miércoles, 31 de diciembre de 2008

Mariano, el de la viuda, R.I.P.

La monotonía de la vida en el pueblo, con frecuencia, se ve apenada cuando tañen a muerto las campanas de San Pedro, o vemos nuevas esquelas en los postes y esquinas.
Esta vez no oí las campanas, ni vi esquelas. Mi esposa me dio la noticia al llegar a casa: - Tenemos difunto. ¿No te has enterado y has andado por allí?.
-¡No!: ¿quién?.
-Mariano Ortega.
-¡Vaya hombre!. ¡Cuánto lo siento!. No hace mucho lo vi llevar una bolsa al contenedor. Lo encontré malico.
Cada vez que alguien del pueblo fallece, hago para mi interior la semblanza personal y familiar, que ahora comparto con quienes se asomen por aquí, y les guste recordar a las gentes de la villa.
En nuestro libro, "Víctimas de la guerra..........", recordamos las Corporaciones Municipales desde los años 20, vemos que en 1923 deja de ser alcalde Cándido Ortega Laborde, quien entonces tenía 27 años, del que expusimos una breve biografía.
Este hombre, Candidín, falleció el 19 de septiembre de 1932, a los 36 años. Dejó viuda joven, cinco hijos niños, casa grande y una vida ejemplar.
Mariano, el menor de los tres varones, andaría por los 7 u 8 años.
A su madre, Aurelia Rodríguez Paniagua, hija de la numerosa familia de Mariano "El Triguero", se le empezó a denominar "la viuda de Candidín", al poco acabó siendo "La Viuda", a secas. Sus hijos: los de La Viuda, los obreros: los de la Viuda, su casa: la de la Viuda.
Esta señora, en mi infancia y juventud era una leyenda, una desconocida: Desde que enviudó no volvió a salir de su casa en la vida, ni a Misa. Llegó un momento en que nadie del pueblo la conocía. No sé si saldría cuando las solemnes bodas de sus dos hijas.
Con motivo de mi trabajo juvenil de mecanógrafo y recadero de Abogado, alguna vez llevé recados a esa casa rica, que me impresionó. Así conocí a una señora enlutada y de muy digno aspecto.
En el haber de Mariano, además de haber formado una familia buena, su esposa Noemí, sus hijas Ana y Marta, a quien intento dar mi pequeño consuelo, está, sobre todo, el haber personalmente cuidado a su madre, cuando ya no había criadas, durante algunos años en penosa enfermedad, sin que le faltara cuidado y cariño, hasta el momento en que salió de casa para no volver.
Espero allá encuentre al padre a quien apenas conoció y a la madre a la que mimó, habiendo dejado de ser "La Viuda".

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Mariano, al fallecimiento de su padre, tenñia 10 años. Había nacido en 1922. Ha fallecido a los 86 años.

Agapito dijo...

Que la anterior aclaración no es anónima, sino del autor del blog.

Anónimo dijo...

Hola Agapito: visito con frecuencia tu blog y me encanta porque sigo sabiendo cosas de Villalpando que nos cuentas y quería que me comentases cómo sigue lo de las placas termosolares que se iban a instalar. ¿Puedes decirnos algo al respecto?. Muchas gracias de antemano.

Agapito dijo...

Encantado de informarte y gracias por tu elogio.
Respecto de las termosolares, te voy a repetir la impresión que desde hace meses vengo teniendo.
Y es que la cosa está muy parada.
Creo que esos hipotéticos kilowatios iban a disfrutar de una subvención que se ha terminado.
En estos días ha sido noticia la dimisión del Presidente y fundador de Pevafersa. El despido de 65 trabajadores directos y 200 indirectos. Todo lo cual indica las dificultades de una empresa, la instaladora de los paneles fotovaltaicos, que creció como la espuma al amparo de unos kilowatios pagados, por decreto, cuatro veces más del precio al consumidor.
El maná de papá estado es finito. Cerrado el grifo, se secó el jardín.
De ahí mi pronóstico pesimista sobre que el proyecto termosolar siga adelante.