sábado, 17 de febrero de 2018

BREVE NOTICIARIO LOCAL


   Comenzamos por una de esas noticias tan repetidas: ayer falleció a los 83 años de edad, en una residencia de Villaralbo, Ángel Herrero Andrés, conocido con el apodo de "Charela". Era un pastor soltero, simpático y afable, el menor de la familia de los "Picaruses". Yo me llevaba muy bien con él. Me contaba sus cuitas cuando estaba en la Residencia de aquí, de la que tuvo que marchar por desavenencias. Ahora iré al funeral, aunque a él ya le dé igual, con esa sensación de no haber podido darle la ayuda de la conversación y la amistad, mientras estaba vivo.

    (Cuando acabé de escribir lo anterior fui al tanatorio. Allí sobrino Eusta me dijo que la semana anterior, Ángel, le había pedido mi número de teléfono para llamarme. Ya no tuvo fuerzas.)


     En esa residencia de Villaralbo hay algunos más de Villalpando, lejos de su familia y de su ambiente.

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    El pasado domingo se celebraron también aquí, en el Miguel de Cervantes, las elecciones sindicales a Cámaras Agrarias. Votó un sesenta por ciento de un censo, incluidos las Quintanillas y Cotanes, de unos ciento y pico agricultores y ganaderos dados de alta en la Seguridad Social Agraria.

   Simplemente echando un vistazo por encima a la lista de votantes, me encuentro con "agricultores", sobre todo jóvenes, chicos y chicas, que no han subido a un tractor en su vida, y no digamos montar un riego u ordeñar una oveja, que ni viven en los pueblos siquiera. Son las situaciones de labranzas puestas a nombre de hijos y lo que realizan todos los trabajos son los padres, jubilados, pre y/o con otros trabajos.

   Aquí barrió la alianza UPA-COAG, pues aparte de esos casos de "agricultores" sobre el papel, lo que predominan son los profesionales del campo, los labradores y ganaderos de verdad, los que viven de eso, y este Sindicato es el que mejor los representa.

    También, al ver casos aislados de empresas agrarias, me confirma la sospecha de dinero negro en los años del boom del ladrillo que se ha venido al campo.

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      Por lo demás, poca cosa: seguimos sin agua potable en casa. Sabemos que, después de cuatro meses superando la tasa de fluoruros y arsénico, y varios años rozándola, hay un proyecto. ¿y los dineros? Si es que tengo que insistir en lo del superavit.

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    Parece ser que en la Residencia ya existe médico y enfermera. No sé si se habrá calmado el malestar, del que una ex trabajadora me dio amplias noticias por escrito.

     Al saber por la prensa que, como homenaje a Atanasio supongo, han celebrado los Carnavales y el Entierro de la Sardina, después de una fervorosa Eucaristía, ¡qué cosas!, pienso que ya todo es jolgorio.

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     Una prueba de la atonía en la vida del pueblo es la escasísima participación  en actividades que se organizan:

     Nada tiene que ver este pueblo de muchos mayores y pocos niños y jóvenes, con el de mi infancia y juventud. Entonces, en cualquier actividad la concurrencia estaba asegurada, no sólo en misas y procesiones sino en todo lo festivo y lúdico.

    Los domingos se llenaba el "Juego de Pelota". A ver los partidos de fútbol iba medio pueblo. Igual cuando los quintos corrían las cintas, incluso la salvajada de las gallinas. Los tres días de carnaval se llenaba el baile a tope. Pandillas de muchachos, vestidos con harapos, recorrían el pueblo tocando cencerros.

    Ahora: las Águedas, aunque traigan charanga no las sigue ni un crío, ni nadie, salvo las participantes, cada vez menos, por desgracia. Por la foto en la Opinión, vi que en el desfile de carnaval del sábado iban, no sé si llegarían a treinta personas. En lo del entierro de la sardina, cuatro...

    En lo de entrar con coches en la plaza, después del ejemplo dado por las autoridades, cada vez son más los vehículos que acceden. Si es que es una necesidad. Anteayer, por ej., estaba "colapsada" la plazuela de las Angustias. Incluso hubo un poco de roce entre dos coches. Por las mañanas, y en los días de diario, es cuando el pueblo tiene más animación. Es cuando vienen los maestros, los profesores, los médicos, las enfermeras, los del Juzgado, Notaría, los de los bancos (excepción los del Santander, yo ya sé a qué banco me voy a cambiar, y el Registro son todos de aquí); los de "Extensión Agraria", los de los pueblos a papeles, bancos, médicos... 

     ¡Ah!: (para los de fuera) que ni ha nevado ni llovido. Y que me llama Álvaro para que le lleve dos llaves porque ya está montando el riego en un trigo recién sembrado.

      ¡Que llueva, que llueva..!
   
   

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