domingo, 11 de septiembre de 2022

A MI PERRITO, "FORES"



      Ayer por la mañana, sobre las doce, cuando salía del corral en el coche para ir a cortar melones, no lo vi, lo atropellé. Días antes se había cubierto de gloria cazando una rata. Lo ven en la foto. Pinchen para verlas mayores.





    Noté el golpe, me taladró su chillido. Miré para atrás. Lo vi salir corriendo por la acera de la casa de Gracia en dirección al jardín de calle Silera. Iba dejando un rastro de sangre. ¡Qué angustia!
 
   ¡Fores, Fores, Fores..! No respondía, ni estaba en casa. Me pusé a gritar llamando a Álvaro. Estaba su coche en el porche. Nadie me respondía. Sentí una inmensa soledad. Apareció una vecina. Vimos su rastro de sangre por la calle Silera, La Fuente. Hasta Santa María se veía alguna gota. ¡¡¡Dios mío!!! ¿Dónde está mi perrito?

    Cogí la bici. Lo busqué hasta la "Rampla"; regresé a la plaza. En la tienda de Toño. Luis el del Avenida, me dice que acaba de verlo en la Puerta de Villa. Cojo la calle Real en su busca. A la altura de la quesería me lo encuentro, cabizbajo de regreso a casa. Lo sigo. Ya en el corral el animalico se entregó y tumbó en el suelo.

    ¡¡¡Qué dolor!!! Tenía una herida en la parte inferior del cuello, desde el pecho hasta la boca. Me puse a llorar como un niño. Sábado por la mañana. ¿Quién lo curaría? ¿Tendría cura mi, nuestro, perrito?

      Llamé a David Camarón. Sabía que él curaba a sus galgos, pero nunca supuse tuviera esos conocimientos veterinarios y todas las medicinas y el instrumental para su cura.








      Lo llevamos a la cochera de su suegro. Sacó todo. Lo primero una spray para desinfectar; luego, cogiendo los bordes de la piel seccionada los iba juntando y grapando con una grapadora quirúrgica. Le había preguntado si no sería posible anestesiar a Fores. -No es necesario,  -me dijo. Cierto: el perrillo no se quejaba.

     Ni sé las grapas, muy juntas, que le puso.  Le aplicó unos polvos antisépticos. Le inyectó un antibiótico. Luego, ya en nuestra casa, le preparamos cama, pusimos agua a su lado, le hizo tragar una pastilla de analgésico antiinflamatorio. Yo tenía tal disgusto que no fui capaz de acompañarle a cortar melones.

      Como pasada media hora llegó, avisada por Cristina, mi nuera, Ani Miranda, la médico quien acababa su guardia de humanos en el "112". Me preguntó qué veterinario le había salvado la vida a Fores. Ella le estuvo lavando toda la sangre de las patas, del cuello. Consultó con David si ponerle otra grapa en el labio. No fue necesario. Lo lavó y desinfectó bien el labio con gasas, como ven en la foto.





 
      Ahora al levantarme, día siguiente, lo llamó. Viene. Anda tan contento por el corral.










    MEDIA HORA DESPUÉS.- Llega David Camarón a inyectarle la segunda dosis de antibiótico. El perrillo no aparecía. Lo buscamos por todos los cuartos y rincones. Yo había entrado con unas señoras y dejado la puerta del jardín abierta. ¡Pues se ha marchado!

     Durante dos horas lo busco en bici por todo, todo, el pueblo; desde Berrabueyes a la Soledad, Tenerías, Rincón de la Gloria; todas las cercas y rondas (que no no V-30) de Santiago, Santa María, San Miguel, San Pedro; Ctª Rioseco, de Madrid, hasta el Atlanta, la de Quintanilla, Puerta Villa, calle Olleros; la plaza, el centro, sin dejar ni una calle. Cansado regresó a casa. Allí me esperaba el Fores tan contento.

      Vino David, lo inyectó la segunda dosis de antibiotico y le aplicó una pomada antiséptica.

      ¡Cuán enorme es el agradecimiento de toda la familia!



  
   

    

2 comentarios:

rosabeltranpuente@gmail.com dijo...

Ohhh!!Menos mal que salvo su vida!!! Pobre animal....A ver...si en el futuro....antes de,miras siempre bajo el coche. Por descuido....hay perritos que fallecen bajo las ruedas del coche de sus propios amos. Yo, una persona que adora los animales ....(Salud, y por muchos años flores!!!) Una caricia....Flores..mejorate !!!!!!!

rosabeltranpuente@gmail.com dijo...

Por cierto...las fotos...no salen. Gracias!!!!