domingo, 22 de noviembre de 2020

REPORTAJE AGRÍCOLA.








     Todavía estamos en sementera, la tercera de este 2.020.

      Entre los "Cristos", 2ª quincena septiembre, cayeron 30 litros. La mayoría de los pocos labradores que quedan, aprovechó para alzar algún rastrojo. La inmensa mayoría con laboreo vertical. A primeros de octubre, los más aprensivos o con más corte, empezaron a sembrar, bien con siembra directa o convencional si estaba previamente levantado. Esas primeras siembras reverdean que da gusto.

      El veinte de octubre cayeron 80 litrazos. Parón de una semana, al menos. Al corte otra vez, en lo más ligero, hasta que  volvieron a caer otros 30 a primeros de este mes. Por eso, ahora, estamos en la tercera sementera. Miren cuan distintas formas de sembrar:

     


         Pinchen para ver la foto. Rayas en el suelo diría un labrador de los de "ara hondo". Pues efectivamente, unas rayitas cortadas por  unos discos con la justa profundidad para dejar la semilla. Eso es siembra directa, sin laboreo previo. En esa parcela se ven rebrotes de veza de la cosecha pasada. Normalmente, en siembra directa, para matar el rebrote otoñal, se aplica lo que llaman "un herbicida total". Los hay tan brutos que no se aprende el nombre de la materia activa: el famoso GLIFOSATO, tan controvertido que terminarán por prohibirlo.
       Esa sembradora lleva SEIS METROS de corte. Hay una de Cañizo que lleva QUINCE METROS DE CORTE. Quedó en llamarme para hacerle foto.
       El chico que maneja es hijo de Antonio López, de Villamayor de Campos, nieto del señor Daniel, que era cuñado de Pacorro, el de Villalpando. La foto está hecha en el término de Quintanilla del Olmo.  Esta familia son los dueños de la vaquería San Antonio, a la entrada en Villamayor a la derecha. Llevan varios años sembrando todo en directa. Por supuesto que rotando cultivos. Sus cosechas tan buenas o mejores que las de los "ara hondo". Eso ya depende del NPK y del tiempo.


      Eso que se ve al fondo el macro granja de porcino en el término de Cerecinos de Campos. Están de remates. No sé si son ocho o diez puestos de trabajo los creados.


 La siembra directa desde otro ángulo. El tractoraco es de más de 200 CV.

                            
                   La macro granja de nuevo.


     Uno "arando hondo". Cierto que con unos araditos de cohecho, que llaman, de la mitad del tamaño de los que ven abajo. De todos los modos esa tierra necesitará otros dos pases y el de la sembradora. Y si lo vuelve a pillar la lluvia, se acabó la sementera. Queda la opción del girasol. Por supuesto que tanto laboreo no supone un aumento de la cosecha. La parcela de "las rayas" puede dar tanto como la "arada hondo".


    
     Pues ahí los tienen: los arados de vertedera de cuatro cuerpos, como Dios manda. Marca OVLAC, de los mejores. Yo les llamo "el enemigo del agricultor". Son nuestros. No teníamos. Los compramos usados. Como ven están oxidados. Álvaro los utiliza en sitios muy puntuales y para el cultivo de remolacha en lo ligero.
     Les explico: Camino de Valladolid. Parcelas con un rebrote otoñal terrible. Cuando acabe la sementera empezará a tirarles una buena manta de gallinaza. Ahí, en ese terreno ligero, donde no va a sacar lonchas, ni a compactar el subsuelo con suela de labor, hay que meter la vertedera.


    Esa es una parcela de 17 Has en Cerecinos. Rotura de alfalfa rala. Álvaro la ha levantado con laboreo vertical. Todo bien movido con 25 centímetros de profundidad, pero sin voltear el terreno, sin lonchas de vertedera, sin sacar para arriba lo de abajo, para airear el terreno y no perjudicar a la fauna y flora del suelo. Al fondo se ve su tractor. Lo va a sembrar, en siembra convencional, de avena para forraje.




Aquí tienen ustedes un apero de laboreo vertical. Tres bandas de brazos que levantan. Con el paso que llevaba iba pegando la tierra en el bastidor. Detrás de los brazos, lo pueden observar, lleva dos bandas de discos, y otra de asentadores del suelo.

Como estaba haciendo el cabecero ya no se ve el rastrojo. Les aseguro que tenía paja en abundancia. Ha quedado toda envuelta con la tierra. Y, ya lo ven, de una sola pasada preparada para sembrar. Muy importante haberla cogido con la sazón adecuada.

Este agricultor, también en Quintanilla del Olmo, pueblo de su madre, es hijo de Tomás Vicente, el de Roque de Cotanes. También hacen siembra directa, pero ahí van a sembrar guisantes, y esta semilla prefiere suelos mullidos. Hace unos años sembramos 17 Has., las de Cerecinos, con siembra directa de guisantes. Llovió mucho y se aguaricharon. No nació ni uno.

----------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------- Cuando esta mañana vi lo de la foto de abajo me eché las manos a la cabeza. Terreno limo-arcilloso; término de Cerecinos, pesado y húmedo, como para hacer adobes, y meten unas vertederas terribles. Todo una pura loncha que espejea al sol. ¿Cuándo, cómo van a poder sazonar eso para sembrar? 
 Cerca de esa hay otra parcela desgraciada por las vertederas. La única que tiene charcos. Las ruedas derechas que van por debajo, sobre el subsuelo, lo compactan e impermeabilizan. Además, al voltear, se trasloca  toda la vida, fauna y flora microbianas del suelo. Pinchen para verlo grande. Son todas labores de hoy y estos días. Entre Cerecinos, Quintanilla y Villalpando es esta la última barbaridad que he visto. Ya van quedando pocos





Miren: un suelo con vida. Decía Alejandro Tapia el burgalés precursor de la siembra directa: ¿Para que voy a arar yo si lo hacen las lombrices mucho mejor? Y las hormigas,  y todos los gusanos, bacterias, hongos que dan vida a los suelos, que contribuyen a humificar la paja, restos de cosecha




Con siembra directa o laboreo vertical, las dos opciones que se han impuesto, algo muy importante, cuando no se necesite la paja, es dejarla picada en la tierra; forma de, a medio plazo, ir mejorando nuestros suelos tan pobres en materia orgánica. Al cabo de unos años, tres o cuatro cuando esa paja se haya mineralizado, le da el aporte de fósforo y potasio necesarios para buenas cosechas.

Nosotros ya nos vamos preparando para cuando prohíban el glifosato, de ahí que, aunque se tarde más, preferimos matar el rebrote otoñal con laboreo vertical y mínimo, si es posible.

Claro: los que cultivan un montón de hectáreas, un tractor con el carro del herbicida y otro, u otros dos, con sembradores directas, se traen cada día cincuenta hectáreas para casa. 
Tampoco estoy de acuerdo con estas macro explotaciones apoyadas en el glifosato. No comprendo el ansia de Has de unos cuantos. Si para vivir una familia no hace falta tanto.

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