martes, 6 de agosto de 2019

LA BODA DE ÁLVARO Y ANGÉLICA.


Los novios y parte de las bellezas asistentes a la boda.



Edu cantando una oración.



¿No es verdad, ángel de amor / que en esta apartada orilla / 
más pura la luna brilla / y se respira mejor?




Con la madrina.


          Lectura de la carta del Apostol San Pablo a los ¿Corintios? Esa tan bonita que habla de las cualidades del amor.




      Entrando en el "templo" del brazo de la madrina.








Copio los dos últimos párrafos del texto, por mi leído, en la ceremonia:

    ....      Ahora, ya en serio, os digo que a Sara y a mí, nos alegra que a esta ceremonia le deis un cierto matiz trascendente, religioso. Ella y yo seguimos siendo Cristianos. Esos principios, esos valores, coincidentes con los de la ética universal, han impregnado nuestras vidas. Seguimos considerándolos actuales, necesarios. El que más la familia, los valores familiares que están por encima de los ritos. Qué más da el ritual del enlace de Ángelica y Álvaro. Lo importante es su compromiso de formar una familia que dure para siempre, de tener niños, como Ángelica me ha prometido. Y si contribuyeran a repoblar con nueva savia aborigen la “Tierra de Campos”, mejor.
          Tengo la esperanza de que después del primero,  niño o niña,  al verlo tan  precioso/a de todas las maneras, se animen y nos den más nietos, aunque sean tardíos. No he perdido la esperanza de que en esa casona de los aguardienteros, en la villa del pando, tan confortable el piso de arriba, con ese salón donde Beletina se dormía arrullada por el crepitar de los troncos en la chimenea, siga habiendo “Modroñicos” que ayuden a Edu a perpetuar nuestro apellido.
          

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