martes, 21 de octubre de 2008

UNA MONJITA MENOS. UNA MONJITA MENOS.

UNA MONJITA MENOS.

Hace un poco, sobre las ocho y media, absorbido por la radio, como todas las mañanas, las alegres campanas de “Las Monjas” repicaban triste. Me lo supuse enseguida: ha muerto la Echevarría.
Fui a la Iglesia. Allí estaba, diminuta, pulcramente vestida, de “cuerpo presente”.
Podría saber su edad. ¿En cuánto sobrepasa los 80?. Toda la vida la he conocido en el convento. Sus padres debieron llegar aquí por el año 20. Era contable de la fábrica de harinas, posiblemente desde su origen. No los conocí.
Ésta, durante muchos años, fue Superiora de la Comunidad. En alguna ocasión viajó conmigo a Valladolid y a Zamora. Era inteligente y culta. Estaba al tanto de lo que ocurría en el mundo. Muy amena en su conversación. ¡Un encanto!.
Entró joven en el Convento. Cuando era helador, cuando las reglas rígidas, diría yo sin querer ofender, casi inhumanas. Ahí ha pasado al menos 60 años de su vida. Y, siempre se le veía alegre, serena.
Durante su época se han realizado las grandes obras de restauración de los edificios. Hasta los años 60 aquello se caía a cachos. La última, de muchos millones, la renovación de los tejados.
María Echevarría, Sor Pilar en el convento, ha sido un ejemplo de coherencia personal. Me consuela pensar que ha vivido con la felicidad de los ascetas. ¡Dios mío!. ¡Un rayito de esperanza!.

4 comentarios:

Unknown dijo...

Por favor, Agapito, prodígate más en tus escritos. Los Villalpandinos desterrados agradecemos las noticias de nuestro pueblo; aunque sean, como en este caso,un tanto tristes.
Un abrazo.
Andrés Fernández

Agapito dijo...

Amigo Andrés:¡Cómo agradezco tu mensaje...!.Me siento en el ordenador un poco melancólico. Esta mañana he tenido otro juicio víctima del odio que no cesa. Se desarrolló bien, pero la presencia inoportuna en la sala de vistas de dos viejos odiadores que no cesan en su inquina, me ha deprimido un tanto.
Una buena siesta y ahora tu mensaje me está ayudando a superarlo.
¡Perdona este desahogo tan subjetivo!.
La necrológica de "Sor Pilar" la escribí nada más llegar de la iglesia, totalmente vacía, y con la primera impresión. Tres o cuatro monjitas estaban en el coro. Me acerqué a hablar, muy quedo, con "Juanita", sobrina de D. Modesto, de monja me parece que es "Sor Sacramento".
Después pasé un buen rato de meditación.
Llegó D. Primitivo y sus hermanas, Merce "La Monjera". Rezamos un responso. Cuando yo salía, me quedaba helao, llegó "Moreno".
Ayer participé en la liturgia del funeral. La Eucaristía la oficiaron doce o catorce sacerdotes. ¡Qué milagro y qué esperanza!: ¡algunos jóvenes!.
La homilia, pronunciada por D. Agustín Montalvo, fue profunda, convincente. La devoción de los fieles intensa. ¡Y luego!: ¡esa monjita que canta envuelta su voz celestial en el armonio....!. Yo, que he huído de los rituales rutinarios y falsos, conocedor a fondo de la hipocresía de ciertas personas asistentes, salí de la iglesia reconfortado.

¡Pues fíjate que no escribo más en la bitácora, temeroso de cansar a los lectores!. Podría colgar lo que publico semanalmente en La Voz de Benavente. Podría contar muchas cosas del pueblo, de antes y de ahora.
He estado tentado a sacar algunos de los relatos que han obtenido algún galardón, y que están inéditos.
Hace tiempo que terminé "Atisbando el borrajo", en que recopilo esos relatos. Pero, curado ya de vanidades, me está dando pereza buscar editores. Los tengo, locales y provinciales, pero intento una publicación regional.
Luego, el echar una mano a mi hijo, con el tractor y en la gestión burocrática, comercial, informativa (un foro que se llama Agroterra),etc. de la labranza,el huerto, las gallinas, el melonar, los nieticos, que viven a nuestro lado,..........
Por último es que también disfruto, cada vez más, leyendo.
No obstante, amigo Andrés, voy a tener en cuenta tu recomendación.
Un abrazo, amigo.

Anónimo dijo...

Gracias, Agapito por todos tus aportaciones. Eres nuestro único "correo"; yo que estoy algo menos desterrado que el buen amigo Andrés, no obstante cada día entro en tu blog a ver si encuentro algo.
También te animo a ambas cosas: a que te prodigues más y a que publiques pronto todo lo "pendiente".
Un abrazo. Pablo Román.

Anónimo dijo...

Querido Pablito, el de "Jíquera": (como habrá lectores que no lo sepan, el padre de Pablo, Serapio Román, llegó joven a Villalpando, procedente de su Vitigudino natal, como encargado del mantenimiento de las líneas telegráficas. Jícara, que procede de taza para el chocolate, es el nombre de la pieza, creo entonces de porcelana, en en que se sujetaban los cables. Éstas, a su vez, tenían incrustado en su interior el gancho metálico que, por el otro extremo, quedaba clavado al poste. Como Serapio reparaba las "jícaras", de ahí, degrada la palabra, lo de "Jíquera").
¡Vaya digresión!: es que tu mensaje lo agradezco tanto que he querido recordarte como te conocemos aquí, en el pueblo, con ese "el de", indicativo de ser hijo de unos padres tan queridos en Villalpando, de un padre tan amigo mío y de mi familia.
¡Pero que te voy a contar que tú no sepas de este pueblo.....!. Si tú eres de los que lo mantiene vivo con tus aportaciones en la Junta Pro Semana Santa, Cofradía, y las "pelas" que consigues. Lo del Sindicato, por ej..
¡A próposito!: A ese edificio, que es del pueblo, habría que sacarle provecho. Estamos necesitando un salón social, un lugar donde puedan ir en las tardes-noches de invierno las mamás con sus niños, señoras a conversar, tomar un algo, etc.
Me está llamando Sara. Seguiría y seguiría, con otros asuntos.
Seguiremos (s.D. y Cecilio ad-company quieren) intercambiándonos mensajes en este cacharro.
Un abrazo fuerte.