domingo, 3 de abril de 2022

SEMANA SANTA Y POSTUREO.

 

     Leo hoy en "La Opinión" la siguiente noticia: "MARISOL LÓPEZ  (la directora) PREGONARÁ HOY EN MADRID LA PASIÓN ZAMORANA, o algo así.

      Le respondo en comentarios, que van a borrar:  

     "Srª Marisol. ¡Cuánto postureo! ¿Es usted creyente? ¿Es usted Cristiana? "Por sus hechos los conoceréis". Los suyos son malos: Cuando me insultan en su periódico, usted no me da la justa opción de replicar. Cuando tengo importantes noticias de Villalpando que dar,  (por ej.: mi absolución en el Tribunal Supremo, que recogió el diario EXPANSIÓN) usted no las publica. Lo mismo hace con artículos llenos de interés. No sufra que salen en mi blog y en "La Mar de Campos". Mienten cuando prometen a las chicas de librería Semuret informar sobre la presentación de mi libro, y allí nadie aparece. Usted está muy lejos de la ética del Evangelio Cristiano. ¿Cuál es la causa de su veto? ¿La obediencia a su amo, el PP? No me explico otra motivación".

     Hace muchos años fui colaborador de "El Correo de Zamora". Las crónicas, después recogidas en un librito, fueron publicadas allí. En un momento difícil, di la cara y le libre al periódico de un buen paquete. Se lo cuento. (¡Tengo tanto que contar y que por prudencia me callo!)

    Era recién absorbido "El Correo, por la Opinión". A Pilar Casado le nombraron corresponsal en Villalpando. Por entonces enfermó su esposo. Ella todo lo dejó por atenderle, y me traspasó a mí la corresponsalía. Sólo tuve opción de mandar una noticia.

    Un día, en el entonces bar "El Cole", me informa un señor de que "su cuñada, profesora en el Municipal Instituto de Bachillerato, le había ganado un pleito laboral al Ayuntamiento". Como servidor tenía noticia de los conflictos laborales en ese manipulado instituto de profesores nombrados a dedo por la "señora", se creyó la noticia, y la mandé el periódico.

   Por entonces interné estaba en mantillas. Las noticias se mandaban por FAX, que yo tampoco tenía. La escribía a máquina en un folio y la llevaba a la Librería de Ángeles Casado, quien la enviaba como firmada por el CORRESPONSAL. Ese era el sistema: no constaba el nombre del o de la corresponsal.

    Pasó bastante tiempo hasta que un buen o mal día, la "señora", por esa noticia, interpone una querella por calumnia contra "La Opinión el Correo de Zamora". El entonces  Redactor Jefe, Celedonio Pérez, asustado, llama a Pilar, quien dice la verdad: que la noticia la había mandado Agapito Modroño. Igual de asustado me llama Celedonio. Pude, muy bien, haberme escaqueado. Prueba ninguna había de que yo fuera el autor; pero no iba a traicionar a Pili (cuya amistad está por encima de todo) ni a su hermana. Le conté la verdad, y asumí mi responsabilidad. Confiaba en que quien me dio la noticia, en el juicio, dijera la verdad.

    Se celebra la vista oral, juicio, en la sala principal de la Audiencia Provincial de Zamora. Aquello estaba lleno de togas, imponía: magistrados, abogado del Ayuntamiento de Villalpando, de La Opiniòn, de Pilar y mío (llevamos el mismo para los dos)... El testigo principal, alegando enfermedad, no se presenta. Como era decisivo, se suspende la vista para otro día.

    Nuestro abogado llama al referido testigo, quien le dijo la situación jodida por la que estaba atravesando, y que no declararía contra "la Ayuntamiento". Lo comprendo. Peor hubiera sido presentarse a declarar con falsedad en contra nuestra.

    ¡Menos mal que teníamos otro testigo!: el dueño entonces del bar "El Cole", quien presenció y participó en la conversación. Por aquel entonces vivía en Betanzos. Vino, al segundo juicio, de exprofeso a Zamora, pagando el viaje por su cuenta, Contó el hecho como había ocurrido. Respondió con firmeza a las preguntas de magistrados y abogados. Yo había contado la noticia tal y como me la habían dado. Quedamos absueltos, La Opinión, Pilar Casado, a quien no debieron implicar, y servidor.

    Cierto que no había llegado a celebrarse el juicio entre la profesora y el Ayuntamiento, porque éste, mejor dicho "ésta", se avino a darle a referida profesora lo que pedía. O sea: había ganado el contencioso sin necesidad de que se celebrara el juicio.

     Pues miren como me lo paga ahora la de "La Opinión", de su amo.

   

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