GENEALOGÍAS.

He ido con Sara a llevar flores para nuestros familiares al cementerio,y, por encargo de una amiga, he observado las tumbas de sus antepasados. Ocupan los ángulos de la entrada, a izquierda y derecha.

A mi abuela le oía hablar mucho de este apellido, de Don Ángel Mazo. Eran, junto a los Núñez, cuyos descendientes acabaron en la pobreza, la familia más rica del pueblo, cuando mi abuela era niña y joven, a principios del siglo XX.

Don Ángel Mazo Linacero, poseía una labranza, con tierras propias, de ocho pares de mulas. Su casona señorial de labranza es la de la plaza mayor, esquina a la Calle del Liceo, si bien entonces, no dividida, comprendía toda la dicha calle, hasta la siguiente esquina, y la vuelta hasta el rincón, donde está el bar "El Majuelo", y el salón de Caja Rural.

Me pongo a leer en las lápidas, y llegó al más antiguo de los Mazo allí enterrados: don Modesto Mazo Villasante, padre del anterior, fallecido en 1885, a los 80 años. Luego, de niño, conoció la guerra de la Independencia.

Volviendo al Mazo Lincacero, creo recordar falleció en 1920, estaba casado con doña Luisa Trabadillo, y, según mi abuela, tuvieron ocho hijos, me parece que uno sólo varón, también llamado Ángel, Mazo Trabadillo, que debió morir relativamente joven. No lo conocí. Si en cambio a dos de sus hermanas, doña Ceferina Mazo Trabadillo, encargada de la central de teléfonos, abuela de los actuales Concejos, y "Ramoninches", y doña María Mazo Trabadillo, fallecida en 1975, ambas muy ancianas, madre esta última de "Paquito Morales", fallecido no hace mucho de noventa y pico años.

Este apellido Mazo de las hijas, se fue uniendo a los apellido Pulido, Álvarez, Morales, y otros apellidos de fuera. Al ser el primero de las mujeres se ha ido perdiendo.

Perduró en el citado hermano, Ángel, quien tuvo dos hijos, y una hija, a los que ya conocimos, con los que mantuvimos buena relación y amistad, José Mazo Ortega, quien, a pesar de ser Farmacéutico, había perdido el don, consecuencia del cambio social en el devenir de los tiempos, y todos le conocíamos como Pepe Mazo.

Luis Mazo Ortega, todavía una de las casas grandes de mi infancia, que ocupaba, chalecito con jardín, agua corriente y aseos, los únicos que había en el pueblo, cuadras, pajares, panera, cabañal, el sitio que ocupa el actual edificio "Miraflores", a tres calles. Señorito con cierta cultura y clase. Poseía, cuando yo era niño, uno de los pocos coches que había en el pueblo. Gran benefactor social. Acometió un montón de regadíos para cultivar remolacha y dar trabajo a obreros, en los dificiles años de la posguerra.

En los años del hambre, su casa era de las de mayores limosnas. Construyó el edificio del cine, el bar de abajo, y la "sociedad" de arriba, en unión de D. José María Concejo y de D. Ángel Cañibano. Sus iniciales estaban en el frontispicio, encima de la pantalla, rodeando al escudo de Villalpando: C.C.M.: Concejo, Cañibano y Mazo, que los salvajes muchachos de entonces traducíamos, sin establecer relación con apellidos, que desconocíamos,como "cabrón", "cabronazo", "maricón".

Este Luis Mazo Ortega también construyó, antes de la emigración, en época de mucha escasez, las viviendas de "San Frontis", en un herrenal, "reñal", de su propiedad, donde había estado el Convento de San Francisco.

Murió de repente, en Madrid, en casa de algún sobrino. No tuvo hijos. En la sepultura ni una placa recuerda su nombre, por eso he querido hacer de él una semblanza. Fue correligionario de mi abuelo en el P.R.R.S.

La hermana de éstos se llamaba Isabel, "Isabelita Mazo". Se casó joven con un Registrador de la Propiedad extremeño que llegó al pueblo, Máximo Sande. Ya han fallecido tres de estos hijos; Juan, Pepe y "Mino". Queda mi querido Luis, "El Fraile, la persona más educada, culta, afable, bondadosa que conozco, "Toño", y la hermanita pequeña, Isabel.

Para concluir, llegando hasta los Mazos de mi generación, he de mentar a los hijos del Farmacéutico. De Pepe Mazo, la bondad y simpatía en persona, les remito a mi crónica "El Boticario Campechano", por ello ya nada escribo.

Se casó mayor, con señora mucho más joven. Tuvo dos hijos, Ángel Mazo Iglesias, "Gilo", componente del mítico At. de Villalpando. Y, a través del cual va a perdurar el apellido del que nos ocupamos, pero fuera del pueblo; y la causante de todos estos recuerdos, María del Pilar Mazo Iglesias, "Maripi". Vive en Valladolid, con su marido "el teniente", (perdona Paco, en Villalpando no has ascendido de graduación. Fue mucho impacto el de aquel teniente de la Guardia Civil tan joven y guapo, que se hospedó en casa de Carmen y Nana Gutierrez). Cuando la boda, por el 64 o así, Maripi tenía 20 años. ¡Una monada de niña!. Igual sigue de guapa.