domingo, 10 de junio de 2012

       LA NOVELA DEL ESCRITOR (de Villalpando) , FÉLIX GONZÁLEZ MODROÑO, LA MÁS VENDIDA EN LA FERIA DEL LIBRO DE BILBAO.

       Viene en La Opinión de hoy. Y me da mucha alegría.

       Ya llego a donde la suave trama policiaca se complica. En el jardín,  derrengado, por culpa del melonar, semitumbado en la hamaca, la leo a pequeños sorbos, como se degustan los placeres espirituales, releyendo, parando a reflexionar, mirando al cielo,  a las nubes, a la copa del almendro; a lo poco que queda de las viejas paredes en las que mi padre destilaba aguardiente,...

       Estaba esperando a terminar de leerla para comentarla, pero el titular del periódico me espolea a hacerlo ya.

        Desde la primera página captó mi atención. No la había empezado antes porque suelo tener libros en espera. El anterior un tocho de Almudena Grandes, tan retórico, ampuloso, irreal, (un rollo en lenguaje coloquial), que lo dejé a las pocas  páginas. Entonces comenzar a leer algo tan descriptivo usando el lenguaje en su principal virtud, la de la sencillez, me encantó.

        Como ya Fernando Cartón en la presentación analizó la novela con maestría que no puedo alcanzar, me limitaré a unos brochazos que intentan ser definiciones.

         Así les diré que es una novela didáctica y cinematográfica, de ese cine que tanto me gusta: las películas en sepia de Garci. Y como si de ellas se tratara, Félix, a través de la palabra consigue trasladarme, hacerme ver, a esa villa bucólica, rural que se transformó en populosa ciudad, con sus lujos y sus miserias

          Y es didáctica porque nos introduce en  la época de la revolución industrial en Bilbao a través de personajes que formaron parte de esa intrahistoria. Además ello le da mayor realismo, verosimilitud. Hace que Alfredo Gastiasoro, su hermano Javier, Izarbe Campbell, el Comisario Zumalde, la bailarina de los siete velos, incluso Jesús Seoane (dificil no irme al de verdad),.... al tener relación con Indalecio Prieto, Sabino Arana, los Unamuno (yo no tenía noticia del otro hermano), Picasso, Facundo Perezagua, Pablo Iglesias,...no me parezcan personajes de ficción.

           Es una novela no encasillable en géneros literarios. Si acaso de lo que más tiene es de costumbrismo,  con toques románticos,  e incluso de crudo realismo, aunque el armazón sea la liviana trama policiaca.

         Y, por si algo le faltara,  engarzada en esa trama,  hay una joya erótica con, por exigencias del guión, desnudo y "encaje", no de bolillos, incluido!. Capítulo que recomiendo a quienes, como es mi caso, por culpa de los antiprostáticos, antidepresivos, hipotensores o el calendario anden con la libido por los suelos.

        ¡Bien!. Como veo que esto está degenerando, corto. La lean. Es una preciosidad. Merece la pena.
     

















páginas, se me caía de las manos

5 comentarios:

Marco dijo...

Este año he participado en la feria del libro de Salamanca, me dio una gran alegria cuando lo vi en el escaparate principal de libreria Cervantes.
Me alegro por el.
Marco Antonio Blanco
Presidente del gremio de libreros de Valladolid y villalpandino

Félix G. Modroño dijo...

Pues me alegra, tío, que te esté gustando.
Y aprovecho para animarte a que escribas una historia villalpandina en tiempos de la posguerra con ese lenguaje que tú conoces como nadie.
Un fuerte abrazo.

Félix G. Modroño dijo...

Pues me alegra, tío, que te esté gustando.
Y aprovecho para animarte a que te arranques con una novela. ¿Una historia villalpandina en tiempos de la posguerra con ee lenguaje que tú conoces como nadie?
Un fuerte abrazo.

Fernando Cartón Sancho (Varo) dijo...

Ya había pronosticado yo su éxito. Lo merece.
Esta vez, Agapito, anduve yo más "agudo" que tú (jugaba con ventaja).

Fernando Cartón.

Agapito dijo...

Marco Antonio Blanco Lobato, de quien me alegra mucho sea presidente del gremio de libreros, por ser villalpandino, por ser autodidacta, y, sobre todo, por ser hijo de Martín-Floreal y de Esperanza, amigos de toda la vida.

Reconozco, amigo Marco, que me equivoqué cuando te vi aparecer por Villanueva vendiendo libros, y te dije si no estarías mejor con tu padre, en aquellos momentos en que la explotación marchaba bien. Cierto que tú eras el mayor de unos cuantos. Tuviste visión. Me alegra tu éxito.

Agradezco tu mensaje por compartir la misma alegría respecto respecto a la novela de Félix.

Un abrazo.

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Querido sobrino: Me conoces de sobra para saber que el elogio a tu novela es sincero, y que tus alegrías las comparto totalmente. ¡Anda que no voy a fardar diciendo: el tío del escritor...!, hijo de mi hermana,,,. Ya estoy llorando.

Te agradezco el ánimo y el consejo, pero me sobrevaloras. Yo no soy capaz, como tú, de crear personajes. Eso es lo que distingue a los escritores: imaginarse a personas con todas las facetas de la personalidad, que va descubriendo en la narración, en los diálogos, en el transcurso de la acción, de forma que el lector los pueda ver casi de forma fotográfica en cuerpo y alma.

Los personajes de mi posible novela serían muy reales y reconocibles. ¡Quita, quita!.

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Y tú, Varo, ¡qué listo!. Así cualquiera.

Pero quiero que sepas que tu comentario del texto en la presentación, fue convincente y me animó a leerla.

¡Viva la intelectualidad villalpandina!.