domingo, 31 de marzo de 2024

"QUIEN VE SU VILLA..."

 

 

 

                                              “QUIEN VE SU VILLA, VE SEVILLA”.

 

               Tengo una buena y decente  amiga, Rosa, quien vive muy preocupada por la situación política de España. Hace días que me viene hablando del canal del Coronel Pedro Baños. Ayer entré. En ese vídeo asegura que caminamos derechos hacía una tiranía, hacía una dictadura. Un plan comenzado en la etapa de Zapatero, y que el Sánchez continúa. Unos cuantos más medios están comentando lo mismo

               No creo que P. Sánchez tenga ese “proyecto” tan ambicioso de convertirse en un Chaves, en un Maduro, en un Ortega; aunque dada su psicopatía y su narcisismo, ¡quién sabe!

    Pero estamos en Europa. Rechazo los comentarios pesimistas. Comparto las razones expuestas por Cayetana Álvarez de Toledo: mayoría los españoles en contra de la amnistía, a favor de la Constitución, un centro derecha fuerte, con mayoría en el Senado y en las Autonomías; todos los poderes (incluido los “progres” del judicial) que se manifiestan unido; asociaciones de jueces, de Magistrados, de Fiscales, de la Abogacía, Funcionarios del Estado, (son millones); medios de comunicación, Notarios..; todos a favor de la Constitución. Un gobierno ausente del Congreso. Vacíos los bancos azules, como pueden ver en una foto más abajo. Si acaso uno, o dos, Puente, Marlasca, la Montero y Pilar Alegría, Nunca los cuatro al tiempo (Yolanda y Pedro ni pisan), mientras los del PP y VOX les dan caña a mansalva.

               Cierto que entre los socios del gobierno actual están los separatistas y una izquierda que desea romper los logros de la Transición, incluido abolir la monarquía. Zapatero fue quien resucitó un trasnochado revanchismo guerra-civilista, treinta y pico años después de la reconciliación conseguida. Encargó la “Ley de Memoria Histórica”. La redactora del borrador fue una Catedrática de Historia, Paloma Aguilar Boyano, discípula de José Álvarez Junco, nieta del Sr. David el carpintero. Posteriormente, Pedro Sánchez, la sustituyó por otra más radical, si cabe, la Ley de Memoria Democrática.

               Son muchos los escritores, historiadores que se están manifestando ante esa colosal e inmoral tergiversación histórica, que engaña a quien quiere ser engañado, creo que a gente mayor con anacrónico sectarismo. Los de mi generación, que conocimos todo de primera mano, si hemos escuchado a los “hunos” y a lo “hotros” podemos tener elementos de juicio. Además, sobre ninguna guerra se ha escrito tanto: leamos a Malefakis, a Paul Preston, a Hugt Thomas,  también a Gironella, ¿por qué no? Perdonen repita: leamos a Manuel Chaves Nogales, a Juan Eslava Galán. Ya ven que no les cito a Pío Moa, ni a Jímenez Losantos; sí a Pérez-Reverte… En internet pueden encontrar miles de documentales. Vayan a la Wikipedia, a las hemerotecas. Vean los enormes murales de Lenin de Stalín, de Pasionaria, en Gran Vía…

               En mis libros,  “Víctimas de la guerra civil en Villalpando” , y la reedición ampliada “La otra historia de la villa”, recojo todo lo sucedido, la situación política, social, económica en este pueblo. Fueron pequeñas ediciones, agotadas. Por ello voy a ir transcribiendo fragmentos que iré comentando.

                            A comienzos del siglo XX,  1.904,  por toda la “Tierra de Campos” estalló la primera gran revuelta social jornalera. El conflicto alcanzó tales niveles que el Ministerio de la Gobernación encomendó un informe al Instituto de Reformas Sociales. Éste comisionó al Catedrático de la Universidad de Oviedo, Adolfo Álvarez Buylla, quien recorrió la comarca, y redactó una memoria que no tiene desperdicio. Miren un fragmento de esa Memoria:                                                                                                                                                                                                                                                                                               

            Los males venían de muy atrás: -“Un paro estructural permanente, unas durísimas condiciones de trabajo, viviendas propias de animales, miseria espiritual y corporal, manipulación política de los caciques…”  Una olla a presión que acabó por reventar.

            Fueron numerosos los episodios (huelgas, manifestaciones, altercados, protestas, reprimidos por fuerzas de la Guardia Civil de aquí, reforzada por la  de Zamora)  acaecidos aquella primavera alta y verano, que recojo en el libro. Es un documento histórico que buscaré quién lo reedite.

            Voy a seguir copiando y comentando fragmentos.

 

 

No hay comentarios: