jueves, 17 de diciembre de 2009

RESPUESTA A UN e-meil, anterior, de Antonio-Isidro de Caso.

----- Original Message -----
From: CASO-CRESPO Antonio
To: AGAPITO MODROÑO ; " href="mailto:>">>
Sent: Thursday, December 17, 2009 7:46 AM
Subject: sin
Buenos días amigo,
me acaban de pasar esto, y a mí sinceramente me faltan criterios económicos para analizar la veracidad de todos estos datos, sólo espero de verdad que se equivoque, porque leyéndolo da miedo...

Si alguien tiene datos contrarios, por aquello de poder contrastar, serían bienvenidos (aunque sólo sea por aquello de alegrar las navidades)!!

Saludos

NOTA: Los datos a que se refiere Isidro son macroeconómicos de un economista, con cifras muy negativas. ¡Cualquiera entra en la guerra de cifras!. Le respondo aplicando el sentido común.

Amigo Isidro: Te adjunto tres artículos escritos en 2008, publicados en La Voz de Benavente.
Verás en ellos criticaba el desarrollismo basado en la construcción especulativa, el consumismo, incluso la organización social. Exponía la necesidad de un cambio drástico en todo ello.
Es muy dificil cambiar de modelo, y se ha ido parcheando el viejo con el remanante de tesorería que teníamos de atrás.
La situación es preocupante. A Rodríguez Zapatero, siendo un mentiroso patológico, tampoco hay que echarle la culpa de todo. Él no hizo más que relevar a Aznar como timoner de un barco que con los vientos favorables del ladrillo, navegaba viento en popa a toda vela. Su error fue no prever (como muchos veníamos viendo) que esos viento iban a dejar de soplar. Además empezaba a negar evidencias. Pero no pensemos que con Rajoy, posiblemente mucho mejor gestor, todo hubiera sido vida y dulzura.
Ahora este hombre, el Presidente, al que (cabreado con el corrupto PP provincial y el envío de tropas a Irak con un falso pretexto), voté en el 2004, es un peligro público: sigue hablando de una recuperación que ni él mismo se cree, y de la que no existen los menores indicios, sino todo lo contrario. ¿Dónde se van a emplear los cuatro millones de parados, procedentes, en su mayoría de la construcción, del automovil, de industrias auxiliares, y de otros servicios consecuencia del subsiguiente bajón de la economía?.
Ahora el problema es que la caja se vacíe del todo, que el endeudamiento del Estado llegue a su techo, y no puedan pagarse a pensionistas y parados, aunque creo que antes de eso se pasaría por un recorte, en el peor de los casos.
Cuando empezó la crísis yo le veía una parte positiva: ¡A ver si la gente cesa en tanto derroche y consumismo..!. Pero es dificil cambiar de hábitos. Todos decimos que la cosa está chunga, pero las carreteras, los estadios, los bares, los aeropuertos se siguen llenando. Y en los contenedores se siguen tirando alimentos, aunque empieza ya a haber gente que va a rebuscarlos.
Hay un dato que nadie se atreve a señalar: en los años del boom ladrillir especulativo (si surgían urbanizaciones en el medio del campo, ¿para quién?) había una demanda de empleo, en la construcción, hostelería, horticultura, servicio doméstico que los españoles no cubrían. Para ello llegaron cinco millones de inmigrantes. ¿No sería el momento de a los desempleados incentivarlos con estimulos económicos para su retorno?. Digo a los desempleados NO A LAS QUE ESTÁN CUMPLIENDO LA IMPAGABLE LABOR SOCIAL DEL TRABAJO EN EL HOGAR, DE CUIDAR A ANCIANOS, incluso en la hostelería.
Si las Navidades las vivimos con la íntima alegría de lo que significan, no debe entristecernos aunque tuviéramos que prescindir de un poco de cava o de marisco, lo que ni siquiera va a ocurrir en la mayoría de los casos.
A mí lo que me tranquiliza es que los alimentos, vestido, calzado, siguen siendo abundantes. En los países desarrollados hay para todos de sobra. Lo malo eran aquellas situaciones, que los niños de la posguerra vivimos CUANDO NO HABÍA QUÉ COMER. Aquello sí que era crísis: la de un país destrozado, sin industria, malas cosechas y el aislamiento internacional: ¡HAMBRE!.

A quienes vivimos aquello, las quejas de ahora, nos escandalizan.

Feliz Navidad, a pesar de la crísis, amigo Isidro.

A. Modroño.

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