viernes, 17 de febrero de 2012

LOS DESPOBLADOS DEL ALFOZ DE VILLALPANDO

EL DESPOBLADO DE VILLAVICENCIO


Ramón López de Villamayor de Campos

Inicio esta colaboración sobre los despoblados del entorno de Villalpando, con la intención de aportar algo más de luz sobre los mismos, tratando con ello de complementar lo que ya se conoce.

En la documentación medieval, se presta a confundir el despoblado que nos ocupa, con el Villavicencio de los Caballeros, situado al norte de Bolaños, ya en la provincia de Valladolid como es sabido. Es un recurso sencillo para distinguirlos, el que esta última citada villa, perteneció siempre al monasterio de Sahagún y a una notable familia del linaje de los Osorio, (Pedro Martínez O.), mientras que el Villavicencio despoblado de Villalpando, el principal titular fue la catedral de León, además de San Isidoro de León.

Dicho despoblado estaba situado al suroeste de Villalpando a unos tres kilómetros de la villa, al que se llegaría entre otros, por el camino de Canillas según el MT.309, edi.1935. En los últimos años, consecuencia de la Concentración Parcelaría, ha cambiado notablemente toda la orografía de la zona. Concretando más, la aldea quedaba al sureste de la laguna de la Hojica (desaparecida), y sobre una loma, no lejos del antiguo molino y al sur del mismo y ambos cercanos al puente sobre el río, que pensamos, más aguas arriba del actual puente del camino de Tapioles, ocupando hoy el lugar por la parcela nº 19, situada en el caminos de Canillas.

EL NOMBRE DE LA ALDEA. Según criterio de varios filólogos, a los pueblos que llevan el nombre de origen latino, se les unía el genérico de “villa”, soliendo deberse a que llevan incorporado el de uno de sus más destacados repobladores y dado que en nuestra zona entre dichos pobladores durante la segunda mitad del s. X y principios del XI, la documentación medieval, sitúa al linaje de los Mazarez que procedentes de León, extendieron su influencia entre las tierras entre el Cea y el Aratoy, entre ellos al magnate Godesteoz, hijo del anterior, el cual poseyó Valdehunco, teniendo también posesiones en la Lampreana y Villamayor, dado que uno de los hijos de este último se llamaba Vicente, pensamos que bien pudo ser que fuese este el que repoblase el lugar dándole su nombre, tal como ocurrió con el citado Villavicencio de los Caballeros, que su repoblador se llamaba Vincemalo, al cual cita d. Luís Calvo confundiendo a este personaje y esta última villa, con el lugar que nos ocupa.

DOCUMENTACIÓN HISTÓRICA. La primera cita que se hace de Villavicencio data del año 1003, (Tumbo Legionense, 185v, 186), plasmándose en dicho documento el cambio de unas heredades en Villafrontín, cerca de Castroverde, y Villavicencio, (de Villalpando) por otras en Salnellas, pasando las dos primeras a Munio Fernández y su mujer Elvira. Posteriormente en 1038, una hija del citado Munio de nombre Sancha, donaría entre otras, sus propiedades en Villavicencio al monasterio de San Antolín, situado cerca de Valencia de D. Juan.
En otro documento que data del 1076, si dice como los vecinos del barrio de Sta. María de Villavicenti (quiere decir de la parte o barrio perteneciente a la catedral de León) y en su nombre Facundo Vicénciz (posiblemente hijo del que dio el nombre a la aldea) y Cid Salomoniz, hacían un pacto con el obispo de León del que eran vasallos, de que no venderían la mitad de sus tierras y viñas a ningún extraño, si no era a vasallos de Santa María de León; comprometiéndose también, a someterse al fuero de Santa Eulalia (u Olaja) de Valdehunco, aldea que pertenecía a dicha catedral.

Por documentación del s. XI del archivo de la catedral de León, vemos que sus obispos y cabildo, se empeñaban en conservar el patrimonio del lugar, hasta el punto de que si un poblador abandonaba el lugar, tan solo podía vender la mitad de la hacienda que trabajaba y en caso de vender, se hiciese a vasallos de dicha catedral, o a iglesias que perteneciesen a esta, como la de Santa María de Villalpando, exigiendo también a sus vasallos de Villavicencio el que residiesen en dicha aldea y no en Villalpando como algunos de ellos, todo lo cual debía contemplar el citado fuero de Sta. Olaja, dichas condiciones eran conocidas como el tributo de “infurción”. Como entonces se decía y entendían las mutuas obligaciones anudadas en torno a la tierra: “nos vobis amando, et vos nobis serviendo”

En 1116 el entonces obispo de León, Diego, y debido al desgobierno del reinado de dña Urraca y Alfonso de Aragón, algunos se habían apropiado de diversas haciendas de la catedral, por lo que dicho obispo con el permiso de la reina, recuperaría una serie de villas y heredades, entre las que se encontraba la aldea de Villavicencio.

