sábado, 12 de enero de 2019

Y LO LLEVARON A HOMBROS.



    ,   Y lo llevaron a hombros, sí, como a nuestra Belenita, a Manolo el de Sole, muy antes, el de la señá Juliana.

       No era de esos funerales en que yo estuviera muy triste. Estuve con sus hijos en el tanatorio y su conformidad me consoló. Tenía 93 para 94 años. Hace cuatro días se le rompió una cadera. Salió bien de la operación. Le recomendó a Vicente que no corriera mucho en el regreso. Al poco se durmió y ya no despertó. Hasta el día de la caída vivió con calidad de vida. Hacía recados, jugaba a la petanca y al billar. Incluso si le dejaban, intentaba ayudar en la carnicería...

     Lo llevaron a hombros sus hijos, nietos, yernos, amigos...

     Como la iglesia estaba llena hasta arriba, y había gente fuera, cuando quise salir ya la comitiva avanzaba frente a los pretiles. Entonces vi la caja sobre todas las cabezas. Esa estampa me emocionó. Nudo en la garganta y lágrimas, como fuego, en los ojos.

      ¡Los hijos!  ¡La familia..! 

     Según la costumbre de entonces, Manolo se caso ya algo talludo, con Sole, de la familia de "Los Tachueleros", unos años más joven.

      Claro: cuando oigo a las parejas de ahora, en edad de procrear, que no tienen niños, o uno, porque la vida está muy mala, porque antes hay que tener casa, coche, vacaciones, dinero... vienen a mi memoria estas familias de no hace tanto. Manolo tenía la casa de su madre, en San Miguel,  rincón de la Ctª de Rioseco, donde el taller de Nanín, un mostrador debajo de la escalera, el tajo, la macheta, dos cuchillos y una bicicleta para transportar las ovejas que luego despachaba Sole en la "carnicería", y él por los pueblos. Y con eso empezaron a tener niños. Ocho: cinco hombres y tres mujeres. Inmenso capital humano, porque todos son buenas personas, listos y trabajadores como rayos.

     Bien pronto los mayores empezaron a ayudar, compraron la casa de los San Román en San Pedro: matar marranos, alguna que otra ternera, "la cuatro latas" gris...

     De los ocho, seis se han buscado la vida en el pueblo. Mª Luz vive en San Pedro, pero trabaja aquí. Cinco familias que le dan inmensa vida a la villa. Que son indispensables en la comarca. ¿Qué sería de nuestros hogares, de nuestros electrodomésticos, si no fuera por las tiendas y la especialización de "Míguel" y Pedrito?

     ¿Quién no conoce la carnicería Villalblanco en la que hay que sacar número para coger la vez? Seis puestos de trabajo (que serían siete, porque Vicente trabaja lo que dos), cuatro nóminas, dos para sus hermanas, seis seguridades sociales,   el lechazo más selecto exportado a media España...

     Manolo Blanco Andrés y   Soledad de Prada Núñez (creo la novena de los once o doce o Tachueleros); Mª Luz, Juanita, Miguel Ángel, Vicente, Andrés, "Jose",  Almudena y "Pedrito", una familia ejemplar. ¡Cómo no iban a llevar a su padre a hombros al cementerio!   ¡Cómo servidor, con lo llorique que es, no se iba a emocionar    
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       También ha fallecido Aurelio Rubio Alija, el del Valle. Llegó soltero, con hermana y hermano, al pueblo cuando compraron esa finca.

      Se casó con la riosecana Tere Morán, de los de la fundición, padre y hermano murieron en accidente de tráfico.

      Ejerció de procurador y de agricultor. Muy integrados en el pueblo son familia querida.

      Descansen en paz. 
      

3 comentarios:

Carlota Argüello Ruiz dijo...

Aun a pesar del sentimiento, bonito recuerdo a los difuntos.

Carlota Argüello Ruiz dijo...

Aun a pesar del sentimiento, bonito recuerdo a los difuntos.

Carlota Argüello Ruiz dijo...

Aun a pesar del sentimiento, bonito recuerdo a los difuntos.