martes, 15 de abril de 2025

CARMEN PRIMO PÉREZ.

 

    
¡Pues ahí la tienen! Nació en septiembre de 1916. Por tanto va a cumplir 109 años.

En primer plano, a la izquierda está su hija Isabel, con gafas, al lado de Carmen, su hijo Matías; luego dos chicas o señoras, creo del Ayuntamiento de Getafe; con los brazos cruzados Andrés.
Como este blog lo leen personas mayores que viven lejos del pueblo, me permito, pues sé que no les parece mal, decirles que a esta familia le conocemos como "los Pelujos"; heredado del padre y esposo, Virgilio González, quien, a su vez, lo heredaría, pues conocimos a dos hermanas de Virgilio a quien también llamábamos las Pelujas, una de ellas, ¿Paula?, trágica viuda joven de Santos de Caso, padre de Honorino y Ángel.
Carmen perteneció a la familia de los "Molineros", dado que su padre, el señor Andrés, fue molinero en la fábrica de harinas. Eran cinco, tres hombres, Julián el electricista, creo recordar los otros dos fueron Tomás, quien vivió en la calle Angosta, y Pepe en la plazuela Argüello; creo la mayor fue, Luisa, la "Molinera". Como siempre vivieron en la carretera de Madrid, eran muy amigos de mis padres y tíos; luego en Madrid, la "molinericas", hijas de Luisa, iban mucho por casa de mi tía Lola.
Virgilio era un labrantín de aquellos heroicos. Un buen hombre. El pedrisco de la víspera de la feria, del año "coincuenta y siete", mientras la procesión del Corpus, que ese año cayó muy atrasado, y llevaron al Santísimo a la iglesia en el coche de don Luis, el Notario, ese pedrisco, digo, le arrasó una cebada. Tenía una burra amaestrada por su hijo Andrés, que le llevaba a la escuela, y luego volvía ella sola para casa. Sé que, jubilado ya en Madrid, disfrutaba con el recuerdo del pueblo, con la lectura del libro "Crónicas desde un pueblo zamorano"
Cuando un sanroque le hicieron un homenaje a tres centenarias que había entonces en el pueblo, Nisia la de Amalio, Angelita, la de Guadillo y Carmen, está era la que mejor espepitiaba sus abundantes y lejanos recuerdos: -"por San Roque salíamos a ver traer las vacas, que venían por el camino de Canillas, encima de la bodega del tío "Pascualón..."
Si es que estos molineros eran todos listos, listos...
Me sumo al homenaje.

2 comentarios:

Antonio-Isidro de Caso Crespo dijo...

Esta bonita foto… colgada y comentada por un excelente cronista , y además de esta pequeña, pero muy grande familia, González Primo. Tiene unos cimientos generacionales muy fuertes, creo que los más fuertes de todas las longevas que hoy existen en Villalpando, va para récord nacional S.D.Q. Estos sentimientos de valores de esta excelente familia, sólo Carmen la madre está quedando los genes que siempre han florecido en un ambiente, donde se aprecian las diferencias individuales, se toleran los errores, los sufrimientos y donde la comunicación, el cuidado, la sensibilidad, ternura y cariño de la buenas personas, son valores abiertos y sus reglas son flexibles entre sus tres hijos Matías, Isabel y Andrés, junto con sus nietos. El tipo de ambiente en esta familia, siempre es de cariño, ternura, compresión, amabilidad y hospitalidad que la transmisión de Carmen, la madre longeva y récord con sus 108 años, da la fuerza suficiente para que esta familia unida sea invencible y eterna, dando siempre ese chaleco salvavidas en el tormentoso mar de la vida, que al amanecer de un nuevo día siempre nos da esperanza al verla cada verano.

Administrador dijo...

¡Muy bonito, muy bonito! Das en el quid. Esa es la gran cuestión: como esa familia representa unos valores familiares que se van perdiendo.
Aquí vuelve a surgir el discutido dilema sobre el cuidado de los ancianos, si en las residencias o en sus casas.
No todos tienen unos hijos dispuestos a la molestia, al sacrificio. Cierto que otros optan se adaptan, y están tan a gusto en las residencias, sobre todo los que han vivido fuera y vuelven a su pueblo, salen, dan una vuelta, charlas con unos y con otros, los que pueden. Y ven a la gente salir de misa, las procesiones. Una amiga, me decía: me consuela mucho ver la torre de San Pedro, junto a la que me crié.
Pero no cabe duda, y lo de esta familia es el ejemplo, de que como con los hijos, con nadie.

Aprovecho para aclarar, en cuanto a los hermanos de Carmen Primo que la familia que vivía en la plazuela Argüello, era ella, creo Nina, quien era "Molinera". Su marido Ovidio, creo Sinde, era hijastro de Ambrosio "Cencerrilla", hermano de Victoriano, tío de "Juanitín".
Me gusta recordar a tan buenas gentes.