martes, 16 de diciembre de 2025

NOTAS NECROLÓGICAS.

 

    Interrumpo los relatos biográficos de la "Historia de un amor", para informar de la defunción de dos personas, que entre sí no guardaban relación alguna, aunque ambas sí tenían mucho que ver con Villalpando y Comarca.

    Empiezo por el mayor, desconocido para la gente más joven. Emigró hace muchísimos años del pueblo: ORENCIO DE LA NOGAL COCA. Nació el año de 1934, en la entonces calle Mayor, hoy de la Solana, frente a ábside de Santa María.

    El apellido de la Nogal era el de los sastres de la villa. Su padre, creo se llamaba Demetrio, no lo conocí,  era primo de los otros sastres, Pedro y Pablo de la Nogal. Sí, en cambio, recuerdo a la madre. la señora Daniela Coca. Me hacía los pantalones cortos de pana de niño.

    Orencio creo fue el quinto.  Tuvo   tres   hermanas anteriores, Olvido, que vivió en la calle del Espino. Casada con Benito, molinero. Inés, hija de éstos conserva las casas familiares. Pasa aquí el verano. Viene, también, su hermano "Francis".

    La otra hermana se llamaba Danielita, su marido fue "el Chato", zapatero en dicha calle. Tengo noticia de otro hermano antes de Orencio, Demetrio, como el padre, quien emigró tan joven que no lo recuerdo. El hermano menor, tras Orencio, es Luis de la Nogal Coca, conocido en el pueblo como "Porretica". La hermana que me falta creo se llamaba Cinta, y fue monja.

    Todos estos eran personas muy inteligentes. Orencio, muy joven, comenzó a trabajar de botones en la sucursal del entonces Banco Español de Crédito, Calle Liceo, después en la Plaza Mayor. Fue ascendiendo. Se casó con una de mis primas, Mari Cimas Alonso, la mayor de los "Bercarios". Era muy guapa. Orencio, en sus ascensos, saltó de Villalpando a Madrid, donde, muy en paz, ha fallecido hace dos días. Deja hijo e hija. Recordaba constantemente anécdotas muy villalpandina, de Luis "Pillollo.



    Pinchen en esta joya de foto para verla más grande. Es el Atlético de Villalpando. Puede ser del año 1953 o 1954.
    Son, agachados de izquierda a derecha: Orencio, José Luis Redondo, "Corita"; en el centro, con el balón, Luis "Pillollo", José Antonio, el de Venancio, Aniano.
    Por detrás, semi agachado detrás de Orencio, creo es Ángel de Prada, hijo de Cayo "Morique". Los demás seguro, son, con un brazo sobre el anterior, Pedro San Pedro, "Pedazo", ya de pie, sobresaliendo la cabeza, Rafa Alejos; Manolo Vega, "Brillantina" mayor; con corbata, don Benigno el maestro. Asomando sólo la cabeza, "Pite", el de Frutos Martínez, quesero; de medio lado "Primi" Redondo, esposo de Almudena Burgos, hermano de "Corita" (ya sé no le gusta el apodo, pero es cariñoso); por último, Faustino Allende, "Tinín Brina".


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    El otro fallecido, aunque no nacido en Villalpando sí que tenía mucha vinculación con la villa, donde falleció, y con mi persona. Se llamaba ÁNGEL ÁLVAREZ.  Es, era, el del restaurante "Área 235". Allí en una habitación familiar, donde cuidaba a su mujer, cayó fulminado. De ahí la sorpresa para todos. Hombre relativamente joven y muy activo.

    Nuestra amistosa relación viene desde hace muchos años. Desde antes de comenzar con el proyecto de placas solares en la parcela familiar  de 66 Has., en el "Monte de las Pajas, que firmados todos los contratos, ha quedado en "agua de borrajas". 

    Por ella puedo decir que de Ángel tengo muy buen concepto, que siento su fallecimiento. Vino hace unos pocos días a casa a darme el pésame. Estaba lleno de proyectos y de ilusiones. Le ilusionaba, sobre todo, el inminente comienzo de la "electrolinera", por una empresa cuyo nombre me dijo, pero no recuerdo, en su terreno al lado del hotel. Ya está, presentados todos los papeles, concedida la Licencia Municipal de Obra. Parece ser, resueltas pegas por el regato, de la C.H.D., (que no limpian ni un cauce, pero guerra sí que dan),  van en breve a comenzar las obras.

