lunes, 18 de junio de 2012

                                                      LAS FERIAS.

      Empecemos por la del ovino, el viernes 15: a pesar de como las industrias queseras están estrujando al sector, este resiste y se mantiene firme, aunque perdiendo unidades.

       Me sorprendió gratamente ver que se siguen llenando los "corralitos" con un ganado muy selecto, muy variado. Animales "lucios", "bruzados", gordos.

       En ese muestrario de corderas, cancinas, borras, sobreborras, carneros de las distintas razas, estaba lo mejor de la comarca. Lo mejor, tanto de ganados como de ganaderos, los eficientes, profesionales, trabajadores,...; los que resisten, son presente y tienen futuro. Y llevan sus ovejas, recién esquiladas, limpias, sin ninguna recompensa económica, simplemente por el orgullo legítimo de enseñar lo mejor de su cabaña.

      El mayor número de cabezas pertenecía a las dos razas dominantes: la Asaaf y la Hawasi. Por orden de importancia le seguían la "Churra", Castellanas, negras y blancas,  Merinas, "Milchach" y, como novedad, por primera vez, la francesa "Lacaune", carneros y ovejonas enormes, de los hermanos Alonso Rubio de Villalobos. Había un carnero tumbao, como un sultán, que parecía un burro.

      No tomé nota, y no recuerdo el nombre de todos los expositores. Sí de los pueblos. La aportación mayor de Villalpando. Luego Villamayor, Villalobos, Quintanilla del Monte, del Olmo, Villanueva, Cerecinos y Roales de Campos. Había también un ganadero de la "Granja Florencia".

     Creo que los expositores de Villalpando merecen ser nombrados.

     Hermanos Granado de Caso, "los de las churras". Optaron por esta raza, a la que han mejorado genéticamente una barbaridad, por ser, según ellos, y es cierto, la que mejor se adapta a la zona por su rusticidad, menor exigencia en alimentación. La que mejor transforma los pastos en leche excelente y corderos exquisitos. Ésta es una explotación modélica y en expansión.

  Hermanos Leal. Tienen judías, Hawasi. Su padre, que empezó de la nada, tuvo la visión de construir la primera nave en un cacho de tierra que compró en "El Raso", donde los pastos eran y son gratis. Luego los muchachos salieron trabajadores y,... lo demás todos lo sabemos. Cierto que las naves de ahora están a 13 kilómetros del pueblo, que trabajan 14 horas diarias todos los días del año. Dice Jesús, que es muy salao: - a mí cuando me preguntan de dónde soy, digo que de "El Raso".

 Hermanos de la Puente Ferreras, los de "Pasca". Esta es otra explotación emergente. Han optado por la estabulación. Cada uno se adapta a sus circunstancias. Van paso a paso con una excelente genética. El año pasado comenzaron a utilizar el microensilado, lo que les abarata la ración. Es otra cabaña con futuro.

  Vidal de la Puente Granado. Es un profesional de toda la vida. Fue de los primeros en comenzar el control lácteo. Posiblemente sus Asaaf sean las más lecheras. Atienden la explotación su esposa y él. Combina el pastoreo en alfalfas próximas a la nave, con la estabulación en invierno, como casi todos, lo que le permite escapadas al pueblo, leer y oír la radio en la "fragoneta". Ha disminuido cabezas seleccionándolas a tope para así optimizar la rentabilidad: igual leche con menos comida.

   Esteban Martínez Deza: También tiene churras y su sistema es muy parecido al de Vidal, aunque algo más de pastor clásico.

    Juan Carlos Mazariegos, el de "Narci". Castellanas negras y blancas, que obtienen la mayor parte de su alimentación de los pastos, paja y forrajes baratos. No ordeñan. Se dedican únicamente a la producción de un lechazo de gran calidad.

  Si alguno se me olvida que alguien me lo recuerde.

  Siento satisfacción de que en el pueblo queden pastores, jóvenes o de mediana edad, todos los citados, más otras grandes y buenas explotaciones; "Enriques", "Chisteras", Maxi, etc., base de la economía productiva de la comarca.

  Con permiso de Forlasa, García Baquero, "El Pastor", Ilbesa, etc., ¡qué sigan!.

   

 

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Buenos días,
Gracias Agapito por mantenernos informados de lo que pasa en la comarca.
Me parece muy bien que valoremos en su justa medida a los ganaderos y agricultores, oficios un tanto denostados años atrás. Yo recuerdo cuando era bastante más joven que la obsesión de la mayoría de los padres era que sus hijos saliesen del pueblo, es loable el esfuerzo que hicieron para conseguirlo, quizá la pena es que no se enfocase esa salida como paso para una vuelta en la cual poder mejorar el medio rural con los conocimientos adquiridos.
Mi más sincero reconocimiento a esta gente que mantiene vivo el medio rural, que pienso tan necesario y recurrido va a ser en estos momentos de dura crisis, que ha venido para quedarse. Creo que hoy por hoy, nada tiene más futuro que la vida rural, austeridad y sostenibilidad.
Uno de Villalobos.

Anónimo dijo...

Que grande eres.Sin ti no sabriamos nada de la comarca. Saludos

Agapito dijo...

Gracias a los dos comunicantes.

Al segundo: ¡grande, grande no creas!, ya he mermado algún centímetro. ¡Además con lo que crecen las nuevas generaciones,....! Con 1'73 descalzo, fui de los "quintos" más altos, pero ahora al lado de cada tallo que hay por ahí, me siento pequeño.

Al amigo de Villalobos: Comparto totalmente tus apreciaciones. Esa fue mi filosofía toda la vida. La defensa de lo rural.

Recuerdo de un amigo de mi generación que emigró del pueblo con su familia cuando las niñas ya iban siendo mocicas. Podría haber seguido viviendo en el pueblo, pero marchaba a la ciudad, "por las hijas...". ¿...?.

Sara y yo teníamos cinco, pero estábamos seguros de que aunque viviéramos en el pueblo iban a tener las mismas oportunidades en cuanto a estudios, más las añadidas de las posibilidades de la vida rural.

Así ha sido. Las hijas de ese amigo (que además las pasó putas trabajando en la cadena de montaje), no se han situado mejor que los nuestros, incluidos los tres varones que viven, con trabajo y calidad de vida, en el pueblo.

Comparto tu reconocimiento, los elogio siempre que puedo, a los que mantienen vivo el medio rural. Y esos son, sobre todo los pastores.

Desde hace años vengo elogiando, ayudando y defendiendo a éstos. En las aldeas en que aún queda algún niño y jóvenes es en las que hay ovejas: Quintanilla del Monte, Villalobos, Villamayor, Cerecinos, Villanueva,... .

La crisis que ha venido para quedarse, motivada entre otras razones por la pérdida de valores, y que para arreglarse tendrían que empezar los políticos a recortarse ellos, ha de suponer cambios en el estilo y la forma de vida, volviendo de nuevo los ojos a lo rural. No es fácil la cuestión. En las actuales agricultura y ganadería no cabe más gente a no ser sustituyendo a los que se jubilan, pero otras actividades se pueden realizar; pero incluso, viviendo del paro, se vive mucho más barato en el pueblo que en la ciudad, como tú dices: con austeridad y sostenibilidad.

¡Gracias a los dos!.