viernes, 27 de septiembre de 2013

LAS DESVENTURAS DE UN PINCHE DE COCINA.



LAS DESVENTURAS DE UN PINCHE DE COCINA.

A estas alturas ya todo el pueblo sabe que Sarita, al pisar en la terraza un papel de publicidad, se ha roto el radio donde engarza con la muñeca, por tres sitios. Además, al intentar agarrarse, rompió el tendedero. Este lo he arreglado. ¡Si fuera tan fácil lo del brazo...!

Si ya de antes, como he explicado, ayudaba en las tareas domésticas, ahora me estoy haciendo un experto "amo de casa".

Más antes, endenantes, cuando yo era pequeño el oficio de "ama de casa", sus labores, como ponía en el DNI de las mujeres, era, puede que más duro, pero menos exigente.

Lo de fregar, por ej.: como en bastantes casas todavía, no usaban platos, comían todos de la tartera, había menos que fregar. Vayamos donde usaban platos. Éstos eran de porcelana, en pocas de china y en ninguna de duralex (no existía).

El fregado era más fácil. De la mesa salían casi limpios. Al acabar se pasaba el molledo de pan para rebañar la última sustancia. Sólo quedaban los huesos bien chupados y arrebañados.

En la misma cocina, o en el portalón de al lado, se ponían los platos en el suelo para que los gatos de casa (en todas había, conviviendo) y el perrillo (si lo había) en disputa con los gatos, comieran los huesos y dejaran lamidos los platos.

El último retoque lo daba la madre, alguna hija o la criada. Echaban el agua caliente del pote en la pozaleta. Le pasaban el estropajo con jabón, ambos caseros, lo aclaraban en otro caldero con agua del pozo, los secaban con paño limpio y a la alacena. Las sartenes se rallaban con estropajo y arena muy blanca, que yo sacaba de una sisa de la bodega.

En cuanto a las comidas, como eran menos variadas, exigían menos trabajo: echar en el puchero, después de puesta la lumbre, los garbanzos, el cacho de tocino, de chorizo de callo y el hueso de espinazo de la matanza, (en las carnicerías no mataban cerdos) hasta que se terminaban, y las tres picas de carne de oveja vieja o implada, con agua. Así a cocer durante toda la mañana, cuidando no se apalambrara el borrajo y arrimando el puchero según se iba consumiendo.

¡Huy ahora! ¡Qué distinto!. Sarita, gran cocinera, prepara unas comidas muy elaboradas. Como está medio inválida, necesariamente yo soy su pinche de cocina. Nunca creí fuera tan duro ese oficio.

Álvaro y yo, cuando nos veímos solos, en las semanas de Sari en Sevilla, y agotadas las viandas que nos dejó elaboradas y congeladas, tendemos a lo fácil.

Nada de primeros platos a base de legumbre, sino ensalada: buenas fuentes de tomates del huerto, cebolla, algo de lechuga, unas aceitunas, latilla de sardinas, sal y buen chorro de aceite de oliva. Para el segundo recurro al microondas, al pescado congelado y sardinas grandes con tripas y todo. Su aceitito, rodajas de limón, cebolla, aceite,…; Álvaro es más exquisito: filetitos a la plancha, gambones, que siembre dice son de oferta del Alimerka, los hace para la cena, se los jala sin compartir dejándome las cáscaras y un olorcillo por toda la casa que levanta el apetito. Luego está el recurso de los precocinados al que Sara, ama de casa clásica se opone. Las comidas elaboradas que ella prepara son más sanas y baratas. ¡Pero claro!: con uno solo brazo disponible se hace imprescindible la colaboración de servidor, el sufrido “pinche de cocina”, barullero que aprende a base de coscorrones de la jefa.

Ejemplos: mi experiencia en la cocina, aparte de fregar, se reducía, esto de siempre, a calentar la leche y freír un par de huevos fritos . Y, hasta esto, ahora con las modernas sartenes y la vitro no es igual que antes con el butano o los palos. Casi nunca acierto con la sartén adecuada. Los echo y preparan un chisporroteo,…. Cojo la espátula para echarles el aceitilla por encima, y ya están “agarraos”. ¡Bueno!, ¿y qué? Rallo, los destruyo, y en lugar de fritos son huevos revueltos, igual de ricos. Si no es necesario tanto perfeccionismo.

