miércoles, 23 de enero de 2019

EN RECUERDO DE PRIMI.



    En recuerdo y homenaje a una persona tan de Villalpando como la Puerta de Villa, el Arco de Santiago y  el ábside de Santa María: Primitivo Redondo López.

    En los últimos meses no se pasaba día sin acordarme de Primi, deseando, al menos, que no sufriera. Las noticias no eran buenas. Y, aunque se esperaba el desenlace, cuando esta mañana, Álvaro me ha dado la noticia, "la vuelta al cuerpo" ha sido inevitable. Son tantos y tantos los recuerdos. Era tan buen conversador. Ahora se me vienen todos a una: de cuando estuvo en los frailes en Medina del Campo, de cuando iba a los campamentos, de los partidos de fútbol, del trabajo en la peluquería; de la mil historias del pueblo que él tan bien conocía.

     Escucharle era revivir aquel pueblo de eras, bodegas, majuelos, barbechos, mulas y labrantines, gran parte de los cuales pasaban por la barbería de su padre, quien también era practicante. La del Sr. Primitivo era la que tenía más trabajo. Otras tres había en el pueblo: la de "Capucha" al principio de Zarandona, la del Sr. Esteban, esquina a Miraflores,y la de Pepe "el Seco", después de Gatero.

     He dicho barberías, pues rasurar era su principal trabajo. Rostros curtidos, surcados de arrugas, con la arenilla del raso o el polvo de la lomba, haciendo cuerpo con las barbas y el sudor.

    -"La víspera del "dieciocho" de julio, de Santiago y de San Roque, había cola en el soportal. Venían con barba de quince días, o de un mes. Muchos se quedaban dormidos mientras esperaban o en el sillón, acariciados por la navaja. Yo, desde niño, ya enjabonaba, y  cada poco tenía que ir a por agua al caño de Santa María"...

    Cuando empecé a publicar en La Opinión "Las Crónicas", él era el más fiel seguidor, él me animó a reunirlas todas en un libro; él me prestó no pocas de las fotos.

     Como nadie se muere del todo mientras haya alguien que lo recuerde, ese es el motivo de estas letras: recordar a persona tan querida y a ese equipo de fútbol de mi infancia, que llenaba el campo (un cacho de tierra de la "Nájera", con tres palos de porterías sin redes, y una caseta de tapial, sin ventana, de la que perdura un muñón de tierra), y con quien algunas veces viajé, cuando jugaban fuera, en la caja del camioneto de los Modroños, cuando andaba, que no era siempre.

   Como homenaje a aquellos futbolistas, a aquel equipo del que Primi, con 16 años, era el medio volante motor; futbolistass de balones con ojales, cordones y boquilla en la cámara, con botas de zapatero y traslados en camioneto, he colgado la foto de la que doy la alineación:

     De izquierda a derecha, de pie:

      Vidal Redondo, hijo de la señora Valentina y del Sr. Julio el cortador. Casa en la Calle Real.

     Manolo Vega, "Brillantina", hermano de Ricardo, no hace falta decir más. Superviviente y p'a rato.

     José Luis Rupidera, el portero fenomenal. Toda su familia se fue a Cataluña, de donde procedía el padre. Él, ya antes, había emigrado a los "saltos". Ahora vive en Salamanca.

     El siguiente, también con venda por la frente, como Vidal, era el malogrado, Jesús Toranzo Rodríguez, hijo de don Tomás, el médico.

     El sigue Primi. más pequeñito porque era casi un niño y no había terminado de crecer. A su lado, por el brazo por encima, Luis "Pillollo", también fallecido muy joven. Por último, bien encorbatado, el entrenador, Julio Rubio. No hace falta decir más.

     En cuclillas: primero izquierda, "Gilo", Ángel Mazo Iglesias, hijo del farmacéutico Pepe Mazo. Vive en Madrid.

       El siguiente con venda es "Pite". Se llamaba Ramiro, pero nadie lo sabía. Era el menor de los hijos varones del Sr. Frutos el quesero, hermano de Juanito esposo de Carmen Allende. Una hija suya, bien guapa, es esposa de José Luis, hijo mayor de Tiomoteo, el de la "contribución" .

     El siguiente agachado, de frente despejada, es Luis Pîllollo, mucho después cuñado de Primi, pues sus esposa, "Mimí" y Almudena Burgos son hermanas.

    Al lado del anterior, con la imagen más borrosa, pues tendría la cara bronceada de soles, es Aniano, el legendario delantero centro, a quien una vez un portero le rompió una pierna.. de Aniano Gil no es necesario dar más detalles. Salvo los más jóvenes todo el pueblo lo recuerda en el polideportivo.

    Por último el veloz extremo izquierdo, Rafa, Rafael Alejos de Prada, el segundo de los cuatro panaderos hijos del Sr. Petronilo, quien era telegrafista, y de la señora Victoria de los "Moriques".

     Creo que a Primi le gustaría este recuerdo de amigos tan entrañables. ¡Vaya alineación sobre la bóveda azul que recubre  nuestro pando!      



    

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