El fuero o carta de población de Villavicencio. A mediados del s. XI, el entonces obispo de la diócesis de León, Juan Albertino, ofreció a cincuenta vecinos de Villalpando el ir a avecindarse en Villavicencio, cediéndoles parcelas a roturar y labrar, pasando a ser vasallos de Sta. Ma.de Regla (o catedral) estableciendo unas condiciones, siendo la mayoría de estas, prestaciones que tenían que realizar en la hacienda que se reservaba el propio obispo y cabildo, la cual era otro tanto de lo que les cedía, que entre otras consistían:

Cada familia una vez al año, debía dedicar 12 días de trabajos en la hacienda de la catedral de
León.
El día de San Martín debía entregar todos los años a dicha catedral, seis carneros, doce panes, dos cántaros de vino y diez eminas de cebada.

Las viñas que plantasen en la heredad de Villavicencio, así como los palomares o colmenas, si no quisiesen seguir morando en el lugar, podrían llevarse la mitad de todo ello.

Los que quisiesen vender su mitad, que lo hagan saber al prior de Sta. María (de Villalpando) y si no quisieran comprar, que la puedan vender a quien quisieren, siempre que no fuese hidalgo.

A quien se diese este fuero para poblar el lugar o a sus descendientes, si cualquiera de ellos contraviniese este fuero, será excomulgado “e sua voz sea vana”.

Posterior a la implantación de dicho fuero, se comprobó que 17 campesinos con hacienda en Villavicencio y acogidos al citado fuero, residían en Villalpando, así como en Villárdiga y Tapioles, por lo que el obispo y cabildo de León les llevaron a juicio. Los jueces reconocieron que el citado fuero estipulaba tal obligación, pero se declararon incompetentes para dictar sentencia sobre ello.aunque hicieron llegar el problema a la entonces reina doña Violante. Al cabo de unos años, las Cortes de Valladolid acordaron el que los campesinos de abadengo y vasallos de órdenes militares, pudieran habitar en otras villas, sin por ello perder sus heredades, con la única obligación de pagar los derechos foreros.

San Isidoro de León y su priorato de San Nicolás. En 1313, según el Becerro viejo de la Colegiata de S. Isidoro, esta tenía bienes en Villavicencio que sumaban las noventa y dos yeras y media, así como también le pertenecía el sexmo de la iglesia y de los diezmos, dado que contaba entre 8 a 10 campesinos, vecinos del lugar, y que trabajaban en la propiedad de dicha colegiata, aunque la iglesia desde su origen, era de la catedral de León y por posterior confirmación del obispo Diego en 1116, como ya hemos indicado y confirma el Becerro de Presentaciones.

En el Archivo de la colegiata de S. Isidoro, se halla un documento del año 1148 en el que el Papa Alejandro III confirma los bienes de dicha colegiata en Villalpando y señala: “…cum duabus Eclesiis: unam in eadem villa, (se refiere a las iglesias de Villalpando) et alteram in monte ubi jacet corpus eiusdem sancti Vincentii, cum hereditatibus suis…” El documento parece referirse al cuerpo de S, Vicente, que al parecer, estuvo en Villavicencio y al que hace alusión también d. Luis C., el cual cita las cuatro parroquias que S. Isidoro poseía en Villalpando a saber: Sta Ma. La Antigua, S, Isidoro, S. Andrés y S. Nicolás.

El año 1214, los hermanos Lorenzo y Miguel, este último arcipreste, donan al priorato de S. Nicolás y S. Isidoro, las casas, viñas, tierras y así como cuanto poseían en Villavicienci y Villalpando.

En el Archivo de la catedral de León existe un Índice General de papeles antiguos que lleva el titulo: “Procesos de Villavicencio, cerca de Villalpando”, los cuales representan todos los litigios que se dieron con relación a dicho despoblado.

VECINOS. Según el censo del año 1591 de las ”Tierras del Condestable”, Villalpando contaba entonces con 743 v. y Villavicencio con 18 v., uno de estos era clérigo. Recordamos que en el mejor de los supuestos , en el s. XII contaría con unos 50 vasallos de la catedral de León y otros 10 de S. Isidoro, de esos 60 calculándole un promedio de tres por familia, que se considera habitual por entonces, tendríamos unos 180 h., aunque como hemos expuesto, no siempre ni todos vivieron en Villavicencio. Dicho censo cita también al que pocos años después, acabaría siendo despoblado: Alafes, con 15 vecinos.

En el libro de Ángel Vaca Lorenzo sobre la documentación medieval de Villalpando, p.485, se citan varios vecinos de la aldea, la cual se despobló a principios del s.XVII, y su iglesia de S. Vicente se cerró según d. Luis C. el año 1623, repartiéndose todo lo que contenía entre las iglesias de Villalpando, para más datos ver las pp. 259-60 del libro de dicho autor, el cual cita como en 1910 se encontraron en el término de la aldea, un antiguo sarcófago de piedra sin ningún contenido ni inscripción

EL MOLINO DE VILLAVICENCIO. Es posible que el molino del lugar, existiese ya en el s. XII, contando con una derivación notable de agua del río Valderaduey, que hiciese estuviese buena parte del año en funcionamiento, existen aún en el lugar donde debió estar ubicado unas casetas al borde del camino de Canillas. Lo cita el Catastro del Marqués de la Ensenada-1752- Entorno a los siglos XXVII-XVIII, perteneció al linaje de los Conejo de Villalpando, pasando posteriormente a propiedad de la familia Mazo. En el primer cuarto del pasado siglo, se reconvertiría en fábrica de energía eléctrica.

