domingo, 11 de noviembre de 2018

HUEVOS CAMPIEROS Y MÁS COSAS.








           Pues esas  gallinas están en la nave de "Candi" Mazariegos, en el camino viejo del Cementerio, por el que iban los entierros desde la iglesia de San Miguel.

      La han reformado y adecuado para gallinas ponedoras en libertad. Ya ven los felices que viven: los bebederos altos, el agua directa al papo; la comida limpia, sana y abundante, los ponederos, a la derecha, recoletos e íntimos, la caca al foso, para no pisarla... Además tienen todo ese campo que muestro en las fotos. Puede que llegue a las dos hectáreas, desde el camino dicho, por toda la orilla de la senda de la finca de Luis Mazo, hasta la senda de Las Putas. (Ignoro el origen toponímico del término. En las escrituras ponían senda de "Las Damas", cuando era "pecao" decir puta, termino actualmente muy en desuso, puesto que se denominaba así, como un baldón, a la mujer que mantenía relaciones sexuales fuera del matrimonio. Al hombre que hacía lo mismo le llamaban "machote").

      Decía que poseen todo ese terreno, bien cercado, para escarbar, picotear, "escogollarse". (Atento Luciano: las gallinas de los corrales se escogollaban en el "faldeo" del muladar, donde echábamos la "cernada", forma natural de matar los piojos).  Hoy, como llovía, ninguna andaba mojándose.

     En los días soleados, sobre todo cuando llegue la primavera, dará gusto verlas por allí. Mi sugerencia:  esas tres mil gallinas, serían más felices, si dispusieran de unos treinta gallos, lo cual también se notaria en la calidad de los huevos, por tener "galladura", estimulante afrodisiaco. ¡Cómo iban a cantar y copular!

    Estos huevos camperos, tan naturales. son de mucha mayor calidad que los de las gallinas industriales, encerradas en incómodas jaulas, casi  desplumadas, a quienes les dan de todo para  explotarlas al máximo, para que la cáscara y la yema sean más artificialmente rojas. Estas camperas, como las de corral tienen la yema más clara, pero más, creo sana, y seguro, sabrosa.

     Los venden en panadería Liceo. Son más caros que los industriales, pero merece la pena. Mª Jesús y Charly los utilizan para las magdalenas y demás repostería. Nada que ver con la bollería industrial, incluso con las galletas. En nuestra casa ya no entran. Para el desayuno magdalenas de Villalpando: harina, huevo, aceite de oliva, azucar, y ¡se acabó! 


      

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