LOS CEREALEROS.
Aunque el cuerpo me pida despotricar contra la justicia, por lo barato que resulta en España violar, torturar, matar, a propósito de la sentencia a favor de “El Cucús”, o del “Pitoño”, como de eso otras teclas, justamente rabiosas, se ocupan, consciente de mi adscripción periodista campesina, quiero seguir batallando contra las rutinas y la malas prácticas agrarias.
Los rutineros no observan, son ciegos ante las evidencias. Tienen unos clichés preestablecidos del “como se ha hecho toda la vida”, “a ver si crees que los de antes eran tontos”, “en esto de la agricultura el que más sabe no sabe nada”, “lo famoso del ara hondo,…”, “el barbecho es barbecho”, “ya lo decía mi padre”,.. y no hay quien los saque de ahí.
Un día, por estas fechas, pisaba con un paisano una alfalfa sembrada en el otoño anterior, a primeros de octubre. Las lluvias de “el Pilar” la hicieron nacer como “pelo en perro”. El invierno había sido frío de heladas, pero al llegar la primavera la alfalfita empezó a gritar . ¡Bueno!: pues el paisano, pisando los miles de plantitas de alfalfa, seguía insistiendo que no se debe sembrar la alfalfa en el otoño porque se hiela. –“Pero mira p’al suelo, joder”.
Además los rutineros tienen mala memoria. En el 2008 se comenzó por aquí a practicar la siembra directa. Para los del “ara hondo” y la vertedera, ¡qué herejía!. Fue un año excepcional, los de la S.D. cogieron igual que los demás: “-porque este año ha venido a derecho, veremos cuando venga una primavera seca”. No se hizo esperar: la del 2009 fue criminal, cuatro gotas de enero a julio. Los de S.D. cogieron igual que los demás. En el lluviosísimo 2.010, igual,o más haciendo alternancia. ¡Pues ayer todavía le oí decir a uno lo de “veremos cuando vengan un año seco”.
Ahora en primavera, salgo con frecuencia al campo, observo la evolución de cada parcela. Resulta que las que tuvieron legumbre o incluso girasol el año pasado, sembradas en S.D. o mínimo laboreo tienen mejores cebadas o trigos que las de barbecho, y están menos encharcadas. Si lo que decide las cosechas es la meteorología, el abonado y los herbicidas.
En cuanto a lo del abonado, dado su precio y el que han tenido los cereales, es una malísima práctica el monocultivo, cebada, cebada (para lo que es imprescindible alzar con vertedera) e incorporar 600 kilos de fertilizantes químicos por ha. A los cerealeros les encanta llenar remolques; pero si lo han pagado antes en mineral, y otros gastos,.. ¡buen negocio!. Si el año viene seco, perdidas seguras.
Una cuarta parte de las has. de nuestra explotación están sembradas de alfalfa. Las restantes, aparte de lo forestado, en las tierras más pobres, las sembramos todos los años, pero siempre rotando: cereal, legumbre grano, legumbre forraje y algo de girasol. El pasado 2.010 fue el año forrajero más abundante. Veinte has. con la semilla de veza que quedó de la cosecha anterior, no hizo falta sembrarlas. Casi llenamos la nave de pacas. Mañana saldrán los últimos camiones para la famosa e impresionante yegüada “Los Alcores”.
Las cebadas, sobre el rastrojo nitrogenado por las legumbres grano o forraje, con el abono justo y una única labor, a la par de la siembra, (hemos estrenado una máquina que labora, prepara, siembra y arrodilla) están poniéndose de las mejores.
Sí, cierto: henificar forraje es complicado. Hacen falta medios, y hasta puede que, dado el aumento de producción de alfalfa y la disminución ganadera, el mercado esté saturado, pero queda la opción del grano, del girasol y de la colza.
Si en lugar de moler las tierras con la vertedera y el barbecho (penoso ver como se están deslavando en estos años lluviosos), produjéramos legumbres, para sustituir en parte la soja en la ración de los rumiantes, nos haríamos un favor, y se lo haríamos a la economía nacional.
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2 comentarios:
Gracias amigo Agapito por la ayuda que me prestaste cuando telefónicamente te solicité información acerca de los Condestables de Castilla que eran terracampinos (¿lo he escrito bien?) de Villalpando. Aún no me ha facilitado la información que necesitaba y por la que te preguntaba; pero todo se andará. No puedo decir nada en relación con tu blog de hoy, porque en esa materia soy totalmente lego. Mi ignorancia es supina.
Aunque la cuestión no venga a cuento -ya digo no sé nada de agricultura-, si quería dejar constancia de una cosa. Me gusta mucho como ha quedado la fachada del Ayuntamiento. En realidad, y en la práctica, es tal como era antes de la reforma de la Casa Consistorial solamente que la han aseado poco y ya ofrece otra imagen. Pero hay algo en ella que la hace ser distinta a como era. Una modificación que la mayoría habrán apreciado. Se trata de la supresión de la parte de fachada o elevación del muro que rebasaba la misma por encima de la linea de desenvocadura de los canales. Afeaba mucho a la construcción. Alguna vez hable de ello con Pablo Román -buen tipo ¡vive Dios! y mejor Villalpandino- y él, obviamente, experto y profesional, dióme la razón añadiendo que ese tipo de construcción era impropio de esta tierra nuestra castellano-leonesa.
Perdón Agapito por salirme de la materia de tu artículo, pero quería dejar constancia de como me había gustado la "nueva" reformada Casa Consitorial de Villalpando y me he "aprovechado" de tu trabajo.
Amigo Garibaldi: Toda la genealogía e historia de Los Condestables de Castilla, la puedes encontrar en el libro de D. Luis Calvo Lozano, "Historia de Villalpando".
Puedes utilizar mi blog para todo lo que desees.
Estoy de acuerdo con tu comentario sobre la fachada del Ayuntamiento. La fachada y el interior son una obra bien hecha, aunque costara doce años. No opino lo mismo respecto de la plaza. Fue excesivo el coste. Me hubiera gustado un arreglo más sencillo, respetando la parte central, y empedrando con el canto de aquí, autóctono, como yo la conocí de niño, lo de alrededor, en lugar de esas foráneas, caras y monotonas losetas.
Para mi gusto, el trozo de pavimentación más genuino del pueblo es el del callejón de la torre de Santa María.
Un saludo.
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