miércoles, 15 de agosto de 2012

LOS CABESTROS FUGITIVOS , y ¡OLÉ AL AYUNTAMIENTO!.

    ¡Por fin un encierro como Dios manda!: organizado, civilizado, bello,...

     Para evitar el polvo, "La Organización" mandó regar el campo. A la hora prevista sueltan dos novillos y cuatro cabestros de la plaza de toros. Enfilan rápido, de frente, por la parcela de "La Nájera", en dirección a Quintanilla del Monte. El tropel de caballos y vehículos detrás. Calculo, lo seguía en bici de lejos, que consiguieron sujetarlos, antes de cruzar el camino trasversal, creo que en la parcela de los Sande, o por ahí. Cambian de rumbo, a la izquierda, en dirección a cruzar la carretera de Villamayor. La cruzan a la altura de la parcela de "La Iglesia", Capellanía de la Esperanza, y de inmediato la de Villanueva, por la parcela de "Las Gallegas" y la de "Tororo".Siguen por la cañada orilla del río, salen al Camino de Villalobos y entran por "La Rampla" a la calle de la Solana. En años pasados la gente se agolpaba tras las vallas, que cierran la carretera, para ver la llegada, que no se producía. Este año fuimos muy pocos los que presenciamos el precioso espectáculo de la entrada.

    Pero faltaban dos cabestros.Pasado el Cementerio, a la altura de la finca de Cañibano, abandonaron la manada y anduvieron por donde el palomar de Isidoro y por ahí. Uno de ellos, el más grande, cornigacho, no sé muy bien por dónde, cruzó la carretera de Rioseco, lLas Cercas de Santa María, subió por la cuestecilla del "Tanatorio", Calle El Espino, Plaza de Santa María, Corralones, Calle Progreso;... debió salir y  llegar a la carretera de Zamora,....

     Yo lo vi venir de regreso, de nuevo, por la C-620, a la altura de la casa de Domingo "Pajalarga",   seguido de algunos caballos y coches. Pasó por "La Rampla", las escuelas y se metió por la calle del "Toreo", Amargura, Zarandona, a la plaza. ¡Cómo un señor!.

     El otro, uno cárdeno, pequeño y gordo que parece un novillo, no pasó del antiguo "Caño de Santa María". Ahí lo ataron a un poste, lo dejaron reposar, y, una vez encerrado su compañero "pinto", que mientras andaba por el pueblo y estaba en la plaza, los coches, incluso el camión del ganadero, lo buscaban por los alrededores, incluso alguien dijo que estaría en Villamayor, lo cargaron al camión.

    El encierro bueno duró media hora, el deambular de los cabestros fugitivos, hora y medía más, en la que tuve tiempo de estar viendo a los dos novillos y cabestros encerrados correr por La Solana, de ver al jinete herido, y de seguir buscando a los cabestros tontos, gracias a la bici.

      El herido es un caballista de Medina de Rioseco. Se cayó el caballo. Tiene posible "salida del hueso del hombro, o fractura". El golpe es de consideración. Lo llevaron con suero e inmovilizado el brazo al "Clínico" de Zamora.

      Si Dios quiere, seguiremos informando.


 

2 comentarios:

FMM dijo...

El ole al ayuntamiento me lo reservo,pudo estar bien que las reses llegasen al casco urbano,pero no puede ser que tengan pensado llevarlas a la plaza mayor y esta no tenga cerradas las garitas.Se cerro deprisa y corriendo la garita que corta la plaza y la solana, y menos mal que se cerro,pudimos haber tenido alguna desgracia,y lo malo es que ya ocurrio hace 2 años con el toraco de la juventud que tambien se solto en un encierro del ultimo dia,llego hasta la plaza y no estaba cerrada.Despues el cabestro que se paseo por las calles,pues bueno,que si los caballistas fuese profesionales,se les podia pedir responsabilidad,pero desconozco si lo son o no.

Resumiendo,esos detalles de las garitas se tienen que arreglar por el bien de todos.

Saludos

Agapito dijo...

¡Gracias Fernando por tu participación!.

Admito tus objeciones.

Entre los caballistas no sé si habría algún profesional. El grupo más numeroso es de Villalpando, de la Asociación "La Espuela", a los que debemos felicitar.

Lo de no cerrar las vallas de la plaza puede que fuera porque no pensaran que entraran en la misma. Y con cerrar la de "Moreno" (en su recuerdo), era suficiente.

Esos imprevistos, como el de los cabestros fugitivos, es lo que siempre le dio salsa a los "sanroques". ¿Te acuerdas cuando se escapó uno de la plaza y fue a esconderse al río?.

Te imaginas si cuando está toda la gente tranquila en las terrazas soltaran una vaquilla. Verías tú qué risa. Sería, de verdad, descojonante.

Sigamos con la fiesta.