EL PRADO. Se le conocía con el nombre del Chapazal, estando situado entre el citado camino de Canillas y el río y justo al norte de unas lagunas y al que d. Luis C. le asignó una superficie de 34 yeras. El MT 309 cita también el pago de la Casa de la Sacristana, posiblemente esté relacionada con la ermita de la Vera Cruz que existió en la zona.

CAÑADAS Y CAMINOS. Hasta principios del s. XX, el lugar se mantuvo muy bien comunicado a través de varios caminos, así como por la cañada del Tesoro la cual viniendo desde la zona de Benavente, pasando por Tapioles, atravesaba el Valderaduey por el puente próximo al despoblado y siguiendo por el oeste de Villalpando, en dirección a Toro, siguiendo desde los altos entorno al Raso hasta Amaldos, girando aquí en dirección oeste a Villamayor, para seguir en dirección a Aguilar de Campos; otra cañada muy frecuentada, era la que seguía un curso similar y paralela al Valderaduey desde Zamora hasta Sahagún



Referencias significativas: La Tierra de Campos Occidental, de Pascual Martínez Sopena.
Colección Documental de la Catedral de León.
Historia de Villalpando, de D. Luis Calvo.

7 comentarios:

Agapito dijo...

Riguroso y magnífico este trabajo de un emigrante, villamayorense, autodidacta que no fue más que a la escuela de su pueblo y a una academía, por la noche, cuando dejaba el trabajo, en El País Vasco.

Le animamos a que continúe con esta labor investigadora.

Anónimo dijo...

Ramón
Gracias Agapito, por publicarlo y por tus elogios. Se ha colado algún error, el nombre de Vaca Lorenzo no es Cesar y si Ángel, tambien aprecio que alguna frase es mejorable.

Espero que si alguien desea aclarar o crticar algo, lo exprese libremente. Había tema para ampliar, pero tres folios me parecian suficientes.

Saludos.

Ramón.

Agapito dijo...

Ahora mismo corrijo el error del Vaca Lorenzo, del que soy responsable. Lo demás creo es mejor dejarlo como está.

Saludos.

Agapito dijo...

te mando más fotos de otros molinos de mano encontrados en la zona, el último no está desgastado por el uso,pero se aprecia facilmente que no es una piedra de nuestra zona, hasta hace poco estaba en la misma cuneta al lado de la nave de las Plinas, ya la han cogido.Ya te enviaré otra piedra encontrada hace un mes en la zona, es un molino redondo y está entero.Algunas de estas fotos se las envié en su tiempo a Varo y las publicó en el museo virtual del blog, si quieres puedes ponerlas en tu blog y así enriquecer la brillante publicacion del despoblado de Villavicencio, tambien se las puedes ceder al autor de la investigación sobre el despoblado, saludos.



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Agapito dijo...

¡Gracias por tu aportación!. Efectivamente Villavicencio estaba frente a la actual nave de "Las Plinas". En las parcelas de "Los Curreros".

juan dijo...

Respecto al molino de Villavicencio, efectivamente perteneció a la familia Conejo, y hasta hace unos años se podía ver el escudo de esta familia, en la fachada del molino de Vidal"el de la luz", tenia representado unos conejos estaba fechado de 1878, si no mal recuerdo,, procedia del molino de Villavicencio, luego vendió el escudo a un restaurante de Segovia, yo ayudé a subirlo al camión.

Agapito dijo...

¡Muchas gracias Juan por tu interesante aportación.

Dicho molino, de la familia Mazo pasó a Félix Donadieu, conocido en Villalpando, como "Don Adeo", un francés emprendedor que tenía molinos y almazaras de aceite por Extremadura. En la villa montó una fábrica de jabón, además de suministrar, durante bastantes años, la luz al pueblo, desde ese molino, donde instalarón una fábrica de luz. Ahí trabajó siendo niño Fernando, "el de la luz". Falleció prematuramente, y dejó a medio construir otra fábrica mucho mayor de jabón, en un solar que iba desde la carretera de Madrid a Berrabueyes, rodeando por detrás las otras casas. Dicho solar, con el almacén donde estaba la fábrica de jabón que funcionó unos años, "La Jabonera", lo compraron mi padre y tíos. Ahí están las casas donde vive tía Lola, mi hermano Pablo, las que dan a la carretera, y donde ya no vive mi hermana, pero está su ánima, y Félix y Cristina, en Berrabueyes.

La viuda de Donadieu vendió el negocio de la luz a la familia de Diego Arranz, la de Vidal. De ahí que el escudo pasara del molino de "Conejo", al molino eléctrico de la carretera de Zamora.

Entre todos vamos haciendo historia.

Gracias Juan.