lunes, 29 de julio de 2013

OFERTA


     Pues resulta que, con mucha ilusión, sembramos una parcela de garbanzos. Aunque algo ralos estaban bonitos, y todavía medio verdes, cuando los pilló el tormentón del domingo aquel por la tarde. En ese corro hubo mucho pedrisco. Me destrozó el melonar y al garbanzal lo dejó maltrecho.

    Ahora ha venido a tasar el daño el perito de "Agroseguro". Lo justo para pagar los gastos. Me dice que no merece la pena cosecharlos, aunque hay corros aprovechables. Me da pena que queden allí. Ayer apañé un caldero de vainas. Hoy Sara ha puesto cocido. Están riquísimos. Son cocheros.

   Si me pillara joven, allí no quedaban. Mis hijos, con la leña, están muy ocupados y no se van a liar en trabajos de antiguamente. Yo echaré allí algún rato, lo que aguanten los riñones, apañando vainas. En una hora se llena un saco.

    Por tanto: QUIEN LO DESEE PUEDE IR provisto de saco y caldero a "coger garbanzos". Están en la finca de regadío junto a la carretera de Villamayor, detrás de la alfalfa. Lindan con el camino y el Ahogaborricos, donde hay unas placas solares.

    Ruego a quien esto lea lo dé difusión. En tres días o así Álvaro arará la tierra. se está llenando de merineros y agenijos.

    Puede hacerse en plan deportivo, como actividad turística. ¡Si esto lo llegan a pillar las mujericas de antes, la que dio a luz rebuscando garbanzos,.....!  A nosotros nos da igual queden o no allí en la tierra. Es eso: "que me da pena no se aprovechen". Pertenezco a la generación marcada en su infancia por la penuria y las escaseces. ¡Aquello si que era crisis!.

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