martes, 26 de marzo de 2019

EN RECUERDO DE JULIO BURGOS FERNÁNDEZ.


    Por si a alguien le pareciera mal he dudado si dar noticia del fallecimiento de este buen hombre. Me dejo llevar por el corazón, por el sentimiento (creo además que nos dio el pésame cuando "lo" de Belén), y, sobre todo, considero que hago lo justo: primero porque al leer la esquela, me dio "una vuelta el cuerpo", no tenía noticia de su estado, era relativamente joven, me invadió la tristeza; entré en el Centro de Salud comentándolo; y segundo, porque fuera del tópico de la hora de las alabanzas, Julio era muy buena persona; porque le debía algún que otro viejo favor. que en eso, en lo de ayudar, en lo de hacer favores se nota la bondad de cada cual. 

   Su familia de los Burgos (abuelo, padre, tíos)  en Cerecinos de Campos, rama desgajada de los "Sinforianos", confiteros de toda la vida en Villalpando, eran muy amigos de mis  Modroños aguardienteros en dicho pueblo. Su madre, Patro, también de aquí, fue muy amiga de tía Petra. Y ella me lo recordaba en la residencia.

   Y luego porque cuando llegan estas pérdidas, uno siente también, aunque  manoseado,  el  por qué "para cuatro días que vivimos" nos dejaremos tanto llevar por la soberbia, rencores, odios añejos...

    Es mi intención intentar llevar un poco de consuelo a Juanita, su buena esposa, a toda la familia. Pueden creerme, de verdad, que los acompaño en el sentimiento.

NOTA: En la esquela pone Jesús. Ese sería el nombre, no sé si de pila o de Registro Civil. Como todos le conocíamos como Julio, ello llevaba un poco a confusión. Creo, como hacen en otras regiones, en la esquela deberían escribir el nombre o incluso el diminutivo o apodo con que cada persona es conocida. Se dan muchos casos: ¿Quién sabía, por ej., que "Tista" se llamaba Vidal o que "Teo", Campanero, se llamaba Doroteo?
   
      Todos descansen en paz.

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