sábado, 26 de febrero de 2011

RESPUESTA AL ÚLTIMO ESCRITO DE D. JOSÉ TOMÁS GARCÍA, AGENTE JUDICIAL, EN EL QUE DICE: NO TENGO MIEDO A NADIE.



Puede ocurrir que no me tenga miedo a mí. Usted es un funcionario judicial, cinturón de taewon, amigo y elogiador de ilustres cocineros agresores, y yo un señor mayor muy cascado, vulnerable, como he dicho, cuya salud se resiente con estos ataques. Por eso descarga usted conmigo el enfado que tiene con el señor al que dedica el “PRIMER TRANCO”. Pueden decir “sus Abogados” lo que quieran, pero evidentemente sus ocho páginas, considero, como todos quienes las han leído, y con perdón, son injuriosas. ¿Qué son si no, y santo de qué?. ¿O eran, simplemente, “para ponerme en mi sitio”?. ¿En qué sitio?.

Le he preguntado por activa y por pasiva, YO ¿QUÉ LE HECHO?. Esa ha sido toda mi respuesta. En cambio usted cuando se mete conmigo, pregonando “mis defectos”, dice que son “Vox Populi”. Pero, ¿con quién habla usted?. Ya ve que nadie le conoce. Y ya ve la reacción popular a mi favor. No niegue que ha desmenuzado mi blog buscando algo de materia en mi contra.

Y la segunda vez que me he dirigido a usted es para insistirle que al igual que es valiente repitiendo mi nombre en su SEGUNDO TRANCO, lo sea escribiendo el del señor al que dedica el PRIMERO, siendo, además quien le hace pupa, y ante quien, con su silencio, se humilla.


Y esa es la ruin motivación de que me dedique ocho folios de su brillante literatura. ¿A qué tanto esfuerzo contra una persona de tan baja condición humana como en sus páginas se refleja?: “¡El nombre con el que van a meter miedo las mamás de Tierra de Campos, en lugar de con el del saco!”.

Y todo porque se me ocurre opinar que el absentismo de los funcionarios perjudica a la economía y a la vida de Villalpando.

¡Vaya pecado!. Si usted reacciona así ante una opinión tan inocente, ¿qué haría si le dijeran todas las injurias, calumnias, difamación que el “hijo orgulloso…” contra mí ha proferido ?. O de quien, como usted hace, le llamaran “estalinista”, "facistoide". ¡Sí, ya sé, a mis ideas!, PERO MIS IDEAS Y YO SOMOS LA MISMA COSA. Y además por una ideas tan concordantes con la Rerum Novarum, y demás doctrina social de la iglesia, en cuanto a la propiedad privada.


Creo que lo más grave de sus “TRANCOS”, mejor “TRANCAZOS”, es que aproveche cosas que usted conoce por su condición de funcionario judicial para extrapoladas, entrecomilladas, tergiversadas, utilizarlas en mi contra, entre ellas “todos los juicios que he tenido”. Lo que usted no dice es que esos juicios han sido por agresiones por mi sufridas, en que la intervención médica a causa de ellas, o por presenciarlas Agentes del Seprona, ha sido inevitable el juicio. Lo que usted no dice es que, en las mismas ha habido condena a los agresores. Lo que usted no dice es que he retirado denuncias por insultos e intentos de agresión. Fue providencial. Ese día en que había de celebrarse el juicio, de no haber pedido días antes su suspensión, y a esa hora, enterramos a una hermana.


¡Cuánto podría usted contar al revés si quisiera!. Por ej., cuando hube de salirme de la sala al no ser capaz de soportar la declaración en mi contra de un testigo falso, (persona, "uno de los iconos de Tierra de Campos", hacía la que usted se deshace en elogios, pero no le ha dado apoyo moral y económico, como yo hice) quien no aguantó dos preguntas del Abogado para que quedara clara la mentira de que ni había presenciado los hechos, y por ello, para nada sirvió su declaración.

No es de recibo que usted hable de las obligaciones de su trabajo: partidas de nacimiento, de defunción, etc., como si se tratara de un favor personal que usted le hace a la señora “Restituta” a "quien le consigue la pensión", o a Sergio el marido de Oliva. ¿Pero usted qué ha de citar nombres de nadie?.

Habla usted de estulticia. ¿Puede haber algo más estulto que, como prueba de su amabilidad, cuando, por "imperativo legal", ha de “joder a alguien”, para que el sufrimiento sea menor, textual, “se la meta con vaselina”?.

Nos ha pegado una disertación sobre su vida que, supongo a nadie importe, que se podría calificar como un “monumento de estulta egolatría”. Cuando habla de que preside o pertenece a una congregación religiosa, me recuerda los versos de Machado: “¡Aquel trueno, vestido de nazareno..!

Podría recordarles tantas y tantas cosas, consecuencia de que “Agapito contra el mundo”.¡Contra el mundo no!. Contra una situación política de caciquismo que tenía sus terminales en todos los estamentos de la vida del pueblo y de la que usted e informadores son un residuo anacrónico.

Eso supuso mucho encontronazo. ¿Ese es mi delito?. ¿O el de intentar ser un Maestro a la antigua usanza, que quiere influir para bien en la vida del pueblo, mezcla de Giner de los Rios y del padre Manjón?. ¿Ser persona comprometida con sus ideas, como los regeneracionistas del 98? .