Yo nunca había freído pescado. Chicharros la otra noche. He aprendido que hay que rebozar los trozos en harina, la vitro en el cuatro, darles varias veces vuelta, tres o cuatro trozos cada tanda,… ¡una de tecla! Armado de paciencia (con lo rápido que es el microondas), freí los chicharros, pero faltaba lo peor: echar los ajos y el vinagre. Hube de salir a la galería. Debía estar el aceite muy caliente. Aquello parecía los fuegos artificiales. Puse perdidos los cristales de la ventana, que me tocó limpiar.

Mis peripecias como pinche de cocina son interminables. Resulta que ni sabía pelar patatas. Hay que meter la punta del cuchillo en los hoyitos que quedan después de peladas y, aunque tengo las manos superlimpias, también hay que lavarlas después de peladas.

¡Vale!:

-Ahora las cortas en rodajas para hacer tortilla.

Chupao, me dije: la tabla, patata sujetada con la izquierda, cuchillo en la derecha, ¡clas, clas!, rodajas gordas de arriba debajo de todo el diámetro de la patata, que era grande, además.

-Si es que estás deseando escapar. ¿Te crees que son esos mazacotes se puede hacer una tortillla?

Resulta que hay que cortar lonchitas lo más finas y pequeñas posibles. Laborioso: coger las lonchonas y subdividirlas. En las siguientes patatas…., como papel de fumar.

Al final la cebolla, que son de mi huerto, más bravas que la madre que las parió, también en trocitos. Sólo de acordarme vuelvo a llorar.

Batir los huevos, salvo que uno, la yema muy dura por ser de gallinas caseras, al aplastarlo se escapó del plato, no tuvo mayor dificultad.

¡Pero amigo!: llegó la hora de dar vuelta a la tortilla, bajita pero en sartén grande. Prueba de fuego para el inexperto pinche de cocina.

-Déjame solo. No me azares.

Salvo salpicar de aceite la encimera, y alguna patatilla huevosa que quedo fuera, la operación concluyó con bastante éxito.

-¡Muy bien: ahora como ya sabes, el próximo día tú solito.

¿Pa qué habré aprendido?

Ahora a la compra. En eso sí que no me la juego. Todo apuntadito en un papel.
-------------------------------------------------------------------------

NOTA. Advierto a los amigos o amigas que deseen comunicarse conmigo que no lo hagan a través de facebook . Es un lío: que si la contraseña, que se la ha olvidado, que si la recibirá en breve,… , que no tengo tiempo de esas historias. Que renuncio a Facebook y borraré todos los correos que me lleguen sin abrirlos




5 comentarios:

Anónimo dijo...

animo nosotras no nacimos enseñadas la practica hace maestro y tu lo eres .siento lo de sara pero estara bien unos dias de vacaciones

Agapito dijo...



¡Gracias por el ánimo! Me realiza mucho sentirme tan útil.

Tomas Mansilla dijo...

En la coletilla que has dejado al final de tu peripecia en la cocina, has dejado una opinión sobre el facebook, la cual comparto en toda su extensión, es aburridísimo, y hoy comentándolo con mi mujer le decía eso que tu apuntas, ayer conecté con él, y me pidió nombre de usuario y contraseña, ahí se ve lo que yo ando por ese lugar.
En cuanto a la peripecia con el pelao de las patatas, y el corte de estas, ¿No te suenan los oídos? Te lo digo porque Mª Ángeles aun se está riendo, joder tío, ¿mira que hacer medallones para freír? Jajaja.
Como ya te he dicho yo jamás he estado más de 3 días solo, antes cuando trabajaba, seguro que me hubiese pasado lo que a ti, ahora sin trabajar me ha dado por la cocina, y es que joder, en algo hay que emplear el tiempo, leo libros, el correo, películas, periódicos, y aun con esas me sobran horas.
En fin, ¿Qué sería de la vida sin estas cosillas? Pura bazofia, que si robos, que si congelaciones de sueldos, que si bajadas de pensiones, que si el uno, que si el otro, vamos, de asco, buen trabajo has realizado amigo, al menos has hecho que riamos un poco, saludos cordiales

Agapito dijo...



¡Muchas gracias Tomás!. La vida con sentido del humor es más agradable.

Anónimo dijo...

Hola,

No sabia donde poner este mensaje, así que al ver el tema del facebook, he pensado que a lo mejor aquí encaja.

Creo que usted estuvo algunos años por Villanueva del Campo dando clase, así que puede que le interese conocer este Blog que habla sobre ese pueblo.

http://villanuevadelcampo.blogspot.com.es/

un saludo