sábado, 12 de octubre de 2019

UN VILLALPANDINO IMPORTANTE.


    UN VILLALPANDINO IMPORTANTE: CIPRIANO PÉREZ-ARAPILES DELGADO.

    El apellido Arapiles, cuando  yo  niño y joven, era todavía muy conocido en la villa. Todos sabíamos la casa donde había vivido esta familia: la número diez de la Calle Real, Esquina al Reguero. Ausentes del pueblo, allá por 1935, se la habían alquilado a don Manuel Cossio Berrios, el abogado con quien trabajé de los 13 a los 20 años. En ella nacieron sus siete hijos, en ella  falleció don Manuel el primero de mayo de 1970.
    En el Diario de León aparecen varios reportajes dedicados al doctor Arapiles, en los que se glosa su importante labor médica y social de protección a la infancia en los difíciles años de la guerra y posguerra. Fue en esa ciudad donde transcurrió su vida profesional, de ahí que dicho periódico, titule el reportaje como “EL LEONÉS QUE APRENDIÓ PUERICULTURA EN ALEMANIA”. Luego en la letra pequeña dice que nació en Villalpando, un 8 de abril de 1.909.
    Pues resulta fue hijo de un médico quien debió llegar joven a la villa, y en ella ejercicio la medicina. En la página 76 de “La otra Historia de la Villa”, leemos de un acta municipal: “ 24 de septiembre de 1923, por traslado del médico titular, don Nicanor Pérez Arapiles a Valladolid, se adjudica, de forma interina, la plaza de la Beneficencia Municipal a don Tomás Toranzo, dotada de un haber de 1.000 pts anuales y la obligación de atender a cien familias pobres de la villa”.  
     No sabemos de otros hijos, supongo que los hubiera, de este don Nicanor, cuya mujer, por el apellido, Delgado, creo sería natural de la villa, posiblemente prima de don Luis Delgado, el Notario, por lo tanto los apellidos de este Cipriano, fueron Pérez Delgado. Ahora bien: dado que a toda esta familia se les conocía como los Arapiles, apellido procedente de la provincia de Sevilla, creo, pues igual ocurría con Cipriano: el doctor Arapiles. Es por ello que solicitara, y le concedieran en el Registro Civil, el añadir el Arapiles al Pérez. Así ha pasado a la historia: Cipriano Pérez-Arapiles Delgado.
      Volviendo a "La otra historia de la villa", leemos que al atardecer del 19 de julio de 1936, entre el grupo de sublevados que llegan en una camioneta a tomar el pueblo, está "Cipriano Arapiles", quienes corriendo detrás de un "2rojillo" que los había desafiado, se paran a la puerta de esta casa, en la que ahora escribo, pues delante de ella quedaban dos jóvenes quienes no se asustaron por los disparos al aire. La muchacha era Pacita Modroño Paniagua, el muchacho Agapito-Gil Modroño Chimeno. Ella, la prima, llorando, se echó en brazos de Cipriano y le preguntaba por su hermano Marcial, quien  entonces, cumplía la mili en Zamora.
        Cipriano estudió medicina en Valladolid, si bien terminó la carrera en Madrid. perfeccionando sus estudios especializándose en pediatría en la Universidad alemana de Heildelberg. Todo lo mucho que allí aprendió lo puso en práctica en España.
        En Valladolid conoció al fundador de las JONS, Onésimo Redondo, coincidentes en la ideología de la justicia social, la defensa de la familia y los intereses del campo. Muerto éste, los primeros días del alzamiento, en Labajos (Segovía) cuando se dirigía voluntario al frente en la sierra de Madrid, Cipriano comenzó a colaborar son su viuda, Mercedes Sanz Bachiller. Así montaron, para niños pobres, los primeros comedores de Auxilio Social, en plena guerra, en Valladolid. Pronto ese auxilio se extendió por toda la zona "nacional". Tengo noticia de que en plena guerra, en Villalpando este auxilio social lo prestaban, dando una comida diaria a niños pobres, las Hermanas de la Caridad. Nosotros conocimos el comedor de Auxilio Social donde mataban el hambre los niños de mi generación. Funcionó, en los  últimos años llevando la comida a casa, hasta los años sesenta-setenta.
       Don Cipriano Pérez-Arapiles Delgado fue el pionero científico en socorrer las carencias y enfermedades de la infancia. Fundó, en León, la primera maternidad que hubo en España. En todas las capitales y pueblos cabecera de comarca, se abrieron dispensarios donde recibían atención y ayuda las madres de los "niños de teta". A esos centros, al menos en la villa, se los denominaba como "La gota de leche". Estaba en la calle Liceo, a continuación del Juzgado Comarcal. Recuerdo ver madres de los pueblos con los bebés en el regazo envueltos en la toquilla a por "la gota, mejor los botes, de leche"..
      Nuestro personaje publicó números estudios de pediatría. Franco le propuso importantes cargos políticos que rechazo. Ello le valió la repulsa del dictador, motivo por el que no le fue concedida la Cátedra, que merecía, y a la aspiro durante toda su vida.
    Creo que este villalpandino de "Las cuatro calles" bien se merece nuestro recuerdo afectuoso 

       

   
   

    


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