jueves, 14 de enero de 2010

SORPRESA, PENA, DOLOR, INDIGNACIÓN.

Ha tenido que mandarme un correo un amigo de Zamora para enterarme de la noticia. Ayer fue uno de los pocos días en que no leí La Opinión. Tenía el presentimiento, al acostarme, sin ganas ya de sentarme en el ordenador, que algo me faltaba saber.

Cuando he visto la foto, tachada con negro spray, tan negro como el alma del autor, la dedicatoria a las víctimas de la represión en el 36, he pensado: ¿Cómo es posible quede alguien tan anacrónicamente ruín?. Lo más triste es pensar será persona no vieja, a quien el conflicto le queda lejos. ¿Qué absurdos odios le llevan a cometer esa acción?. ¿Pero es que no vamos a cerrar nunca las heridas?.

En el acto, por parte de los organizadores, no hubo la más mínima acusación a nadie. Fueron exquisitos en ésto. Intentaban, y lo consiguieron con la lápida y el homenaje, hacer justicia a los que, además de muertos, durante tantos años fueron silenciados. El discuro de nuestro "Pepito, el del Registrador", el Magistral José Álvarez Junco, lo tituló así, a los pocos días, en "El País", (domingo 19 de julio de 2009), EL DISCURSO DE LA RECONCILIACIÓN.

No me cabe en la cabeza qué vecino del pueblo puede cometer ese ultraje. Lo haría de día, cuando el Cementerio está abierto. No creo se atreviera de noche a saltar las tapias. ¿Fue con un coche?. ¿Fue andando?. ¿Nadie pudo ver a semejante visitante?. ¡Cómo me gustaría se descubriera, aunque no le impusieran ninguna sanción, ningún castigo, sino el del desprecio de todas las personas de bien....!.

6 comentarios:

El Habito no hace al Monje dijo...

Hola Agapito.Estrechando el cerco para hacer semejante burrada y falta de respeto,nos quedan los fascistas,nazis,falangistas,franquistas,intolerantes,soberbios de la derecha y con tu permiso los hijoputas.Dudo mucho que lo hiciera una persona vieja,pero no dudo que calentara la cabeza a otra.Tiempo al tiempo y al final cada uno estara donde se merece.Un saludo.

Agapito dijo...

No tienes que pedirme permiso, comparto lo de la "hijoputez".

Habría que saber si se ha puesto denuncia ante la Guardia Civil. Voy a ponerme en contacto con algún familiar, voy a ir al Ayuntamiento, o al Cuartel.

Un saludo.

Angel Infestas dijo...

Amigo Agapito.
No sé se expresar dolor o asco ante semejante hecho. Quizá no merezca la pena dar más importancia al comportamiento de un descerebrado que ni intendió el significado del acto de reparación ni supo ver nunca la grandeza de una generación que no hicimos la guerra, pero sí pagamos sus consecuencias; y, con todo, fuimos capaces de superar todo aquello y recordar con tristeza y respeto la tragedia de nuestros padres, recuperando la memoria de nuestros olvidados.
Un abrazo.

Agapito dijo...

Bonito tu mensaje. ¡Gracias por él!. Aciertas: No merece la pena darle mayor importancia al comportamiento, no de un descerebrado, sino de unos críos que, posiblemente, alguno de ellos ni siquiera resida habitualmente en el pueblo, y que copian el comportamiento de las tribus urbanas en su idiotez adolescente. Eso es lo que pienso, la deducción a la que he llegado, aun entrando en el terreno de la conjetura. Seguro que hay gente en el pueblo que conoce la autoría. Yo no he tratado de investigar, pero creo apunto en buena dirección.
De todos modos el hecho en el pueblo ha pasado bastante desapercibido. Hasta que lo ha publicado el periódico ha pasado bastante desapercibido.

Un saludo.

Anónimo dijo...

Amigo Agapito, es encomiable tu honestidad para reconocer tu... hobby, trabajo, crítica ?.., lo que sea. Esa forma de expresión debes pasar obligatoriamente por separarla de lo que hacen los crios, personas sin criterio ni formación alguna. Tarde o temprano se sabrá quién fueron, si son menores, que los padres paguen. Rayar mi pueblico por el solo gusto de hacer daño no es en modo alguno, la forma de expresión seria y responsable, es solamente delito y como tal debe castigarse. Podrán argumentar los que defienden la libertad de expresión que esa es la única forma que tiene el pueblo de protestar, pero esa forma de hacerlo, al amparo de las sombras, oscuridad de la noche y causando daño a los bienes que esforzados vecinos deben mantener, a veces con mucho sacrificio, pierde absoluta validez.

En algún sitio leí, una vez, la muralla es la pizarra del canalla.
Un saludo amigo.

Agapito dijo...

¡Gracias por tu elogio!: Te aseguro intento la honestidad. Siempre he tenido un afán didáctico, de lucha por la justicia, de mejora social. Me parieron así.

Aprovecho este medio fabuloso de internet para informar, intentar formar, entretener. ¡Además!, me divierte, me gusta.

En cuanto a los patarrajos del Cementerio, poco puedo añadir a lo ya dicho. Recuerdo a los que están por la denuncia que es una potestad que cualquier ciudadano puede ejercer. Es muy cómodo eso de incitar para que otros den la cara, de "picar los bueyes por debajo del carro".

Y no sólo es eso, sino más bien que los afectados: familiares significativos promotores del homenaje, A,R.M.H., creo que el Ayuntamiebnto, también yo, autor del libro que rescató a estas víctimas del olvido, compartimos la misma filosofía, la del pacifismo, la de no querer responder a la provocación con alguna medida represora. Incluso, ni queremos saber quienes fueron los autores concretos (casi seguros como estamos ha sido cosa de críos). Nos basta el repudio moral, la lección cívica, muy a tono con lo que ese homenaje queremos represente, de CONCORDIA.

Un saludo pacífico a todos.