Cuando leo o investigo encuentro tantos ejemplos de compromiso vital: le citaría a Erasmo de Roterdam, Calvino, Lutero, Cervantes, Quevedo, Larra, Jovellanos, Padre Feijoo, Ortega y Gasset, Indalecio Prieto, Azaña, Besteiro, Miguel Maura, Miguel Hernández, mi abuelo Goyo, mi padre, republicanos y no sigo, Antonio Machado, Neruda, León Felipe (todos los del 98, menos Azorín, gran escritor pero escurrió el bulto), Gutierrez Mellado, Suárez....

Entre todos los pasajes de esas vidas uno de los que más me anima, y estremece es el del incidente de D. Miguel de Unamuno, con Millán Astray, en el paraninfo de la Universidad de Salamanca el 12 de octubre de 1936. Era un anciano, pero no pudo callarse ante el matonismo de “el manco”.

Y así, con ese ejemplo, a mil años luz del vasco salmantino, hablo, "Porque a veces callar significa mentir; porque el silencio puede interpretarse como aquiescencia”. Y actúo para que los foros dejen ser “Templos sagrados de la indecencia”. Deje Villalpandinos de ser instrumento para encanallar la vida en el pueblo, a lo que usted se ha sumado, intentando morder, al ver que dos días antes, el “hijo orgulloso”, ya me había lanzado buenas dentelladas.

Creo que la actuación de usted, en la que manifiesta clara animadversión contra mi persona, necesitada de utilizar los servicios judiciales, que aprovecha sus conocimientos por ese trabajo para publicarlos a los cuatro vientos, debe ser conocida por el organismo superior correspondiente. Ya me vio usted ayer recoger el impreso “ad hoc”.

4 comentarios:

Tomas Mansilla dijo...

Amigo Agapito no te comas mas el tarro, con estas "personas" no hay mayor desprecio, que no hacer aprecio, yo por mas que leo, y releo, no encuentro ua explicacion factible de este hombre, porque si tiene algo contra ti, porque no te lo dice a la cara, (Como las personas normales) y no arma el revuelo que arma, en un lugar no acorde con estas disputas personales.

El como servidor de la ley sabe perfectamente que no es el medio, ni el lugar para exponer sus "rencores" con nadie, solo le veo un motivo, notoriedad, y que se hable de el.
Saludos cordiales.

Agapito dijo...

¡Buenos días amigos Tomás!:

¡Gracias por tu consejo!. Ya he contado que cuando entré en Villalpandinos para leer todos los apoyos que estoy recibiendo y encontrarme, en el indice, con el título: "Las tribulaciones del Sr. Modroño", decidí no leerlo, marché a podar unos almendros un rato. Cuando me iba a echar mi reparadora siesta me llamó, el atacado en el primer "TRANCO", y me metió "los perros en silva".

Cuando escribe sus infundios contra mí, dice que son "VOX POPULI". Un tío que viene por la mañana, siempre con retraso, y se va a las dos.

No sé si algún día tomará el vino cuando acaba el trabajo. Nunca lo he visto, sí en cambio, más de media hora con el grupito del Juzgado, a media mañana (no vayas al Registro Civil durante esa hora que nadie te atiende): el Sidonio Procurador, el Abogado local, un oficial, una oficiala. Aparte de esos cita a "Peterete", Máximo, y a los de bares y farmacia, con los que nada habla sino lo justo del pedido. El Sidonio vive aquí, y ese sí tiene más contactos a nivel de barra. Un tío con quien tampoco he tenido nunca problema, incluso fue mi Procurador en una ocasión. Ese es el enlace.

Está claro que lo que busca es notoriedad, cuando nadie le conoce en el pueblo. También erigirse en el baluarte, en el intelectual de los escasísimos enemigos activos que me quedan en el pueblo. Los que le corean: -"¡ole tus cojones!", "el único que tiene idem", "en todo lo alto", y sobre todo el repetido, "le has puesto en su sitio".

Quien sea capaz de leer sus ladrillos de auto bombo, puede apreciar el rasgo más sobresaliente de su personalidad. Invito a que alguien lo defina.

Inevitablemente he de comerme el tarro con una pregunta que le repito sin cesar: ¿YO QUÉ TE HECHO?.

Lo "que le he hecho merece esa inquina"?. Que critiqué la no residencia y que, espero seguir siendolo, amigo de su enemigo, el del primer "TRANCO".

¿Una persona así puede ser funcionario de un Juzgado, aunque sea lo que antes se llamaba alguacil?.

Un saludo, amigo Tomás.

Y tú, José Tomás, que tanto espulgas mi blog, respóndeme, por favor!. ¿YO QUÉ TE HE HECHO?. Le encargué el recado a Sidonio. A ti personalmente no me atrevo. Cualquier, con ese cinturón de kárate?. ¿YO QUÉ TE HE HECHO?.

Teofilo dijo...

Querido amigo: Recibe todo mi apoyo
de amistad en los asuntos de los
trancos( Que son un plomo).Estoy de
acuerdo c on Tomas Masilla, no hay que comerse el coco demasiado.
Si de la lectura puede derivarse
una accion judicial,adelante con ella.Si no es asi, desprecio absoluto. SALUDOS.TEOFILO.

Agapito dijo...

Es evidente, aunque he señalado ligeros puntazos, que de la lectura se desprende una acción superior a la judicial.

¿Puede desempeñar sus funciones un señor que larga, para herir, imparcialidades que sabe por su condición de funcionario?.

¡Gracias Teófilo!. A ver si de una vez resplandece la justicia.