La Chata" y nunca más volvió, que entonces tendría alrededor de 17 años. Luego el Eudosio hermano de Amalio no era el conocido con el sobrenombre de "Moro", Éste, el Moro, por lo moreno, se llamaba Vicente y estaba casado don Abdégana Alonso. Cierto que a su hijo mayor, (de mi quinta) a quien puso Eudosio, en recuerdo de su hermano, le llamamos "Morito".

   La Iglesia de Santa María se derrumbó parcialmente, un día, poco antes de empezar la novena de San Blas del año 1933. Julia "la Pacha", la encantadora memoria viva del pueblo, me recordaba anoche, que, al día siguiente, salieron corriendo de la escuela, tenía 13 años, a ver la ruina y cómo sacaban todos los santos.

   Y, ya está.

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