lunes, 5 de septiembre de 2022

RUINAS Y NIÑOS EN SAN MARTÍN DE VALDERADUEY.-

 








  
     
     Ayer me presenté con la bici en San Martín de Valderaduey. Mi primer encuentro, con un hombre mayor que yo, padre del alcalde,  quien vive no recuerdo si me dijo que en Madrid o Valladolid, fue deprimente: -En cuanto nos marchemos los cuatro que hemos venido en agosto, esto queda muerto. No tiene remedio.

    Sigo por el pueblo recordando cuando iba a comprar orujo y vino picado con el carro y el macho, cuando no había ruinas, cuando todas las casas estaban abiertas, y había escuela de niños y niñas, fragua, donde, arroñada, ha crecido una higuera; cuando había cura, quien paseaba todas las tardes por la carretera de Zamora...

    Veo más abajo a dos señoras conversando en medio de la calle. ¡Albricias! Me acerco, ¿qué alegria!: Julia, periodista en "El País", Jefa de Prensa con el Ministro Bermejo, el que vino a inaugurar el Juzgado, hija de Pedro "el cacharrero"; la otra una de las hijas de la numerosa familia de Santiago Gago y Nena Vidal. Fue rápido pegar la hebra.

     -"Mira! , y me muestra, junto al poste la improvisada maceta, sobre una piedra de lagar, junto al poste, que ven en la foto. -La yedra tapará la goma, trepará por el poste, brote verde en un pueblo que aún tiene esperanza de vida.

     Me sigue contando:
     -"Vendimos la casa de Virginia (preciosa y muy arreglada vivienda) a una señora que ya lleva un año, encantada viviendo aquí".
     - La casa de las telefonistas la ha comprado, por 6.000 euros, un chico de 36 años. Vivía en Parla, axfisiado por la hipoteca del piso. Ha venido a trabajar en una granja de cerdos en un pueblo de la comarca. Ha vendido el piso, cancelado la hipoteca, le ha quedado un dinerillo remanente. Vive feliz.
    - También, aunque sea para pasar temporadas, han comprado la casa de Manoli y sus primos otros urbanitas.
    -  Un chico de Valladolid, a quien ofrecen una subcontrata de carpintería metálica, se está planteando montarla en el almacén de la casa de mis abuelos y habitar la vivienda. Necesita algo de arreglo, un cuarto de baño, pero como se la daríamos muy barata, incluso, por mi parte, y demás herederos, menos uno, regalada, es muy posible que venga.
      Y lo más esperanzador:
       - Mira: En esa casa (recuerdo era la de Rafael "Cachán"), vive una familia de búlgaros. Tienen tres niños que van al colegio de Villalpando, tras más de veinte años sin entrar en este pueblo el autobús escolar.
        En esto que sale la mamá, joven, guapa, con buena pinta y el precioso niño, a quienes ven en la foto. Al fondo la buena casa en que habitan en renta. Como los abuelos regentan el bar de Villárdiga, al regresar entré a hacerles un poco de gasto. 
      -"Siñor Amós mucho bueno, ponido todo nuevo. Cobrar 100 euros renta". Amós, hijo único de Rafael, es el propietario de la casa.
      Se entiende que en todas estas transaciones han entrado muebles y electrodomésticos.

      COMENTARIO.- Todo lo anterior no hace más que confirmar lo que, desde hace años, venimos diciendo: disponer de viviendas muy baratas, incluso regaladas, es un incentivo para fijar cierta población en los pueblos.
     Criticaba Julia la postura de dueños de casas en San Martín, cerradas desde hace muchos años, que ya ni pisan por el pueblo y que, como saben que sólo las venderían, si acaso, "muy baratas", ni siquiera las sacan a la venta. Son los de aquellos que ,"antes de regalarla prefiero que se caiga".
    Y se caen, ya ven el montón de ruinas en ese pueblo. Como de IBI pagan una miseria, ¡qué más da!
    Está, en cambio, la actitud social, y de sentido común, de quienes, adaptándose a oferta y demanda, en la mayoría de los casos varios herederos, se quitan el muerto de encima y venden por lo que les den. Ya hemos indicado una cifra.
    Esa actitud asocial, insolidaria, la practican igual los de una derecha que los de la otra derecha. Aunque el tópico atribuya la avaricia, el egoísmo a los de derechas, en cuanto a eso de "lo mío, mío", en cuanto a la insolidaridad, no se quedan atrás quienes presumen de socialismo, cuando no es más que una pose, que en nada se nota, cuando no es más, en los escasos residuos de los de mi generación, que ancestral revanchismo. Eso son los de "la otra derecha", igual de consumistas, asociales e insolidarios que los de la rancia derecha. Quedan en este pueblo especímenes de ambos pelajes. Coinciden también en recurrir a la violencia física o verbal, o intentarlo, contra el justo que descubre sus miserias.
    Dice el artículo antepenúltimo copiado que, en cuanto a todos los proyectos de huertos solares y eólicos, en contra de los cuales se pronuncia y razona, es la hora de los ayuntamientos para que se posicionen en contra.
    Eso de ser la hora (de tantas cosas) lo aplico.insistiendo, en cuanto a las imprescindibles medidas que deberían tomar las administraciones, ayuntamientos en primer lugar, contra las actitudes asociales e insolidarias de quienes prefieren "que se caiga" a "regalar".
     Sin que hagan falta nuevas leyes, bastaría con aplicar las existentes: obligar a derruir tanta ruina o hacerlo el ayuntamiento en su lugar, pasar factura o expropiar; COBRAS LOS IBIS morosos, O EMBARGAR; RECARGOS en el IBI a todas las casas que lleven más de dos años deshabitadas. Julia se decantaba por la expropiación, directamente,en el caso de no  mantener dichas casas en buen estado.   

P.D.- Ahora que ya se han pasado las fiestas, iniciado el nuevo curso, recuerdo a los concejales del Ayuntamiento de Villalpando a quienes, hará tres meses, dirigí una carta con abundante documentación que, salvo los dos que han dado cierta respuesta, los demás están incurriendo en una posible irregularidad, aparte de otras negligencias que he vengo señalando.
    
      
    

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