lunes, 13 de febrero de 2012

SILVESTRE FERNÁNDEZ POZO.

¿A que si les digo que ha fallecido SILVESTRE FERNÁNDEZ POZO nadie sabe quién era?.

Pasaba por el tanatorio, veo coches, movimiento, los que estaban en la calle me resultaban desconocidos, paro a leer la esquela, Silvestre Fernández Pozo. Caigo enseguida en la cuenta: ¡si es "TITE BANASTA"!.

Dejé la furgoneta cargada de pellets, y aunque no iba "mudao", obedecí al impulso. Entré a dar el pésame a las hijas, porque "Tite" y yo teníamos muy buena amistad. Nos unía el haber trabajado juntos.

Se lo dije a las hijas: -¡Pues no hemos cargado camiones de alfalfa vuestro padre y yo mano a mano...!.

Él estuvo, de recién casao, bastantes años trabajando y viviendo en la dehesa. Después, cuando Julio Pinto y Miluchi compraron tierras y montaron labranza, cogieron a "Tite" y hasta que se jubiló, como uno más de esa familia.

En la tierra que compraron a "Las Vegas", picaron el primer sondeo, echaba el agua por la boca. Arrendaron otra parcela de "Los Moranes", frente a lo de Luis "El Currero", como un kilómetro más allá. Mandaban el agua por el regato de las viejas y regaban las dos parcelas. ¡Ni sé la alfalfa que las dos fincas darían...!

"Tite" cambiaba tubos, segaba, hileraba, empacaba y me ayudaba a cargar los camiones. En aquellos años compré mucha alfalfa, que mandaba a ganaderos de Galicia y Asturias. Me encargaba de buscar los camiones, las palizas de cargarlos, pagar, cobrar.. . El primer año que me dediqué a eso, 1972, dieciocho, cargamos a purridera, dos tíos abajo y uno arriba. Al año siguiente compré un cargapacas de segunda mano, que sólo llegaba a la altura del tablero del camión. Al siguiente compré uno nuevo que las subía hasta dos filas por encima. Así cargábamos entre alfalfa y paja unos cien camiones cada temporada de distintos agricultores.

Era un artilugio sobre dos ruedas. Lo atábamos al costado izquierdo del camión. Éste iba andando por la tierra al lado de la fila de pacas, el cargador las cogía elevaba y volcaba dentro de la caja. Dos operarios, sin parar de andar el camión, lo que hacía dificil guardar el equilibrio, las cogíamos e íbamos colocando, fila a fila, hasta ocho. Estoy hablando de las pacas de antes, de las pequeñas, cuyo peso andaba por los 24, 25 kilos. A un trailer podíamos meterle 14.000 kilos: una verdadera paliza. De esas nos dimos muchas "Tite" y yo juntos.

Por eso, ya jubilado, y "esfardao" de las piernas, echando buenas parladas en el taller de Morán, con mi tío Antonio, "Peterete", Pepe Morán "El cojico", recordábamos aquellas peripecias: -"¿Te acuerdas cuando cargábamos en veinte minutos el camión de Faustino Núñez....?". Era de dos ejes, el conductor muy experto. Sólo le voceábamos , ¡¡para!!, cuando ya tenía los 300 paquetes encima, y "p'atar".

Me parece estar oyendo su voz bronca aconsejándome que no me diera palizas, "mira como estoy yo", que luego se pagan.

Me honra compartir la amistad de esta buena gente que en la vida, desde niños, no hicieron otra cosa que trabajar, trabajar, trabajar; y que, sin haberlo sido tanto, trabajador, me uniera a Tite en este caso, ese sagrado vínculo: el del trabajo.

Desde que enviudó se lo llevaron las hijas. No le ha faltado de nada, sobre todo cariño. Descanse en Paz "Tite Banasta".

1 comentario:

Anónimo dijo...

Mi más sentido pésame para la familia de TITE y en especial para sus hijas.
Se nos ha ido un hombre trabajador y bueno.
Un saludo de J.A.R.A.