Ya sé que a los lectores más jóvenes nada les dice la noticia, si, en cambio, a los de cierta edad para arriba. Les doy más detalles: se llamaba LUIS LOBATO ESPINACO, hijo de Julián Lobato Gallego, (fue, muy joven, recaudador municipal de Utilidades) de la familia de "los cbocolateros", y de Anuncia Espinaco Chimeno, la mayor, creo, de los nueve hijos de tía Josefa, (Anuncia, "Muralla", Ulpiano, Narcisa, Ciriaco, Enoe, Pepita, Pedro y "Angelito") hermana de mi abuela María, madre de los Modroño Chimeno, de Canuta, de los Boyano Chimeno, etc.
Charo, su hermana, se quedó aquí cuidando de la abuela; el resto de la familia emigró al País Vasco, en Ortuella, creo se asentaron, calculo que a mediados de los cincuenta.
Aunque emigró de adolescente, nunca se olvidó de su pueblo; no faltaba ni un año por San Roque, para él y para su señora tenía reserva en el Atlanta de un año para otro. Siendo joven un toro le pegó terrible cornalón en el muslo. Llegó, en coche particular (entonces no había ambulancias de retén) medio desangrado a Zamora Tuvimos ocasión, este año, de darnos un abrazo a la salida de misa. Ayer hablé con una de sus hijas. Me dijo ella seguiría viniendo por San Roque, en recuerdo de su padre.
Luis acudió, una vez en Euskadi, a un Centro de Formación Profesional del que era bedel otro villalpandino, Maxi Redondo.. Se formó. Fue en una empresa metalúrgica controlador de calidad; más tarde consiguió importante cargo en la Diputación de Vizcaya.
Recuerdo cuando, en plena juventud, vivía su abuela, venía por Navidades. Entonces la JARC (Juventud Agrícola y Rural Católica) una rama de Acción Católica, estaba en su apogeo. Nos acompaño en algún "círculo" y Eucaristía. Él, allí, era de la JOC (Juventud Obrera Católica). Nos decía que nuestra actividad era casi puramente religiosa, pero la de ellos allá, en aquellos años, tenía mucho más carácter social. La JOC a la sombra de la iglesia, tuvo un carácter reivindicativo.
Otro abrazo: primo y amigo, "Currito".
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