    Ese proyecto contempla la instalación de paneles solares, placas fotovaltáicas, en las otras cuatro Has. de su propiedad a continuación del hotel, lindante con la A-6, para surtir de electricidad a la electrolinera.

    Omito mencionar otras facetas en la vida de este hombre, natural de Revellinos de Campos, pero no puedo callar una que le da categoría humana: llevaba muchos años cuidando a su mujer, totalmente dependiente. La llevaba y traía consigo en el coche. Más de una vez aparcado a la sombra en el porche de nuestro corral. Siempre a su lado. Siempre cuidándola. Siempre con prisa por no dejarla sola.

    Falleció el pasado viernes, día 12, por la tarde, Me dieron la noticia ayer, día 15, noche. Tanto mis hijos, como yo, de haberlo sabido hubiéramos ido al funeral. Se celebró en Revellinos, por eso en Villalpando nos hemos ido enterando después en el boca a boca.

    ¡Pues eso!:  que lo de cuidar a su esposa tuvo mucho mérito. Descanse en paz.

    

    

4 comentarios:

Ángel Hernansanz Herguedas dijo...

Señor Agapito Modroño.
Llevo tiempo sin entrar en su blog y esta mañana lo he recordado y me he puesto a leer sus historias, que siempre me han gustado.
Ahí me he enterado del fallecimiento de su querídisima compañera, Sara.

En primer lugar le transmito mi más sentido pésame por esa ausencia que le roe la mente durante el día y le hará llorar en silencio durante las noches. Duerma, si puede, y sueñe que ahora estará al cuidado de Sara Belén, la tragedia que le precedió hace años.
Me he leído de un tirón toda su Historia de amor.

En segundo lugar le pido disculpas por haber dudado de usted y, si puede, me perdone.
Un afectuoso saludo.

Administrador dijo...

De nada he de perdonarte. Si acaso tú, por mi excesiva respuesta. Como estoy mostrando mi corazón, en sangre viva, reconozco también mis defectos: he sido, como decía mi amigo, Ramón López, muy de sangre caliente. "Encampanado", que decimos por aquí. Si bien, salvo en una ocasión de joven, sin llegar a la violencia física, que de mayor padecí, y ante la que siempre me inhibí.
Ocurre que, con la misma facilidad que me encampano, estoy siempre presto a la reconciliación. La pérdida de Sara ha sido la ocasión para zanjar viejas rencillas.
En un rato que falté del tanatorio, una de las personas que fue a darme el pésame, fue Cecilio Lera. Te sonará. Fue 40 años alcalde de Castroverde de Campos, y un magnífico cocinero, popular y conocido. Por ejemplo, dos veces estuvo en su casa Rodríguez Zapatero. También los Presidentes de la Junta.
A mi hija mayor le sorprendió la visita de Cecilio. En una ocasión, hace bastantes años, me había agredido sin mediar palabra. Hubo juicio. Le condenaron.
Pasaron dos o tres años. Nos encontramos en el Hospital de Benavente. Me tendió la mano. Lo olvidamos todo. Mi hija Gracia no sabía que aquello, ambos, lo habíamos olvidado, que cuando nos encontramos por Villalpando, charlamos, si se tercia, tiene mi afecto, y yo el suyo. Incluso acepta algún cariñoso tirón de orejas. Está mayor. No va a volver a las andadas.
Amigo Ángel: agradezco enormemente tu mensaje, que hayas leído la vieja historia de un amor, que recuerdes a nuestra hija Sara-Belén y me des la esperanza de que estará cuidando de ella.
Un abrazo grande, amigo.

Ángel Hernansanz Herguedas dijo...

Gracias amigo Agapito por tus palabras y el abrazo grande que me das.
Sin embargo, me queda la duda de que sepas realmente quien soy.
Un abrazo muy grande para tí y para tú familia.

Administrador dijo...

¡Cómo no, hombre, cómo no! Perfectamente te recuerdo. Conversamos largos ratos. Fuiste gerente de una cooperativa hortícola en la comarca del Carracillo. Tuviste relación con Manuel-Ángel Rodríguez. No recuerdo exactamente el nombre de tu pueblo, ¿Chañe?
Me encantaron tus relatos costumbristas. La descripción del cura cazador es fabulosa. ¿Los has publicado? Recuerdo tus fotografías familiares en la romería del Henar.
Recuerdo tu información de en qué habían devenido las huertas de tu comarca. Problemas con los acuíferos, etc.
También recuerdo eres muy hincha del Real Madrid.
Espero sigas leyendo mi blog.
Un abrazo.